Escasez de lamprea en la primera semana de campaña en el Ulla.

Como ya ocurrió el año pasado, la campaña de la pesca de la lamprea en el curso fluvial del Ulla ha empezado muy floja, y el preciado pez apenas se deja capturar por los valeiros de Pontecesures, los únicos que de momento han optado por lanzar sus nasas al río desde el día 4, en el que oficialmente se estrenó la temporada. La primera lamprea fue capturada por Ramón Agrasar el pasado día 6, festividad de Reyes, y degustada por un grupo de vecinos de la localidad pontevedresa, que hicieron una hucha y llegaron a pagar por el ejemplar, de 1,4 kilogramos, 180 euros. “Por fin el primer ejemplar se queda en Pontecesures”, explican que exclamaron.

Tras un inicio en el que las nasas de butrón que se utilizan para esta pesca llegaban vacías a puerto, esta semana la lamprea se está dejando querer más, gracias al buen tiempo, y los valeiros están capturando entre 12 y 14 ejemplares estos días, con un peso medio de 1,5 kilos y un precio que ronda los 40 euros.

“Ahora va algo mejor, pero el río sigue teniendo poca agua. Lo ideal era que vinieran algunas borrascas y movieran el río, porque la pesca de la lamprea necesita más corriente”, explica un experto valeiro de Pontecesures y miembro de la Cofradía de Carril, Pepe Barreiro, que ayer junto a su compañera de embarcación capturó seis ejemplares del demandado pez.

La campaña de la pesca de lamprea en el río Ulla se abrió el pasado 3 de enero y se prolongará hasta mediados de abril.

Están autorizadas para pescar en el río Ulla unas catorce embarcaciones de las cofradías de Carril y Rianxo, con una media de dos pescadores por barco. De momento, y ante la escasez de la especie, los marineros de campaña de la lamprea y las nasas que se colocan en el río tan sólo pertenecen a las siete embarcaciones de Pontecesures.

Más de un centenar de nasas fueron sumergidas por los marineros de Pontecesures entre el puente romano y la desembocadura del Sar en la primera jornada, que no dio sus frutos. Aunque esta semana ya recogen a diario algunos ejemplares que tras pasar los controles rutinarios de peso, vuelven a la mano del pescador, que negocia su venta con los dueños de los restaurantes.

LIMITACIONES. La pesca de la lamprea se hace a bordo de embarcaciones, y para llevar a cabo las capturas, se utiliza un aparejo llamado butrón. Se trata de una nasa de forma cónica que se lanza desde el barco al agua para después ir tirando de los cabos. Este sistema permite que el ejemplar capturado quede intacto, favoreciendo que se mantenga su textura y sabor. Un trabajo artesanal y laborioso para recoger las preciadas lampreas, uno de los peces más antiguos que exieten en el planeta.

Según se establece en la orden de la Xunta de Galicia, las redes solamente podrán estar colocadas desde las 20.00 horas hasta las 8.00 horas, quedando prohibida la captura entre las 8.00 de los sábados hasta las 20.00 horas de los lunes.

La pesca de la lamprea solo se puede realizar en las zonas autorizadas y con una serie de limitaciones. Así, en caso de las pesquerías de Areas y As Vellas, los pescadores deben dejar libre el canal del río, y no pueden trabajar en la llamada vena. También tienen que utilizar redes que no causen daño a otras especies piscícolas, y todas las que se capturen en las pesquerías que no sean lampreas, tendrán que ser devueltas a las aguas del cauce fluvial.

El Correo Galego

El alcalde de Pontecesures tilda de «ridícula» la ayuda de la Deputación a los hosteleros y comerciantes.

El Ayuntamiento aporta 25.000 euros para complementar las ayudas del segundo Plan de Rescate de la Xunta.

El Concello de Pontecesures aportará 25.000 euros al segundo Plan de Rescate de la Xunta de Galicia para ayudar a los hosteleros, pymes y autónomos afectados por la tercera ola de la pandemia del coronavirus. La primera convocatoria de ayudas autonómicas repartió 48.000 euros en el municipio pontevedrés.

La Deputación de Pontevedra destinará otros 8.800 euros a Pontecesures. El alcalde cesureño, Juan Manuel Vidal Seage, ha tachado de «ridícula» la cantidad de dinero destinada por la administración provincial porque «hai que ter en conta todo o tecido comercial e hostaleiro» que tiene la localidad.

Nivel máximo de restricciones

El 21 de marzo es la festividad de San Lázaro que sirve de «pistoletazo de saída» para la Fiesta de la Lamprea del río Ulla que, por segundo año consecutivo, no se podrá celebrar por la covid-19. El regidor popular lamenta que este año tocará «estar pechados, xa chove sobre mollado, hai moitos veciños coa auga no pescozo, e a situación é prácticamente insostenible».

Vidal Seage ha recibido este viernes a los hosteleros de Pontecesures que, desde hoy, vuelven a tener que cerrar sus establecimientos por la entrada en vigor de las medidas del nivel máximo de restricciones. El alcalde se ha comprometido a solicitar una reunión con la gerencia del Sergas para trasladarle que el sector está «sobrepasado« y, en varios casos, en riesgo de tener que cerrar para siempre.

Seis años sin saber quién mató a la asistenta del cura en la rectoral de Cruces.

Entre las investigaciones que tiene sin cerrar la Guardia Civil está el violento asalto a la casa rectoral de la parroquia de Cruces, en el municipio de Padrón, del que se acaban de cumplir seis años sin que se sepa quien asfixió a la asistenta del cura e hirió a este.

El santuario de A Escravitude, situado cerca de la vivienda rectoral, celebra hoy una misa en recuerdo de María Soto, que falleció por asfixia esa noche del 14 de septiembre de 2014. El cura, Ramón Barral, murió el 29 de marzo pasado a causa del coronavirus, por lo que no podrá ver si se hace justicia o no a su asistenta.

Vecinos de la parroquia lo dudan, a la vista de que, seis años después del asalto, nada más se sabe. Pero la Guardia Civil insiste en que «nós mantémolas investigacións abertas». Aquella noche del 14 de septiembre, tres individuos, uno de ellos encapuchado y armado, llamaron a la puerta con la excusa de que había una defunción en la parroquia. Pese a que el cura y la asistenta ya estaban en alerta por otros atracos, la mujer abrió y los asaltantes pegaron, ataron y amordazaron a los dos. Ella logró soltarse y gritar, y fue cuando le apretaron la mordaza hasta asfixiarla.

Para huir, los asaltantes se llevaron el coche del sacerdote que, días después, apareció en el lugar de Pontecesures, limítrofe con Padrón. Semanas después fueron detenidas dos personas como presuntas autoras de los hechos. Se trataba de un vecino de Boiro y otro de Noia, pero el Juzgado número dos de Padrón los dejó libres de cargos y sospechas en diciembre del 2015, cuando la jueza decretó el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones iniciadas, al entender que «no existen motivos suficientes para atribuir la perpetración de los hechos a persona alguna determinada».

Nada más se sabe del caso y muchos ya no esperan que se resuelva, aunque están seguros de que al menos uno de los atracadores no es de muy lejos y sabía que solo seis días antes, el 8 de septiembre, se había celebrado la festividad de la Virgen de A Escravitude, con el consiguiente donativo de los fieles. Así, lo que en principio iba a ser un simple atraco acabó con una muerte violenta, la de María Soto. Tenía 78 años, era natural de una parroquia de Vila de Cruces, en la comarca del Deza, y llevaba 26 trabajando de asistenta para el sacerdote, por lo que también era una vecina más del lugar, tal y como la recuerdan aún hoy en la parroquia de Cruces, que a raíz del asalto quedó conmocionada.

Los asaltantes apenas lograron llevarse nada ya que, según trascendió posteriormente, no encontraron el dinero de los donativos de la festividad. Desde el asalto, la casa rectoral permanece cerrada, porque Ramón Barral no volvió a residir en ella. Apenas ejerció unos meses más como párroco, ya que las heridas del asalto agravaron sus problemas de salud. Tras su fallecimiento en marzo, a los 83 años, la resolución del caso se complica un poco más, en parte, al no quedar testigos que puedan reconocer a los autores, en caso de que algún día llegue a haber detenciones.

La Voz de Galicia

Valga llena sus calles y bares con nuevas recetas de anguila.

Valga dio ayer el pistoletazo de salida a su festividad gastronómica más grande. La 28 Festa da Anguía e Mostra da Caña do País comenzó con la tradicional ruta de tapas por los bares de la localidad y que seguirá hoy por sus calles.

Hasta ocho establecimientos realizaron diferentes preparaciones del producto estrella de la fiesta, entre los que destacaron la anguila a la «mariñeira», a la gallega, frita, con queso y pimienta o a la miel de Galicia. Una iniciativa que atrae cada año a más turistas hasta la zona, una afluencia que ya se ha hecho notar ayer al mediodía.

Además, se han dado a conocer los ganadores del concurso da Caña do País, un certamen al que se presentaron 22 participantes, contando entre las tres modalidades: blanca, tostada y de hierbas.

Francisco Manuel Santiago Figueira, de Senín, se llevo el premio a la mejor caña blanca, con un premio de 300 euros. Por otro lado, los ganadores del mejor licor tostado, José López Castiñeiras, de San Miguel, y de la mejor caña de hierbas, José Manuel Rodríguez Cerneira, de Coto (Campaña), fueron obsequiados con 200 euros cada uno.

Por otro lado, también se conocieron los triunfadores del concurso «Embelecer Valga», una iniciativa que pretende recuperar la mejor imagen de la localidad. Fueron hasta 18 las comisiones vecinales que se presentaron este año, cada una con un proyecto innovador con el que mejorar sus aldeas.

Entre todos los inscritos, la reforma en Canle fue elegida como ganadora. Este pueblo dedicó su proyecto a la instalación de bancos, la creación de aceras con piedra en el entorno de la piscina y el pilón, la colocación de rejas de aluminio en la piscina, la ampliación de juegos en el parque infantil y la decoración del entorno con plantas. Por ello, la comisión de vecinos recibió un premio de 300 euros.

El segundo puesto fue para Barcia, con un premio de 200 euros. El resto de participantes recibieron una gratificación de 100 euros.

Faro de Vigo

Tanta agua no es buena, pero la «dama del Ulla» se deja querer.

Pontecesures celebró su fiesta anual de exaltación de la lamprea a pesar de su escasez y los intermitentes e intensos chaparrones.

Con semejante cantidad de agua caída en las últimas semanas pueden registrarse diferentes problemas o trastornos. Entre ellos la subida del caudal del Ulla hasta límites casi prohibitivos y la generación de intensas y peligrosas corrientes. Esto hace más difícil pescar lamprea, cuya temporada de pesca está ya en su recta final y no está siendo nada buena. Lo cierto es que las pobres capturas del primitivo pez preocupa, sobre todo a los paladares que aprecian la calidad de este producto. Aún así, la que todos conocen como «dama del Ulla» no quiso faltar a su cita anual en Pontecesures.

El gobierno de Pontecesures no está dispuesto a dejar morir la Festa da Lamprea do Ulla, de ahí que a pesar de la escasez de producto y las adversidades meteorológicas decidiera mantener su fiesta anual de exaltación.

Tuvo lugar ayer, como siempre a orillas del río, cuyo exagerado caudal en esta época del año dificulta enormemente la pesca de la popular «dama del Ulla».

Y no solo había agua en exceso en el cauce fluvial, sino que también caía del cielo como si nunca lo hubiera hecho, a modo de incómodas, intermitentes e intensas precipitaciones que, no cabe duda, solo sirvieron para deslucir el evento.

Pero a pesar de todos los inconvenientes salió adelante. Lo hizo con la lamprea como gran protagonista, al estilo bordelesa, y a 12 euros la ración; acompañado este plato, como suele ser habitual, de churrasco y pulpo á feira, todo ello degustado bajo carpa.

Por el recinto se dejaron ver el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, y la conselleira de Mar, Rosa Quintana, que de este modo mostraba su firme apoyo a la fiesta, a los pescadores del primitivo pez y al gobierno local.

Un ejecutivo también representado por los socios del regidor conservador, los independientes María Isabel Castro Barreiro y Ángel Souto Cordo, a quienes acompañaron representantes de la oposición como Cecilia Tarela (BNG) y Roque Araújo (PSOE).

Al margen de los integrantes de la comitiva oficial, en la que estaba también el alcalde del municipio vecino de Valga, José María Bello Maneiro, pudieron saborear la lamprea del Ulla cientos de vecinos llegados desde diferentes localidades gallegas.

En algunos casos acudieron expresamente a la villa ribereña para saborear este manjar. Aunque también hubo muchos visitantes que dieron cuenta de la lamprea aprovechando su viaje a Pontecesures para asistir a alguna de las misas oficiadas con motivo de la festividad religiosa de San Lázaro.

Unos y otros, abrigándose como buenamente podían cuando por momentos parecía diluviar, escucharon música de charanga mientras saboreaban un plato que puede no agradar a todos, pero que enamora a la mayoría de los que lo prueban.

Por cierto, que se aprovechó la fiesta para entregar los premios del «Tapea Lamprea» y se desarrollaron diversos actos en torno al cartilaginoso y escurridizo pez. El mismo que en Pontecesures tiene su casa, la Casa da Lamprea.