Detienen a los autores de un robo en Catoira. Uno de ellos es de Valga.

La Guardia Civil detuvo el jueves a dos hombres a los que responsabiliza de un robo perpetrado en el colegio Progreso (Catoira). Del centro se habían llevado, según constaba en la denuncia, un talonario de cheques bancarios, un disco duro y un ordenador portátil. Se habían hecho con el botín tras forzar la persiana y el bastidor de una ventana del edificio.

Tras cursar los responsables del centro la correspondiente denuncia, comenzaron las pesquisas de la Guardia Civil. Estas acabaron el pasado miércoles, cuando uno de los sospechos, J.N.P., de 34 años y vecino de Vilagarcía, intentó cobrar un talón, por valor de 4.000 euros, en una oficina bancaria de la localidad de Padrón. «Al comprobarse que el talón había sido sustraído en el colegio de Catoira, se procedió a su detención en su domicilio familiar», donde fueron hallados el resto de talones robados del centro escolar.

A partir de ahí, la Guardia Civil apenas tuvo que tirar un poco más del hilo para dar con el segundo detenido. Se trata de D.M.E., un joven de Valga, de 21 años de edad, en cuyo domicilio se encontró el ordenador portátil que había sido robado del colegio. Ambas personas estaban inscritas en el registro de compra-ventas de Cash-Converter de Santiago, «donde se recuperaron el resto de los efectos».

A raíz de estas detenciones, la Guardia Civil vinculó a estos dos hombres con el robo perpetrado el día 11 de mayo en un bar de Catoira. De la máquina recreativa de este establecimiento hostelero se llevaron mil euros. El segundo detenido también estaría vinculado con un robo en un bar de Vilagarcía.

La Voz de Galicia

Piragüistas del Náutico de Ponteceures vuelven a destacar.

La armada arousana participó el pasado fin de semana en el XXI Campeonato de España de Maratón, prueba celebrada en el lago de Banyoles y que también servía de selectivo para el Campeonato de Europa que se disputará en Pontevedra, para el que se clasificaban las dos primeras embarcaciones de las categorías júnior, sub-23 y sénior.

Papel destacado volvió a jugar el integrante de Breogán Tono Campos, que dobló en C-1 y C-2, donde se alzó con el título, en la segunda de las modalidades, en compañía José Manuel Sánchez y superando en la línea de llegada a ?scar Graña y al isleño Ramón Ferro, del Kayak Tudense, que también certificaron su clasificación para el Europeo.

A las puertas de esa clasificación se quedó Nuria Villace, también del Breogán, en K-1, aunque acabó consiguiéndola en K-2 en compañía de la extremeña Estefanía Fernández.

En la categoría Sub-23 se quedaron a las puertas de la clasificación el palista del Náutico de Pontecesures José Ramón Estévez y la grovense Tania Álvarez, que finalizaron en la tercera posición de sus pruebas de K-1. En C-1 Júnior, Noel Domínguez regresó de Banyoles con el título debajo del brazo, mientras que su compañera Lara Outón finalizó en la segunda plaza. Los júniors de A Illa Yerai García y David Mochales también consiguieron la plata en C-2.

Liga provincial

Además de la competición nacional, este fin de semana también se disputó la Liga Provincial de alevines y benjamines en la localidad pontevedresa de Pontesampaio. Allí, el mejor fue el Club Náutico O Muiño de Ribadumia, que logró hacerse con la victoria por delante del As Torres de Catoira y del Náutico de Pontecesures. A nivel individual destacaron las medallas alcanzadas por Laura Piñeiro (Breogán), Brais Chan (As Torres), Avril Freire (Cambados), Mario Santos (Náutico Pontecesures, Carmen Devesa (Breogán) y Aarón Giadás (Náutico Pontecesures.

Faro de Vigo

Los alumnos del Ullán lo festejaron ayer en Valga con el vigésimo primer certamen literario intercentros.

El XXI Certame Literario Intercentros, llevado a cabo con motivo del Día das Letras Galegas y dedicado a Manuel María, tuvo lugar ayer en el Auditorio Municipal de Cordeiro (Valga) con participación de alumnos de los colegios locales Baño y Xesús Ferro Couselo, pero también con presencia de estudiantes del Infesta, en Pontecesures, y del colegio Progreso, de Catoira.

Faro de Vigo

Goza do Ulla se reinventa en Catoira con la incorporación de Vilagarcía y los vikingos.

El programa Goza do Ulla, participado por una veintena de municipios bañados por el río que da nombre a la iniciativa, afronta su sexta edición.

Se presentó ayer en Catoira, donde era inevitable salientar la incorporación de Vilagarcía a esta iniciativa, y donde el alcalde Alberto García apostó por incorporar a la propuesta las rutas en barco vikingo por el cauce fluvial.

El objetivo, como se explicó en tantas ocasiones anteriores, es poner en valor el territorio bañado por el Ulla desde su nacimiento hasta su desembocadura, aprovechando las rutas de senderismo para mostrar los diferentes valores de los que puede presumir cada localidad.

Con la esperanza y la petición de que otras Administraciones se impliquen en este iniciativa, los representantes de los 20 ayuntamientos participantes se conjuraron para seguir potenciando este territorio y destacaron que cada vez son más los senderistas participantes en la propuesta, explicándose que la creciente participación también ayuda a generar riqueza allí por donde pasan las rutas y sus caminantes.

Centro de interpretación

“Se trata de que los participantes conozcan lo que tenemos y se marchen satisfechos de estas rutas para transmitir nuestra riqueza de boca en boca”, apuntaron los asistentes a la presentación aludida, la cual, dicho sea de paso, sirvió para sacar algo de partido al Centro de Interpretación das Torres do Oeste, hasta ahora tan vacío de contenido como lo está el construido en la laguna de Pedras Miúdas.

Alberto García, que ejerció de anfitrión, no solo apostó por introducir la cultura vikinga en Goza do Ulla, sino que también se inclinó por crear un itinerario literario; idea que los demás participantes ven con buenos ojos para promocionar la cultura a lo largo y ancho de las diferentes rutas.

Aclarado todo esto, y al tiempo que se dio la bienvenida al proyecto a Vilagarcía, “un municipio que presume de mar pero que también puede presumir de río”, los impulsores de Goza do Ulla dieron cuenta de las diferentes rutas a desplegar, las cuales empiezan el mes que viene, cada una con su contenido y su propio nombre.

19 de junio

Así, a Vilagarcía le toca presumir el 19 de junio de Os Lombos do Ulla y Cortegada; mientras que Catoira esperará hasta el 11 de septiembre para presentar la “Ruta de Oeste”.

Otros municipios destacados en esta propuesta son Valga, que el 11 de junio afronta el trazado “Pola beira do Ulla”; Pontecesures, que será protagonista el 4 de septiembre, con “Ollando o Ullán”; Rianxo, que hará lo propio el 9 de julio, con “Cunca d’ouro”; Padrón, que esperará al 1 de octubre, en este caso para organizar “Segredos do Ulla-Sar”; y Dodro, que promueve para el 15 de octubre la ruta circular “As Brañas de Laíño”.

A esto se suman los itinerarios por localidades como Palas de Rei, Monterroso, Antas de Ulla, Agolada, Santiso, Arzúa, Vila de Cruces, Silleda, Boqueixón, Vedra, A Estrada, Teo y Touro.

Promoción

El alcalde de este último ayuntamiento, Ignacio Codesido -uno de los principales impulsores del proyecto-, incidió ayer en la importancia de Goza do Ulla como herramienta “para promocionar las potencialidades turísticas de cada territorio”, así como sus potencialidades culturales, naturales y patrimoniales.

Evidentemente cualquiera puede sumarse a las diferentes rutas previstas, todas ellas a desplegar durante los fines de semana y con diferentes tipos de recorrido y grados de dificultad, pero todas de gran belleza y siempre ligadas al río Ulla.

Faro de Vigo

Los concellos apuestan por los badenes para proteger a los peatones.

Vilanova, A Illa, Valga, Catoira, Ribadumia, O Grove, Pontecesures y Sanxenxo entran en el plan «Movese» de la Diputación.

La red viaria provincial será un poco más seguras a partir de este año. Ocho concellos de Arousa se han adherido al plan «Movese» de la Diputación de Pontevedra, que va a permitir instalar badenes en las carreteras, entre otras medidas. De los 62 concellos de la provincia, 43 han presentado solicitudes en este sentido, entre ellos, Catoira, O Grove, Pontecesures, Ribadumia, A Illa, Sanxenxo, Valga y Vilanova.

Protección Civil acusa el descenso de voluntarios en los concellos pequeños.

Solo en Vilagarcía y Valga trabajan codo con codo con servicios profesionales.

El movimiento de Protección Civil en Galicia vivió su eclosión en los años noventa. En casi todos los municipios surgieron asociaciones y agrupaciones de voluntarios que, vestidos con su característico uniforme naranja, empezaron a prodigarse en los escenarios más variopintos; desde accidentes de tráfico a incendios, pasando por procesiones y carreras populares.

Veinte años después, las agrupaciones resisten a la caída de voluntarios y de las líneas de financiación, pero ha habido bajas. La semana pasada, el Concello de A Illa aprobaba en pleno la disolución de su agrupación de Protección Civil, después de quince años sin actividad, y la de Sanxenxo, que en su día fuera un referente en Galicia, ya no funciona como tal. En otras, como las de Cambados y Vilanova aguantan, pero con muchos menos efectivos que en los buenos tiempos. Los primeros con quince y los segundos con seis voluntarios, no llegan para atender todos los frentes que se le presentan de modo que a los Bombeiros do Salnés les aumenta el trabajo.

Algunos resisten bien

La crisis de voluntarios no afecta a todos por igual. En Meis, Ribadumia y Catoira van capeando el temporal aunque no todos los voluntarios están operativos al cien por cien. «

Hai que mimalos, hai que coidalos. A administración debería implicarse máis»,

Señala el responsable del servicio en Valga, José Manuel Otero señala el responsable del servicio en Valga, José Manuel Otero Caamaño.

En Protección Civil no se cobra pero hay otros alicientes. La mayoría entran en la agrupación para formarse porque pueden acceder a cursos gratuitos en numerosas materias, homologados por la Academia Galega de Seguridade, que sirven para hacer currículo a la hora de optar después a un puesto de trabajo. De hecho son muchos los militares, bomberos, guardias civiles, policías y técnicos de ambulancias que formaron parte del movimiento voluntario antes de poder vivir de este trabajo.

Frente a este modelo, los concellos que pueden permitírselo están apostando por servicios profesionales, con personal en nómina. En Vilagarcía han logrado conciliar los dos modelos, lo que permite dar cobertura las 24 horas del día durante los siete días de la semana. Los 53 voluntarios complementan el dispositivo que forman las catorce personas con sueldo que están en la sede.

Pero esta alianza no siempre es fácil. En O Grove bajan las aguas revueltas porque Protección Civil y el Concello no acaban de entenderse. El alcalde José Antonio Cacabelos apuesta por un servicio profesional de emergencias, actualmente cubierto por un docena de personas, y, mientras, la asociación que dirige Víctor Otero ni asoma por la base.

«Nós non temos ningún conflito, seguimos esperando a que nos chamen desde o Concello», señala el presidente. Y así, los voluntarios suman ya cinco meses sin participar en ninguna intervención.

La financiación

Los operarios de atención a emergencias, con sueldo y voluntarios, llevan años conviviendo bajo distintos modelos. Los Grumires dieron paso a los GES (grupos de emergencias supramunicipales) y en los municipios más grandes surgen a partir del 2008 los grupos municipales de emerxencias.

En esta sopa de letras son la Xunta y los concellos los que corren con el grueso de los gastos, aunque también hay aportaciones de la Diputación y de socios a título particular en el caso de las agrupaciones.

Los criterios de reparto de los fondos públicos para los servicios de emergencias no son del gusto de todos, y ahí surgen los problemas, porque municipios pequeños, donde solo hay cuerpos de voluntarios, se quejan de que se quedan desatendidos por la Administración en favor de los núcleos más grandes. «¿Cómo vamos a arreglarnos con 1.800 euros que nos da la Xunta?», se lamenta el presidente de Protección Civil de Pontecesures, Agapito Sánchez.

53

Vilagarcía

Los voluntarios complementan los dispositivos que cubren catorce asalariados

15

Cambados

En esta agrupación hay tres mujeres. Ellas son minoría en todas las agrupaciones

60

O Grove

La asociación llegó a tener 126 socios y era un ejemplo a seguir en la provincia

50

Valga

En este concello hay un GES, en el que comparten tareas profesionales y voluntarios
De cuando se vigilaba la playa con una silla y un botiquín y había que poner ladrillos para construir la sede

En dos décadas han cambiado mucho las cosas en las sedes de Protección Civil, para bien en la mayoría de los casos. Las agrupaciones cuentan ahora con personal más preparado y con más medios. En los inicios había muchas ganas y voluntad pero escasa capacitación. «Todos tivemos que aprender», señala el responsable de Protección Civil de Valga, y aprendieron. Caamaño aún recuerda los primeros tiempos, cuando no había nada y hubo que echar mano de los albañiles, carpinteros y fontaneros que había en la agrupación para poder levantar su actual sede. Y el material se limitaba a unos cuantos uniformes y un vehículo para desplazarse de un lugar a otro. Esta estampa ha cambiado en todas partes. De aquella Protección Civil de Vilagarcía que comenzó en 1994 solo quedan el presidente y pocos más. Francisco Javier Guillán Busto recuerda con humor aquellas guardias como vigilante de la playa a las que acudía con el botiquín, la sombrilla y silla en mano. «No había ni boyas para señalizar la playa». Hoy, el grupo de emerxencias, en el que está integrado Protección Civil dispone de cuatro todo-terreno, tres camiones de extinción de incendios y excarcelación, dos ambulancias, tres zódiacs y equipamiento.

De las 220 agrupaciones que hay actualmente en Galicia, en Arousa hay nueve: Vilagarcía, Cambados, Vilanova, Ribadumia, Meis, Catoira, Valga, Pontecesures y O Grove. Y esta última, pese a los problemas que tiene actualmente con el Ayuntamiento, «non vai desaparecer a menos que os socios queiran», afirma su presidente. Meaño y A Illa son los dos únicos municipios que carecen de este servicio.

La Voz de Galicia