En tortilla, croquetas o fajitas, los bares de Pontecesures demuestran que la lamprea también sirve para ir de pinchos.
A la bordelesa. Esa es la forma más popular de cocinar la lamprea. Servida con su arroz y su pan frito y elaborada en su propia sangre, es el plato por el que suelen apostar buena parte de los establecimientos hoteleros que incluyen este manjar en su carta. Pero en Pontecesures, que tienen más experiencia que nadie en el trato con este ancestral pescado, saben que admite también otro tipo de preparaciones. Y lo demuestran celebrando un concurso de pinchos en el que este animal es el plato estrella. La iniciativa ha sido todo un éxito y ha obligado al Concello a editar más folletos de los previstos para que vecinos y visitantes pueden participar en el sorteo y elegir los mejores pinchos.
Un total de quince establecimientos del municipio participan en Tapea Lamprea, como ha sido bautizado este certamen. Encontrarlos es tarea sencilla, pues todos lucen en sus ventanas los carteles que anuncian al certamen. Es en ellos donde, al módico precio de dos euros, se pueden degustar pequeños manjares en forma de pincho. En estos pequeños bocados, como no podría ser de otra forma, la lamprea es la única protagonista.
De lo clásico a la innovación
La oferta es amplia y variada. Para los más tradicionales sepan que hay cerca de media docena que han apostado por la preparación más clásica, la de la bordelesa. Todas llevan su arroz y sus picatostes, aunque cada una tiene el toque particular de su autor. En el Víctor García, por ejemplo, han elegido la receta de Nela, que incluye unos guisantes. Exquisita, por cierto. No es de extrañar que esté triunfando. «El sábado al mediodía hubo mucha gente», explica su responsable mientras sirve a sus clientes la más que generosa ración.
Pero los hosteleros de Pontecesures también se han animado a innovar. Y la lamprea se puede degustar en filloas, en el bar Soles, en croquetas, en el Candil, y hasta en el relleno de unos pimientos de piquillo, obra del Carabela. En el Tele Bar se han sumergido de lleno en estas jornadas y ofrecen a sus clientes hasta tres preparaciones diferentes. Con lamprea, en lugar de con el tradicional chorizo o cebolla, han elaborado el pincho de tortilla, rellenado unas empanadillas y cocinado unas delicias. Todas, con mucha demanda entre los clientes.
La iniciativa, un año más, ha sido todo un éxito. Los hosteleros se muestran satisfechos con la cantidad de gente que se ha animado a degustar sus preparaciones, pues la afluencia a sus locales fue elevada tanto por las noches, como a la hora del mediodía, convirtiendo al municipio en un lugar de paso obligado durante todo el fin de semana para los amantes de este pescado. Ha servido, además, para ir abriendo boca. Y es que la próxima semana, Pontecesures se sumergirá de lleno en una nueva edición de su ya tradicional Festa da Lamprea. De nuevo, los fans de este animal tendrán que visitar el municipio para poder participar en las degustaciones. Claro que estas ya no serán a base de pinchos. Será entonces el momento de tomarse un buen plato de bordelesa en la carpa que se instalará en el Puerto o en los restaurantes.
La Voz de Galicia