Os socialistas cesureños reclamarán a liña de cercanías no pleno de marzo.

O grupo municipal socialista no concello de Pontecesures, levará ao próximo pleno unha moción que insta á Xunta a xestionar a creación en Galicia dun tren de cercanías similar aos que funcionan noutras comunidades autónomas. Para acadar este obxectivo, a moción insta tamén a RENFE e ao Ministerio de Fomento a modificar a categoría do Eixo Atlántico de ferrocarril de Media Distancia a Cercanías.
A conexión por ferrocarril pola nosa comunidade é un medio de comunicación seguro, rápido, cómodo e sustentable. A única eiva que supón este medio de transporte é o elevado prezo das súas tarifas. Prezos elevados que son debidos ao concepto deste trazado, transporte de Media distancia. Noutras comunidades autónomas este tipo de liñas teñen a categoría de Cercanías, o que abarata sustancialmente o importe das tarifas, e redunda nun incremento dos usuarios deste medio de transporte.
O cambio de categoría desta liña permitiría non só un abaratamento do traxecto para as persoas que de maneira cotiá a empregan para ir traballar, estudar ou facer as xestións oportunas dunha cidade a outra, senón que tamén podería potenciar a parada de Pontecesures, con frecuencias máis baratas e numerosas.
Outras dúas mocións serán presentadas á consideración do pleno: por unha banda, unha de apoio ás reivindicacións dos funcionarios e funcionarias de xustiza, e por outra, unha moción para establecer un sistema público de pensións con maior capacidade de redistribución e redución das desigualdades.

Socialistas de Pontecesures

El alumbrado de la estación de ferrocarril de Pontecesures está inoperativo en ciertas horas afectando a los viajeros.

Por las mañanas, el alumbrado de los andenes no se enciende hasta las 6:34 horas con lo cual los viajeros que toman el tren a las 6:20 horas para Santiago y A Coruña están a oscuras en el andén. También por la tarde/noche el alumbrado se enciende tarde afectando a los viajeros que toman el tren para Santiago a las 19:33 horas.

Ya se solicitó al ADIF el reajuste del reloj del alumbrado para que la deficiencia sea corregida.

Implantación de las cercanías ferroviarias.

Corregir la pertinaz discriminación que padecen los usuarios gallegos del ferrocarril frente a los ciudadanos de otras comunidades se sitúa en la base de la iniciativa que el pleno de Vilagarcía adoptó el jueves por unanimidad. Se trata de una moción que, propuesta a debate por el grupo de gobierno, insta a la Xunta a gestionar la creación en Galicia de un tren de cercanías similar a los que funcionan en Andalucía, Asturias, Aragón, Cataluña, el País Vasco, Madrid o Alicante y Murcia. El ámbito que la capital arousana propone para ello es el del eixo atlántico, una de las líneas más rentables de cuantas opera Renfe. La reclamación será planteada ante los grupos parlamentarios del PP, En Marea, PSdeG-PSOE y BNG. Los socialistas, en concreto, anuncian la presentación de una iniciativa en el Parlamento de Galicia.

Independientemente de la vía parlamentaria, la corporación de Vilagarcía pretende poner su petición directamente sobre la mesa de los responsables del operador ferroviario. En último término, son la empresa estatal y el Ministerio de Fomento, que la tutela, los que deben poner en marcha la creación de una jefatura de cercanías para Galicia. Aunque obviamente no tendría demasiado sentido sin una reivindicación explícita de la Xunta.

Hasta un euro más por billete

La ausencia de un cercanías tiene consecuencias directas para los bolsillos de los viajeros gallegos, obligados a pagar hasta un euro más por billete que madrileños, vascos o asturianos por recorridos equivalentes. Claro que este no es el único sinsentido que sobrevuela el ferrocarril gallego, en general, y el servicio que se presta a la ría de Arousa, en particular. Independientemente de las paradas incluidas en el recorrido A Coruña-Vigo, en estos momentos circulan también seis trenes diarios (a razón de tres en cada sentido) que cubren exclusivamente la distancia entre Vilagarcía y Santiago de Compostela. Pues bien, ni siquiera todos ellos hacen escala en Catoira para recoger y depositar pasajeros.

La línea más antigua de Galicia, que todavía permanece operativa, se antoja particularmente propicia para la implantación de un tren de proximidad. Su puesta en marcha permitiría, por ejemplo, establecer apeaderos en Bamio o Valga, además de potenciar las paradas de Catoira y Pontecesures con frecuencias más baratas y numerosas.

La Voz de Galicia

El viajero gallego paga hasta un euro más por billete ante la falta de cercanías.

«Viajeros al tren, gallegos también». Cuando Antón Reixa y sus Resentidos rescataron esta frase del acervo de seculares aldraxes hacia el país del fin del mundo, sabían lo que hacían. Difícilmente podrá expresarse mejor la sensación de humillante discriminación que en tantas ocasiones ha caracterizado la relación de Galicia con el ferrocarril. La sentencia regresa a la actualidad gracias al pleno que mañana celebra la corporación municipal de Vilagarcía. El gobierno socialista de la ciudad propondrá a la oposición un frente común para instar a la Xunta a que defienda de una vez la implantación de un tren de cercanías, al menos por lo que respecta al eixo atlántico, tanto en aquellos tramos que se han renovado y electrizado, como en los que continúan más o menos como fueron inaugurados en 1873. Es es el caso de la primera línea de Galicia, que unió Cornes (hoy Santiago) con Carril (Vilagarcía de Arousa).

La falta de un servicio de proximidad se traduce en realidades que el viajero gallego puede comprender perfectamente. El precio del billete, sin ir más lejos, no admite discusión. En función del lugar en el que uno se suba al tren en Galicia, estará pagando hasta un euro más que asturianos, madrileños o vascos por trayectos similares, que los ciudadanos de las comunidades mencionadas sí pueden cubrir en un tren de cercanías.

Desplazarse entre Madrid y Aranjuez equivale a hacerlo entre Santiago y Vilagarcía. En el más barato de los casos, el que encarna el ferrocarril regional, más lento, el tramo gallego costará lo mismo; en el tren rápido, el billete se encarecerá en 55 céntimos. Algo parecido sucede entre Vilagarcía y Pontevedra. En Guipúzcoa, el trayecto de Zumárraga a San Sebastián siempre es más asequible, pese a recorrer una mayor distancia. Una apreciación que se repite en Asturias, al analizar el servicio entre las ciudades de Avilés y Oviedo.

Aunque el establecimiento de un cercanías puede llevarse a cabo perfectamente en la doble vía electrificada del flamante eixo atlántico, Galicia dispone de varias plataformas antiguas en activo que piden a gritos este tratamiento. El tren entre A Coruña y Ferrol es una de ellas. Otra apunta al viejo trazado entre Santiago y Vilagarcía, que bordea la ría de Arousa y, por si fuese poco, cuenta con el valor añadido de recorrer prácticamente el mismo dibujo que trazó aquel primer tren, hace 145 años. Pese a sus condiciones propicias, y a la posibilidad de multiplicar las paradas para ofrecer un servicio realmente eficaz, solo dos tipos de convoyes utilizan sus vías: medias distancias o regionales. Las consecuencias claman al cielo. Alguien que se suba al ferrocarril en Catoira con intención de llegar a Pontecesures, apenas nueve kilómetros, pagará más del doble que un tipo que cubra en cercanías los once kilómetros que separan Fuenlabrada de Leganés, en Madrid. Sobran, en definitiva, razones para el debate.

La Voz de Galicia