Tras un periplo por médicos, el domingo Sanidad le confirmó el positivo // «Sigo todas las indicaciones, no he contagiado a nadie».
Es el primer infectado por el coronavirus del que se tiene conocimiento en la comarca de Caldas, aunque su contagio no se produjo aquí, sino en Madrid, donde vive y trabaja. Se trata de Anxo Moreiras, un joven de 21 años al que el domingo pasado, y tras un periplo por médicos y ambulatorios, el Ministerio de Sanidad le confirmó que había dado positivo en el test del covid-19. Tras hablar con sus padres, decidió que lo mejor era pasar la cuarentena en el domicilio familiar, en Pontecesures, donde permanece confinado desde el lunes.
El joven, que hubiera preferido permanecer en el anonimato, cuenta su historia con todo detalle. Vive, con otros compañeros de piso, en el barrio madrileño de Malasaña, y su calvario empezó hace ya diez días. «El miércoles de la semana pasada cuando iba para el trabajo me encontré mal y decidí ir al centro médico de la calle Sepúlveda. Allí el médico me dijo que era un cuadro vírico. Al día siguiente me fui a trabajar, pero las molestias eran peores. El jueves empezaba a tener fiebre y me dolía la garganta. Volví al ambulatorio y me dijeron que tenía placas y me mandaron antibióticos».
Su estado empeoró el viernes y el sábado, hasta que el domingo se asustó. «Me desperté a las 6.30 de la mañana con pulsaciones muy altas y muchos temblores, así que llame al 061, pero me dijeron que volviera a mi centro de salud, y allí el médico decidió llamar a una UVI móvil. No se ponían de acuerdo, y no me querían mandar al hospital, así que fui por mi cuenta al Hospital San Carlos. Allí me hicieron una placa y una analítica y salí con una cuarentena preventiva».
En el hospital no le confirmaron si se había contagiado con el coronavirus, «incluso me dijeron que podía volver a la casa de mis padres tomando precauciones, como ponerme la mascarilla» relata. El mismo domingo le llamaba el Ministerio de Sanidad para confirmar que había dado positivo en el test del covid-19. Como no le prohibieron viajar, decidió junto a sus padres que pasaría en mejores condiciones la cuarentena en el domicilio familiar. «Y desde el lunes estoy en Pontecesures. No salgo de la habitación para nada, por precaución, usamos platos desechables, no mantenemos ningún tipo de contacto. Llevamos las medidas de prevención al extremo para evitar problemas. Ni mis padres ni mi hermana se han contagiado», asegura.
Aunque los médicos le dijeron que 24 horas después de no tener ningún síntoma podría ya salir a la calle, «prefiero esperar, por responsabilidad y precaución unos cuantos días». «Ahora estoy asintomático, me encuentro bien, pero mientras no me den de alta prefiero estar tranquilo. Sigo manteniendo contactos con mis médicos y también con el hospital de Santiago».
Anxo quiere mandar un mensaje de tranquilidad. «Yo a los ciudadanos les recomiendo calma. Esto no dejar de ser una gripe y no hace falta una histeria colectiva, porque con eso corremos el peligro de que la Sanidad se sature, se colapse, y eso si que sería más peligroso».
El Correo Gallego