La subasta de los puestos para las atracciones de la fiesta de la Pascua de Padrón se convirtió en un culebrón. En ediciones anteriores se adjudicaban todos los puestos a una sola persona, que después negociaba con ellos e incluso podía dejar fuera a algunos que no aceptaran sus condiciones. En esta ocasión, la subasta fue abierta a todos bajo la organización del Ayuntamiento, que comprobó en sus propias carnes el funcionamiento de un gremio en el que priman los intereses de unos pocos. Yo quiero aprovechar estas líneas para animar a nuestros gobernantes a que hagan este tipo de subastas con transparencia. Por un lado se da la oportunidad a todo el mundo de optar a un puesto en las fiestas y, por el otro, la recaudación favorecerá a las arcas municipales, sin olvidarse que el método de adjudicación es mucho más justo con el sobre cerrado que con el dedo de un señor al que las fiestas de Padrón y los intereses de sus ciudadanos le importan un bledo. Ahora sólo falta que el tiempo acompañe a la capital del Sar para que todos, los padroneses y los de fuera, podamos disfrutar de uno de los festejos más emblemáticos de toda Galicia
Carta al Director de TIERRAS DE SANTIAGO de Juan Iglesias (Padrón).