La villa ribereña afronta otro intenso fin de semana.
Pontecesures vuelve a estar de fiesta. Después de la exitosa celebración de la feria del comercio local, desplegada el pasado fin de semana, ahora es el turno del encuentro con las bicicletas y nuevas actuaciones musicales.
El sábado, desde la cinco de la tarde y con punto de encuentro en A Prazuela, las familias pontecesureñas están llamadas a participar en el Día de la Bicicleta, con un recorrido adaptado para que lo disfruten los niños y otro pensado para los adultos.
Una cita en la que se sorteará un bici y para la que es preciso recoger la acreditación correspondiente a partir de las 16.30 horas, tal y como explican en el gobierno que dirige la nacionalista Maite Tocino.
El colectivo Marcha Mundial das Mulleres, que suma a diferentes grupos y organizaciones feministas, hacen un llamamiento a la ciudadanía para arropar a la denunciante por abusos sexuales en Pontecesures en el juicio que se celebra el miércoles a las nueve de la mañana en la sede que la Audiencia Provincial de A Coruña tiene en Santiago de Compostela.
En la causa se juzga al que fue alcalde de Pontecesures, Luis Álvarez Angueira, como presunto autor de un delito continuado de agresión sexual contra su sobrina política y exconcejala de Benestar Social, Igualdade e Diversidade en el Concello de Rianxo, Hadriana Ordóñez. Los hechos que llegan a este juicio sucedieron en el año 2017, momento en el que la denunciante acusó a Angueira por unos presuntos abusos sexuales continuados entre 1996 y 2001, momento en el que la víctima era menor.
En ese momento, el exalcalde negó los hechos y decidió darse de baja como militante del Bloque Nacionalista Galego (BNG), partido del que también era miembro la denunciante y el cuál le mostró su apoyo. Antes del juicio, el BNG ha vuelto a exponer su solidaridad con la víctima a través de un comunicado en sus redes sociales y en su web.
Los vándalos rompieron mesas, bancos, el panel informativo, árboles y hasta la barandilla de madera
El mirador del Lapido, con vistas al río Ulla y al monte Castro Valente, en la parroquia de Carcacía, en Padrón, ha aparecido hoy destrozado, tal y como ha denunciado la Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de Lapido, titular del terreno y que de quien partió la iniciativa para recuperarlo y adecentarlo con una subvención de la Consellería de Medio Ambiente, así como con fondos europeos del programa Feder.
Tal y como ha denunciado la presidenta de la entidad, Ana Castro, los vándalos rompieron tres mesas de madera; dos bancos, gran parte de la barandilla que rodeaba el recinto, el panel informativo y otros carteles, además de dos árboles. A mayores, tiraron parte del material en la ladera del río.
Ana Castro no esconde el «gran disgusto» por lo sucedido y recuerda que el mirador «estaba precioso e tiña moitas visitas. Aquí para moita xente», ha asegurado la presidenta de los comuneros, quien llamó a la Guardia Civil para denunciar los destrozos.
La Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de Lapido convirtió en mirador un antiguo basurero, con una inversión de 12.000 euros. Hasta su conversión en un mirador con unas espectaculares vistas al río Ulla y al monte Castro Valente, el espacio estaba siendo usando de forma no autorizada como vertedero de basura, al estar ubicado a un margen de la carretera AC-242. Los trabajos comenzaron en 2018 y, a día de hoy, el mirador estaba en todo su esplendor, por lo que los comuneros no entienden a quien podía molestarle tal y como estaba la zona de ocio y esparcimiento, muy visitada por padroneses y foráneos.
El Concello de Padrón lamentó ayer los destrozos en el mirador que, según matizó, es un área de gran valor para los vecinos. «Estes actos supoñen un duro golpe para o patrimonio local e para o esforzo da titular do terreo e responsable da súa recuperación, que logrou transformar o espazo nun lugar de desfrute para todos», explica el Ayuntamiento en su perfil de las redes sociales.
La Audiencia Provincial de A Coruña, en su sede en Santiago de Compostela, ha fijado para el próximo miércoles y jueves, 18 y 19 de septiembre, el juicio contra el que fuera alcalde de Pontecesures, Luis Álvarez Angueira, como presunto autor de un delito continuado de agresión sexual contra su sobrina política y exconcejala de Benestar Social, Igualdade e Diversidade en el Concello de Rianxo, Hadriana Ordóñez.
El asunto salió a la palestra en el año 2017, cuando la denunciante acusó a Álvarez Angueira de presuntos abusos sexuales continuados entre los años 1996 y 2001, cuando ella era menor de edad. El exregidor negó tajantemente los hechos de los que se le acusa y, una vez citado como imputado, tomó la decisión de tomar la baja de militancia en el Bloque Nacionalista Galego, partido que, además, mostró su solidaridad y apoyo incondicional con la denunciante.
Meses más tarde de que saltase la noticia, la jueza que instruía la causa desde el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Padrón, decretó el archivo de las actuaciones, pero la Audiencia Provincial de A Coruña admitió un recurso presentado por la denunciante y ordenó reabrir las investigaciones.
Así, siete años después, y con un auto entre medias del Juzgado de Padrón en el que se declara procesado a Álvarez Angueira por un presunto delito de agresión sexual a su sobrina, el proceso regresa al juzgado, en este caso a la sede compostelana de la Audiencia de A Coruña, que ha fijado las sesiones para las jornadas del miércoles y jueves, según ha confirmado la propia denunciante a este diario.
Los padres de Luis Lorenzo Álvarez, diagnosticado de Síndrome de Tourette, reclaman empatía hacia el adolescente que hace sonidos y movimientos de forma involuntaria
«Me veo en la obligación de publicar esta información sobre el síndrome que padece mi hijo, para ver si así la gente ignorante, a la vez que atrevida, tiene algo de empatía y deja de insultar, de poner en duda sus incontrolables gritos y otro tipo de tics que padece. Gracias a mis vecinos, que lo escuchan noche y día y que jamás han dado una sola queja, sino todo lo contrario. Por favor, dejen vivir tranquilo a un niño de 14 años que solo quiere ser feliz».
Este es el mensaje desesperado que la madre de Luis Lorenzo Álvarez, un adolescente de Padrón que hace dos años fue diagnosticado de Síndrome de Tourette, hizo público en las redes sociales después de que en esos días su hijo llegara a casa contando las penurias que sufría en la calle, donde lo insultaban por los tics que le provoca su condición neurológica, sobre todo a nivel vocal. Junto con sus palabras, la madre, Dolores, publicó información sobre el síndrome de Tourette que causa, a los que lo padecen, que emitan sonidos y movimientos que no quieren hacer y que no pueden controlar. «Enfermo mental», «estás loco» y otros tipo de insultos eran y, en parte son, el día a día de Luis, cuando tiene uno de sus tics en la calle. Incluso lo llegaron a agredir en alguna ocasión, cuentan Dolores y su marido, José Ramón.
Precisamente que lo agredan es uno de los grandes miedos de la madre y de ahí su llamamiento desesperado para que «respeten a nuestro hijo, que lo dejen vivir; no pedimos más», aseguran sus padres. En la calle, a Luis le recriminan sus tics pese a que él es «un chico muy abierto y extrovertido» y enseguida trata de explicar el síndrome que padece y siempre pide disculpas, relatan sus progenitores. «Entiendo que la gente le mire y pregunte, pero de ahí a insultarlo y degradarlo…», lamenta Dolores.
Ella, excepcionalmente, decidió hacer pública una declaración porque su hijo «salía de casa muy feliz, pero llegaba antes de la hora marcada y amargado porque le fastidian la vida y él no hace absolutamente nada para merecerlo», resume muy bien el padre. Y todo ello pese a que, en principio, las personas diagnosticadas de Síndrome de Tourette con síntomas más leves que los de Luis no quieren salir a la calle, pero él es todo lo contrario. «Casi tienes que meterlo en casa porque es un chico muy disfrutón, que quiere hacer su vida», explica Dolores.
Los padres, el hermano, y el propio Luis, son conscientes de que tiene tics «muy complicados socialmente», alguno incluso de tipo racista y xenófobo, pero el adolescente no puede evitarlo y, en su momento, incluso llegó sentir culpa por lo que decía o hacía, afirma su madre. «Él es un sol, es todo lo contrario a lo que a veces hace o dice sin poder evitarlo; es un chico disfrutón que quiere que le permitan hacer una vida normal, pero esta sociedad solo le pone trabas», añade el padre de Luis, que lo define como un «luchador». También quiere dedicar unas palabras a su otro hijo, José Ramón, de 19 años, de quien dice que le aporta mucha seguridad a su hermano pequeño, sobre todo fuera de casa.
Luchador, disfrutón, deportista, sociable, cariñoso… Son algunos de los calificativos con los que la familia de Luis se refiere a él. Pero, ¿cómo se siente el adolescente? «Ni mal ni bien. La gente se pasa insultándome; si me preguntan qué me pasa, les contesto y, si no, me cabreo», cuenta abiertamente Luis. Este curso, al igual que los últimos meses del anterior, tratará de recibir atención educativa domiciliaria, con la idea de finalizar los estudios de Secundaria y encaminarse hacia los de mecánica de automóvil. Es lo que le gusta, pero también la música, la pintura y los deportes. De hecho, la bicicleta es una de sus pasiones y una de las actividades que le ayudan a rebajar la ansiedad y, con ella, los tics.
«Tengo muy buenos amigos y siempre me defienden», explica Luis, quien menciona a uno que incluso lloró cuando alguien lo intentó agredir. La familia tiene palabras de agradecimiento para los médicos que lo atienden y para sus respectivos centros de trabajo, por las facilidades que le han dado para poder atender las necesidades de Luis. José Ramón está empleado en la empresa Aluminios Cortizo y le facilitaron el poder trabajar siempre en turno de tarde. Dolores trabaja en la biblioteca del Concello de Padrón y cuenta que, al día siguiente de su publicación en las redes sociales, publicación que compartió el propio Ayuntamiento, el alcalde Anxo Arca fue a su puesto de trabajo a ofrecerse para todo lo que necesitara e incluso para darle visibilidad al caso de Luis para que dejen de insultarlo y le permitan hacer la vida normal de su edad.
Luis, pese a todo, da, sin querer, una lección y asegura que «siempre hay que ir con una sonrisa en la cara». Él padece un síndrome, pero los verdaderos enfermos son las personas que no lo respetan, que lo insultan y que no lo dejan hacer su vida y ser feliz. Tras pasar un tiempo con la familia Lorenzo Álvarez, a los calificativos que apunta esta última sobre el adolescente, quizás les falte uno: fuerza. Es lo que emana Luis, cuando emite un sonido o hace un tic, no entendido socialmente y, rápidamente, se disculpa y continúa hablando de su situación y de las ganas que tiene de vivir, libre y tranquilamente, como un adolescente más, que en noviembre cumplirá 15 años.
Fuerza se, percibe, además en los padres, unos padres que reconocen que «sufren», sobre todo Dolores quien, a día de hoy, confiesa que «lo llevo mal y no acabo de aceptarlo». ¿Cómo no se va a llevar mal que sea la sociedad la que le complique la vida a un adolescente que padece un síndrome, que lo echaran de algunos locales por los tics que tiene involuntariamente o que vivas con miedo a que lleguen a agredirlo por no tener empatía con su situación?
«Con lo disfrutón que es Luis, más de una vez me he preguntado por qué le ha tocado una condición que le impide disfrutar de lo que más le gusta de la vida, que es la gente», concluye Dolores que, al igual que el resto de su familia, confía en que hacer público el caso de su hijo sirva para que la gente lo respete y lo deje vivir, como un adolescente más.
A raíz de la publicación en las redes sociales del llamamiento desesperado de la madre, muchos la pararon por la calle para decirle que, ciertamente, pensaban que el adolescente se comportaba así a propósito. Muchos, además, compartieron también la publicación y a Luis le enviaron mensajes de «ánimo». Desde entonces, el trato al chico mejoró y por ello desean que, a partir de hoy, lo siga haciendo y reciba el respeto, la empatía y la comprensión que se merece.
No BOE (Boletín Oficial do Estado) nº 216 do 6 de setembro de 2024 sae publicado o anuncio de rectificación das bases do proceso de estabilización do emprego temporal no Concello de Pontecesures. Polo tanto, ábrese un novo prazo de presentación de solicitudes para este proceso, do 9 de setembro ata o 4 de outubro de 2024. Este novo prazo solo afectará aos/ás solicitantes das dúas prazas de auxiliar de policía local, para o resto das prazas convocadas mantense o prazo que remata o 9 de setembro.