Hoy • A partir de las 16 horas • Pontecesures • El Show de los payasos celebra su fiesta anual en Pontecesures en una tarde cargada de actividades. A las 16 horas arrancará el programa con la apertura de hinchables para los más pequeños, una merienda y el sorteo de regalos. A las ocho dará comienzo el Show de los payasos, que lleva dieciocho años recorriendo Galicia con un espectáculo dirigido al público familiar. A partir de las 21 horas dará comienzo la verbena a cargo del grupo La Noche y la orquesta Pontevedra. Además, habrá un tributo a Hombres G bajo el título «Sufre mamón».
La asistencia a las actividades es de carácter libre y gratuito y en caso de mal tiempo los hinchables y la merienda se trasladarán al pabellón de deportes.
La tapa de Casa Chaves volvió a ser la favorita del público en una fiesta que dejó buen sabor de boca en la localidad.
Pontecesures ya ha hecho la digestión tras la Festa da Lamprea. En el Concello están satisfechos de cómo se ha desarrollado una edición en la que la carpa del muelle, bajo la que se solía degustar este producto del río, fue eliminada, trasladando la degustación a los locales de hostelería participantes en el certamen. En ellos se respiró durante todo el fin de semana pasado un «ambiente fenomenal». En algunos, de hecho, hasta hubo cola para poder probar la tapa de lamprea, o la ración. Juan Vidal Seage, el alcalde popular de Pontecesures, hace una evaluación positiva sobre la fiesta, durante la que se sirvieron más de 2.000 tapas de lamprea. «Hai algunhas cousas que limar, porque este ano fixemos un cambio no modelo para valorizar o noso produto, e hai que facer algún axuste, pero en xeral a sensación é positiva», señaló el regidor. Hablamos con él después de que se contabilizasen los votos que los participantes en la ruta de tapas habían emitido para elegir el mejor bocado de lamprea. El reconocimiento de la gente ha sido, de nuevo, para Casa Chaves y su Lamprea Peregrina. Ahora queda por ver si el veredicto coincide con el del jurado de expertos, cuyos integrantes hablarán la próxima semana.
El alcalde de Pontecesures hace un balance positivo del nuevo modelo de fiesta.
La lluvia
impidió que Pontecesures se llenase ayer de gente, como suele ocurrir
cuando la localidad celebra la Festa da Lamprea y la de San Lázaro. Aún
así, el balance de la celebración gastronómica es positivo, según el
alcalde, Juan Manuel Vidal Seage. Sostiene que el cambio de modelo,
suprimiendo la carpa de degustación, y cediendo todo el protagonismo a
los restaurantes ha funcionado, hasta el extremo de que varios negocios
agotaron sus existencias.
Pontecesures
no fue ayer el hervidero de gente de otros años, cuando la Festa da
Lamprea coincide con la fiesta de San Lázaro. La culpa la tuvo la
lluvia, que desanimó a muchos de acudir a la localidad de orillas del
Ulla. Aún así, la celebración gastronómica fue un éxito, según el
alcalde, Juan Manuel Vidal Seage. Tanto es así que algunos restaurantes
agotaron sus existencias de pez.
La localidad estrenaba este año un nuevo modelo de fiesta.
El grupo de gobierno decidió retirar la carpa de degustación, y ceder
todo el protagonismo a la hostelería local. Finalizado el evento, Seage
está convencido de que la fórmula es la correcta, y avanza que si de él
depende, en 2020, la Festa da Lamprea continuará por esta senda.
«Yo
estoy satisfecho. Hay restaurantes donde terminaron la lamprea en un
visto y no visto. A fin de cuentas, esto es lo que se persigue.
Potenciar la imagen de la lamprea y al mismo tiempo el comercio y la
hostelería locales», declaró a última hora de la tarde.
Así
las cosas, Vidal Seage cree que este es el camino a seguir. Pero en su
opinión, sería bueno hacer más cambios. Recuerda que desde hace unos
años, «tenemos el corazón en un puño» hasta la última semana, porque a
estas alturas del año las capturas de lamprea empiezan a escasear. Por
ello, el alcalde y aspirante a la reelección por el Partido Popular deja
caer la posibilidad de trasladar la Festa da Lamprea a mediados de
marzo, cuando las capturas son más abundantes en el Ulla.
«Quizás
sería mejor hacerla coincidir con la fiesta de San José para evitar la
incertidumbre que llevamos sufriendo desde hace tres años», prosigue. Si
ese planteamiento saliese adelante, la Lamprea de divorciaría de San Lázaro, que ayer volvió a congregar a un buen número de fieles, aunque bastantes menos que otros años.
Retrasos en las tapas
Algunos
asistentes a la fiesta se quejaron de que en algunos restaurantes
tuvieron que esperar más de media hora por una tapa. Según estos
comensales, el problema se debió a que en los restaurantes no prepararon
la lamprea hasta que les llegó la gente, cuando lo que hacían en las carpas era tener el producto ya listo.
Sobre
esto, Juan Manuel Vidal Seage apuntó que tal vez algunos
establecimientos «se vieron desbordados de gente», al no reforzar sus
plantillas para este fin de semana. «Algunos restaurantes sí que tenían
más gente trabajando, pero no todos», manifestó el regidor.
Por
ello, Seage entiende que quizás algunos restauradores no valoraron en
su justa medida lo que suponía el cambio de modelo de la fiesta, ya que
al desaparecer la carpa de degustación, era previsible que la hostelería
recibiese un mayor número de comensales. «Fue el primer año que
usábamos este formato, y quizás la hostelería tiene que convencerse
ahora de las ventajas de esta nueva fórmula».
En lo que a los actos institucionales se refiere, la lectura del pregón fue en la casa consistorial, y corrió a cargo del periodista y escritor Miguel Piñeiro. Posteriormente, la comitiva se desplazó hasta la plaza de abastos, donde las autoridades degustaron unas raciones y hubo bailes regionales. Acudieron la conselleira de Mar, Rosa Quintana, o la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, entre otros.
Por primera vez, la clásica degustación de la reina del Ulla se desarrolló en el interior de cafeterías y taperías.
A la lamprea se la ama y se la devora, o se la odia y se la ignora. No hay termino medio ni medias tintas. Quienes disfrutamos con su sabor profundo a río, a invierno que se abre a la primavera y a hojarasca, tenemos en Pontecesures un lugar fijo de peregrinación cada año. En esta ocasión, y de la mano del alcalde, José Manuel Vidal Seage y de su equipo, la fiesta renunció ayer a la tradicional carpa para guarecerse en las cocinas y comedores de nueve establecimientos de hostelería. Coincidiendo, además, con el gran hallazgo gastronómico de las últimas ediciones: la ruta de pinchos Tapealamprea.
El Radio Club Iria Flavia se instalará en un rincón de la plaza de abastos de Pontecesures. Sus integrantes colocarán sus bártulos y sus antenas, y cuando todo esté listo, comenzarán a enviar al mundo el «indicativo especial» que les ha sido concedido para la ocasión: EG1LU. Se preguntarán ustedes qué misterio se esconde tras esas siglas. Podríamos decirles, sin mentir, que se trata de un misterio de millones de años… Porque esa sucesión de letras y números, ininteligibles para el común de los mortales, a los iniciados les habla alto y claro, de la Festa da Lamprea do Ulla. El certamen que mañana eclosiona en Pontecesures.
Los integrantes del Radio Club Iria
Flavia esperan tener tiempo para probar el manjar que los ha reunido
este fin de semana. Pero, además de degustar alguno de los deliciosos
bocados que hay en el menú cesureño, ellos tienen otro objetivo en
mente: contactar con al menos unas trescientas personas. De esa forma,
quieren aportar su granito de arena a la difusión de la fiesta
gastronómica de Pontecesures y de un producto tan sorprendente y
fascinante como la lamprea. «Después, a todas las personas con las que
contactemos, les enviaremos una postal que imprimirá el Concello»,
cuenta Miguel Ángel Ruano.
La presencia de la agrupación de radioaficionados
aporta color a la presente edición de la Festa da Lamprea. Un certamen
que está en pleno proceso de metamorfosis. Y es que este año el gobierno
local ha optado por eliminar la degustación bajo carpa, trasladando a
los comensales a los establecimientos de hostelería de Pontecesures.
Tras comprobar cómo el tiempo se ha deteriorado en los últimos días,
devolviéndonos tras los calores primaverales a lo más crudo del
invierno, el alcalde Juan Vidal Seage está convencido de haber acertado.
«Se vai moito calor, non é agradable estar baixo carpa. E se vai un día coma estes últimos, tampouco», sentencia el regidor.
Por lo demás, son nueve los establecimientos de
hostelería que este año se han sumado oficialmente al nuevo modelo de
celebración gastronómica. Los nueve llevan desde el viernes por la noche
ofreciendo deliciosos bocados de lamprea a 4 euros. El mejor de todos
ellos saldrá de una doble selección, ya que podrán votar tanto el
público como una delegación de expertos que ayer a mediodía hizo un
examen de los platos sobre el terreno, como tiene que ser.
Hoy, en cualquier caso, es bastante probable que la lamprea se extienda a otros establecimientos de Pontecesures. En algunos de ellos, incluso, han prometido a sus parroquianos platos sorpresa que tendrán como protagonista a este extraño ser.
Comensales en A Casa do Río, donde la tapa de lamprea recibe el nombre de «Timbaliño» .
Pontecesures
vive este fin de semana la fiesta exaltación de la lamprea. Lo hace con
la implicación de una decena de establecimientos hosteleros y con un
pregón a cargo el escritor, periodista y pescador Miguel Piñeiro, quien
ayer ya animaba a los ciudadanos a visitar esta villa ribereña y a
degustar el manjar extraído de sus aguas, alegando que «2.000 años de
historia no pueden equivocarse».
Reconoce
este buen conocedor de la lamprea y de los métodos empleados para su
pesca que este prehistórico animal «causa cierto rechazo al verlo». Pero
sabe también que el aspecto es casi siempre lo de menos, por eso
insiste: «Hay que probar la lamprea, y además hacerlo donde saben
prepararla, en Pontecesures».
De
este modo, como a buen seguro hará hoy cuando lea el pregón -a las
12.30 horas-, Miguel Piñeiro quiere destacar que el Ullán y la lamprea
«son parte de nuestra historia y nuestra riqueza», citando como prueba
de ello que «ya fueron referencia para genios como Cunqueiro«.
Dicho
lo cual, convencido de que «Pontecesures es una cita obligada en el
calendario gastronómico gallego», Miguel Piñeiro aprovecha para destacar
«la asombrosa progresión e innovación de la restauración
pontecesureña».
Al hilo de esto puede apuntarse que la lamprea a la bordelesa vuelve a triunfar en la presente edición de la fiesta,
tanto si se trata de la ración, que se vende a 10 euros -con sus
picatostes y su arroz-, como en el caso de la ruta de tapas, ya que esta
tradicional receta es la protagonista en los pinchos elegidos por
varios establecimientos participantes, aunque varíen las presentaciones.
Lo cierto es que los
hosteleros pontecesureños han hecho gala de un gran ingenio, de ahí que
además de las presentaciones habituales también se sirva la lamprea al
más puro estilo peregrino -con su concha de vieira-, se adorne en un
timbal o se presente en el plato con la forma de una de las barcas que
pescan en el Ulla.
En cualquier caso, la mejor recomendación que puede hacerse a los lectores es que se acerquen a Pontecesures y lo valoren por sí mismos probando la lamprea en los establecimientos colaboradores, que como se indicó en los últimos días son el Parrillada Isidro, Café Bar Mambís, Nu-2, Casa Chaves, A Casa do Río, Salón de Té Soles, los restaurantes Carabela y O Candil y los bares-cafetería O Meco y Belsay.