La prensa digital londinense se hace eco estos días del certamen, en un extenso artículo de la periodista neoyorkina Dena Levitz, que titula: “Padrón: El pueblo español, con un famoso pimiento y un festival único que se burla de la cultura británica”
Participantes en el Asnot disfrazados de la Reina Isabel II y su consorte, los Beatles y guardias del Palacio de Buckingham.
El festival Asnot, que se celebra desde hace nueve años en Padrón convirtiendo la villa en un escenario lleno de glamur y sonrisas, y recreando de una forma divertida, gamberra, respetuosa, elegante y visual el ambiente de las carreras de caballos inglesas, ha tenido estos días un amplio eco en la prensa digital británica, que ha llevado esta parodia canalla del Ascot hasta las mismas puertas del Palacio de Buckingham.
Así lo recogen con orgullo los impulsores del Asnot, los padronesess Yeya Gilino y Antonio Pérez en su pagina web, en la que se hacen eco de un extenso artículo publicado por la periodista neoyorkina especializada en viajes Dena Levitz, titulado Padrón: El pueblo español con un famoso pimiento y un festival único que se burla de la cultura británica.
“Dende o inicio do proxecto soñábamos de que chegase aos oídos da monarquía británica, e agora vémolo máis preto”, explican los creadores del festival padronés.
Y es que el artículo, publicado en inews.co,uk y The Sun, no tiene desperdicio. Lena Levitz, que conoció el festival realizando el Camino de Santiago, lo comienza así: “Una fiesta en el jardín ha estallado, como por arte de magia. A las 9 de la mañana, la plaza del pueblo era un espacio verde vacío. Dos horas después, está lleno de familias. Hombres y mujeres se ponen sombrero elaborado tras sombrero elaborado que avergonzaría a los asistentes a Grand National. Los niños se alinean para correr alrededor de una carrera de obstáculos improvisada, en burros construidos con escobas y suministros de artesanía, mientras que un maestro de ceremonias anuncia a cada concursante, celebrando el nombre no solo del jinete junior, sino también de su fiel corcel”, describe la periodista estadounidense.
“Más tarde en el día, una banda tributo a los Beatles cantará Hey Jude a la vista de una estación de metro simulada que insta a los posibles pasajeros a Mind the Gap. El día anterior, nada menos que la difunta Reina había adornado las festividades con su ola real”, añade.
Artículo de Levitz publicado en inews.co.uk y ‘The Sun’
Tras esta introducción, la periodista explica que Asnot es un espectáculo “encantador y colorido que abarca no solo un día a finales de julio, sino, al menos en 2022, tres días para compensar el tiempo perdido de pandemia. Y, quizás lo más inesperado… no está cerca del sitio del festival de carreras de caballos británico que está parodiando, Ascot, Berkshire, está a unas 1.250 millas de Padrón en Galicia, al noroeste de España, donde, desde 2014, este festival ha cautivado a los lugareños y ha convertido su ciudad en un teatro viviente temporal”.
Después Dena Levitz se hace eco del carácter y de la tradición xacobea de Padrón para narrar que “en gran parte, bajo el radar fuera de Galicia, -escribe- Asnot es ocasionalmente tropezado por forasteros, particularmente aquellos que, como yo, pasan mientras caminan por el Camino de Santiago (se cree que los restos del santo patrón de España fueron traídos a Padrón desde Jerusalén antes de ser enterrados en Santiago de Compostela). Padrón es sinónimo de sus pequeños pimientos verdes, pero Asnot podría poner la ciudad del norte de España en el mapa por una razón más ecléctica”.
El artículo de la neoyorkina especialista en viajes es fruto de una amplia entrevista que hace a los artífices del festival, que le relatan con todo lujo de detalles cómo surgió la popular y humorística iniciativa.
TRADICIÓN OBSOLETA. Así, explica que todo comenzó con una idea simple: actualizar una tradición obsoleta. “Durante aproximadamente 50 años, Padrón había sido anfitrión de una carrera de burros anacrónica -escribe Levitz-. Según los organizadores de Asnot, se propusieron aportar algo de glamur y encanto a un nuevo estilo de reunión, en el que los burros serían el foco de protección en lugar de las carreras.”, explica, para seguir detallando que el nombre Asnot fue el primer punto de partida.
“Asno es sinónimo de burro en español, y luego se dio cuenta de que también podría ser un juego de palabras con Ascot, la histórica carrera de caballos británica amada por la difunta reina Isabel”.
Fue entonces, cuenta el reportaje, cuando se decidió que el festival, respetuosamente, “sacaría la meada de la cultura británica, algo que ha tenido una resonancia particular desde el Brexit, además de servir como una celebración creativa y divertida”.
La periodista no se olvida de dedicar un amplio apartado a los impulsores del festival Asnot, Yeya Gilino y Antonio Pérez. “Ambos provienen de Padrón, al igual que varias generaciones de sus familias. Gilino tiene títulos en administración de empresas y gestión cultural, así como formación en diseño, mientras que Pérez viaja mucho y tiene experiencia en turismo”, relata.
Levitz recuerda que en el año 2014, ambos trabajaban en O Rincón, un bar del casco antiguo de Padrón, y que para la primera versión del Asnot, Pérez sugirió recrear el ambiente del Royal Ascot en O Rincón, “convirtiendo el bar en una casa de apuestas en la que se invitaba a los clientes a convertirse en elegantes damas y caballeros”. “Fue un éxito inmediato -le explican-. Desde entonces, Asnot ha crecido en alcance y tamaño. Por ejemplo, en 2016 el evento se expandió a algo más parecido al teatro vivo. Un fabuloso elenco de actores fue contratado para interpretar los papeles de la monarquía y otras personalidades históricas”.
Relata que en su cuarta edición, Asnot se convirtió en un festival propiamente dicho: “La plaza central de Padrón estaba decorada con césped artificial, arcos y vallas. Hubo actuaciones musicales acordes con el tema, incluyendo swing, jazz, blues y una banda tributo inglesa. Se lanzó Brincasnot, la actividad infantil en la que los jóvenes construyen burros con escobas y se lanzan alrededor de una carrera de obstáculos. Y los imitadores de Freddie Mercury y Winston Churchill se mezclaron con los asistentes al festival”.
“Al año siguiente, 2018, debutó una caminata familiar de concienciación sobre la protección de burros. Los organizadores también agregaron un puesto de mercado Camdentown con mercancía de Asnot, y las clases de baile callejero enseñaron a los residentes a saltar en lindy”, añade.
PANDEMIA. Acto seguido, en el artículo la escritora neoyorkina explica que el festival Asnot más exitoso hasta la fecha fue el celebrado en el año 2019, “cuando se unieron la friolera de 15.000 personas (la ciudad tiene menos de 8.500 residentes, recuerda)”.
A continuación hace referencia a la pandemia de la covid-19, que detuvo los eventos hasta que una versión limitada de Asnot regresó en 2021, seguida de la del verano del año 2022, en la que “hubo exhibiciones de burros de madera, pintura mural, concursos de bandas y un mercado de sombreros al que conocidos artesanos gallegos contribuyeron con sus obras de arte portátil”.
“Asnot es Made in Galicia, sombreros, humor, comunidad”, añade. “[Es] el festival intergeneracional de música, teatro y otras artes… Los que van a Asnot se convierten en su personaje y se involucran desde el momento en que diseñan su sombrero hasta que disfrutan de los conciertos y actividades del festival”.
Levitz cierra su artículo indicando a los lectores cómo poder llegar a Padrón. “El aeropuerto más cercano es el de Santiago de Compostela, operado por Vueling, BA y Ryanair. A Coruña, servida por Vueling, y Vigo, servida por Ryanair también están relativamente cerca. Brittany Ferries opera servicios desde Portsmouth a Santander y Bilbao. Los trenes Feve conectan Santander y Bilbao con Galicia”,
No se olvida pues de ofrecer, como buena especialista en viajes, todos los datos más relevantes y precisos para que el potencial viajero pueda llegar hasta la localidad rosaliana y disfrutar del festival más “canalla y transgresor”.
El Correo Gallego