En Catoira y Pontecesures han iniciado los trabajos de puesta a punto de sus dos piscinas municipales al aire libre, con un aforo de 100 personas la vikinga y de 70 la cesureña, arrancando en paralelo las gestiones para asegurarse la cada año más difícil cobertura del obligado servicio de socorristas. En el caso de Pontecesures, su alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, informaba ayer de que ha contactado con varias empresas para intentar cerrar pronto el servicio de socorristas tras la experiencia del verano pasado, cuando por no conseguirlo, los cesureños se quedaron sin piscina. Además, Seage adelanta que este año el acceso a las piscinas será gratuito.
La Administración local se va incorporando poco a poco a la nueva
normalidad. Después de dos meses con los consistorios cerradas a cal y
canto, desde esta semana ya empezaron a levantarse las restricciones y a
partir de este lunes volverá a haber atención al público en la mitad de
los ayuntamientos de la comarca, aunque con limitaciones como la cita
previa y dándole prioridad a las gestiones telemáticas.
El más
madrugador fue Ravella, que ya abrió sus oficinas de forma presencial el
27 de abril: lo hizo sin el sistema de cita, pero no se descarta
recurrir a esta modalidad con el fin de mejorar la operatividad interna.
Desde el punto de vista de la movilidad, se habilitó una única entrada
al consistorio por la puerta principal del edificio y la salida está en
un lateral, a través de la puerta de la policía local; además, en el
patio central de la zona de oficinas se organizaron pasillos con vallas y
señalización en el suelo para facilitar el distanciamiento social a la
hora de guardar turno y se colocaron mamparas y dispensadores de gel
hidroalcohólico para desinfectar las manos.
En Cambados, la atención al público se retomó el
pasado lunes, aunque de forma muy limitada. La oficina del registro y
recepción situada en la planta baja actúa de barrera de contención para
evitar que los ciudadanos accedan de forma libre a la planta superior.
Solo pueden hacerlo aquellos que tienen cita previa en algún
departamento ya que se da prioridad a las consultas telefónicas y
telemáticas, por cuestiones de seguridad y porque buena parte del
personal sigue teletrabajando. Se han instalado dispensadores de gel,
mamparas y se están reordenando espacios para evitar aglomeraciones.
El de Vilanova es otro de los concellos en los que ya hay personal trabajando in situ
y se atiende al público, como ocurre también en Ribadumia, A Illa y
Catoira. Los isleños son atendidos tras un mostrador protegido por una
mampara que corta el paso a la zona de oficinas y no pueden hacer uso de
asientos ni otras zonas comunes. En Catoira es necesaria cita previa
para acceder al edificio, al menos hasta el día 25; allí también se han
instalado dispensadores de gel, mamparas y, como en todos los espacios
públicos, se han intensificado los protocolos de limpieza.
Otros ayuntamientos han decidido esperar un poco
más para avanzar en la fase de desescalada y hasta mañana no retomarán
la atención presencial. Es el caso de Meaño, donde lo harán en horario
de 8.30 a 14.30 horas, estableciendo una franja de 12 a 13.30 horas de
atención preferente a las personas mayores, y la atención al público
estará limitada a una persona por puesto, salvo excepciones. El gobierno
local aconseja utilizar el sistema de cita previa para evitar
aglomeraciones y esperas en el exterior del consistorio.
En Meis,
los funcionarios regresan a sus puestos, pero solo atenderán al público
mediante el sistema de cita previa. Para el resto de las gestiones, los
vecinos deberán recurrir a la vía telemática.
Mañana también seguirán cerradas hasta nuevo
aviso las puertas en las casas consistoriales de O Grove, Valga y
Pontecesures. El ejecutivo grovense tiene previsto organizar a lo largo
de esta semana el sistema de cita previa para, a partir del lunes 25,
poder iniciar la atención al público de forma presencial y escalonada,
empezando por la apertura del registro. Entre tanto, los vecinos deberán
limitarse a las vías telemáticas para hacer sus gestiones. En Valga no
ponen fecha para la reapertura y recuerdan que el servicio presencial
solo se ofrece para cuestiones urgentes e inaplazables, mediante cita
previa y sin poder acceder al interior del consistorio.
Estas restricciones obligan a los funcionarios y a
los administrados a reciclarse a marchas forzadas para poder adaptarse a
la nueva situación, pero de todo se puede sacar una lectura positiva.
Al menos así lo plantea el alcalde de Pontecesures, Juan Manuel Vidal
Seage, quien afronta la coyuntura derivada del estado de alarma como una
oportunidad para modernizar la Administración local.
«Isto vai servir para darlle un pulo á revolución tecnolóxica dos concellos, e vai mellorar a axilidade na relación cos cidadáns, porque a un golpe de clic pódese facer calquera trámite. É un acicate, é un cambio de paradigma no traballo: o virus fixo meter o turbo na Administración electrónica», apunta el regidor.
En la comarca de Caldas se registran 373 ERTE y 2.418 trabajadores afectados: Caldas (167-773); Valga (44-909); Cuntis (40-105); Pontecesures (39-90); Moraña (33-375) Catoira (30-68) y Portas (20-98).
Las estadísticas de Renfe demuestran que es un servicio muy utilizado entre Vigo y A Coruña. En los apeaderos de Pontecesures y Catoira se nota la ausencia de revisores.
Los usuarios siguen demandando la continuidad del tren de cercanías. Y ahora que con el estado de alarma se eliminaron muchos de ellos, lo que exigen es que una vez superado se retomen las frecuencias de viaje existentes antes de la pandemia.
Así lo hace constar el exconcejal pontecesureño, Luis Sabariz Rolán, que como miembro de la plataforma en defensa del servicio ferroviario de proximidad lleva años aportando datos que avalan la continuidad del mismo.
Y el balance oficial de Renfe referido al año 2019 solo sirve para reforzar sus planteamientos, ya que constata la existencia de una gran cantidad de pasajeros en la línea Vigo-A Coruña, con una importante actividad en las estaciones de ferrocarril tanto de Pontecesures como de Catoira, Padrón y Vilagarcía.
“Esperando que, a medida que se va superando la situación que sufrimos por la pandemia del Covid-19, vuelvan a circular todos los trenes que lo hacían antes de la declaración del estado de alarma”, clama Sabariz, quien al referirse a los datas facilitados por Renfe Comercial sobre los viajes en 2019 en las estaciones citadas concluye que en las Baixo Ulla ” el número total de subidas y bajadas fue de 102.647″.
Al desglosar la cifran sale a relucir un viejo problema, como es la carencia de máquinas expendedoras de billetes en los apeaderos del Ullán, unido a la insuficiencia de interventores, o al poco tiempo que tienen para supervisar los billetes durante los viajes cortos, hace que se produzca un desfase entre subidas y bajadas, estimándose que hay alrededor de 30.000 viajeros que se desplazan gratis a lo largo del año.
Prueba de ello es que el período citado “las bajadas en Pontecesures, Catoira y Padrón fueron 66.703, mientras que, sorprendentemente, las subidas computadas fueron solo de 35.994”, reflexiona.
Para explicar esta desproporción señala que “el número real de subidas fue muy superior al computado, pues como en las tres estaciones del Baixo Ulla no se despachan billetes, la ausencia de interventores en muchos trenes motiva que muchos usuarios viajen en tren gratis”, insiste.
Además, “no se computaron las bajadas en Pontecesures, Catoira y Padrón de viajeros procedentes de otras estaciones del trayecto A Coruña-Vigo en las que no se expiden billetes como las de Cerceda, Ordes, Arcade…, como tampoco las subidas y bajadas de los usuarios que circulan entre las tres poblaciones del Ullán cuando el tren no lleva interventor”.
EL NÚMERO DE USUARIOS SIGUE EN AUMENTO
Luis Sabariz destaca que los usuarios del tren siguen en aumento, pues en 2018 hubo 35.448 subidas y 61.838 bajadas”. Respecto a esto último, en los dos últimos años el número de personas que se apearon del tren en Pontecesures pasó de 18.355 usuarios a 19.047; mientras en Catoira subió de 21.554 a 24.355 usuarios y en Padrón, de 21.929 a 23.301.
A modo de conclusión, Luis Sabariz Rolán, proclama que “los usuarios crecen día a día, de ahí que la potenciación del ferrocarril por la vía convencional es fundamental”. Y esto implica no solo mantener o reforzar las frecuencias de viaje, sino también “instalar paneles informativos en Catoira y en Pontecesures” y “subsanar las deficiencias que presentan los andenes, ya que motivan incomodidades a los usuarios”.
CLAVES ECOLÓGICAS, ECONÓMICAS Y DE SEGURIDAD
A juicio de Luis Sabariz “desde las administraciones públicas se debe apoyar con decisión el uso del tren de proximidad por razones ecológicas, económicas y de seguridad, de ahí que deseemos todos que la anunciada electrificación de este tramo de vía convencional, fundamental para la continuidad del servicio, no se quede solo en buenas palabras”.
El Gobierno, en cambio, sí permitirá al País Vasco que regule los desplazamientos entre sus tres provincias.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, justificó ayer en la “precaución”, la “prudencia”, y el “criterio de los expertos científicos” la decisión del Ministerio de Sanidad de no aceptar la propuesta de la Xunta para permitir la movilidad entre las cuatro provincias de Galicia al entrar en la fase 1 de la desescalada.
Al
ser preguntado al respecto durante la rueda de prensa celebrada ayer en
La Moncloa, Sánchez respondió que “limitar la movilidad a la provincia
es la manera más segura” y que, además, es “fundamental” porque “está
directamente relacionado con la propagación mayor o menor del virus”.
Seguidamente,
el líder del Ejecutivo central subrayó que, por lo menos “en estas
primeras fases” de la desescalada, la restricción de los desplazamientos
entre provincias “es esencial, es básica y es fundamental por
precaución, por prudencia y, sin duda alguna, porque así lo dicen los
distintos expertos científicos”.
El pasado viernes,
el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya manifestó en su
intervención después del Consello que no era “muy optimista” con que el
Ejecutivo estatal aceptase esta propuesta de la Xunta, entre otras como
la que pedía que, para la desescalada, las áreas de salud fuesen la
referencia territorial en Galicia.
“Me da la
sensación de que el Gobierno está muy contundente con la provincia, lo
cual, en nuestra opinión, desde el punto de vista sanitario, no tiene
ningún apoyo ni clínico, ni organizativo ni epidemiológico”, aseveraba
el mandatario gallego.
Finalmente, a pesar de que
toda Galicia entrará este lunes en la fase 1, las cuatro provincias
serán la referencia de división y no las áreas de salud, como sí se
aceptó en autonomías como Cataluña, Castilla y León y Comunidad
Valenciana.
Extensión pequeña y fuerte relación socioeconómica.
Frente a su postura con respecto a Galicia, el Gobierno sí permitirá en
cambio al Ejecutivo vasco que regule la posibilidad de desplazarse
entre sus “territorios históricos”, la denominación usada en la
normativa vasca para referirse a las provincias de Álava, Guipúzcoa y
Vizcaya.
Fuentes gubernamentales argumentan que la
extensión del País Vasco, donde viven más de dos millones de personas,
es similar a la de la provincia de Cádiz y existe una gran relación
socioeconómica entre las provincias.
En
la propuesta original que el Gobierno vasco remitió al Ejecutivo
español para pasar a la fase 1 del conocido como plan de desescalada
(relajación progresiva del estado de alarma), se pedía considerar como
unidad territorial de referencia el conjunto de la comunidad, si bien
finalmente en la orden publicada ayer por el Ejecutivo, donde se regulan
las actividades permitidas en la fase 1, se especifica que la unidad
territorial aplicable en el País Vasco son “los territorios históricos
de Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa”.
En cualquier
caso, desde el Gobierno se aclara que los dos Ejecutivos entienden que
puede haber razones justificadas que permitan la movilidad entre las
tres provincias y cuya regulación quedará en manos de las autoridades
vascas.
Para el resto del territorio español, los
desplazamientos quedan limitados al interior de una misma provincia,
isla o área sanitaria, si bien se permiten “excepciones que justifiquen
el desplazamiento a otra parte del territorio nacional por motivos
sanitarios, laborales, profesionales o empresariales, de retorno al
lugar de residencia familiar, asistencia y cuidado de mayores,
dependientes o personas con discapacidad, causa de fuerza mayor o
situación de necesidad o cualquier otra de análoga naturaleza”, reza la
orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La Xunta de Galicia ya avanzó que pedirá pasar a la fase 2 dentro de 15 días y que solicitará al Gobierno que autorice para entonces los desplazamientos entre sus cuatro provincias.
Según los datos facilitados por Renfe Comercial sobre los viajeros en 2019 en las tres estaciones, resulta que el número total de subidas y bajadas fue de 102.647. Las bajadas fueron 66.703 mientras que, sorprendentemente, las subidas computadas fueron solo de 35.994.
Obviamente, es imposible esta desproporción y el número real de subidas fue muy superior al facilitado. Como en las tres estaciones no se despachan billetes, la ausencia de interventores en muchos trenes motiva que, en muchas ocasiones, los usuarios que subieron al tren lo hicieron gratis. Además hay que añadir que tampoco se computaron las bajadas en Pontecesures, Catoira y Padrón de viajeros procedentes de otras estaciones del trayecto A Coruña/Vigo en las que no se expiden billetes (Cerceda, Órdenes, Arcade…) ni tampoco las subidas y bajadas de los usuarios que circulan entre las tres poblaciones cuando el tren no trae interventor.
Por ejemplo: Es imposible que en en Pontecesures bajen procedentes de Vilagarcía 4.574 viajeros y solo suban para dicha ciudad 2.073. Tampoco es posible que bajen procedentes de Santiago 9.687 viajeros y sólo suban para la capital de Galicia 3.439.
Con todo, los usuarios crecen. En 2018 hubo un total de 97.286 subidas y bajadas (35.448 y 61.838, respectivamente). Resaltamos el número de bajadas por ser el más representativo. En Pontecesures pasamos de 18.355 a 19.047; en Catoira de 21.554 a 24.355 y en Padrón de 21.929 a 23.301. No obstante, el dato reflejado de las subidas nos perjudica desde el punto de vista estadístico y por eso es necesario recordarlo siempre ante la opinión pública.
Podemos concluir que los usuarios crecen día a a día (habría que añadir los bonos mensuales y los bonos 10 tambien utilizados por viajeros de estas villas) y que la potenciación del ferrocarril por la vía convencional es fundamental. Todo ello a pesar de contar con deficiencias en los andenes, que motivan incomodidades a los usuarios, y de la ausencia de paneles informativos en Catoira y en Pontecesures.
Consideramos que desde las administraciones se debe apoyar con decisión el uso del tren de proximidad por razones económicas, ecológicas y se seguridad. Esperemos que la anunciada electrificación de este tramo de vía convencional, fundamental para la continuidad del servicio, no se quede solo en buenas palabras.
Por último, decir que esperamos que, a medida que se va superando la situación que sufrimos por la pandemia del COVID-19, vuelvan a circular TODOS los trenes que circulaban pora la vía convencional antes de la declaración del estado de alarma.
Luis Ángel Sabariz Rolán
Exconcejal de Pontecesures