O pleno da Real Academia Galega ven de facer xustiza. Onte nomeou a Xavier Senín membro correspondente desta entidade, faro do noso eido cultural. Ben coñecido polo seu traballo nas páxinas de EL CORREO, este fillo de Pontecesures, é unha das figuras máis destacadas na tradución ao galego, con máis de cento cincuenta volumes publicados en numerosas editoriais. Mesmo para lectores cativos que adultos, os ollos, o agarimo e os coñecimentos deste intelectual fixeron posible, por exemplo, os álbums de Astérix, e clásicos como O enxeñoso fidalgo don Quixote da Mancha. Hoxe onde a cultura é máis necesaria que endexamais para dese xeito atopar xanelas para resistir neste tempos negros, que persoas (e non persoeiros) traballadoras do noso como Senín acaden distincións e unba boa nova que cumpre celebrar.
Resume perfectamente Beatriz Pino el fraude que Renfe está perpetrando contra Galicia, con la disculpa del impacto del covid: “Es indecente que piense más en el dinero que en los ciudadanos”. Coincide la coordinadora de Cs con las denuncias reiteradas de la conselleira Ethel Vázquez: ambas reivindican que el servicio público y el derecho a la movilidad deben estar siempre –más todavía en situaciones tan delicadas como las de esta brutal pandemia, subrayamos nosotros– por delante de las consideraciones económicas. Por eso, entendemos que ha llegado el momento de que los tres grupos parlamentarios del Pazo do Hórreo alcen sus voces al unísono y, en línea con la Xunta, presionen a Renfe para que garantice un servicio de calidad a sus usuarios y frene en seco sus inaceptables previsiones de no restaurar inmediatamente las frecuencias ferroviarias anteriores al estado de alarma y, peor aún, de consumar más recortes de trenes en 2021. Lo que hace la operadora pública es, tiene razón Beatriz Pino, incomprensible e indigno. Incomprensible porque, finalizado el confinamiento, ni los convoyes de alta velocidad ni los de cercanías han recuperado sus frecuencias. Indigno porque Renfe se ríe de los gallegos, echa más leña al fuego iniciando el cierre de sus puntos de venta presencial de billetes en las estaciones con menos viajeros y vincula una hipotética recuperación de frecuencias a que se generalice la vacuna anticovid, se frene el descenso de usuarios y se estabilice el PIB. En pocas palabras, la operadora poco menos que se cruza de brazos, da carpetazo sin sonrojarse a la riada de quejas tramitadas por la Xunta, renuncia a buscar soluciones, hace dejación de sus responsabilidades como servicio público y complica la supervivencia de muchos concellos gallegos, a los que condena a un letal aislamiento. Renfe se olvida de que se financia con los impuestos de los españoles, y de que en modo alguno puede afrontar las crisis con la hoja de ruta que sigue la empresa privada. Mucho menos puede hacer oídos sordos a las quejas oficiales del Gobierno de Feijóo y al creciente malestar de la sociedad. El presidente de la operadora, Isaías Táboas, no puede pretender despachar las cartas de la conselleira de Infraestruturas con la disculpa de mal pagador de que los servicios “se adaptan a la demanda real”. No puede mirar hacia otro lado cuando Ethel Vázquez, que siempre habla clarito, pone el dedo en la llaga: “No es admisible que la crisis sanitaria sea usada como excusa”. Ni más ni menos.
Escolares de Ordes, Rois, Pontecesures e Mesía veñen de pasalo como poucas veces e aprender despois de recibir a visita dos Bolechas, que levaron ás aulas de 4 colexios unha nova proposta do programa de divulgación da Axencia Galega de Emerxencias sobre o uso responsable do número único europeo 112. Para achegar esta importante mensaxe, Sonia Bolechas estivo co alumnado de 5º de primaria do CEIP Campomaior de Ordes e na EEI Olas de Mesía, mentres que Braulio Bolechas acudiu ao CPI de Pontecesures e a Rois para estar coas nenas e nenos de 2º de Primaria do CPI dos Dices. Mediante representacións teatrais, audiovisual e talleres explicaron cando se debe chamar ao teléfono 112 e os datos que hai que facilitar aos xestores de emerxencias para ter unha axeitada resposta ás necesidades.
A Corporación de Valga celebrou o martes o pleno ordinario no que se aprobou definitivamente a conta xeral de 2019, despois da súa exposición pública, e deuse luz verde á firma do convenio para a participación no obradoiro de emprego Ulla-Sar, no que se formarán cen desempregados destas comarcas.
A conta péchase cun remanente de 24.031,28 euros, un resultado orzamentario positivo de 58.394,94 euros e un aforro neto de 277.999,62 euros. O concelleiro de Facenda, José Ángel Souto, explicou que estes datos amosan que “a xestión é boa e o Concello está saneado”. Tal é así que o exercicio pechouse en números positivos a pesar de que algunhas partidas de ingresos, dixo, se viron reducidas con respecto ao presupostado pola non aportación da Deputación de cantidade algunha ao edificio administrativo.
O edil destacou, ademais, que nun orzamento de 5,4 millóns de euros a conta final desviouse unicamente 7.800 euros, o que reflexa que o presuposto elaborado polo goberno local foi preciso.
Na sesión ratificouse, por unanimidade, o convenio de colaboración entre os concellos de Valga, Pontecesures, Padrón, Rois, Dodro e Rianxo para a posta en marcha do Programa Integrado de Emprego Ulla-Sar, así como a solicitude dunha subvención de 245.000 euros á Consellería de Economía.
Este plan diríxese a un total de 100 persoas desempregadas dos seis municipios participantes, con especial atención a colectivos especialmente damnificados polo paro: menores de 30 anos, maiores de 45, perceptores de prestacións, parados de longa duración, mulleres e perceptores de prestacións, subsidios de desemprego ou renda activa de inserción. Terá unha duración de doce meses e o obxectivo é acadar un 35% de inserción laboral entre os participantes.
Outro dos asuntos da orde do día foron as expropiacións e indemnizacións para o proxecto de reconstrución da antiga liña de vagonetas de transporte de arxila dende a Mina Mercedes ata o río Ulla. O teleférico terá unha lonxitude aproximada de 1.100 metros e, no seu percorrido, veranse afectadas unha trintena de parcelas, das cales a maioría xa son de titularidade municipal.
Después de la partida el pasado julio de monseñor Jesús Fernández González, obispo auxiliar que dejó una profunda huella en Santiago, a la Diócesis de Astorga, empiezan a sonar los primeros nombres de quienes podrían convertirse en su sucesor. No se equivocaba el arzobispo de Santiago, monseñor Barrio, cuando el mismo día en que anunciaba la salida de Fernández de la ciudad del Apóstol señalaba que el papa Francisco “es sensible con la realidad de esta Archidiócesis, por lo que es muy probable que nos conceda pronto un nuevo obispo auxiliar”. Según ha podido saber este periódico de varias fuentes eclesiásticas consultadas, que además coinciden en el mismo relato, la Nunciatura Apostólica en Madrid ya ha puesto en marcha la maquinaria para la elección de un auxiliar para la Diócesis de Santiago.
Así, la misión del nuncio del papa en España, monseñor Bernardito Auza, sería la de proporcionar a la Santa Sede, en concreto a la Congregación para los Obispos, una lista de tres candidatos aptos para esta misión pastoral. El representante diplomático estaría trabajando ahora en la elaboración de esta terna que se presentará al obispo de Roma, quien elegirá al nuevo auxiliar de Santiago.
Tal y como ha podido saber EL CORREO, en este momento suenan como posibles aspirantes al menos cuatro sacerdotes de la propia Diócesis de Santiago, y otro gallego que reside en Madrid. En las últimas semanas ha ganado mucha fuerza el nombre de dos canónigos de la Basílica de Santiago, Daniel Lorenzo Santos, actual director de la Fundación Catedral y vicario judicial de la Archidiócesis; y también Elisardo Temperán Villaverde, quien además de prefecto de ceremonias de la Basílica es también canciller del Arzobispado de Santiago.
De hecho, se cree que son dos de los principales perfiles que está estudiando el nuncio y que tienen muchas papeletas para formar parte de la terna que se envíe al papa.
Lo cierto es que no son los únicos posibles aspirantes que se comentan en el ámbito eclesiástico. Por un lado, siempre según los mismos informadores, que coinciden en los posibles candidatos, se oyó el nombre de José Andrés Fernández Farto, secretario de la Provincia Eclesiástica de Santiago y profesor del Instituto Teológico Compostelano; y también el de José Antonio Seoane Ares, actual vicario territorial de Santiago y con gran experiencia pastoral por su permanente contacto con las parroquias.
De ser elegido uno de los cuatro, Compostela contaría de nuevo con un obispo auxiliar de la propia Diócesis, un hecho que no se produce desde la elección de monseñor Luis Quinteiro Fiuza en 1999. Cabe recordar que monseñor Fernández, antes de partir a Astorga, manifestó en una entrevista concedida a este diario que Santiago cuenta con grandes candidatos para esta misión pastoral y que “deben ser promocionados”.
En todo caso, el nombramiento final dependerá de Francisco. Él será quien determine el perfil más apropiado. ¿Se decantará por un perfil curial o pastoral? Lo cierto es que Bergoglio siempre ha declarado que le gustan los pastores (obispos) con olor a oveja. En los últimos años se ha podido ver que no siempre pesa el currículum a la hora de elegir el candidato, sino que el papa valora mucho más que el nuevo prelado tenga experiencia en el contacto con los fieles y conocimiento del terreno. Así las cosas, todo apunta a que la incógnita sobre el próximo auxiliar se resolverá en los próximos meses, posiblemente antes del Año Santo.
A Consellería de Infraestruturas e Mobilidade vén de rematar a execución dunha senda peonil na estrada PO-214 ao seu paso polo concello de Pontecesures. Esta actuación, que supuxo un investimento da Xunta de case 50.000 euros, consistiu na construción dunha senda peonil na marxe dereita desta vía autonómica, entre os puntos quilométricos 0+650 e 0+860. O itinerario, cun ancho de 1,80 metros e elevado 10 centímetros sobre a calzada, dispón de pavimento de formigón reforzado con mallazo, segundo explican. Na parte que linda cos peches das fincas colocouse un bordo de xardín para separar a senda e conter o recheo, a excepción do tramo situado entre os puntos quilométricos 0+757 e 0+860. Entre o bordo que delimita a senda e a propia calzada executouse unha pequena beiravía de formigón.