El destino final es Santiago, pero, paso a paso, los peregrinos que toman el Camino Portugués cruzan la provincia de sur a norte, de Tui a Pontecesures, cruzando, en total, trece municipios. Ahora, estos, junto a cuatro ayuntamientos portugueses, quieren que los doscientos cincuenta kilómetros de ruta que atesoran se conviertan en un escaparate en el que lucir sus atractivos turísticos más allá del Camino.
«? un elemento fundamental na área de Galicia-Norte de Portugal, que agrupa un numeroso patrimonio cultural material e inmaterial, así como un rico patrimonio natural que constitúe un factor de desenvolvemento fundamental para esta zona», dice Carmela Silva, la presidenta de la Diputación, institución que trabajará de forma conjunta con los ayuntamientos de ambos lados de la frontera para lograr un proyecto europeo de más de cuatro millones de euros para proteger y promover ese patrimonio.
La modernización «e mellora continua dos servizos turísticos, incidindo na calidade e sostenibilidade para ser máis competitivos» será el objeto del plan, que ayer presentaron los representantes públicos en la Diputación de Pontevedra. ¿Cómo se hará? Se empezará por una mejor señalización de vestigios arquitectónicos, yacimientos o cualquier otro patrimonio que se encuentre a lo largo de la ruta, a lo que se sumará una mejor indicación del propio Camino y la reposición de «patrimonio natural», con la plantación y recuperación de especies. Mejorar el entorno y la información. Porque si el peregrino va en contacto con la naturaleza y los pueblos de la ruta, la información la busca cada vez más a través de las redes sociales e Internet. El plan se centrará también en mejorar esta oferta, especialmente ahora, que la ruta portuguesa a Santiago ha experimentado en los últimos años un crecimiento del 25 % en afluencia de peregrinos.
En el horizonte está convertir el Camino «nunha ruta segura, accesible e atractiva» y potenciar su conocimiento a través de «unha guía didáctica para escolares; unha axenda cultural; actuacións de promoción como unha páxina web, a Fair Way (feira do camiño), unha exposición itinerante, un foro sobre turismo sostible e unha workshop de creación e venda de produtos turísticos; e unha rede de traballo con estrutura operativa e estable de cooperación para protexer o Camiño Portugués», explicaron ayer los promotores de la iniciativa.
Proyecto audaz y pionero
El alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, que habló en representación de los regidores gallegos aseguró que se trata de un «motor socioeconómico fundamental para as vilas polas que pasa ademais dun factor de singularidade que nos identifica».
María Elisa Azevedo Leite Braga, que habló en nombre de los regidores portugueses aseguró que se trata de un proyecto «audaz e pioneiro, que nos permite preservar o Camiño Portugués de forma consistente, sostible e seria, potenciando todas as posibilidades de desenvolvemento dos territorios transfronteirizos» unidos por los pasos de los peregrinos, ahora, en un escaparate común.
La Voz de Galicia