Valga recupera la memoria de Celestino Carbia, alcalde fusilado en la Guerra Civil.

Los actos se centralizan en el teleclub de Cordeiro y en él participarán un nieto del exregidor y la asociación O Faiado da Memoria.

El municipio de Valga rendirá este fin de semana un homenaje a la memoria de Celestino Carbia Campaña, alcalde republicano entre los años 1931 y 1936, que acabó siendo fusilado tras el levantamiento militar encabezado por Francisco Franco.

El de este fin de semana será el primer acto de la memoria histórica que se va a celebrar en la localidad, y en él, además de la figura de Celestino Carbia, se tratará de recordar a todas las personas que fueron asesinadas o a su vez represaliadas durante la Guerra Civil y los años posteriores de la dictadura de Franco.

Los organizadores de este homenaje son la Sociedade Cultural de Cordeiro y la Asociación Os Penoucos, que han puesto en marcha una charla que se celebra mañana en el teleclub de Cordeiro, a partir de las 19.00 horas, en la que participarán Manuel Carbia, nieto del exalcalde; Margarita Teijeiro, de la asociación O Faiado da Memoria; y Raúl Sotelo, profesor e investigador.

A continuación de la misma, se proyectará el documental “Aillados” de Antonio Caeiro, que relata la historia del campo de concentración de la isla de San Simón, en la ría de Vigo, durante los años de la Guerra Civil, que refleja la tragedia de aquellos años contada desde el punto de vista de sus protagonistas, los presos.

El domingo, los actos se trasladarán al cementerio de Cordeiro, a partir de las 13.30 horas, donde se va a celebrar un emotivo acto de recuerdo ante la tumba de Celestino Carbia, donde se instalará una placa conmemorativa.

Celestino Carbia Campaña fue el alcalde de Valga entre los años 1931-36, además de ser uno de los fundadores del Sindicato Agrario de Cordeiro, a través del cual impulsó el cooperativismo y defendió los derechos de las personas.

Tras el alzamiento militar contra el Gobierno de la República, fue detenido y estuvo preso en la isla de San Simón hasta que se le juzgó en Pontevedra por rebelión militar, siendo condenado a muerte.

La condena se cumplió en Monte Porreiro cuando contaba con 39 años de edad y su cadáver fue enterrado en el cementerio de San Mauro de Pontevedra.

Años más tarde, en 1977, su familia logró traer sus restos a Valga, descansando estos en el cementerio de Cordeiro.

Faro de Vigo

Isorna reposa a los pies del ciprés plantado por su padre tras un sencillo funeral.

La austeridad franciscana marca la ceremonia en la que los vecinos de Valga dieron el último adiós al religioso -Los galleguistas le ensalzan como una figura clave del siglo XX.

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La sencillez franciscana marcó siempre la vida de José Manuel Isorna Ferreirós, el Padre Isorna, y también ha estado presente en su funeral, oficiado a última hora de la tarde de ayer en la iglesia de su parroquia natal, Santa Columba de Louro, en Cordeiro (Valga). La ceremonia careció de pomposidad, y culminó con el entierro del religioso en una sepultura bajo tierra situada a los pies de un frondoso ciprés de unos 15 metros de altura que había plantado su padre.

Fueron muchos los vecinos de Valga, amigos suyos y familiares que quisieron dar el último adiós al Padre Isorna en su Cordeiro natal. El cuerpo del religioso llegó al templo sobre las 19 horas -tras ser velado con anterioridad en la iglesia compostelana de San Francisco-, y estuvo expuesto en un austero féretro sin floritura alguna, colocado a los pies del altar y de una gran imagen de la Virgen Dolorosa.

Un cristal permitía ver el rostro del religioso, a cuyos pies se desplegó una bandera de Galicia, mientras que a su cabeza estaban colocados el cirio pascual y una gran corona floral del Ayuntamiento de Valga, pues el Padre Isorna era hijo predilecto de esta localidad.

La misa fue concelebrada por una decena de sacerdotes, entre ellos el párroco de Cordeiro, Jesús Pazos, y José Antonio Castiñeiras, que es el padre provincial de los franciscanos. Ambos glosaron la vida de Isorna, de quien Castiñeiras afirmó que “tuvo una vida muy bonita, pero sobre todo hizo muy bonita la vida de los demás”.

La primera misa en gallego

José Manuel Isorna Ferreirós falleció el martes en Santiago a los 94 años. Se trata de una figura clave de la Iglesia gallega en la segunda mitad del siglo XX. Inició su vida religiosa a los 13 años, tras ingresar como franciscano en el convento de Herbón (Padrón), y posteriormente recorrería innumerables parroquias gallegas y del extranjero, pues estuvo en Asia y en países de Latinoamérica como México, Venezuela o Cuba.

A nivel popular, el Padre Isorna se hizo muy popular por ser el oficiante de las primeras misas que fueron transmitidas por la televisión autonómica gallega, así como por los comentarios de las emisiones televisivas de las procesiones de la Semana Santa de Ferrol, que pasan por ser de las más importantes de Galicia. Además, fue una figura clave como nexo de unión entre la Iglesia y el galleguismo cultural y político del siglo XX.

“Tenía una relación muy fraternal con nosotros y quien mejor entroncó la religiosidad con la lengua y con el país”, afirmó Francisco López Franco, “Chesqui”, secretario general del Partido Galeguista, y una de las personas que portaron el féretro del Padre Isorna camino del cementerio parroquial.

El exalcalde de Boiro, Manuel Velo, también participó en la conducción del féretro, y dijo del difunto que “fue un pionero del galleguismo, y de los pocos que se mojó durante el franquismo dando misas en gallego”. Tanto es así que algunos de sus familiares afirmaban ayer en Valga que la primera misa que se ofició en gallego tras la Guerra Civil la presidió precisamente Isorna.

El Padre valgués fue muy amigo del premio Nobel de Padrón Camilo José Cela y también trató mucho a la familia de Castelao. Fue asimismo cofundador de la Fundación Castelao junto a Ramón Martínez López, “Chesqui” y Manuel Velo. “Era una bellísima persona -dice Velo del finado-. Para él solo existían los amigos”.

Faro de Vigo

¡Qué fácil y normal es ser tu amigo!.

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QUERIDO AMIGO: La palabra amigo tiene un significado especial. Porque es una relación del alma, del espíritu, más allá de la sangre, de las coincidencias ideológicas e incluso más allá de las simpatías y de la diferencia de edad. Amigo es el hermano de espíritu, el amigo del alma.
Mi querido amigo Isorna. Duele despedirte, pero no tanto. Hasta en esto de la despedida fuiste un caballero, como en todo, de la cabeza a los pies. Caballero, noble, concreto y maravillosamente cercano y optimista. Entrañable en todo, nos diste un tiempo prudencial para ir viendo cómo te ibas lentamente, a fuego lento, escondido en ese rinconcito del convento franciscano de Noia. Fuiste, también en esto, como en todo, generoso. Poco a poco, sin ruido, sin doblar de campanas te marchaste.
La última vez que fuimos a Santiago ya no pudiste patear tu querida ciudad. Visitamos la ciudad del Apóstol en coche, con él llegamos hasta los lugares más entrañables de tus recorridos diarios: tu despacho en la Delegación de los Medios de Comunicación, algunas librerías, donde compramos libros, entre ellos una Biblia con comentarios (compraste varias, como siempre, para luego regalarlas), la Redacción de El Correo Gallego?, un vigilante de tránsito me miró con mala cara, amenazante, pero cuando te vio a ti al lado, se sonrió y dijo:
??Pero si es el padre Isorna. ¿A dónde van? Esperen que les cuido el coche, vayan tranquilos. ¡Qué bien se le ve, padre!
Hay gestos que marcan a un hombre. Recuerdo ahora dos. El primero, la mirada de cariño con que miraste a mi esposa cuando la conociste. Al salir del convento, sacaste una tijerita y cortaste una rosa y se la entregaste con la misma ternura. Este gesto se repitió con frecuencia cuando nos veíamos en el convento de Santiago o de Noia. El otro fue, cuando visitamos tu querido pueblo de Cordeiro y te empeñaste en llevarnos a la iglesia parroquial para mostrarnos el ciprés que plantó tu papá, al pie del panteón familiar. Entendí perfectamente tu intención, era para cuando llegara este momento, para cuando tu cuerpo reposase allí no nos olvidáramos donde ibas a estar. Sí, lo entendimos. Allí iremos padre, cuando viajemos a España, no fallaremos, pero tampoco importa tanto porque estás en nuestro corazón y, en el fondo sabíamos que tu cuerpo ya hacía tiempo que se estaba yendo, al mismo ritmo que la edad, a sorbos.
Padre Isorna, gracias por tu caballerosidad, por tu grandeza, por tu sencillez, por tu fragancia fresca de franciscano, gracias por tu amistad. Ser tu amigo, es muy normal y fácil. Paz y bien, amigo.
Por Gumersindo Meiriño. “In memoriam”
*El autor es doctor en Sagrada Teología y escritor”

El Correo Gallego

?ltimo adiós al padre Isorna ??abrazado?? por la bandera gallega.

Cientos de compostelanos despidieron al entrañable fraile// ??Nos recordó la humildad de Jesús?, afirmó el obispo auxiliar.

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El féretro del padre Isorna abandonó la iglesia conventual de San Francisco entre aplausos.

Cientos de personas se dieron cita ayer en la iglesia conventual de San Francisco para decir un último adiós al entrañable padre Isorna. Fue sin duda una despedida cargada de recuerdos, cariño y nostalgia hacia una persona que siempre se hizo querer por todos, quizás, por su innata bondad, su infatigable servicio, su característica personalidad y su inmeso amor a la humanidad.
Familiares, amigos, compañeros y conocidos rindieron un último homenaje al fraile franciscano, delegado diocesano de Medios de Comunicación Social durante muchos años, en una solemne eucaristía que estuvo presidida por el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Jesús Fernández, y concelebrada por casi un centenar de sacerdotes, religiosos y diocesanos.
??El padre Isorna comprendió que Dios puso en sus manos un tesoro que no podía guardarse para sí. Se dirigió a creyentes fervientes pero también a los débiles, siempre con el objetivo de acercarles a Jesucristo?, sostuvo el prelado en su homilía, antes de afirmar que también ??nos ha recordado la invitación de Jesús a seguirle en la humildad?, un valor que siempre estuvo muy presente en la vida de José Isorna Ferreirós, que falleció este martes a los 94 años tras varios días ingresado en el compostelano hospital Gil Casares.
Por su parte, el ministro provincial de la Orden de los Frailes Menores (OFM), el padre José Antonio Castiñeira, quiso recordar en el contexto de la ceremonia que ??hoxe non celebramos a súa morte, senón a súa resurrección, porque estamos moi seguros de que o noso irmán Xosé está participando xa do triunfo da resurrección de Xesucristo?. Además de dar las gracias por las muestras de cariño y pesar recibidas estos días, el religioso también quiso recordar que del padre Isorna ??nos queda o recoñecemento dun home que levou o hábito franciscano cun sorriso e con tenrura. Era unha persoa sinxela, non un heroe. Era un home evanxélicamente bo?.
Fray José murió enamorado de Galicia. Así, atendiendo a sus últimas voluntades, fue enterrado abrazando la bandera gallega. El alcalde de su Valga natal, José María Bello Maneiro, y un sacerdote paisano suyo depositaron solemnemente la enseña sobre su féretro terminada la misa, a la que asistieron numerosos profesionales de los medios de comunicación. Al final, los restos mortales del padre Isorna abandonaron la iglesia conventual de San Francisco entre un multitudinario y sentido aplauso.
Desde Santiago el cortejo fúnebre se trasladó hasta la parroquia de Cordeiro, de donde era natural. Allí se celebró otro funeral al que asistieron numerosos sacerdotes del arciprestazgo de Iria Flavia y también muchas amistades y vecinos. El religioso fue enterrado en un panteón que construyó un amigo suyo bajo un gran ciprés que había plantado su padre.
Pesar en la real academia

???La Real Academia Galega mostró ayer su ??fondo pesar? por el fallecimiento del que fue uno de sus miembros, el padre José Isorna Ferreirós, ??relixioso galeguista e promotor do uso do galego na liturxia?.
Fray José era miembro correspondiente de la RAG desde 1967. ??Comprometido coa galeguización da Igrexa en tempos complicados para o idioma de Galicia, tratou a intelectuais como Castelao, Ramón Otero Pedrayo ou Álvaro Cunqueiro?, señalaron desde la institución académica, antes de recordar que ??a súa relación co galeguismo quedou tamén patente nas homilías fúnebres que pronunciou nos funerais de Xosé Ferro Couselo, Ramón Otero Pedrayo ou Sebastián Martínez-Risco, que faleceu en 1977 sendo presidente da Real Academia Galega?. Además, llegó a todos los hogares de Galicia a través de la misa dominical de la TVG, que presidió en gallego durante muchos años. También publicó numerosos textos relacionados con la espiritualidad en Galicia.

El Correo Gallego

El padre Isorna será enterrado hoy bajo un ciprés que plantó su padre.

Falleció ayer tras varias semanas ingresado en el hospital// Vivió sus últimos años en el convento de Noia// ??Nunca perdió su buen humor?, dice la familia.

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Era una de las personas más queridas de Santiago y de las más conocidas de toda Galicia. El padre José Isorna Ferreirós fallecía ayer pasadas las tres de la tarde, a los 94 años de edad, después de tres largas semanas ingresado en el hospital Gil Casares a causa de complicaciones en el organismo. Aunque su estado de salud había mejorado en los últimos días, según informó la comunidad franciscana tras conocer su muerte, a primera hora de la mañana de ayer sufrió un empeoramiento que derivó finalmente en el peor de los desenlaces.
El padre Isorna residía desde hace algunos años en la enfermería de la Orden Franciscana en Noia, a donde había acudido tras haber perdido algunas facultades físicas debido a su avanzada edad. Fue un cambio de vida muy brusco para una persona que siempre vivió integrado y muy comprometido con la realidad social que le rodeaba.
Este cambio ??lo llevó con paciencia y mucha resignación. Nunca perdió su buen humor y su sonrisa tan característica?, comentaba ayer en declaraciones a este periódico su sobrino Fernando Isorna, quien también reveló que el franciscano será enterrado esta tarde en su parroquia natal de Cordeiro (Valga) en un panteón que mandó construir a pie de un ciprés que había plantado su padre.
Lo cierto es que el cariño con el que envolvía todas sus obras, su emblemático saludo franciscano: ??Paz y bien?, y su carácter ??bonachón? hacían del padre Isorna una persona querida por todos los que le rodeaban. Llegó a la gran mayoría de los hogares de Galicia a través de la eucaristía dominical de la TVG, que presidió durante muchos años; y conquistó los corazones de cristianos, y también de muchos no cristianos, con sus cultivadas homilías y reflexiones, fuertemente marcadas por el espíritu del santo de Asís.
Gran defensor del gallego, fue miembro de la Real Academia Galega y publicó numerosos textos relacionados con la espiritualidad y también con Galicia. Asimismo, ejerció durante décadas como delegado diocesano de Medios de Comunicación Social del Arzobispado de Santiago, motivo por el que siempre mantuvo una estrecha relación con numerosos profesionales de la prensa, la radio y la televisión.
Colaborador infatigable de EL CORREO GALLEGO, donde publicó cientos de artículos, obtuvo numerosos reconocimientos por su faceta periodística, como el Premio Bravo o el Diego Bernal. Además, en 1994 fue distinguido con el Premio Gallego del Año por el Grupo Correo Gallego.
El obispo auxiliar de Santiago, monseñor Jesús Fernández, manifestó ayer su hondo pesar y el de toda la Diócesis por la muerte del fraile. ??Es un día de luto y de tristeza por la muerte de una personalidad muy rica y variada?, afirmó.
El funeral por su eterno descanso se celebrará esta tarde, a las 17.00 horas, en la iglesia del Convento de San Francisco de Santiago. Tras la eucarístía, sus restos mortales serán trasladados hasta su parroquia natal de Cordeiro, concello de Valga, donde a las 20.30 horas recibirá sepultura.
UNA VIDA DE ENTREGA

HOMBRE DE DIOS
Natural de la parroquia de Cordeiro, Valga, el padre José Isorna ingresó con solo 13 años en el convento franciscano de Herbón (Padrón), donde comenzó sus estudios eclesiásticos. Continuó formándose en la casa franciscana de Santiago, en cuya iglesia recibió la sagradas órdenes. A lo largo de su vida viajó a diferentes países del mundo: Argentina, Cuba, Venezuela, Estados Unidos, Tierra Santa, Marruecos, México… a donde siempre llevó la Buena Nueva y el mensaje de San Francisco. Asimismo, fue profesor de Humanidades en el seminario franciscano de Herbón y profesor de Elocuencia Sagrada en el teologado franciscano de Santiago. También dirigió durante varios años la revista El Eco Franciscano.

El Correo Gallego

Hondo pesar por el fallecimiento del padre José Isorna una de las personas más queridas de Santiago.

La iglesia de San Francisco acogerá mañana, a las cinco de la tarde, el funeral, y posteriormente será enterrado en su parroquia natal, en Cordeiro, en el municipio pontevedrés de Valga.

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El padre José Isorna falleció esta tarde, pasadas las tres y media, en el hospital Gil Casares de Santiago, en donde estaba ingresado desde hacía unos días. Aunque estaba previsto que hoy recibiera el alta, dada su mejoría de las últimas jornadas, por la mañana empeoró repentinamente y falleció a primera hora de la tarde.

El provincial de los Franciscanos, José Antonio Castiñeiras, lamentó el fallecimiento de quien fue una de las personas más queridas de Santiago, ??siempre con una sonrisa en la boca y con el espíritu franciscano siempre presente?. La iglesia de San Francisco acogerá mañana, a las cinco de la tarde, el funeral, y posteriormente será enterrado en su parroquia natal, en Cordeiro, Ayuntamiento de Valga.

PERSOA BOA E ENTRA?ABLE

Moita xente de Santiago e de toda Galicia coñecía ao Pai Isorna. O franciscano prodigábase en actos relixiosos e sociais sempre para axudar. Era moi requirido por persoas, organizacións e institucións porque todos sabían que nunca había un non por resposta e porque, desde a súa gran capacidade intelectual, encaraba as tarefas que fosen con espírito amigable, comunitario, afectuoso e positivo. Nunca se enfadaba, buscaba solucións ante os problemas, eludía o conflito e regalaba sorrisos a esgalla. Entrañable e boa persoa, frecuentaba os ambientes periodísticos e ten colaborado moito coa prensa.

Traballador, humilde e xeneroso, tal como preconizaba o santo fundador da súa Orde franciscana. Era precisamente a faceta humana a que máis brillaba no Pai Isorna. Proverbial a súa facilidade para chegar aos corazóns da xente de todas as idades, tamén e especialmente dos nenos, e sorprendente a súa predisposición ao entusiasmo e o optimismo. Todo envolto no seu indiscutible encanto persoal. A súa presenza era de seu un agasallo. Foise un bo home, unha boísima persoa, despois dunha longa vida produtiva cun norte sempre moi evidente: a súa vocación de axuda aos demais.

El Correo Gallego