Lleno de ilusión y capacidad emprendedora, lleva toda una vida dedicándose al trabajo // Su trayectoria está ligada a la formación y a la vocación de crear empleo y riqueza para el país.
Andrés Quintá Cortiñas na- ció en una casa de labrado- res, carpinteros de carros y otros trabajos en madera en Arretén, parroquia de Iria Flavia (Padrón). Se formó en la disciplina del judo y la dureza del trabajo. Con solo 14 años, entró de aprendiz de herrero en una forja.
Reconoce que ha aprovechado «todas las oportunidades, como el servicio militar, donde me destinaron en un taller/academia del Ejército en Madrid y me diplomé con honores» en 1962, año en que se enroló en la Marina, «embarcando en San Sebastián como engrasador en un barco de pesca, un trabajo duro y peligroso que me hizo tomar conciencia de la necesidad de establecerme por mi cuenta». Sería a mediados del año 63 cuando cree un taller de forja y, «con la importante ayuda de mis colaboradores, fui levantando» el grupo.
Durante más de 50 años acumulando experiencias profesionales y personales, afirma que «la juventud es la semilla del futuro». Apunta que «la vida es una difícil travesía que hay que emprender con enseñanza continua e imparable, pues el aprendizaje es clave para formar personas y empresas. Por ello, durante mis años en el oficio de industrial, siempre he transmitido mis humildes conocimientos a cientos de trabajadores. A ellos he aportado mi experiencia y mis enseñanzas, dando una gran riqueza de industriales y técnicos de un gran valor y lealtad al trabajo». De hecho, está convencido de que quien «es un auténtico empresario, mantiene su espíritu emprendedor hasta el final», según concreta.
Extrugasa, a día de hoy, se ha convertido en un referente mundial en el sector del aluminio. «Fuimos iniciadores en Galicia de una actividad con gran demanda de futuro y una estabilidad y crecimiento de puestos de trabajo y riqueza que hemos ido agrandando a través de la invención en patentes y modelos industriales exclusivos, que se extendieron a otros países y que han hecho que tengan presencia en los cinco continentes a través de nuestra red de comercialización en ámbito mundial».
La compañía, asentada en 400.000 m2 y con 112.000 m2 construidos, se ha convertido en una corporación líder en España y reconocida como una de las número uno en Europa en extrusión, acabado y mecanizado de perfilería de aluminio, en sectores tan diversos como arquitectura, industria, automoción, ferrocarril, aeronáutica y naval.
Sus actividades, con una plantilla de más de 700 trabajadores, están basadas en proyectos de ingeniería e investigación tecnológica que han generado patentes de innovación registradas en los cinco continentes y que se comercializan a través de once almacenes propios.
Hoy sigue innovando y diversificando la actividad, diseñando y descubriendo nuevos mercados y recursos. De ahí, su apuesta en el sector de la acuicultura con plataformas sumergibles y de superficie para cultivos marinos a través de Extrumar.
La carrera profesional de Quintá, dice, está ligada a la «formación y a la vocación de crear empleo y riqueza para nuestro país». Se nota.
implicado en temas sociales. Quintá no solo se preocupa por el bienestar de sus colaboradores, sino que su implicación se extiende a asuntos de trascendencia social, como el apoyo que brin- da a la Guardia Civil y a los Ejércitos Naval, Terrestre y Aire, y la labores de fomento de la cultura, educación, empleo, gastronomía, religión, deporte y respeto y cuidado del medioambiente.
Afirma este emprendedor que es imprescindible contar con «la necesidad de superarse día a día, el esfuerzo y la capacidad de anticiparse al futuro. Estas virtudes están en uno mismo, nacen con uno y no se aprenden en universidades ni en centros formativos. Hay quien dice que el éxito es hijo de la audacia, la perseverancia y el trabajo, y no voy a contradecirlo», apunta.
Pero además, ha sabido conjugar muy bien «la austeridad, la paciencia, el buen gobierno y calcular sus posibilidades», que «son los mejores consejeros que un empresario puede tener a la hora de poner en marcha un proyecto ambicioso».
premios. Quintá ha recibido importantes reconocimientos en el mundo de la industria, la economía, el deporte y la sociedad, en general. «Me enorgullezco de haber sido honrado con la Medalla Castelao, el Premio de Investigación de Galicia, el Premio Provincia de Pontevedra, el Premio al Mejor Empresario del Año por la Asociación de Jóvenes Empresarios de Pontevedra, el Premio a la Contratación Femenina de AEVU, he sido homenajeado por las trabajadoras de mi empresa y he sido nombrado Arosano del Año en dos ocasiones», entre otros reconocimientos.
Lleno de ilusión y capacidad emprendedora, lleva toda una vida dedicándose al trabajo. Y por haber llegado a la cima y, lo más difícil, mantenerse sobre ella, Andrés Quintá entra a formar parte del selecto club Gallegos del Año.
El Correo Gallego