A exposición xa pode verse no mercado e permanecerá instalada ata o vindeiro 15 de xullo. A mostra recolle as imaxes obtidas nos eventos gastronómicos celebrados no Camiño Portugués da Costa durante o pasado mes de maio.
Do 8 ao 15 de xullo, todo aquel que se achegue á Praza de Abastos do Concello de Pontecesures poderá admirar a fotografía gastronómica de Adolfo Enríquez gracias áexposición ‘saborEarte’. A mostra está conformada por 23 fotografías obtidas no transcurso dun proxecto que se centrou en presentar a gastronomía local como recurso de alto valor para a promoción turística. Fíxose a través de mostras de cociña, nas que os produtos de proximidade de cada un dos cinco destinos escollidos, foron os protagonistas.
Agora, a exposición ‘saborEarte’ ofrece a oportunidade de coñecer non só os pratos rematados, senón tamén algunhas instantáneas das xornadas gastronómicas do proxecto que, debido á situación sanitaria, tiveron que celebrarse con aforo pechado e convite previo. Os eventos ‘saborEarte’ arrincaban o pasado 30 de abril, con citas semanais que percorreron os concellos do Rosal, Soutomaior, Portas, Pontecesures e Padrón. A exposición fotográfica retorna agora aos concellos anfitrións do proxecto, aos que se sumará unha última cita en Santiago de Compostela. A fin de redundar no valor promocional da fotografía gastronómica, tanto as imaxes seleccionadas para a exposición coma outras realizadas durante os eventos ‘saborEarte’, atópanse a disposición de todos os usuarios na web www.saboreartenocamino.com para a súa descarga e libre utilización.
O vindeiro 18 de xuño o Auditorio Municipal do Concello de Padrón acollerá a mostra Museo en Camiño, deseñada polo Museo de Pontevedra e o programa O teu Xacobeo da Xunta de Galicia. O obxectivo desta exposición itinerante é dar a coñecer os fondos da institución museística e afondar no espírito Xacobeo nos municipios do Camiño Portugués. Así, Padrón é un dos destinos desta mostra, que percorrerá entre os meses de abril, maio e xuño dez localidades; Tui, Ribadelouro, Redondela, Cesantes, Arcade, Barro, Caldas de Rei, Valga e Pontecesures.
El municipio pontevedrés de Pontecesures acogió este sábado, 22 de mayo, un nuevo evento ‘saborEarte’. La iniciativa, incluida en el programa ‘O Teu Xacobeo’ de la Xunta de Galicia, apuesta por la cocina de proximidad y la producción local como elementos de alto valor para la promoción turística del Camino. La Casa do Concello de Pontecesures se transformó este sábado en el escenario de un nuevo showcooking ‘saborEarte’. Ante la atenta mirada de autoridades locales, productores de la zona y bloggers gastronómicos, el chef Miguel Mosteiro dirigió una muestra de cocina centrada en el producto de proximidad. Acompañándolo a los fogones, los chefs Fran Jamardo, Coque Fariña y Pepe Santos.Como ya viene siendo habitual en los eventos ‘saborEarte’, los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar tres propuestas gastronómicas muy vinculadas a los productos kilómetro cero. En esta ocasión, la lamprea, los churros, el cerdo y la leche condensada fueron los protagonistas. El showcooking se inició con la elaboración, por parte de Fran Jamardo, de un ‘Bocata de brioche relleno de carne mechada, con salsa barbacoa y pipeta de cítricos’. A pesar de asociarse habitualmente con elaboraciones dulces, Jamardo apostó por un brioche con relleno salado. Concretamente, con un cabecero de lomo cocinado a 65 grados durante 24 horas. El resultado fue una carne melosa y muy desmigada, que se sirvió acompañada de cebolla crujiente, salsa barbacoa, germinados de alfalfa -para un toque fresco y algo picante- y dados de mango, como contrapunto dulce y frutal. El bocadillo se presentócon una pipeta de lima, que los asistentes pudieron utilizar a su gusto, añadiéndole cierta interacción al plato. La muestra continuó con uno de los productos estrella de Pontecesures; la lamprea. A pesar de encontrarse fuera de temporada, Miguel Mosteiro pudo añadir este famoso ingrediente a su propuesta gracias a la lamprea ahumada y previamente rehidratada durante 24 horas. Su plato, ‘Churro de patata con lamprea a baja temperatura y salsa de pimientos asados’, hizo también un guiño a los numerosos y conocidos churreros del ayuntamiento. Mosteiro apostó por el trampantojo, con un churro elaborado con patata, recuerdo de tiempos pasados en los que, por falta de cereal, no era extraño que se elaborasen churros con este tubérculo. Menta, mostaza y queso Galmesano -el parmesano gallego completaron la elaboración de este particular churro. Y si hablamos de churros, no puede faltar el chocolate. Mosteiro lo simuló en su plato con una mousse de guiso de chocos en su tinta y recordó cómo la captura del choco sustituye a la de la lamprea cuando esta acaba su temporada. El producto estrella del ayuntamiento de Pontecesures, la lamprea, se sirvió lacada en sus propios jugos, obtenidos tras un proceso de cocinado al vacío durante 3 horas a 85 grados. La chef Coque Fariña fue la encargada de cerrar el showcooking, aportando el toque dulce. Su plato, ‘Brownie bicolor con crema de café y leche condensada’, miró hacia la fábrica Nestlé ubicada en el municipio, una de las principales exportadores de leche condensada a todo el mundo. Fariña sorprendió a los asistentes con un brownie elaborado a base de chocolate, aguacate y plátano, ingredientes que, tal y como explicó, potencian el sabor del chocolate. Para acompañar el brownie, una mousse de café y leche condensada, con un toque de Amaretto y una sopa de frutos rojos de temporada. Los asistentes pudieron disfrutar las tres propuestas del evento acompañadas de albariños de la bodega Castellum Augusti, pertenecientes a la IGP Viños da Terra de Barbanza e Iria. Su productor, Manolo Bandín, quiso recalcar la importancia de la reducción de sulfitos en su producción, en una jornada en la que la sostenibilidad fue un elemento central. Y es que además de incidir en la importancia de la cocina de temporada y de proximidad para reducir la huella de carbono y el uso de químicos y fertilizantes, todos los platos de este evento ‘saborEarte’ se sirvieron en recipientes ecológicos, compostables y biodegradables. También la cubertería, fabricada con fécula de maíz, apostó por la sostenibilidad. El evento de Pontecesures fue el penúltimo showcooking del proyecto ‘saborEarte’, que finalizará sus citas gastronómicas el próximo 28 de mayo en Padrón. A estos showcookings seguirá una exposición conformada por las fotografías que Adolfo Enríquez, fotógrafo promotor del proyecto, realiza durante cada evento.
Manolo Piñeiro, de Antigüedades César, lleva más de quince años trabajando en el sector y asistiendo a ferias de este tipo.
El mundo de las antigüedades en Galicia recupera estos días en Santiago una actividad habitual. Después de año y medio, el Palacio de Congresos de la capital gallega acoge la primera exposición del sector de nuestra comunidad, un evento que estará abierto al público hasta el próximo domingo y en el que se encontrarán los principales anticuarios gallegos, entre ellos Manolo Piñeiro, de Antigüedades César.
Con la ilusión de reencontrarse con expositores conocidos y con clientes habituales, Manolo Piñeiro admite la importancia que supone la recuperación de este tipo de citas. “Una feria, para los expositores, supone un evento importante. Es la primera que se celebra en Galicia y para nosotros, por tener contacto con compañeros y también por hacer transacciones, es crucial”, explica.
Además, se celebra en una ciudad a la que el anticuario lucense le tiene mucho cariño. “Santiago me tiene un sabor especial, porque siempre hicimos buenos negocios aquí. Tenemos una gran clientela en Santiago y es una zona a las que nos gusta ir y realizar transacciones”, comenta.
En este aspecto, Manolo destaca la tradición de antigüedades que hay en la capital gallega, favorecida por la Catedral y de la Universidad. “En Santiago es donde hay más nivel y cultura de antigüedades, muy superior al resto de la comunidad. Las piezas de categoría están aquí, ya que se pueden encontrar elementos de azabache o pinturas y platerías del siglo XVIII, entre otros”, destaca.
Para esa importante clientela del área santiaguesa, a la feria, fruto de la experiencia de su participación en todas las ediciones, Antigüedades César lucirá una pequeña muestra de sus principales piezas, adaptadas a los intereses locales. “En Galicia, somos muy localistas. Lo que más se demanda es la pintura o libro gallego, la cerámica de Sargadelos y O Castro, los objetos de plata y religiosos y aquellas piezas que tienen valor en esa zona concreta. Por ejemplo, en el área compostelana, hay mucho interés en cerámica de Pontecesures”, detalla.
Con la esperanza de que la feria sea un éxito, el evento servirá para recuperar viejas tradiciones, después de unos meses en los que los anticuarios han tenido que reinventarse. “La pandemia y las redes sociales cambiaron mucho este negocio. El WhatsApp es ahora una herramienta muy importante, ya que, al tener clientes de toda Europa, realizamos incluso transacciones por esta vía. Asimismo, Facebook también nos permite lanzar novedades y nuevos productos. Y, en tercer lugar, a través de nuestra página web y de una plataforma online, vendemos por internet, y está funcionando muy bien”, señala Manolo Piñeiro.
Esto ha supuesto una nueva actualización para un sector que no para de reinventarse y al que, Manolo Piñeiro, llegó de casualidad. “Trabajaba con mi padre en una empresa de carpintería y en el 2000, una persona que se dedicaba a esto nos hizo un encargo de unas réplicas de antigüedades para un hotel rural. Ahí empecé en este mundo. Comenzamos de aquella en el género rústico, que era lo que tenía más demanda, y a partir de ahí fuimos evolucionando en productos, ampliando el ámbito geográfico y adaptándonos a las necesidades de cada momento”, recuerda.
A pesar de los cambios introducidos por las nuevas tecnologías, el gerente de Antigüedades César destaca que esta es una profesión que tiene que gustar a uno, porque requiere un esfuerzo y una dedicación enorme. “Este trabajo es más un hobby que un negocio, porque si te llaman a cualquier momento del día por una pieza interesante, tienes que coger el coche e ir a dónde sea. Gusta ir y encontrarse con cosas novedosas, pero es un negocio que no tiene horas. Además, en este sentido, el contacto humano es muy importante, porque al final hay que negociar”, apunta.
Por ello, desde ayer, disfrutan de este punto de encuentro, en el Palacio de Congresos, entre expositores y amantes de las piezas antiguas, una cita que servirá para crear nuevos vínculos y para que la carrera de Manolo Piñeiro y Antigüedades César en el sector siga sumando etapas.
Francisco Buceta Gómez, al que todos conocen como Pasarín, nació en Cordeiro (Valga) un 27 de marzo de hace 99 años. Es decir, se celebró el cumpleaños de un hombre querido y admirado por muchos al que casi todos recordarán por haberlo visto caminar y caminar por cunetas, caminos, corredoiras y carreteras con su cámara de fotos colgada del cuello y una característica gorra en la cabeza.
Hay quién se pregunta qué habrá sido de aquel hombre bien parecido, e incluso si sigue vivo, ya que hace mucho que no se le ve caminando por el que era su trayecto preferido, entre Vilagarcía, donde tiene asentada su residencia, y Catoira, donde pasó buena parte de su vida y realizó gran parte de su trabajo fotográfico.
Imágenes captadas por el fotógrafo vilagarciano en la segunda mitad del siglo pasado. PASARÍN
Pues si, Francisco Buceta Gómez, Pasarín, aquel fotógrafo con aspecto de capitán de barco al que era fácil toparse caminando con un palo en la mano y la cámara a cuestas, sigue con vida, aunque, como todos, sufriendo los efectos de los confinamientos y limitaciones de la movilidad derivados de la pandemia.
Unas complicaciones que, en su caso, se ven más agravadas, si cabe, debido a su ya mermada y delicada condición física.
Su hija, “una niña de la época del alcalde Jacobo Rey Daviña”, cumple 74 años
La hija de Pasarín, María José, que el 29 de abril cumplirá 74 años, es también testimonio vivo de la evolución de Vilagarcía, ya que, como ella misma indica, fue “una niña de la época del alcalde Jacobo Rey Daviña”.
Preguntada por el estado de salud de su padre, relata con orgullo algunas de las anécdotas de las que le hablaba, al igual que confiesa que es imposible determinar cuántas fotografías pudo haber realizado y “positivado”, aunque nadie duda de que pueden haber sido miles… quizás decenas de miles.
Los achaques propios de la edad hacen que tenga importantes dificultades de visión. La misma vista que le había dado una vida de felicidad, ya que Pasarín, que fue acomodador en el desaparecido Cine Cervantes y fue navegante, era sumamente feliz cuando, con su cámara, captaba para siempre momentos, sensaciones, vivencias, sentimientos y emociones.
Cuadros con fotos de Pasarín colgados en las paredes del consistorio catoirense. PASARÍN
Un pionero
Fue uno de los primeros fotógrafos oficiales y uno de los primeros fotógrafos de estudio. Pero, sobre todo, este arousano fue un apasionado de la fotografía que disfrutaba inmortalizando para siempre aquello que más le llamaba la atención.
De ahí que su archivo, digno de ser lucido y admirado en cualquier museo o la mismísima Fototeca Nacional, refleje como pocos la evolución experimentada desde 1955 por las gentes, los bienes y las costumbres de O Salnés y Ullán.
Uno de los bailes de antes. PASARÍN
Son casi siete décadas de instantáneas en blanco y negro tomadas cuando la fotografía ni siquiera podía ser entendida como un arte.
De todo un poco
Los lavaderos públicos, una velada de boxeo o los bailes que se hacían en el campo de las fiestas del pueblo, una procesión, las corredoiras de antaño ocupadas por atareados lugareños y sus animales domésticos, las bandas de música que alegraban el día del patrón…
Todo ello son escenas captadas, sobre todo, en la segunda mitad del siglo pasado, que tuvieron cabida en la retina, la memoria, el corazón y la cámara de Pasarín.
Aunque sí, desde luego, como una afición cara que requería enorme sacrificio, pues nada tenía que ver aquello con lo que se hace ahora desde la comodidad de cualquier cámara digital o teléfono móvil.
Una de las imágenes históricas captadas por Pasarín.
Una exposición permanente de un hombre orgulloso de su trabajo y agradecido
Sin poder caminar como antes, con los problemas de visión referidos e incluso con dificultades auditivas, Pasarín es un hombre que seguirá hasta el fin de sus días mostrándose orgulloso por haber sido testigo del progreso experimentado en la comarca.
Al igual que es un hombre satisfecho por el trabajo que ha realizado y agradecido por haber tenido la oportunidad de, a través de sus fotos, rendir homenaje a esas gentes que lo acompañaron e incluso hicieron de improvisados modelos en las diferentes localidades arousanas, llegando a convertirse en su medio de vida en municipios como el vikingo.
Un pueblo, dicho sea de paso, donde pueden verse decenas de sus instantáneas, convertidas en cuadros de tintes históricos que cuelgan de las paredes de la casa consistorial, a modo de exposición permanente.
Y también un ayuntamiento, el catoirense, que como el de Vilagarcía, y puede que el de Valga, quizás algún día homenajeen como se merece a este hombre que vivió por y para la fotografía y que invirtió tanto dinero como esfuerzo en la elaboración de ese gran álbum histórico de la comarca y el Baixo Ulla.
El ayuntamiento pontevedrés de Pontecesures acogió el martes la campaña Agresión Off: Yo digo no a la violencia sexual, en la que fue la última parada en los ayuntamientos de esta muestra itinerante de la Consellería de Empleo e Igualdad que tiene por objetivo acercar a la población recursos para avanzar en la igualdad y luchar contra la violencia de género. La exposición, que fue visitada por la delegada territorial de la Xunta, Luisa Piñeiro, y el alcalde cesureño, Juan Manuel Vidal, ha recorrido desde octubre 46 ayuntamientos integrados en la Red de entidades locales contra la violencia de género, conformada por 211. El montaje ofrece la posibilidad de tomar parte en talleres de sensibilización y actividades lúdicas. Todos los talleres se diseñaron para ser inclusivos y accesibles y abiertos a todas las edades.