Las pintadas y la maleza ??sepultan?? los apeaderos de Padrón, Pontecesures y Catoira.

Reclaman a Fomento que adecúe las instalaciones de las antiguas estaciones de la línea ferroviaria Vilagarcía-Padrón // La falta de mantenimiento proyecta una pésima imagen.

catan

En contra de los pronósticos que se barajaban preveían con la entrada del Eje Atlántico una reducción de pasajeros y los recortes adoptados en este tramo, la vieja línea de ferrocarril Carril-Padrón-Santiago, con 143 años a sus espaldas (fue la primera que se construyó en Galicia), sigue prestando un buen servicio a la comarca y teniendo su cartera de usuarios fijos. No obstante, las reconversiones de las antiguas estaciones por las que pasa la línea, convertidas desde hace unos años en simples apeaderos, y la falta de un mantenimiento adecuado convierten a estos espacios en símbolo de desidia y abandono. Pintadas, maleza, canalizaciones sin rejas, marquesinas precarias, indicadores rotos, averías en el alumbrado público… son el santo y seña de estos espacios. Así lo denuncia la Comisión de Defensa del Tren de Proximidad Santiago-Vilagarcía de Arousa, quien en un escrito remitido al Ministerio de Fomento, reclama el adecentamiento de estos apeaderos.

En concreto, el representante de la comisión, Luis Sabariz, habla de los apeaderos de Padrón, Pontecesures y Catoira. En su escrito, recalca que el estado de mantenimiento de los edificios ferroviarios como de los andenes ubicados en estos tres municipios presentan un estao «muy precario». Sabariz, que agradece a Fomento la decisión de mantener activa la línea convencional (y no desmantelarla como inicialmente era el objetivo y que motivó protestas y la creación de plataformas y la comisión de defensa del tran de cercanías), considera necesario y justo que las inversiones y mejoras en las estaciones no sean sólo para las «grandes ciudades».

En este sentido, y de cara a dignificar el tren de proximidad y dar una imagen positiva el servicio e incentivar el uso del ferrocarril «los apeaderos de estas pequeñas villas también merecen una inversión de mero mantenimiento, que no parece que sea de un importe elevado ya que todos contrubuímos para el mantenimiento de los servicios públicos».

Precisamente por eso, y en aras a dignificar un servicio por el cual siguen apostando los ciudadanos, el integrante de la Comisión de defensa del tren de Proximidad Santiago-Vilagarcía (integrada por los concellos que atraviesan la línea), demanda a Fomento que «realice las actukaciones oportunas» para que los apeaderos de Padrón, Pontecesures y Catoira «presenten y mantengan en el futuro, un estado de conservación acorde con los tiempos que vivimos».

OTRAS DEMANDAS. Además, también incide en algunos problemas detectados con los horarios, como que los usuarios echan en falta un tren en dirección Vilagarcía, Pontevedra y Vigo sobre las ocho de la mañana, «pues durante un período de cuatro horas no hay ninguno». En este sentido, también se hace eco de las quejas de ksuarios respecto a que se reclama que los trenes «cortos» entre Vilagarcía y Santiago (y viceversa) paren en el apeadero de Catopira «como es lógico, junto con algún otro convoy que no lo hace», señala Sabariz Rolán. Cabe recordar que estas últimas demandas ya fueron trasladadas por la commisión al Gobierno central hace unos meses.

El Correo Gallego

«Varela busca el exhibicionismo».

El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, reiteró ayer su apuesta por la conversión de la antigua línea del ferrocarril entre la capital arousana y Portas en una vía verde que sería la primera íntegramente gallega y que discurriría por los dos municipios citados, además de Caldas de Reis. Varela insiste en esta idea después de reunirse el martes con la plataforma «Salva o Tren», que reclama que se recupere el tráfico ferroviario por estos viejos raíles. «Respetando la opinión de este colectivo, el gobierno local no puede compartir ni las formas ni el fondo de su oposión a la vía verde», asegura Varela, que considera que el proyecto situaría a Vilagarcía, Caldas y Portas «en la vanguardia de la oferta turístico-medioambiental en la comunidad». Los argumentos de «Salva o Tren» para el regidor «no se sostienen». Uno de ellos es que la no recuperación de esa línea dejaría a las mercancías del Puerto sin salida por ferrocarril. «Eso no tiene sentido», argumenta el alcalde. «Nadie podría entender que, tratándose de un Puerto de interés general del Estado, Fomento haga un nuevo trazado ferroviario e invierta seis millones de euros en las instalaciones portuarias para que los trenes no puedan circular».

Alberto Varela también pone en duda que se necesiten 100.000 euros por kilómetro (un total de un millón de euros) para «convertir el trazado de una vía férrea en un camino de grava. Esas son conclusiones a las que llegan viendo proyectos que nada tienen que ver con el nuestro y, por lo tanto, son especulaciones». En cualquier caso, el gobierno vilagarciano cree que hoy por hoy «no tiene sentido» recuperar una estación como la de Portas que «en sus últimos tiempos tenía una media de 1,5 pasajeros por viaje». La estación cerró y «no hay marcha atrás».

El Partido Popular se refirió también a la polémica suscitada por la vía verde. Tomás Fole cuestiona que el PSOE se haya propuesto «malgastar un millón de euros» cuando «ya tiene varias sendas verdes en el municipio sumidas en un profundo deterioro». Apunta, por ejemplo, que en Rubiáns existe una senda que «podría recuperarse con una inversión sensiblemente menor y que está en un entorno privilegiado». El portavoz popular afirma que el alcalde «está obsesionado con echar a la gente de Vilagarcía. Expulsa eventos e inversores y ahora quiere que salgan del municipio para pasear. Ha perdido el norte», dice Fole.

Asegura que los vecinos de Castroagudín, Cea o Bamio deben estar «atónitos» ante esta «nueva salida de tono del alcalde». Recuerda que los socialistas «proyectaron en estos lugares kilómetros de rutas y sendas y, lejos de acondicionarlas y ponerlas en valor, optan por volver a gastar cuantiosas cifras en un proyecto que cuenta con más opiniones en contra que a favor». Por último, Fole hace hincapié en que «a cada proyecto de Varela le sucede una crítica autorizada que deja el ideario socialista a la altura de betún».

Faro de Vigo

El alcalde Alberto García reitera la necesidad de reforzar la línea convencional de ferrocarril en Catoira.

El alcalde de Catoira, Alberto García García, aprovechó la visita de Ana Pastor a su localidad para entregarle un sobre. En su interior incluía un escrito que ya le había remitido hace justamente un año y en el que pedía un mayor esfuerzo del ministerio para reformar la línea de tren convencional.

El regidor felicita a la ministra «por la defensa que siempre hace de la Alta Velocidad para conectar Galicia con Madrid y el resto de España, frente a quienes parecen entender que el progreso y las inversiones públicas no deben estar al alcance de todos los ciudadanos de este país». Junto a estos elogios, García hace constar que se alegra por «poder seguir contando con el transporte de viajeros por la vía convencional, porque poder disponer de siete trenes diarios que paran en Catoira, en uno u otro sentido, es una magnífica noticia».

Sin embargo «se producen algunas disfunciones en el funcionamiento de los trenes de cercanías y regionales que, de persistir y no subsanarse, perjudicarán a los vecinos de este Ayuntamiento». De este modo el primer edil vikingo pide que se ajusten algunos horarios y que se detenga un tren en el apeadero catoirense todos los días a las ocho de la mañana, en dirección a Vilagarcía.

Faro de Vigo

Valió la pena conservar la línea convencional del ferrocarril Vilagarcía/Santiago.

Fomento incluso incrementó las frecuencias entre Vilagarcía y Santiago, con una alta demanda en su recorrido

Casi un año después de que llegase la alta velocidad al eje atlántico -fue el pasado mes de abril cuando, además de reducir tiempos los viajeros pudieron atravesar el nuevo puente de Catoira- ya se puede responder a una de las preguntas que se hacían entonces; si compensaría el mantenimiento de las vías regionales que finalmente Fomento permitió que siguiesen operativas. Y lo cierto es que sí, que la Comisión en defensa de las cercanías que peleó por ello durante varios años tenía razón; la demanda de pasajeros en el eje atlántico es tal que valió la pena mantener el servicio en las viejas vías que quedaron al margen de la alta velocidad y en estaciones como la de Catoira, Pontecesures o Padrón, que siguen teniendo un tráfico similar al que registraban ante de la llegada del AVE.

Luis Ángel Sabariz, que fue concejal en Pontecesures y uno de los abanderados de aquella comisión, asegura que en general están satisfechos de cómo quedó el servicio. «Solo hay algunas lagunas por la mañana en dirección Vigo, porque sale uno a las 6.36 horas de Santiago y no vuelve a haber otro hasta las 10.35. En general está mejor en dirección A Coruña que en dirección Vigo, pero se mantuvieron las frecuencias y estamos contentos».

Buena prueba de que el tráfico de pasajeros no bajó es que el alcalde de Catoira, el socialista Alberto García, se dirigió varias veces a Fomento para hacerle llegar un acuerdo plenario en el que se pedía que los nuevos trenes regionales que entraron en servicio entre Vilagarcía y Santiago parasen también en Catoira. Curiosamente lo hacen en Pontecesures, pero no en la localidad anterior, y todo ello pese a que los usuarios de la zona de Barbanza siguen prefiriendo coger el tren en Catoira y no en la nueva estación construida más allá de Padrón, que está resultando ser un fracaso porque está aislada. «Si tienes que coger el coche para hacer ocho kilómetros hasta la estación, para eso ya vas en coche hasta Santiago», razona Sabariz.

Al margen de ajustar las frecuencias, los usuarios piden que se mejoren y modernicen las estaciones pequeñas que quedan fuera de la línea del AVE.

Frente a la línea del eje atlántico, los regionales de la vía férrea que une Santiago con Ourense languidecen. Ni el servicio ni las frecuencias cubrían las necesidades de los pasajeros antes de la llegada de la alta velocidad, pero después, todo fue a peor. Renfe acaba de reducir las paradas en la vieja estación de Lalín, de tres que había, a una sola en ambos sentidos. Los vecinos saben que es la crónica de una muerte anunciada, y aunque Fomento prometió un apeadero en la línea de alta velocidad, en realidad, dan el tren por perdido.

La Voz de Galicia