Unos metros del enlace de la vía del Barbanza con la AP-9 evidencian una falta total de mantenimiento.
La confluencia de la autovía del Barbanza (AG11) con el enlace con la autopista AP-9 y con la nueva variante se produce en una zona en la que hay tres titulares de vías: Xunta, Fomento y empresa concesionaria de la vía de alta capacidad, Audasa.
La Xunta acaba de renovar la señalización horizontal de la autovía, pero esa señalización se corta pasado el puente sobre la N-550, justo por encima de la zona del canal de derivación del río Sar, un tramo en el que parece que hace años que no se realizó ni la más mínima tarea de mantenimiento, como lo evidencia que ni siquiera hay marcas de pintura en el firme, solo el rastro de lo que en su día fue una doble línea continua.
Es un tramo pequeño ya que, a continuación, están los accesos a la nueva rotonda, que enlaza con la autopista, la nueva variante y la AC-242. Pero inaugurada la carretera de circunvalación, la pregunta es a quién pertenece ese tramo, a Audasa o a Fomento, una vez que el enlace con la autopista queda ahora más adelante.
Para muchos conductores, es necesario mejorar toda la señalización de la zona, empezando por la horizontal y realizar un mantenimiento, ya que más de uno considera que es un tramo peligroso precisamente, por estar mal indicado, especialmente de noche y sin luz.
En este sentido, hay quien apunta a que el tramo sin señalizar desde hace años «está en terra de ninguén», como si no fuera titularidad de ningún organismo, pese a que en la zona se produjo más de un accidente e incluso un vehículo llegó a caer abajo del puente, a las pistas del canal del río. En mal estado están también los accesos laterales a la autopista y a la N-550, que sí son de titularidad de Fomento.
Un partido político de Padrón, el galleguista, formuló en agosto de 2014 un ruego en el pleno del Concello para que este hiciera las gestiones oportunas para que «se mellore a seguridade», en un tramo que calificó como «scalextric» de la confluencia de la autovía del Barbanza, la autopista A-9 y la carretera N-550.
La Voz de Galicia