Su nombre ya lo deja bien claro: Festa Rachada. La asociación cultural cesureña se creó apresuradamente el pasado mes de mayo con el objetivo de organizar los festejos patronales de la Virgen del Carmen, a principios del mes de julio. Una vez superado su primer reto, queda por delante casi un año para recaudar fondos para la próxima edición y no solo se hará mediante el habitual petitorio, sino también a través de otros cauces menos tradicionales, como la organización de eventos gastronómicos.
Es el caso de la Festa da Paella, que la villa cesureña celebró el pasado sábado con un gran éxito de asistencia. «Saíu moi ben. Puidemos vender dez ou 15 racións máis, pero esgotamos as 200 previstas e para ser a primeira edición foi moi positiva», señaló el presidente de la asociación, Elías Sanmarco, quien hasta ese día tuvo que escuchar opiniones menos optimistas por parte de algunos vecinos.
El colectivo, sin ánimo de lucro, había puesto a la venta los tickets de forma anticipada -a cinco euros, con pan y bebida- y despachó 145. El propio sábado vendió los restantes a siete euros. «Algunha xente chegou a última hora e quedou sen ela».
Para ahorrar, la asociación contó con la colaboración del Concello, que «nos deixou a agua da praza para limpar os utensilios, as vallas e a conexión eléctrica. Foi o que lle pedimos, que non está o mundo para pedir cartos», apunta Sanmarco. «Pola súa banda, Marisol Mambís deixounos as mesas e as cadeiras».
Aun así, la colaboración en mayúsculas fue la del maestro paellero, Julio ?itor, un cesureño afincado en Padrón que trabajó durante casi cuatro décadas como cocinero enrolado en un barco mercante. Ahora, ya jubilado, colabora desinteresadamente con ONG o comisiones de fiestas, explica el presidente de la asociación, quien subraya que el chef «deu sete veces a volta ao mundo».
La paella es su especialidad y así lo demostró, dejando muy buen sabor de boca entre los comensales. Las 200 raciones se distribuyeron en dos paelleras cuajadas de arroz, almejas, mejillones, cigalas, langostinos, gambas, pollo, espárragos, tomate, calamares… «Moi ben feitiña. Ao ver o ben feita que estaba a xente animouse máis, apunta Sanmarco. «Apostamos por unha festa económica, senón a xente non se anima e este é un prato que se adaptaba e todo o mundo dixo que estaba moi rica. Algúns mesmo a levaron para comer na casa».
dinamización. Subraya, asimismo, que la celebración contribuyó a dinamizar la localidad y el sector hostelero, «senón a xente que veu o sábado estaría na praia e aquí non habería ninguén».
Mientras apuntan cosas que «corrixir» para la próxima edición, como la elaboración de café de pota, la colocación de una barra de bebidas y de una colchoneta para los niños, «para que a xente quede toda a tarde» , ya están pensando en nuevos eventos con los que aumentar la recaudación.
«Ao ver que a iniciativa saíu ben, estamos pensando en facer para o Entroido unha festa do lacón con grelos «coa súa pataca e o seu chourizo, que lle gusta a todo o mundo. Aquí hai moitas señoras que fan filloas de marabilla e servirían de sobremesa».
Eso sí, tratarán de que no coincida con la fiesta gastronómica dedicada a este manjar por excelencia, la de Cuntis. «Eles son pioneiros e tampouco vai ter a súa pegada. ? como se eles fan a da lamprea», señala Sanmarco.
DIARIO DE PONTEVEDRA, 20/08/13