Fegaclasic atrae hasta Pontecesures a amantes del motor y a quienes buscan piezas para mantener a punto los vehículos con más solera
Los puestos de venta de piezas y recambios llamaron tanto la atención del público como los vehículos en exposición. mónica irago
«Pontecesures ha roto la monotonía de su plácido vivir con esta simpática iniciativa de celebrar cabo a su río la primera feria del automóvil de ocasión de toda España». Así arrancaba, en 1925, una de las crónicas con las que la prensa de la época se hacía eco de la apuesta cesureña por el automóvil. Casi noventa años después, ese párrafo puede leerse en uno de los paneles que componen, junto con muchos otros, una de las exposiciones que acompañan a la edición de Fegaclasic que ayer se inauguró en la villa. Esta vez, la muestra de automóviles clásicos no se realiza a orillas del río, sino en el recinto escolar y en el pabellón polideportivo. Un rincón hasta el que, pese a la crisis, se han acercado un buen número de curiosos.
Algunos solo querían echar un vistazo y recordar, mirando los viejos seiscientos repintados en colores chillones o los 124 de sobrio blanco, aquellos tiempos lejanos de su infancia. Otros acudieron a Pontecesures dispuestos a rebuscar en los numerosos puestos de venta de piezas los recambios que les hacen falta. «O que máis nos gusta é ver saír a xente con bolsas. Iso significa que compran», explicaba Antonio Ferro, de la asociación Mirándolle os dentes, organizadora del evento.
Hasta Fegaclasic han llegado vendedores procedentes de los más distintos rincones de España, cargados con todo tipo de piezas. Y alrededor de sus expositores, los compradores formaban ayer racimos, intercambiaban opiniones y se regalaban consejos. Desde la parte superior del polideportivo en el que se ha instalado el mercadillo se los veía ir y venir, parándose allí donde algo llamaba su atención, metiendo la mano en las cajas, sacando piezas y consultando, en ocasiones, las chuletas en las que llevaban apuntadas las características del retrovisor o del foco que les hacía falta.
En Fegaclasic hay recambio para todo. Bueno, para casi todo. Un cartel antiguo de la DGT, integrado en una de las exposiciones que hay en la feria, promocionaba el uso del casco advirtiendo de que «la cabeza no tiene recambio». El consejo sigue vigente hoy. Igual que el que brindaba Stevie Wonder al decir: «si bebes, no conduzcas». O incluso aquel que señalaba al conductor que «la cortesía no ocupa lugar, llévela siempre consigo».
LA VOZ DE GALICIA, 09/06/13