El gobierno tripartito de Pontecesures (BNG, PSOE y Terra Galega) y los grupos municipales de la oposición (IP, PP y ACP) protagonizan una nueva gresca política, esta vez a causa de la Festa da Lamprea. Después de las críticas vertidas por los opositores, el ejecutivo niega que queden lampreas sin vender, pues se repartieron «561 en tickets y las demás por piezas; mientras que antiguamente las lampreas que sobraban se iban a casa de algún concejal».
También garantizan que «nadie se fue sin probar la lamprea por no tener sitio en la carpa, cuyas dimensiones eran suficientes (800 sillas); y tampoco existió desorganización respecto a años anteriores, pues el reparto de las raciones fue fluido y los tiempos de espera eran muy cortos».
En el gobierno, presidido por el nacionalista Manuel Luis Álvarez Angueira, argumentan también que «la gente que trabajó para la fiesta -celebrada el domingo- estaba perfectamente organizada y sabía bien cuál era su cometido, que no era otro que facilitar las cosas a quienes querían degustar lamprea».
Al tiempo que reconocen que bajo la carpa existían charcos, debido a las lluvias, los integrantes del tripartito resaltan que la celebración «tuvo de todo, con grupos animando la calle, publicidad en diferentes medios, bombas de palenque, cuatro cocineras, 300 lampreas para degustar, pregón y demás por un coste de 9.000 euros, mientras que en 2011, cuando gobernaban PP, IP y ACP, superaron los 30.000 euros».
«Mala imagen»
Para finalizar, el gobierno reprocha la «lamentable y patética» crítica de los grupos opositores, a quienes culpan de «dejar mal a nuestro pueblo».
Frente a esto, Juan Manuel Vidal Seage (PP), la exalcaldesa María Isabel Castro Barreiro (IP) y Luis Ángel Sabariz Rolán (ACP) inciden en sus ataques, por ejemplo al decir que «no se invitó a los alcaldes de municipios vecinos y ni siquiera se entregó un obsequio al pregonero, a pesar de que se desplazó desde Suecia para la ocasión».
Respecto a los charcos bajo la carpa, los operarios consideran que tendrían que haberse eliminado antes del domingo, y aprovechan para insistir en que la carpa disponible se quedó pequeña para todos los comensales presentes.
«Claro que hubo gente que se fue en hora punta sin degustar la lamprea por falta de espacio -continúan en la oposición-, pues fuimos testigos de ello; y sin entrar en guerras de cifras lo que está claro es que no había 800 sillas, ni de lejos».
«Sin música»
Del mismo modo, los grupos opositores lamentan que «no hubo animación musical bajo la carpa de degustación».
Para terminar, aseguran que no es su intención dejar en mal lugar al municipio con sus críticas; «es este gobierno el que lo deja mal, ya que en el tiempo que lleva al frente del Concello devaluó muchísimo este evento, pues aunque otros gobiernos gastaban más dinero en la Festa da Lamprea, también lograban más recursos y tenía otros atractivos».
Faro de Vigo