La variante propuesta por el Ministerio de Fomento como alternativa a la carretera Nacional 550 no gusta, en absoluto, ni en Pontecesures ni en Valga, como queda claro prácticamente a diario desde que con el año nuevo comenzó su proceso de exposición pública.
Al rechazo unánime mostrado por las dos Corporaciones locales y al nacimiento de una plataforma de afectados se suman acciones como la emprendida anoche en el municipio pontecesureño, donde el alcalde nacionalista Manuel Luis Álvarez Angueira convocó a los vecinos para animarlos a presentar alegaciones contra un trazado que «nos destroza por completo», ya que «hipoteca nuestro futuro desarrollo urbanístico y causa estragos inmediatos en bienes públicos y privados».
El regidor se hizo acompañar de un técnico y un abogado para analizar la alternativa propuesta por Fomento, mostrar los «daños y perjuicios» que acarrea, preparar una estrategia conjunta y, en definitiva, hacer un frente común «para que en Madrid se enteren de que este pueblo no está dispuesto a consentir este despropósito».
Un pueblo ya limitado
Habla así de los «irremediables daños que puede causar» en los tres sistemas de abastecimiento de agua de los que se nutre esta localidad ribereña, pero también se refiere a los problemas de edificabilidad que van a registrarse en el futuro, si esa carretera alternativa se hace realidad.
Hay que tener en cuenta que Pontecesures apenas llega a los siete kilómetros cuadrados y que ya es una villa urbanísticamente limitada, por la presencia de elementos como es el río Ulla, el trazado del ferrocarril, la propia N-550 e incluso la autopista, de ahí que introducir ahora esta variante sea visto como «la puntilla» para esta localidad.
De este modo Pontecesures insiste en rechazar esa «circunvalación» que a lo largo de cuatro kilómetros lineales «partirá el pueblo en dos», causando «enormes problemas» a los vecinos de Barosa, Carreiras y Condide.
Se trata de un vial «paralelo a la autopista, a apenas treinta metros de distancia de la misma, que no tiene sentido alguno -reflexiona Manuel Luis Álvarez Angueira-, por eso la Corporación municipal ya tomó en su momento el acuerdo unánime de oponerse a esta propuesta y defender otras posibilidades», como podrían ser la llamada «Alternativa 1», que discurriría por la parte superior (este) de la autopista, o incluso liberar de peaje el tramo de la AP-9 entre Padrón y Caldas, propuesta que se respalda mayoritariamente en dichas villas.
Faro de Vigo