La nueva valla puede dificultar la visibilidad de las señales de la vía férrea.

Un maquinista expuso en una queja que la valla instalada en una de las entradas a la estación de Pontecesures puede dificultar la visibilidad de una señal al salir los trenes con dirección a Vigo.

Esta mañana se estaba comprobando está circunstancia por personal del servicio.

Realmente no se entiende la colocación de la valla. Se crea un problema donde no lo había sin necesidad alguna.

Una valla absurda.

Después de toda una vida teniendo la posibilidad de acceder a la estación de ferrocarril por la zona más próxima al Coche de Pedra se le ocurre al ADIF colocar esta valla para que los usuarios del tren entren al recinto por la entrada próxima al edificio de la estación.

No se entiende esta medida, y la gente entra igual a los andenes por el pequeño espacio que podemos apreciar.

En fin, gasto inútil y comentario generalizado de crítica por parte de todos.

Interesante propuesta que afecta a Pontecesures sobre trenes de proximidad hasta Viana do Castelo.

Comisiones Obreras incluye su petición en el plan de ferrocarriles de proximidad con el que plantea unir con cuatro líneas desde el norte de Portugal hasta Santiago

Trece trenes unen todos los días Valença do Minho y Viana do Castelo con una candencia media de dos horas entre cada salida. Hacer de esa red la base de un tren de cercanías transfronterizo entre Vigo y Viana es la propuesta que acaba de hacer el presidente de la Cámara Municipal de Valença do Minho, José Manuel Carpinteira. El regidor planteó dicha posibilidad al sector ferroviario de Comisiones Obreras que está recabando apoyos para impulsar la creación de una red de tren de cercanías en Galicia. El sindicato dibuja cuatro líneas: Vigo Guixar-Vilagarcía; Vilagarcía-Santiago, Vigo-Guillarei-Ourense, y Valença-Vigo, si bien este último trazado se verá corregido y ampliado hasta Viana, tras la propuesta del alcalde valenciano.

«La línea entre Vigo y el norte de Portugal tiene mucho potencial de población con municipios de tamaño medio como Tui, O Porriño, Valença, Viana y Caminha. Es una franja con una gran movilidad de trabajadores que circulan entre las poblaciones de Galicia y los polígonos industriales del norte de Portugal y lo mismo pasará con los vecinos del otro lado de la frontera y la plataforma logística de la Plisan», razona Antón Conde, secretario general del sector ferroviario Renfe-ADIF de CC. OO. Pontevedra. El sindicato advierte que esos movimientos solo se pueden hacer en la actualidad en vehículo particular, por lo que armar detalladamente un proyecto transfronterizo ante la Unión Europea podría recibir para su desarrollo fondos de apoyo para la descarbonización del transporte, digitalización o cooperación entre espacios comunes de dos países miembros.

Recorrido

El dibujo recogido en la propuesta que le hará llegar la central sindical al Gobierno central y que ya ha presentado en la Xunta, contaría al menos con once paradas, aunque podría haber servicios que atendiesen la demanda en algún apeadero a mayores. El recorrido sería desde Viana do Castelo, para seguir dentro de Portugal por Vilanova de Cerveira, Caminha y Valença. Al otro lado de la frontera pararía en primer lugar en Tui, recuperando su estación; después lo haría en la estación prevista en As Gándaras para dar servicio a sus polígonos; O Porriño sería la tercera parada, avanzando después hasta Louredo-Os Valos; Redondela; Chapela y Vigo Guixar.

La misma red de cercanías serviría, según CC. OO., para colocar al pasaje de Vigo y su área en los servicios que unen desde el otro lado de la frontera con Lisboa, dos al día en la actualidad.

El plan del sindicato contempla también acondicionar horarios de autobuses y barcos de las localidades cercanas al trazado para ampliar el volumen de potenciales usuarios del tren de cercanías. «La gente de Ponteareas podría quedar servida con este tren con buses que les acercasen hasta O Porriño, o los de Salceda de Caselas con la estación de Caldelas, o los de Monçao con la de Arbo, como también los habitantes de Cangas o Moaña mediante el barco con la de Vigo», detalla Conde Freire.

Defiende que la creación de un tren de cercanías ejercería de barrera al despoblamiento interior, al hacer posible la conexión de un número de localidades con las principales urbes y sus servicios como los sanitarios, educativos y laborales. «Es un aspecto que seguro que también valoraría Europa para apoyar este plan», añade.

Tarifas reducidas

Comisiones defiende que la red de cercanías que plantean debería y podría basar su éxito en unas tarifas bajas y unas frecuencias adaptadas a las necesidades de movilidad de la población del sur de Galicia. «Comunidades como Asturias o Cantabria cuentan ya con servicios ferroviarios de cercanías, cuyos billetes tienen un 30 % de coste menor que el resto. Los gallegos perdemos competitividad por carecer de un transporte como ese y a su precio, por lo que se nos debe la oportunidad de dotarnos de las mismas posibilidades que el resto de territorios», añade el representante sindical.

A la propuesta de red de cercanías, CC. OO. añade posibilidades como la de la creación de un Museo Internacional Ferroviario del Miño; la dotación de la señal 5G a lo largo del trazado entre Tui y Valença, y dotar a las estaciones de puntos de recarga para coches y bicicletas eléctricos, así como generar aparcamientos disuasorios en sus instalaciones para favorecer que los residentes cercanos a la línea no utilicen sus vehículos para desplazamientos de mayor recorrido. «Hay que cambiar las costumbres de movilidad y la red de cercanías sería una manera perfecta para hacerlo aquí», concluye Conde.

La Voz de Galicia

Ambicioso plan de rexeneración para 38 Km do Ulla na comarca.

A Xunta de Galicia dá comezo á execución do proxecto Mil ríos para mellorar un total de 470 quilómetros de 50 cursos fluviais e aumentar así a súa resiliencia e capacidade de resposta ante o cambio climático. O Goberno galego impulsa esta iniciativa co obxectivo de restaurar os ámbitos fluviais, incrementar a biodiversidade e optimizar a conectividade ecolóxica, cun investimento global de cinco millóns de euros de fondos europeos.

Na véspera do Día internacional de acción polos ríos (14 de marzo), a conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, acompañada polo delegado territorial da Xunta na Coruña, Gonzalo Trenor, o delegado territorial da Xunta en Pontevedra, Luis López, e a directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, presentou este domingo ao pé do Ulla as primeiras actuacións do citado proxecto aos alcaldes dos nove concellos polos que pasa este río, así como a varias asociacións de pesca e medioambientais.

Os traballos previstos consistirán na mellora da vexetación de ribeira mediante a eliminación de especies exóticas invasoras e a plantación de especies autóctonas, así como en suprimir obstáculos e optimizar os dispositivos de franqueo, co que se reforza a capacidade de adaptación dos cauces fluviais.

ONCE TRAMOS DO ULLA. A conselleira de Medio Ambiente adiantou que o Ulla é un dos primeiros ríos nos que se actuará e concretou que se intervirá en once tramos diferentes ao seu paso polo concellos de Padrón, Pontecesures, A Estrada, Teo, Vedra, Boqueixón, Silleda, Vila de Cruces e Touro, que suman un total de 38,4 quilómetros de curso fluvial e que representan un total de 57,5 hectáreas de superficie.

Así, neste río preténdese eliminar especies exóticas invasoras, como, por exemplo, a acacia negra, a falsa acacia e as mimosas que, xunto coa fragmentación dos hábitats, supoñen unha das principais ameazas da biodiversidade galega.

Non obstante, engadiu que este proxecto tamén recolle para o Ulla a “importante” construción dunha nova estación ictiolóxica no Xirimbao, concretamente na presa de Couso, como complemento da de Ximonde, para mellorar o seguimento das poboacións de especies de peixes migradores. “Queremos converter o Ulla nun río exemplar do estudo do salmón a nivel mundial, así como aproveitar os resultados para definir os plans de aproveitamento e de recuperación”, explicou Vázquez Mejuto.

Por último, a conselleira de Medio Ambiente salientou a importancia deste proxecto polo papel que teñen os ríos, xa que son as arterias naturais de Galicia, que equilibran o ciclo hidrolóxico, transportan nutrientes dende ou seu nacemento ata o mar, contribúen a suavizar as condicións meteorolóxicas e climáticas, especialmente en zonas áridas, e tamén teñen a función de eixos vertebradores do territorio e xeradores deses paisaxes que coas súas augas tinguen de verde a vexetación de todo un territorio que ten ben merecido o alcume de terra dos mil ríos.

El Correo Gallego

Tanis y los bocadillos de calamares.

O Tranquilo abrió sus puertas hace 38 años al pie de la cuesta que conduce a la estación de ferrocarril de Vilagarcía. En un solo fin de semana es capaz de despachar sesenta kilos de un rebozado que quita el hipo

No le den más vueltas, porque no las tiene. Después de haber meneado el bigote en algunos de los templos del ramo, incluidos esos bares que rodean la plaza Mayor de Madrid y alguno que otro en Sevilla, el que esto escribe es capaz de sostener, sin temor a tener que enmendalla, que el mejor bocadillo de calamares que uno puede degustar sobre esta tierra se prepara en una pequeña taberna de Vilagarcía de Arousa. Si alguien se empeña en llevar la contraria, se le invita a un par de ellos, a una caña de cerveza y aquí paz y después gloria, porque cambiará de opinión, seguro. El artífice de este modesto milagro culinario es Estanislao García, que el 4 de agosto de 1984 tuvo a bien abrir las puertas de O Tranquilo en lo que hoy es la avenida Doutor Moreira Casal, al pie de la cuesta que conduce a la estación de ferrocarril. Este detalle, que podría parecer nimio, resultó, con el paso del tiempo, fundamental para el éxito de un negocio que en verano, cuando las gentes de Santiago, Padrón, Pontecesures o Catoira se suben al tren para poder extender sus toallas en la playa de A Concha, se llena hasta la bandera.

A Tanis, que nació en Caleiro (Vilanova de Arousa), le atrajo el mundo de la barra desde que era bien canijo. «Facíame ilusión, sendo pequeno, facer os cornechos, ese cucuruchos de papel nos que se levaban produtos como a fariña, na taberna da señora Laura, en Currás, que tamén era tenda». Andando los años, el futuro tabernero tuvo la oportunidad de preparar un bajo en Vilagarcía, propiedad del tío de Ana, su mujer, donde antiguamente habían funcionado los talleres de electricidad San Juan. Así nació un bar que debería haberse denominado Tania, combinando los dos nombres de la pareja, pero se acabó llamando O Tranquilo por insistencia de un cliente irreductible. «Veña a dicir e dicir que isto tiña que ser O Tranquilo, e Tranquilo lle quedou».

Desde el principio se prepararon bocadillos y, aunque Tanis probó fortuna con las hamburguesas, que pronto desaparecido de su pizarra, el de calamares se coronó como el rey de la carta bien temprano. Siempre con el mismo pan, que le sirve la panificadora Víctor Cordo, este bocata es un símbolo de la Vilagarcía de los pequeños bocados. «De verdade que clientes que poden vir de todas partes, mesmo de Sevilla, proban e din que non hai un bocadillo de luras mellor», advierte Guillermo López, que distribuye entre la barra, las mesas y la terraza lo que Tanis elabora en una cocina cuyas exiguas dimensiones contribuyen a ensalzar la calidad y el sabor de lo que se cuece en ella.

No teman los hambrientos, que la cantidad de vianda es generosa. El rebozado está en su punto. Crujiente y sabroso, cubre cada pieza en la medida justa. El resto lo hace el pan. Entre raciones y bocatas, Tanis y Guille son capaces de despachar en un fin de semana sesenta kilogramos de calamares, que en absoluto agotan sus especialidades.

Todo se elabora aquí mismo

La zorza, que se come sin patatas, está de muerte. El jamón asado, con o sin queso, el raxo, el lomo con su salsa… Y todo se prepara aquí mismo. Los calamares se limpian y se dejan listos para la freidora. La carne se adoba. «Este home, de verdade, ten man para a cociña, e dígovolo eu, que tampouco son manco», sostiene Guillermo. De todas formas, interviene Tanis, «aquí o máis importante é a clientela sa que temos, á que coidamos coas nosas tapas e cun bo treixadura». Servido en jarras frescas, en taza o en copa, el vinillo le sienta a las raciones y a los bocatas como una bufanda al cuello en este invierno de nortadas. Lo de la clientela es una verdad como un templo. «Non é un bar de clientes, é un bar de amigos, practicamente familia». Cierto. Con o sin bocadillo, da gusto entrar para echar un trago y una parrafada. Xosé Conde Corbal, pintor, grabador y vecino de portal, lo sabía perfectamente. Su talento permanece reflejado en varias obras que cuelgan en O Tranquilo. Como 33 portadas de la prensa deportiva que recogen las hazañas del Madrid. «Cando gaña a Champions, faise unha paella. Este ano é mellor que non. Non porque eu sexa do Barça, eh? É polo traballo». Lo dice Guille, el único barcelonista a ese lado de la barra.

La opinión del experto

 Mejor sin limón. Junto al plato en el que se sirve el bocadillo, Tanis dispone un envoltorio de papel. Antes, O Tranquilo despachaba sus muchos bocatas para llevar envueltos en papel de aluminio. Ahora lo hace con este sobre por una razón tan sencilla como convincente: «O papel impide que se cozan coa calor, e así chegan ben fresquiños á casa ou onde os queiras comer». Y, sobre todo, conservan su característico toque crujiente. Pero hay otra pregunta, y esta sí es la del millón: el calamar, ¿con limón o sin limón? «Nós poñémolo por se o queredes botar, pero eu, mellor sen limón», afirma Tanis. Guille asiente: «Sen limón». En cambio, al raxo, que también está muy bueno, le sientan de maravilla unas gotas de tabasco.

La Voz de Galicia

Tanis, do Bar Tranquilo: «Os galegos somos xente de barra; aquí é onde fas a caixa».

Tanis, con vivenda en Porto, servindo un par de tazas.

La hostelería arousana celebra el regreso al consumo en los mostradores, sobre todo en locales pequeños como O Tranquilo

Vamos a saltos. La pandemia desatada por el coronavirus y la manera, en tantas ocasiones peculiar, de combatirla a través de las cambiantes restricciones ha convertido el día a día de la hostelería en una yincana de dos años, que ahora se toma, al menos, un buen respiro. Si el 25 de febrero del 2021 los bares volvían a servir a su clientela si quiera en las terrazas, tras el arreón navideño de contagios, el 29 de enero del 2022 pasará a los anales del sector por haber supuesto la reapertura del elemento nuclear de cualquier establecimiento de estas características: la eterna barra.

Los datos habrá que actualizarlos de nuevo, porque en tiempos de pandemia la mortandad de los negocios también es grande, pero, según Turismo de Galicia, en los once municipios que conforman la orilla sur de la ría de Arousa permanecían activas a estas alturas del año pasado 1.222 licencias de bares y cafeterías. Aunque la barra es importante para todos y cada uno de los negocios, por pura lógica adquiere categoría de imprescindible en los locales más pequeños. Nos acercamos a uno de ellos para ver qué se cuece en el día de su resurrección, y la respuesta que nos encontramos en O Tranquilo, en la subida a la estación de ferrocarril de Vilagarcía de Arousa, no puede ser más redonda: «Os galegos somos xente de barra; aquí é onde fas a caixa, home».

Habla Estanislao García, que desde los años 80 regenta un bar al que sus bocadillos de calamares, zorza y jamón asado han convertido en una referencia imprescindible. Tanis insiste en que el verdadero núcleo del negocio está en los metros de mostrador en los que cerca del mediodía sirve un té, una taza de treixadura y otra de tinto del país. Alrededor, apenas media docena de mesas que se completan con una terraza exterior de una sola hilera. Guillermo López, compañero de fatigas, aporta otra buena razón para celebrar su reapertura: «Non é a primeira vez que en cada mesa senta un só cliente, así que con seis persoas tes o bar cheo e non paras de andar de aquí para alá». Parece ser que, en su acepción actual, el término procede del inglés bar, que denotaba la barra en la que los bebedores descansaban sus pies. Todo son ventajas, bendita sea.

La Voz de Galicia