La Festa da Anguía vuelve con formato renovado y participación de la hostelería.

FESTA DA ANGUIA E A CA?A DE VALGA /

La última edición de la Festa da Anguía se celebró en el año 2011.
Tras dos años sin celebrarse, el Concello de Valga retomará este verano la Festa da Anguía. Será la XXIV edición, que llegará con nuevo formato y con la austeridad como bandera, muy lejos de los 30.000 euros que llegó a costar en 2011. La Concejalía de Cultura quiere ??reinventar? la fiesta para que vuelva tener continuidad sin que suponga un lastre para las arcas municipales. La idea en la que trabaja la edil Mari Carmen Castiñeiras es ??comprar uns poucos quilos? de producto que se preparará frito y en empanada y se ofrecerá ??en tapas ou racións pequenas? a los vecinos y visitantes que se den cita en el parque Irmán Dios Mosquera el último sábado de agosto, el día 30. Esa es la fecha elegida, coincidiendo con la Mostra da Caña do País y con una concentración motera organizada por el Club Transapont Galicia.
El Concello valgués quiere, además, implicar al sector de la hostelería en los actos de exaltación de la anguila, por lo que propondrá a los bares y restaurantes del municipio la celebración de un certamen de tapas que tendría lugar el fin de semana anterior, el 23 y 24 de agosto. ??Nós dariamoslle a anguía? tras adquirirla a pescadores del Ulla, explica la concejala de Cultura, que apunta que por ahora ??só estamos empezando a darlle forma? al evento gastronómico, pero no será hasta finales de mes (después de la Festa da Xuventude) cuando ??nos reunamos coas asociacións e falemos cos restaurantes? para avanzar en la organización.
Esta será la primera Festa da Anguía que se celebre con el distintivo de Interés Turístico de Galicia, que le fue otorgado el pasado año por la Xunta y que al Concello le servirá como soporte financiero. La Axencia Turismo de Galicia concede subvenciones para ??o apoio, promoción e difusión? de las fiestas declaradas de Interés Turístico, a las que concurrirá el Ayuntamiento valgués. Con estos fondos se pueden sufragar gastos de publicidad, cartelería, actuaciones artísticas y material grabado referido a la fiesta. Además, en eventos de carácter gastronómico, también es subvencionable la compra del producto, en este caso la anguila.
El Concello de Valga optó por no celebrar esta fiesta en 2012 y 2013 para destinar los 30.000 euros que costaba cada edición a subvencionar la contratación de vecinos en paro.
Diario de Arousa

Las Olimpiadas da Aldea en Valga tendrán nuevos campeones entre los días 28 y 29 de junio.

La playa fluvial de Vilarello se convertirá los días 28 y 29 de junio en ” villa olímpica” para acoger las pruebas deportivas y juegos de la IX Festa da Xuventude.

Las Olimpiadas da Aldea buscan nuevos campeones y los aspirantes ya pueden inscribirse de forma gratuita en el Concello de Valga y el Auditorio. Podrán elegir entre participar individualmente o en equipo. En este último caso las alternativas son brilé, el pañuelo, carreras de sacos y la “turrasoga”, para lo que se necesitan grupos de cuatro miembros más dos suplentes. Habrá categoría masculina y femenina y los premios serán de 150 y 75 euros para los dos primeros. También por equipos se disputa la prueba estrella: el Mundialito de fútbol, con grupos de tres titulares y dos suplentes. Los tres primeros clasificados se llevarán 200, 100 y 75 euros, estableciéndose también la categoría de hombres y mujeres. La aldea que más medallas logre será la ganadora absoluta de las Olimpiadas, en las que también se premiará la deportividad.

En cuanto a juegos individuales, se mantienen “En busca do pato” y “O rolo tolo”, pruebas acuáticas con premios de 40, 30 y 20 euros.

Diario de Arousa

La colocación de un palco en mal estado impidió su uso en la Festa das Letras pontecesureña.

La Festa das Letras del Concello de Pontecesures celebrada el sábado quedó deslucida porque los grupos folclóricos llamados a participar en el festival programado no pudieron utilizar el palco, ya que éste se encontraba en malas condiciones.

Lo denuncia la oposición municipal, representada por Luis Ángel Sabariz Rolán, portavoz de la Agrupación Cidadá de Pontecesures (ACP), Juan Manuel Vidal Seage (PP) y María Isabel Castro Barreiro (IP), quienes explican que fueron operarios municipales los que colocaron el palco.

Lo que sucedió fue que “en días previos todos pudimos comprobar cómo las piezas de madera de la plataforma se movían en exceso y no encajaban unas con otras”.

Ese mal estado de la estructura hizo que, para evitar riesgos, se comunicara la situación al gobierno local.

“Y se hizo con antelación suficiente, para que hubiera tiempo a corregir las deficiencias”.

Pero el palco no se reparó y el sábado las actuaciones tuvieron que realizarse a pie de suelo; “algo insólito para sorpresa y comentario negativo de todos, ya que esto nunca había ocurrido en el festival de las Letras Galegas”, lamenta la oposición municipal.

Acto seguido manifiestan que “la desorganización y devaluación de los actos festivos sigue siendo la característica fundamental de un gobierno que no presta atención a los detalles”.

Los opositores incluso apunta que “no fueron las condiciones meteorológicas aludidas desde el palco por la concejala Cecilia Tarela (BNG) las que lo inutilizaron, sino que fue la ineficacia de un gobierno que ni siquiera gestionó que se fijaran bien unas piezas de madera”.

La conclusión a la que llegan los tres políticos citados es que “esta nueva muestra de ineficacia transmite una mala imagen de la institución municipal y del pueblo”.

Faro de Vigo

Valga le sirve la mesa a sus mayores.

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La palabra de moda es austeridad, sea en Moncloa o en el Concello de Valga. Pero en el territorio del que es alcalde José María Bello Maneiro no quieren que la obligatoriedad de ajustarse el cinturón acabe perjudicando a quienes toda la vida trabajaron para ofrecer un futuro digno a sus hijos y nietos, así que el gobierno local, con la concejala Mari Carmen Castiñeiras a la cabeza, pusieron a funcionar la maquinaria de la imaginación y dieron con la solución para que la tradicional Festa dos Maiores se pudiese celebrar tanto ahora como en la época de las vacas gordas. Para ello, echaron mano de un grupo de vecinos que se hicieron voluntarios y se encargaron de preparar el menú que ayer más de medio millar de comensales degustaron en el pabellón municipal de Cordeiro.

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El batallón lo formaron Pili, Ana, Carmen, Mari, Pilar, Josefa, Lola, Nieves y Nasi, que dedicaron dos días a preparar la comida que antes se encargaba a un restaurante de la zona y que ayer sirvieron a sus vecinos bajo la coordinación de los trabajadores municipales, Sito, Mon y la edila Mari Carmen. «Levamos xa dos días preparando todo, si -explicaba Pili mientras revolvía la inmensa pota de callos-, pero xa o fixemos así o ano pasado e a eles gustoulle moito, así que este ano repetimos».

Dos autobuses cargados

La jornada festiva fue larga. Empezó a la una de la tarde con una misa. Los que no acudieron, esperaban impacientes a que se abrieran las puertas del pabellón municipal, donde el olor a langostinos prometía. Sobre las dos de la tarde llegaron dos autobuses cargados de mayores que no dudaron en sacar del armario sus mejores galas para la ocasión. El recinto brillaba con los reflejos de vestidos de raso salmón y con las lentejuelas de un elegante traje oscuro o un veraniego conjunto en naranja y azul.

Acompañados por los sonidos de la agrupación Airiños de Valga, los entrantes empezaron a desaparecer de las mesas que presidía Bello Maneiro, feliz de compartir la jornada con los suyos. Langostinos, empanada y embutidos varios seguidos de merluza con ensalada, los reconfortantes callos y los postres, una oferta contundente preparada para que, como prometía una de las comensales, salir luego a mover el esqueleto. «Eu penso bailar ata as nove da noite», aseguraba.

Sorteo de regalos

El programa del día incluía el sorteo de un buen número de regalos donados por diversas entidades públicas y privadas; entre ellas, la Diputación de Pontevedra. Había sartenes, planchas, exprimidores, paraguas, muñecos y todo lo que una tómbola puede imaginar. «Outros anos tamén se sortearon viaxes, e pasa o de sempre, que hai a quen lle toca todos os anos e outros aos que non lle toca nunca, pero o importante é que o pasen ben». Y eso parece que estaba garantizado, porque como decían también entre las mesas, «o mellor agasallo é poder volver o ano que vén». Y el nuestro, poder contárselo de nuevo.

La Voz de Galicia

Carcacía agotó hasta la última porción de su tortilla gigante.

No sobró ni un bocado. San Pedro de Carcacía agotó hasta la última porción de su tortilla gigante, en la que se emplearon 6.000 huevos, 1.800 kilos de patatas, 350 litros de aceite, 100 kilos de sal, una grúa para darle la vuelta y un equipo de ocho cocineros de la Escuela de Hostelería de Pontevedra para controlar la fritada de una colosal sartén, de tres metros de diámetro. La misión era de un tamaño más que considerable. Había que alimentar a los 1.500 comensales que se dieron cita ayer en la parroquia padronesa, animados por el buen tiempo, para celebrar la Festa da Tortilla Xigante, que cumplió su vigésimo cuarta edición.

El mérito de tamaña empresa fue, una vez más, compartido. A la buena mano de los cocineros se sumaron las de decenas de colaboradores que hicieron a su vez de proveedores y pinches. Los vecinos aportaron cerca de 4.000 huevos de su propia cosecha y varios litros de aguardiente para hacer una queimada gratuita que se sirvió de sobremesa. Pequeños y mayores se volcaron la jornada anterior hasta la una de la mañana para pelar todas las patatas empleadas en la tortilla, que en esta ocasión se acompañó de melindres artesanos.

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La cita contó además con distintas actividades paralelas, entre las que se incluían una concentración de zumba y varias actuaciones musicales que continuaron hasta el anochecer.

El festejo padronés se remonta al año 1987, cuando a varios vecinos de la zona se les ocurrió construir una sartén de casi tres metros de diámetro para confeccionar la tortilla de patatas más grande del mundo. Así consiguieron que la parroquia figurase en el Libro Guinness de los Récords. Y la tradición, a punto de cumplir sus bodas de plata, llegó con éxito hasta nuestros días; no sin reponer el recipiente por uno nuevo y, por qué no, un poco mayor.

La Voz de Galicia