Auxiliares de Primera salidos del Ulla.

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El valgués Alfonso Costoya y el cesureño Enrique José Ramos son los dos asistentes del único trío gallego de la máxima categoría del fútbol profesional español.

-Disculpen el empezar así, pero la actualidad manda. ¿A quién de los dos le apuntamos el gol de Cristiano Ronaldo en La Rosaleda?

-¡Ai! A min…

Enrique José Ramos Ferreirós (Rois, 21 de septiembre de 1980) no se esconde. Su omisión en el claro fuera de juego del delantero del Real Madrid en el primer gol del 1-1 frente al Málaga ha sido el último tropiezo en sus 18 años de carrera como asistente. La mitad de una vida que en las tres últimas temporadas lo ha llevado por los grandes templos del balompié español desde su Pontecesures de adopción con el único trío arbitral gallego en Primera División. El encabezado por el eumés Ignacio Iglesias Villanueva, y que completa su buen amigo de Cordeiro Alfonso Costoya Rodríguez (16 de enero de 1975). Este último, afincado desde hace una década en Padrón, con tres lustros en la intermitentemente mejor Liga del mundo y 18 partidos internacionales en su currículo.

Hablar de último tropiezo de Enrique Ramos no busca más que incidir en la normalidad. La que él mismo asume como parte de una actividad que depende del criterio humano, entendiendo el error como una oportunidad para «aprender, analizando o traballo feito tras cada partido» por el trío arbitral. ¿Las polémicas en la prensa y las tertulias de los bares? «? o que nos toca vivir. Eu non lle dou importancia. Aíllaste», dice Ferreirós. «Trátase de levalo da mellor maneira posible, esquecelo canto antes, e pensar no seguinte partido», comenta el curtido Costoya. «Cando saes da casa o erro está aí», añade, incidiendo en que «avaliamos un xogo en movemento, e hoxe o fútbol é moi rápido, e os xogadores moi bos. Claro que nós tamén estamos ben preparados».

¿Y qué lleva a dos chavales de los márgenes del Ulla a desembocar en la senda más particular de un oficio ya peculiar de por sí como el del árbitro de fútbol? Pues, explican ambos, por la inercia del ejemplo más cercano. Y es que «no mundo da arbitraxe é moi común que moitos cheguemos pola familia».

En el caso del de Cordeiro, ajeno a la práctica del fútbol federado, fue un primo el que le inoculó la pasión por el papel de juez. «El tería 19 e eu 17. Ía aos seus partidos, e colaboraba con el no vestiario. Vin que era unha maneira máis de practicar deporte, e que podía compaxinala cos meus estudos -posee el título de FP en Informática de Gestión de Empresas-». Tres años en fútbol base -categorías formativas y Tercera a Primera Autonómica- lo llevaron a la conclusión de que lo que más le gustaba era el trabajo de banda, «axudándolle ao árbitro na toma de decisións». Y entró en el cuerpo de asistentes.

La de Costoya resultó una carrera meteórica. Tres temporadas en Preferente y Tercera, otras tantas en Segunda B y tan solo una en Segunda antes de convertirse durante sus primeros 9 años en Primera en apéndice fijo del colegiado Bernardino González Vázquez; árbitro internacional ourensano cuya categoría permitió al de Valga disfrutar de docena y media de partidos de previa de Liga de Campeones y Liga Europa, y también de selecciones Sub-21 y absolutas a pesar de no haber logrado él alcanzar la categoría de internacional. Entre ellos, un encuentro de Liga Europa del Zenit de San Petersburgo en la temporada del título continental del conjunto ruso, un amistoso Sub-21 entre Francia e Italia en Burdeos, o el trabajo más extraño que recuerda. Un «Turquía-Malta clasificatorio para o Europeo que se xogou en Alemania a porta pechada nun estadio para 60.000 espectadores. Turquía estaba sancionada. A todos, xogadores, adestradores e máis aos árbitros, nos custou entrar no partido», dice su coprotagonista.

Costoya y Ramos coinciden al declarar su querencia por cuantos más espectadores, mejor. «Facilítanos o traballo», señala este último. Algo que el cesureño pudo acabar de comprobar hace tres años, cuando alcanzaba el ascenso a Primera con 33 tras haberse iniciado, en un calco del que reconoce como su referente, con 14 años tras ir de campo en campo ayudando a su cuñado de 30 colegiado de categorías regionales. Enrique se pasó 3 campañas en Preferente y Tercera, 2 en Segunda B y 7 en Segunda antes reencontrarse con Ignacio Iglesias, al que había auxiliado 3 ejercicios en la categoría de plata.

De los «nervios e ilusión» que sintieron en su bautizo como árbitros en partidos que ya no recuerdan, a vivir la extrañeza en sus debuts en Primera. «Foi un Betis-Real Madrid. Facíaseme raro ver a eses xogadores. Teño unha foto na casa cos capitáns, Hierro polo Madrid e o Prat polo Betis», recuerda Costoya. En el caso de Enrique fue «un Rayo Vallecano-Atlético de Madrid. Un derbi madrileño moi tranquilo».

En Primera «sorpréndeche ver a algúns dos mellores futbolistas do mundo», como Messi o Cristiano, «e descubrir a súa normalidade» en la distancia corta, afirma Ramos. Un concepto, el de normal, que los trencillas del Baixo Ulla recalcan como carta de naturaleza del colectivo arbitral. Con anhelos como los de cualquier deportista, soñando con pitar grandes partidos. Y por ahí los dos van bien servidos. Con Costoya participando en una ida de la Supercopa entre Espanyol y Barça o, hace tres semanas, con ambos mediando en el Barça 7-0 Valencia de semifinales de Copa del Rey. Una normalidad que lleva al de Valga a confesar que entre sus incontables partidos «o que me marcou foi un Real Sociedad-Las Palmas dunha derradeira xornada de Liga, vendo os xogadores canarios desolados logo de facer o seu traballo, e enterarse do descenso por un terceiro resultado».

La Voz de Galicia

14 de febrero de 1998: Valga pierde a uno de sus hijos predilectos, Manuel Ferro Couselo

Aunque menos conocido que su hermano Xesús, Manuel Ferro Couselo se ganó, por méritos propios, el título de hijo predilecto de Valga. Este hombre, nacido en Cordeiro, falleció en febrero de 1998. Apenas un año antes, el filósofo y teólogo, recibió el título de predilecto entre sus vecinos, ganado «polos méritos que concorren nel, así como polo amor manifestado pola súa terra e polos valores do noso país». Doctor en Filosofía por la Universidad de Comillas y licenciado en teología, fue siempre un hombre «pausado y respetuoso con el prójimo». Apenas unos meses antes de su fallecimiento, Don Manuel había participado en Valga en varios actos organizados en honor de su hermano, el investigador Xesús Ferro Couselo, al que se le había dedicado recientemente el Día das Letras. A pesar de su avanzada edad (falleció con 87 años), mantuvo siempre un «espíritu joven».

Hemeroteca: La Voz de Galicia

Un Outes en buena posición mide sus fuerzas en la casa del segundo, el Cordeiro.

Los outienses quieren seguir con la buena temporada que están haciendo, y para eso tendrán que puntuar esta tarde en un campo difícil. Y es que su rival de hoy es el Cordeiro, que ocupa la segunda posición en la clasificación con 45 puntos, por los 35 que suma el Outes y que le permiten mantener el séptimo puesto en la tabla. El encuentro está previsto que comience a las 16.30.

La Voz de Galicia

Valga presume de las mejores camelias.

Un taller sobre plantación, cuidados y usos de las camelias abrirá el día 12 los actos de la “X Exposición da Camelia Bella Otero”, una cita anual en la que podrán verse algunas de las mejores flores cultivadas tanto en este municipio como en la provincia. La exposición propiamente dicha se desarrollará en el Auditorio Municipal de Cordeiro los días 13 y 14.

Habrá otros focos de atención, como la plantación de la “Camelia Bella Otero” en el entorno de la casa natal de la popular dama valguesa, una visita guiada al Museo da Historia y el espectáculo “A música pinta camelias”, a cargo de alumnos de la escuela de pintura Adeval y solistas de la Escola de Música Municipal, encargados de pintar cuadros que se donarán al servicio de emergencia social. El “Concerto Peque-Música en Movemento” cerrará las actividades.

También en el Auditorio de Cordeiro hoy se clausura la exposición de fotografías, acompañadas de textos, elaborada por los alumnos del Instituto de Valga, que entre enero y mayo de 2015 habían tomado las imágenes para plasmar diferentes lugares y espacios del municipio, así como a sus vecinos.

Faro de Vigo

Murió Juan Caamaño Posse.

A los 80 años de edad falleció este vecino de Condide que estaba casado con María Iglesias Guimarey. El velatorio está instalado en el Tanatorio de Cordeiro y el lunes 25 de enero, a las 17 horas, tendrá lugar el funeral “Corpore Insepulto” en la Iglesia Parroquial de Pontecesures. Después los restos mortales recibirán sepultura en el Cementerio Municipal de Condide.

Descanse en paz.

Una aldea de Valga necesita 4.000 euros para arreglar el retablo de una capilla.

Los vecinos de Bronllo organizan una subasta de carne de cerdo con motivo de la festividad de San Antonio Abad -El cura establecerá una cuota de pago voluntario.

Vecinos del lugar de Bronllo, en Setecoros (Valga) necesitan 4.000 euros para restaurar el retablo de madera de la capilla da Saúde, en Casal do Eirigo. Y ayer iniciaron la recolecta con una “poxa” de carne ofrecida como es tradicional a San Antonio Abad.

La subasta fue al terminar la misa solemne y la procesión, y vecinos de Bronllo y otros lugares próximos pujaron por pedazos de tocino, cacheiras de cerdo y “pezuños”. La cantidad más alta fue de 25 euros y se pagó precisamente por un pedazo de tocino y una uña. En total, se recaudaron 65 euros, una cantidad simbólica pero que significa el inicio de la recolecta.

El presidente de la comisión organizadora de la fiesta, Carlos Bragaña, señala que próximamente el cura párroco fijará una cuota voluntaria por casa, y se espera que sea con ese método con el que se recaude el grueso del dinero necesario para afrontar el arreglo del retablo, muy afectado por la polilla.

Una subasta “enxebre”

A lo largo del año se celebran múltiples “poxas”. Estos días las hubo en Meaño con motivo de la festividad de San Amaro; el sábado próximo las hacen en A Modia (Cambados) por San Antonio Abad; en marzo y julio las hacen en Cambados y Lores (Meaño) con motivo de la festividad de San Benito. Una de las más vistosas se celebra precisamente en Valga, concretamente en Cordeiro, y tiene lugar en la Candelaria. Ese día, numerosos vecinos de la aldea y los alrededores van hasta la iglesias con cestas de lacones sobre sus cabezas. En el caso de la de Bronllo, la romería y su “poxa” se celebran prácticamente de forma ininterrumpida desde hace al menos un siglo. La devoción a San Antonio Abad en ese pequeño lugar de Setecoros (de unos 60 vecinos) estaría vinculada con el pasado ganadero de la aldea. La fiesta, sin embargo, se celebra en otro lugar, en Casal do Eirigo -conocido por la recreación de la batalla contra los franceses-, que es donde se encuentra la capilla que custodia la imagen de San Antonio.

Además de la subasta, en la jornada de ayer hubo pasacalles y sesión vermú a cargo del grupo de gaitas de la asociación Xarandeira, dos misas y una verbena con la actuación de dos orquestas.

Faro de Vigo