A Casa Rosalía recibiu máis de 44.000 visitas virtuais nos últimos tres meses. O sistema activouse con motivo do 50 aniversario da apertura da Casa-Museo de Rosalía de Castro, que se celebrou o pasado mes de xullo, e fixose en catro linguas. Para a Fundación, o número de usuarios confirma “como un éxito, a iniciativa”. Así, desde xullo o percorrido inmersivo plurilingüe colleitou máis de 44.000 visitas, a maioría das cales proceden de Google Maps (43.309), dado que está integrado na plataforma. O resto, 866, a través da páxina web da Casa-Museo. Os datos proceden do propio Google e da plataforma que soporta o sistema, Matterport. A duración media do percorrido é de 5 minutos e 20 segundos, e por linguas, a máis visitada é a opción galega, cun 74 %, seguida do inglés (14%), español (11%) e o francés (1%).
A Casa Museo de Rosalía está na área da Matanza, no municipio de Padrón.
O Museo Casa de la Troya recrea a pensión de estudantes e a vida universitaria de Santiago de finais do século XIX que inmortalizou Alejandro Pérez Lugín na súa novela La Casa de la Troya, cuxa primeira edición –con capa ilustrada por Castelao– data do ano 1915. Nestes tempos de pandemia, coa mobilidade limitada, o museo quere achegarse a toda Galicia a través do ciclo A Troya en ruta, en particular ás localidades vencelladas cos personaxes da novela, en colaboración coa Deputación da Coruña.
O ciclo arranca este sábado, 27 de marzo, no Casino de Carballo. Ás 19.00 horas proxectarase o documental A Compostela de La Casa de la Troya, centrada no mundo troyano, de media hora de duración, que se estreaba en 2018 coincidindo co 25º aniversario da apertura do museo. A entrada é libre ata completar o aforo. A través deste ciclo búscase ademais divulgar a figura de persoas que estiveron ligadas á novela e ao seu tempo como Manuel Casás, de A Coruña; Camilo Bargiela, de Tui; Javier Puig, de Pontevedra; Manuel Otero Acevedo, de Pontecesures… E procurarase facer nas localidades vencelladas ás biografías de cada un deles.
Despois da proxección do documental no Casino de Carballo manterase un coloquio co público asistente sobre a figura de Enrique Labarta Pose, estudante en Santiago, natural de Baio (Zas), que aparece na novela de Lugín como o personaxe de Casimiro Barcala. Presentarao o vicepresidente do Padroado da Casa de la Troya, Juan Carlos Díaz. Intervirán o vicepresidente da Deputación da Coruña, Xosé Regueira; o director de Arraianos Producións, Aser Álvarez; o actor do documental Suso Martínez; e do director do Museo Casa de la Troya, Benigno Amor.
O documental está dirixido por Aser Álvarez e Benigno Amor, filmado por Nacho Santás e nel actúan Suso Martínez e Jaime Amor. Benigno Amor é o presidente da Asociación de Antiguos Tunos Compostelanos, entidade que xestiona o museo. Explica que “se trata dunha viaxe aos tempos de La Casa de la Troya, a novela de Pérez Lugín. Manolito Casás, personaxe da novela, aparéceselle a un neno na Casa de la Troya e lévao a facer un percorrido polas rúas de Compostela, lembrando os seus anos de universitario”.
Recolle a historia desta casa tan vencellada aos universitarios e á capital galega. Situada en pleno casco histórico da cidade, desde 1886 ata 1906, a Casa de la Troya comezou como hospedaxe de estudantes rexentada por Doña Generosa. Nela aloxábase o personaxe principal da novela de Lugín, Gerardo Roquer, e os seus compañeiros de estudos. Abriu como museo en 1993, xestionado pola Asociación de Antiguos Tunos Compostelanos.
O relato mestúrase con intervencións como a do exalcalde de Santiago, Xerardo Estévez; Darío Villanueva, o exdirector da Real Academia Española e exreitor da Universidade de Santiago; Encarna Otero, profesora de Historia e exconcelleira; José María Fonseca, antigo tuno e presidente de Bodegas Terras Gauda; Anxo Angueira, presidente da Fundación Rosalía de Castro; Suso Couceiro, libreiro; e Waldo Caamaño, antigo estudante.
FELIZ ANIVERSARIO DO CONCELLO DE PONTECESURES! que o día 9 de outubro cumpriu 95 anos, despois de separarse do concello irmán de Valga….Imaxe do ano 1991,realizada por Moncho Sabin,dende o monte de Lestrove….San Lois de Cesures,Portarraxoi,O Muelle,Infesta,O Castro,Condide,Carreiras,O Couto, A Toxa, A Paxareira, O Rial,Redondo,Porto de Arriba,Porto de Abaixo,A Calera….Arquivo Fundación Barrié.
Subida marítima. O Piueiro con unos pocos privilegiados que pudieron seguir la travesía .
Es un año extraño y sometido a los protocolos y medidas que ha impuesto la crisis sanitaria, pero pese a ello la Fundación Rosalía de Castro de Padrón no ha querido dejar pasar la fecha en la que las gentes del mar rinden homenaje a la escritora. Así el viernes se celebró la Inchadiña Blanca Vela que en esta ocasión se ha visto limitada y ha tenido como gran protagonista al volanteiro de A Guarda, O Piueiro, una embarcación tradicional de vela que ha realizado este año acompañado por dos dornas la subida por los ríos Ulla y Sar.
La embarcación de A Guarda apoyada en su lema Eu son libre del manifiesto de Liereders y acompañada por las dornas navegó por los ríos hasta llegar al Espolón, en Padrón, sobre las 19.30 horas aproximadamente. Allí se homenajeó a Rosalía de Castro frente a su estatua, como siempre se ha hecho durante los años anteriores.
Hay que recordar que en el año 2013 se celebró por primera vez la Inchadiña Branca Vela, iniciativa creada con el fin de conmemorar el 150 aniversario de la publicación de la escritora Cantares gallegos, en los que la autora hace referencia a las dornas que subían al Ulla, por iniciativa de los defensores de la cultura marítima de la época. Concretamente esta era la estrofa en la que Rosalía habla de las embarcaciones. “¡Que inchadiña branca vela/ antre os millos corre soa/ misteriosa pura estrela! / Dille o vento en torno dela: Palomiña, ¡voa!, ¡voa”.
La travesía comenzaba habitualmente en la playa fluvial de Vilarello, en Cordeiro (Valga), y finalizaba en el Paseo del Espolón, en el municipio padronés.
Durante las ediciones pasadas de la Inchadiña, participó un gran número de embarcaciones tradicionales de toda la comunidad gallega, con llegadas desde la ría de Arousa y la ría de Vigo, botes de Ribadeo o lanchas xeiteiras, entre otras.
Pero este año, para evitar las grandes concentraciones y respetar las medidas de seguridad impuestas por la pandemia de la covid-19 el acto estuvo protagonizado únicamente por la embarcación O Pirueiro.
También y con motivo del homenaje anual que rinde el municipio de Padrón a Rosalía de Castro, eun día antes, el jueves, el fotógrafo Eduardo Rivo presentaba en el auditorio padronés su libro de fotografía Inchadiña Branca Vela. El acto, organizado por la Fundación Rosalía de Castro, de la mano de la Diputación de A Coruña, reunió al presidente de la Asociación Cultural Dorna de la Arousa, Salvador Allo; el alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angeuira; el director de la fundación, Anxo Angueira y el propio autor de las ilustraciones, Eduardo Rivo. Además, los presentes pudieron disfrutar de una actuación musical protagonizada por el cantautor Secho.
La obra contiene más de cien imágenes sobre la fiesta de conmemoración a la escritora, desde su primera edición en el año 2013.
El autor de la publicación, Eduardo Rivo (Ourense, 1976), es un cirujano torácico y a la suma, fotógrafo autodidacta. Pertenece al grupo artístico gallego Galeoska y es miembro de la escuela tradicional Dorna da Illa da Arousa.
Han pasado siete años desde la tragedia del Alvia, pero en Pontecesures no olvidan a su vecino muerto en el tren: Antonio Jamardo Villamarín. Hoy no se celebrará la tradicional concentración de homenaje, pero sí se invoca a los vecinos a que lleven flores o velas a la estación de ferrocarril.
La estación de tren de Pontecesures no acogerá esta tarde la concentración en homenaje a Antonio Jamardo Villamarín, como sucedió de forma ininterrumpida entre 2014 y 2019. La pandemia de coronavirus ha motivado que la impulsora del acto, Belén González Silva, haya rehusado este año convocar a sus vecinos al homenaje al pontecesureño fallecido en el accidente del tren Alvia del 24 de julio de 2013.
«Debido a la crisis por el Covid-19, consideramos que no debemos reunirnos, pero eso no significa que olvidemos», plantea en su página de Facebook, medio a través del cual fue haciendo las convocatorias año tras año, desde el primer aniversario del trágico accidente.
Por ello, y para no olvidar, la pontecesureña anima a todos los vecinos y allegados a acudir a la estación ferroviaria de Pontecesures y a depositar en su andén una flor o una vela encendida por la memoria de Antonio Jamardo Villamarín. No habrá concentración, de modo que podrán ir a la hora que cada uno quiera o pueda. La familia, por su parte, participará en una misa de aniversario pensada únicamente para los parientes.
Jamardo viajaba con su novia en el Alvia accidentado en la víspera del Apóstol de 2013. Iban a acudir a una boda, pero el vuelco del tren costó la vida al hombre, que trabajaba en Madrid como agente comercial de una empresa arousana.
En el primer aniversario del fatal accidente, González convocó una concentración de homenaje, a la que año tras año acudieron docenas de vecinos y miembros de la corporación municipal. La pontecesureña insiste en que seguirá convocando el acto, «mientras la familia no me diga que pare, que ya no hace falta», pero asume que tarde o temprano ese momento puede llegar, «porque esto supone remover recuerdos que son muy duros».
Belén González Silva defiende la validez del homenaje, aunque sea a pequeña escala, «para que la familia de Antonio Jamardo vea que no está sola». «Lo peor de todo esto es que han pasado siete años y que seguimos igual. Los vagones siguen en la explanada de Grúas Estación y seguimos sin saber de quien fue la culpa de lo que pasó».