El evento no se ensombreció ni siquiera por el pequeño incidente que tuvieron con el transporte que se contrató para trasladar a los asistentes desde Compostela a la localidad arousana
Tal como estaba previsto, la celebración de fin de curso que reunió a los estudiantes de Santiago la noche del viernes se convirtió en una auténtica macrofiesta. Y es que el tamaño del lugar era una de las claves de este año puesto que los locales de Santiago como mucho llegan a albergar a «unas 500 o 700 personas», lo que motivó que la fiesta no se celebrará en Compostela como es habitual, sino que se trasladara a Pontecesures, concretamente en la discoteca Chanteclair, cuyo aforo ronda las 3.000 personas de capacidad y donde finalmente se congregaron más de 2.500.
Según relató a La Voz el organizador, @salseo_usc, la inmensa mayoría de los asistentes era de Santiago, aunque se sumaron también algunas personas de la localidad arousana y sus alrededores.
Las imágenes no dejan lugar a dudas. El ambiente fue espectacular y el evento no se ensombreció ni siquiera por el pequeño incidente que tuvieron con el transporte que se contrató para trasladar a los asistentes desde Santiago a Pontecesures. Uno de los seis buses que estaban programados se averió y tuvo que venir otro vehículo de última hora para sustituirlo en medio de «la faena» del traslado.
Hasta el lugar se desplazó también una food truck especializada en pizzas para atender la demanda de cientos de jóvenes hambrientos. La gente «se lo pasó bomba» y así se lo hicieron saber a través de decenas de mensajes al organizador, que se mostró sorprendido por esta reacción: «esto nunca me había pasado».
Para la gran fiesta fueron contratados destacados DJs como Dumore, Tiger Fighter, Iván Ortuño, la pareja MRJ, Rubén Rey y S.T. Now. «La gente se lo pasó estupendamente porque los dj’s iban cambiando de estilo de música a medida que pasaba la noche» y, además, contaron con la presencia de Champimuros, un cómico muradano y estrella emergente de las redes que suma más 140.000 seguidores en su perfil de Instagram. Los asistentes se lo pasaron muy bien con el humorista que no dudó en hablar y tomarse foto con los estudiantes.
Los coordinadores del evento tenían todo bien atado desde las primeras horas. Estaba previsto celebrar una reunión en el parking de la discoteca a partir de las 21.00 horas para que los estudiantes, cuyo presupuesto para las copas no es que sea muy boyante, tuvieran la oportunidad de realizar un botellón para ponerse a punto antes de la gran fiesta que empezaría a medianoche, pero la lluvia estropeó los calculados planes. Sin embargo, «los de la discoteca se portaron y nos abrieron la parte de arriba de la sala para poder hacer ahí el botellón hasta las 23.30 que fue cuando se tuvo que hacer el cambio de salir todos para volver a acceder, ahora sí con la entrada».
La siguiente macroquedada podría caer para inaugurar el próximo curso: «Me gustaría mucho volver a hacer una fiesta así en septiembre, sólo habría que mejorar el tema de los autobuses porque hubo algo de descontento, pero nada grave».
La Voz de Galicia