La flota inicia la pesca de anguila en el Ulla, desde las Torres do Oeste hasta Cortegada.

El colectivo de valeiros dedicado a la pesca de lamprea en el río Ulla, a la altura de Pontecesures, confía en que con las lluvias aumente el caudal y se incrementen las capturas del preciado pez cartilaginoso. Pero independientemente de esto, desde el lunes podrán diversificar la actividad, ya que comienza la campaña de la anguila, a desarrollar desde el puente interprovincial que une Catoira con Rianxo, a la altura de las Torres do Oeste, hasta los alrededores de la isla de Cortegada.

Se subdivide el ámbito de actuación en tres zonas. La primera de ellas abarca el tramo del río comprendido entre el puente de Catoira, como límite superior, y la línea recta imaginaria que une Punta Palleiro con Punta Grandoiro. La Zona B o media se sitúa entre esa última línea imaginaria y, como límite inferior, la que une la playa Longa con Punta Seveira.

La zona baja de pesca de anguila comprende desde la línea imaginaria que une playa Longa con Punta Seveira, como límite superior, y, la línea imaginaria que une Punta Seveira con Punta Rebordexo y su continuación.

Esta última bordea la isla de Cortegada hasta el faro del dique de Carril, excluyendo la isla.

La Consellería de Medio Ambiente, encargada de regular esta actividad, advierte de que la zona denominada O Cebal permanecerá en veda para todo tipo de capturas con nasa butrón desde el 15 de julio al 15 de septiembre. Se sitúan sus límites entre la línea imaginaria que une Bamio con Punta Corveiro, en la isla de Cortegada; la línea de costa de Cortegada que une Punta Corveiro con Punta do Vado; y la que une Punta do Vado con la zona superior de los viveros de Carril.

Son prácticamente los mismos pescadores de lamprea los que van a dedicarse a la escurridiza anguila. Se trata de 37 tripulantes pertenecientes a las cofradías de Carril y Rianxo que van a poder desplegar su labor a bordo de 18 embarcaciones, empleando para ello el arte de la nasa butrón, como sucede con la propia lamprea.

Estos aparejos deben tener una malla no inferior a catorce milímetros y deberán ser revisados y levantados diariamente, suspendiéndose las labores de pesca desde las 12.00 horas de los sábados hasta las 12.00 horas de los lunes.

Con carácter general esta actividad pesquera podrá realizarse entre 20 y 23 días al mes, con un máximo de 197 días autorizados para esta temporada, hasta el 31 de octubre.

Faro de Vigo

Ni Catoira, ni Valga, ni Pontecesures tienen RPT.

Las administraciones públicas han de tener un documento interno que establezca como debe organizarse el trabajo para que todo marche bien, las competencias y funciones de cada persona, y el salario que le corresponde a cada empleado, según las características de su labor. Eso es al menos lo que se espera de una buena Relación de Postos de Traballo (RPT).

Pero actualmente, solo tienen en vigor una relación de trabajos cinco de los doce municipios que forman parte de la comarca de O Salnés y del Ullán: Cambados, Ribadumia, Meis, Meaño y Sanxenxo. En otros tres, el gobierno municipal está en trámites para aprobarla (es una empresa la que la redacta, tras una auditoría de la realidad laboral de cada concello y escuchar las propuestas de políticos y sindicatos), y son los de Vilagarcía, O Grove y Meaño.

Pero en otros cuatro, ni hay RPT ni visos de que vaya a haberla a corto plazo: se trata de A Illa, Pontecesures, Catoira y Valga. En el caso de Pontecesures, la falta de este documento ha llevado al personal a comenzar mañana lunes un calendario de protestas. En Pontecesures, de los 28 trabajadores que tiene el Concello, solo ocho son funcionarios.

Las carencias de personal están pasando factura en muchos trámites del Concello de Cambados. A modo de ejemplo, las licencias de obras acumularon el pasado año un retraso enorme, y el Ayuntamiento tuvo que recurrir más de una vez al servicio jurídico de la Diputación para que le hiciese informes sobre asuntos sensibles (como el Plan Especial de Portos) porque no tenía quien se lo hiciese en casa.

Fátima Abal admite que “la mayoría de los funcionarios del Concello de Cambados son interinos, y eso dificulta mucho la vida diaria de la administración, porque hay documentos y trámites que no pueden hacer”.

El Ayuntamiento tiene tres habilitados nacionales (secretaria, interventora y tesorero), pero estos trabajadores no pueden sustituirse entre sí cuando cogen vacaciones o están de baja. Sus puestos solo pueden ocuparlos funcionarios de carrera, “y ahora mismo en el Concello de Cambados solo hay dos técnicos (en el área de oficinas y administración) con esa titulación”, prosigue Abal. El resultado práctico es que periódicamente se atasca el trabajo y llegan las consecuencias: enfado vecinal y tormenta política.

Faro de Vigo

También en Pontecesures hay problemas en el internet de alta velocidad.

En Pontecesures, pese a tratarse de un municipio eminentemente urbano también hay problemas. De los 13 lugares registrados, solo en uno es mayoritaria la implantación de internet de más de 30 megas. En Catoira, por su parte, solo hay esa tecnología en Trasdaveiga, y carecen de ella, o aún es minoritaria, en otros 28 lugares. Finalmente, hay tres municipios donde el internet de alta velocidad aún es ciencia ficción: A Illa, Ribadumia y Valga. La que sí está plenamente extendida es la cobertura móvil 4G.

Faro de Vigo

En Pontecesures hay 11 antenas de telefonía móvil.

En lo que respecta a la zona del Ullán, Catoira es el municipio con más antenas, 17, frente a las 13 de Valga o a las 11 de Pontecesures. La localidad catoirense también es en la que se han colocado más repetidores en los últimos años, ya que en 2013 tenía 9 y ahora 17.

Los ayuntamientos reciben una parte de la recaudación que obtiene el Estado de las compañías telefónicas por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), un tributo que grava a las empresas que facturan más de un millón de euros al año. El Ministerio de Hacienda fija una cuota nacional que cobra a las operadoras. Una vez ingresada, la redistribuye entre los municipios en función del número de abonados (padrón de habitantes) y de antenas. A los concellos llega el 80% de esa cuota y a las diputaciones el 20%.

Según los últimos datos publicados, correspondientes al ejercicio 2017, O Salnés y Ullán han recibido casi 246.000 euros, que se reparten en 59.000 para Vilagarcía, 56.000 para Sanxenxo, 28.500 para O Grove, 23.000 para Cambados, 14.000 para Meis y similar cantidad para Vilanova, 11.000 para Meaño, 10.000 para A Illa y entre 7.000 y 8.000 para Catoira, Ribadumia y Valga. Pontecesures, con poco más de 3.000 habitantes, ingresó cerca de 5.500 euros.

Faro de Vigo

La Xunta subvenciona la contratación de agentes de empleo en Pontecesures y Valga.

Las ayudas para la contratación de agentes de empleo y unidades de apoyo también benefician a otros tres ayuntamientos del ámbito de influencia de esta comarca de Arousa como son Catoira, Valga y Pontecesures, que tendrán cada uno un técnico mediante este programa.

El trabajo de estos técnicos consiste fundamentalmente en ayudas a las empresas a desarrollar sus proyectos, lo que contribuye a impulsar la apuesta de la Administración autonómica por fijar población en el rural. La cuantía máxima de los apoyos que se concedieron por cada agente es de 27.046 euros anuales.

Faro de Vigo

Xenxo, el primer bebé del milenio nacido en Santiago, es de Pontecesures.

Este joven estudiante de Farmacia vio la luz en La Rosaleda el 1 de enero de 2000.

Justo después de las campanadas, cuando al resto se le acumulan las notificaciones de felicitación del año nuevo, en el WhatsApp de Xenxo Santiago (Santiago, 2000) empiezan a aparecer los «feliz cumpleaños». Más tarde, cuando la familia se sustituye por las amistades, los algunos le felicitan el año y otros, el aniversario. Acaba de cumplir 19 años. Nació apenas cuatro horas después de las campanadas que daban la bienvenida al nuevo milenio. Xenxo es el primer compostelano del siglo XXI.

«Me han contado un par de veces cómo fue», dice a las puertas de la Facultade de Farmacia, donde este año ha empezado la carrera. Sus padres, Ana Lorenzo y Rafael Santiago, se fueron a cenar Catoira, con los abuelos de Xenxo. Y justo cuando se estaban sentando a la mesa, preparados para comer, su madre se puso de parto. «El resto siguieron cenando» y sus padres cogieron el coche para venir a Compostela. A las 4.10 de la madrugada nacía el primer compostelano del 2000 en La Rosaleda.

Pesó 3.100 gramos.

La primera fotografía de Xenxo.Xenxo nació a las 4.10 horas del 1 enero del 2000 en La Rosaleda.

De aquel día queda un recorte de periódico que sus padres todavía guardan. Una de esas páginas que se repiten cada año aunque cambian los nombres, las horas y, por supuesto, el peso de los que acaban de llegar al mundo. Los periódicos son el testigo de tantas vidas recién estrenadas que al día siguiente regresan al anonimato cotidiano. No. Al contrario de lo que pueda parecer, jamás lo ha marcado haber sido el primer compostelano del año. Ser el primer bebé del siglo en Santiago. Ser el primer nacido en el milenio en Compostela. ¿Ni siquiera se lo recuerdan en La Rosaleda? «Si me lo dijeron sería cuando era más pequeño, siete u ocho años. Pero no lo recuerdo», dice con una sonrisa. «Se sorprenden cuando digo la fecha en la que nací», eso sí. ¿Uno de enero? ¡Con el nuevo año! ha escuchado en un par de ocasiones. «Nuevos compañeros, profesores, sí que se sorprenden y a veces no se lo creen, como es tan rara…» Algo así como el efecto números bonitos de la lotería. Pocos compran el 00001 creyendo que tiene menos posibilidades que el 25693. Aunque tienen exactamente las mismas.

¿Y el cumpleaños? ¿Queda eclipsado por las fiestas navideñas? «Hay una fiesta aparte, que es el día 1. Por la tarde quedamos la familia otra vez, aprovechamos los polvorones que sobraron y a celebrar mi cumpleaños». ¿Y los regalos? «Digamos que vienen todos juntos: Papá Noel, Reyes Magos y mi cumpleaños».

El regreso a Compostela

El primer compostelano del siglo XXI es en realidad de Pontecesures. «Solo veníamos aquí para comprar e ir al médico». También tiene anécdota. La del día que se perdió en el centro comercial Compostela y los guardias de seguridad tuvieron que usar la megafonía. Tenía unos cinco años.

Este año, sin embargo, está estableciendo un vínculo más profundo con la ciudad que lo vio nacer. Lo cuenta en un descanso para estudiar para sus primeros exámenes como universitario. Estudia Farmacia. La vocación le sobrevino en una charla en el instituto. «Desde pequeño había estado dividido entre la Informática y la Medicina» y sin embargo, aquel día, en aquella charla, se convenció. «Me pareció interesante, una buena carrera y a mi medida». ¿El futuro? «Por ahora mi objetivo es farmacia hospitalaria. Lo de montar una farmacia no. Tampoco mis padres están para invertir. Tengo dos hermanos, que no nacieron en fechas especiales, nacieron como las personas normales», dice entre risas. Así que este curso vive en el barrio de San Pedro con otros tres compañeros. «Mis amigos a veces sí hacen referencias a mi cumpleaños. Mi familia lleva aguantándome 19 años. A ellos los he conocido en el bachillerato».

La Voz de Galicia