El director general de Nestlé España, Jacques Reber, ha afirmado este martes que la compañía reforzará sus compromisos medioambientales para hacer totalmente sostenible toda su cadena de valor (desde la materia prima hasta el consumo): se hará minimizando las emisiones, los residuos y el uso de agua, y favoreciendo la biodiversidad.
Reber ha explicado en rueda de prensa que ya han invertido más de 100 millones de euros en materia medioambiental desde 2010; desde ese mismo año, sus fábricas usan un 62% menos de agua y emiten casi un 15% menos de emisiones de efecto invernadero por tonelada de producto elaborada.
Además, la compañía cuenta con un Plan de Reciclaje de cápsulas de café que dispone de más de 1.600 puntos verdes de recogida: este sistema «único y pionero» permite obtener un compost de calidad a partir de los posos del café, a la vez que sirve para dar una segunda vida al aluminio y al plástico.
Ahora, trabajan para cumplir su calendario de Compromisos Globales de Nestlé con la Tierra: emitir un 35% menos de gases de efecto invernadero por tonelada de producto fabricada de 2010 a 2020; conseguir que todo envase sea reciclable o reutilizable en 2025 y aumentar la proporción de plástico reciclado entre un 25% y un 50% (dependiendo del tipo de envase) antes de 2025.
Además, se han propuesto reducir el desperdicio de alimentos a la mitad para 2030 en toda la cadena de valor; y que el 90% de las materias primas estén libres de deforestación en 2020.
Otro gran objetivo es anular todas las emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050, para asumir el Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados.
También prevén no enviar ningún residuo a vertedero en 2020 en todos los centros de Nestlé. En España, ya lo han conseguido en 8 de las 10 factorías.
Para ello, han llevado a cabo diferentes acciones, como las mejoras de condiciones de almacenamiento, la reutilización de residuos, así como programas de formación para que los trabajadores mejoren su conocimiento sobre reciclaje y aumentar la concienciación.
Jacques Reber ha explicado que esta hoja de ruta «guía todas las decisiones de la empresa» y que hoy se sienten obligados a esforzarse más para minimizar su huella en el planeta, pese a que llevan décadas cuidando el medio ambiente, ha dicho.
«Tenemos que hacer más y tenemos que hacerlo ahora», y ha añadido que son esfuerzos para contribuir a la preservación del planeta en favor de las generaciones futuras.
MEJORAS EN LAS FÁBRICAS
Las fábricas de La Penilla (Cantabria) y
Pontecesures (Pontevedra) son las que más han reducido el uso de agua
(más del 80%), sobre todo por tenerla en circuitos cerrados; y prevén
que en 2025 todas sus embotelladoras de agua estén certificadas por la
AWS (Alliance for Water Stewardship): en 2020 ya lo estarán las de
Viladrau (Girona) y Herrera del Duque (Badajoz).
También prevén el mismo sello para la fábrica de salsas de tomate en Miajadas (Cáceres), que, además, produce de manera integrada desde hace seis años: con tomate cultivado en la Vega del Guadiana, respetando el medio ambiente, limitando agua, fertilizantes y control de plagas. En este sentido, la compañía ha reducido un 9% el agua del riego, lo que supone un ahorro de 30 millones de litros de agua y ha disminuido en un 9% el uso de fertilizante.
El objetivo de la compañía en la fábrica es asegurar una agricultura sostenible a largo plazo aprovechando los recursos naturales, y además tienen previsto instalar una planta de energía solar.
Para Reber, «el cambio climático es el mayor desafío de la historia que involucra a todos los agentes», y por ello también tratan de encontrar soluciones conjuntas con otras empresas, instituciones y consumidores.
Por otro lado, toda la energía eléctrica que se compra en Nestlé España es de fuentes renovables; y la fábrica de Girona estrenará en 2020 una caldera que utiliza el poso resultante de la elaboración del café soluble para la obtención de vapor: en ella se han invertido 17,2 millones de euros y reducirá un 25% el consumo de gas natural en la planta.
Jacques Reber ha celebrado que, con esta y otras iniciativas, la fábrica de Girona producirá el 70% de la energía que necesita para la elaboración del café, siendo de esta manera casi autosuficiente para el próximo año.
INSTITUTO NESTLÉ DE CIENCIAS DEL EMBALAJE
Para minimizar los
residuos se ha inaugurado el Instituto Nestlé de Ciencias del Embalaje
(en Lausana, Suiza), «primero de estas características de la industria
alimentaria», centrado en crear envases funcionales, seguros y
respetuosos con el medio ambiente, y en afrontar el problema global del
envase de plástico.
Ya están lanzando productos con pajitas de papel (batido Nesquik All Natural) y con envase de papel (cacao soluble Nesquik All Natural y snacks saludables Yes!); Aquarel ya vende botellas con 25% de plástico Pet reciclado y con mensajes de concienciación medioambiental; y ya no hay objetos de plástico de un solo uso no reciclables ni en la sede central de Esplugues de Llobregat (Barcelona) ni en las 10 fábricas españolas.
«Tenemos un desafío como sociedad. Yo sí me imagino un océano sin plásticos, pero debemos remar todos en la misma dirección», ha destacado Reber, que también ha pedido corresponsabilidad a proveedores, autoridades y consumidores.
Así, el director general de Nestlé en España ha definido como clave la creación de una economía circular para que los envases dejen de ser un problema y tengan una vida infinita, ya que los envases permiten preservar los alimentos en buen estado, pudiéndose consumir durante más tiempo, lo que va en línea con reducir el desperdicio alimentario.
CERTIFICADO DE NO DESFORESTACIÓN
Otro compromiso de la compañía, a
nivel mundial, es que el 90% de la cadena de suministro de materias
primas se certifique como libre de deforestación en 2020. En la
actualidad, el 77% de su cadena de suministro global ya cumple estas
condiciones. Nestlé es «la primera compañía mundial de alimentación que
ha implementado Starling», un sistema de verificación por satélite.
En España, Nestlé ha renovado hasta 2023 el certificado de Gestión Forestal Sostenible de la Generalitat en la embotelladora de Viladrau (Girona), que está en el Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny; y el entorno de la embotelladora de Herrera del Duque (Badajoz) es Reserva Natural de la Biosfera.
Finalmente, Reber ha defendido que «el coste de un modelo de desarrollo sostenible no puede ser un argumento para no avanzar», y ha añadido: «Para nosotros la prioridad de la sostenibilidad es más importante que la rentabilidad. Para ello vamos a invertir en investigación, en el proceso de producción, en los productos, etcétera».
Al preguntársele en la rueda de prensa si la compañía en España está preocupada por la situación política en Catalunya, donde tienen sede central y cuatro fábricas, ha respondido que trabajan en más de 100 países donde tienen que gestionar este tipo situaciones cada día. «Nuestra preocupación como negocio es nuestra actividad productiva y el trabajo de nuestros empleados», ha concluido.
El Correo Gallego