Ciento veinte kilómetros, siete pruebas de destreza, orientación y resistencia puntuables y 36 horas como máximo. Veinticuatro patrullas militares (seis por equipo), entre ellas y por primera vez una integrada por marines de Estados Unidos, iniciaron en la mañana de ayer en Tui una competición extrema que discurre por el tramo gallego del Camiño Portugués a Compostela. Organizada por la Brigada de Infantería Ligera Brilat «Galicia» VII, el Concurso de Patrullas Tui-Santiago combina resistencia física y destreza militar y potencia liderazgos y valores como el compañerismo o la identidad de grupo.
Apenas habían pasado catorce horas del inicio de la competición cuando los 24 patrullas habían rebasado Pontevedra, ubicada en la mitad de la ruta y en donde tenían que superar cuatro de las siete pruebas puntuables: tiro de precisión con fusil y paso de pista de obstáculos, ambas realizadas en la base General Morillo y ya con el Lérez como telón de fondo, el paso de rápel, en el puente de Monte Porreiro y el cruce a nado del río lo que se hacía por vez primera vez en la capital. Hasta ahora era el Ulla, a la altura de Padrón, el lugar reservado para esta prueba.
Además los patrulleros, a lo largo del camino, tienen que superar y puntuar otras tres pruebas: un recorrido topográfico, un lanzamiento de granadas y varios recorridos cronometrados.
«Van a un ritmo de vértigo», señalaban desde la organización del Concurso de Patrullas Tui-Santiago, con una participación «récord en número y diversidad». De los 24 equipos que compiten, once son de unidades de la Brilat (de sus tres sedes: Pontevedra, Asturias y Valladolid), once de otras unidades del Ejército de Tierra, uno del Tercio Norte de la Armada y por primera vez se suma un equipo extranjero: una patrulla del Cuerpo de Marines de EE UU, de la base de Morón de la Frontera (Sevilla), que acaparó la atención de todos.
También participan por primera vez patrullas de la Brigada de Infantería Ligera Bril V «San Marcial» de Álava; el Regimiento de Artillería de Campaña número 11 de Burgos, el Regimiento de Inteligencia de Valencia y la Brigada Mecanizada X «Guzmán el Bueno» de Córdoba.
En el embarcadero de Tui, momentos antes de iniciarse la competición, el cabo estadounidense Víctor Castillo señalaba que tanto él como sus compañeros saben que «el camino va a ser largo» y que se toman esta primera participación como un test que les puede servir para realizarla de nuevo en otros años «si nuestros mandos lo dejan hacer». El cabo Castillo explicaba que «si estamos aquí es porque nos invitaron los militares españoles y para nosotros es un privilegio venir». La invitación fue hecha en unos ejercicios conjuntos de los ejércitos español y estadounidense realizados en la base asturiana de la Brilat.
Quienes afrontaban con una presión adicional la competición era la patrulla del Batallón de Zapadores de la Brilat «Galicia» VII, considerada por todos como «el enemigo a batir » ya que se hicieron con el triunfo del concurso en las dos últimas ediciones. A mitad de carrera, es decir, en Pontevedra, la patrulla de Zapadores formaba parte del «pelotón» de adelantados, que compartían con otros tres equipos de la Brilat: uno de Artillería y dos de Infantería. Por su parte, en el ecuador de l concurso, los marines ocupaban una discreta posición intermedia en la clasificación.
Faro de Vigo