Pulpería Rial se reinventa en su apuesta por la venta a domicilio.

Como otros muchos negocios que se han visto obligados a cerrar sus puertas y aplicar un ERTE a los trabajadores tras decretarse el estado de alarma por el covid-19, Pulpería Rial no ha querido permanecer inactiva. La suspensión de la Pascua y la Pascuilla dejó a los padroneses sin fiesta pero no se quisieron quedar sin la tradición de comer el pulpo. Así, y tras la avalancha de peticiones para que vendiera sus ricas raciones a domicilio, la empresa familiar, y por iniciativa del único trabajador de momento en activo, el encargado, Juan José Santana, se inició la venta a domicilio de las tradicionales raciones de pulpo, calamares y raxo. Hoy el negocio on-line ha ido creciendo y ya se ofrecen otras raciones y menús del día.

“La idea surgió con un doble objetivo, ayudar a la economía del negocio y, por otro, facilitar a la clientela que siguiera con la tradición de comer el pulpo en Pascua pero sin tener que arriesgarse al contagio, llevándoselo a su domicilio”. Y fue el propio Santana, que lleva 14 años trabajando en la empresa familiar de los Rial, quien se encargó de llevar los pedidos que se hacían a traves de WhatsApp (608359512) y en horarios cerrados: de 13.00 a 14.30 horas y de 21.00 a 22.30 horas.

El incremento de la demanda durante las “no fiestas” les permitió, ademas, contratar los servicios de O Búho, una empresa de reparto de la zona. Y es que Pulpería Ríal no solo reparte en Padrón y el resto de concellos de la comarca de O Sar (Rois y Dodro) sino que su clientela se extiende desde Santiago a Rianxo, pasando también por las localidades de Pontecesures y Valga. “Todo empezó por iniciativa del encargado. Mis padres tenían mucho dinero invertido en mercancía para las fiestas de Pascua y el cierre obligado fue un golpe muy duro, así que poder haber dado servicio en la Pascua alivia algo”, explica Begoña Rial, hija de los dueños y fundadores de la pulpería, José Manuel Rial y Lydia Angueira.

“Empezamos con el pulpo, los calamares y el raxo, pero ahora ya hemos ampliado la oferta y también damos croquetas caseras, jamón asado y tortilla. También desde hace poco, y para dar servicio a gente que ha tenido que seguir trabajando o ha vuelto al trabajo, ya ofrecemos menús del día”, cuenta la pequeña de la saga familiar.

Un menú del día compuesto por dos platos y que cuesta ocho euros más los gastos de envío. Si es en la villa y proximidades se pagan tres euros, pero si el pedido es para Santiago o Rianxo, por ejemplo, hay que pagar a mayores ocho euros.

También se puede elegir, si se quiere, solo un plato del menú, con lo que el precio baja hasta los seis euros.

“Ahora y desde hace unos días los clientes también pueden recoger su pedido en el establecimiento. Hay una mesa que separa al vendedor del cliente”, explica Begoña

Las ofertas de menús, raciones y bocadillos se pueden ver a diario en las redes sociales de Pulpería Rial: Facebook, Twiter e Instagram Estos días ofrece un plato especial con motivo de la celebración mañana domingo del Día de la Madre: carne ao caldeiro.

Visita obligada.

Pulpería Rial es uno de los negocios hosteleros familiares más emblemáticos de Padrón, lugar obligado de parada y visita los domingos de mercadillo para ir a comer el pulpo.

Abrió sus puertas, de la mano de Lydia Angueira y José Manuel Rial, el 11 de febrero de 1983, hace ya treinta y siete años, en la plazuela de Traviesas de la localidad coruñesa de Padrón.

El Correo Gallego

Pulpo a domicilio para no perder la tradición de degustarlo en Pascua.

Pulpería Rial lo entrega bajo pedido y, con ello, un trozo simbólico de las fiestas.

No hay Pascua en Padrón sin pulpo y, aunque no lo parezca, Pascua es. No hay fiesta, pero sí pulpo, como por ejemplo el de la conocida Pulpería Rial y, además, con reparto a domicilio. El local hostelero de la villa comenzó esta semana a entregar en casa pedidos de pulpo, calamares, raxo y patatas, menús muy servidos en este establecimiento en las fiestas grandes de Padrón y también durante todo el año.

La iniciativa tiene un «doble sentido», tal y como explica el encargado de la pulpería, Juan José Santana, de 36 años y que lleva 14 trabajando en el establecimiento padronés. Por un lado, «ayudar económicamente» al negocio, teniendo en cuenta que permanece cerrado desde el día 13 de marzo y con toda la actividad parada. Y, por otro, «dar servicio a la gente que quiera seguir con la tradición de comer pulpo en estas fechas». Para ello, en la Pulpería Rial se les ocurrió entregarlo a domicilio, «para que la gente no tenga que moverse de su casa y no se arriesgue a contagiarse», explica el encargado.

«Lo hacemos con conciencia porque, además de no tener que moverse de sus casas, cuidamos las medidas de seguridad y prevención», añade Juan José Santana. Para los pedidos, la reserva a mediodía es antes las doce y, por la noche, antes de las ocho. Del reparto se encarga también el propio encargado, de una a dos y media de la tarde y de nueve a diez y media de la noche. 

La pulpería ya realizó las primeras entregas el lunes y ayer, y tiene más reservas, en especial para mañana, Jueves Santo, y para el domingo que, de ser otra la situación, sería el día grande de Padrón. De haber demanda, seguiría con los pedidos a domicilio, incluso después de estos días.

«Tengo la materia prima, tengo vehículo para desplazarme, fuerza y ganas para hacerlo, así que vamos a seguir si hay buena acogida», cuenta Juan José Santana. En cuanto a la materia prima, el encargado de Pulpería Rial explica que el establecimiento tiene «mucho dinero invertido» en la compra de mercancía para las fiestas de Pascua y que el cierre obligado supone un «golpe muy duro a nivel de empresa». Asimismo, estaba con la formación de personal para «dar el mejor servicio y lo más profesional posible», tanto en las fiestas como de cara al verano. En Padrón hay locales hosteleros que, en este sentido, estaban trabajando ya con miras al Xacobeo 2021.

«Soy argentino y si hay algo que aprendí es lo que significa el pulpo para la familia gallega en estas fechas», explica Juan José Santana. Por su parte, Begoña Rial, hija de los fundadores de la pulpería, José Manuel Rial y Lydia Angueira, añade que con los pedidos a domicilio «tratamos de levar á xente unha parte da Pascua, na que o polbo non pode faltar porque é unha tradición». En este sentido, añade, la decisión de servir pulpo y otros menús a domicilio vale también para que «ninguén se esqueza de que estamos aquí».

La Voz de Galicia

Una fantástica campaña de lamprea arruinada por el virus.

La «dama del Ulla» es abundante este año, pero ya casi no queda quien la compre.

Un pescador de lamprea de Pontecesures introduce un ejemplar en un saco.

Un pescador de lamprea de Pontecesures introduce un ejemplar en un saco.

La campaña de pesca de lamprea en el río Ulla, que comenzaba el 2 de enero y debería finalizar el próximo día 15, estaba resultando fantástica, pero se ha convertido en una ruina. Había abundancia de producto, y de hecho la sigue habiendo. Pero los principales clientes de los valeiros, el colectivo que se dedica a su captura desde embarcación, son los restaurantes, y están cerrados.

Además, las medidas preventivas derivadas del estado de alarma obligaron a suspender la fiesta de exaltación de la lamprea del Ulla que estaba prevista en Pontecesures el pasado 29 de marzo. Dicho de otro modo, que sin esa degustación festiva y con el sector de la restauración inoperativo, el primitivo pez no tiene salida.

Faro de Vigo

El coronavirus pone los churros a enfriar.

Atrapado está el sector en un callejón sin salida: podrían vender su producto, ¿pero a quién?.

En cualquier buena fiesta gallega no pueden faltar los gaiteiros, los pulpeiros o las orquestas, pero tampoco los churros. Los churreros ambulantes, en realidad, están por todos lados porque a quién no le apetece una buena docenita de ese manjar recién salido de la sartén cuando se está dando una vuelta por el mercadillo o un paseo una tarde de domingo cualquiera por Vilagarcía. Un placer que, evidentemente, ha desaparecido de nuestras vidas tras la irrupción del coronavirus y que ha dejado al sector de los churreros ambulantes totalmente desprotegidos.

La Churrería Sandra, en Pontecesures, es uno de los buques insignia de este tipo de negocios en la comarca del Baixo Ulla. «No hay eventos en la calle, no hay ferias, no hay nada. Nosotros no podemos salir a la calle con nuestros furgones a montar un estand de una churrería y ponernos a vender porque la gente no puede venir a la calle», explican los propietarios.

Lo cierto es que los churreros ambulantes están metidos en todo un laberinto. Agrupados en el sector de la alimentación, apuntan desde Pontecesures que ellos podrían seguir vendiendo su producto, pero que sería algo absurdo porque no es un producto de primera necesidad y podrían multar a quien bajara de su domicilio exclusivamente para comprarlos. Al margen de otras consideraciones de lo más lógico. «Nin sería ético, nin san», apuntan desde la Churrería Sandra.

Desde el 14 de marzo con los hornillos apagados, las facturas sin embargo, siguen llegando. La opción que les queda, y que están estudiando, es optar por el ces de actividad, pero para eso tienen que demostrar una merma en los ingreso del 75 %, algo que tampoco va a ser muy fácil porque lo que ha sucedido, directamente, es que las ferias, mercadillos y demás eventos se han cancelado. Y temen, además, lo que pueda suceder durante el verano.

El empresario Andrés Quintá, hospitalizado en el Clínico de Santiago.

Faro de Vigo rectifica la nota:

Andrés Quintá Cortiñas. // A. Villar

Andrés Quintá Cortiñas.

Andrés Quintá Cortiñas está ingresado en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. El afamado empresario, cabeza visible de Extrugasa y el Grupo Quintá, dio positivo por coronavirus Covid-19.

La familia dice que no es grave, pero la preocupación existe en el Concello de Valga, donde está plenamente asentado, como hijo adoptivo, y donde montó su imperio. Pero también en localidades vecinas como Padrón, donde nació, y en otros muchos municipios de las comarcas de Caldas, Barbanza, O Sar, Santiago y O Salnés, a las que está estrechamente ligado profesionalmente y a las que pertenecen muchos de los más de setecientos trabajadores de su industria.


La noticia sobre la hospitalización del laureado empresario se extendió rápidamente en las últimas horas, sobre todo porque la plantilla de Extrugasa está al tanto de ello y no deja de interesarse por su estado de salud, al igual que hacen desde el Concello de Valga.

Hay que tener presente que Andrés Quintá es un hombre muy popular que además tiene una importante presencia mediática en la actividad cultural, social y económica del Bajo Ulla y de toda Galicia.

Una de sus últimas apariciones públicas, el mes pasado

Sin ir más lejos, a principios del mes pasado participó en el almuerzo oficial que organiza cada año el Concello de Valga para reunir a empresarios y políticos; un encuentro de confraternidad que contó con la presencia de algunos de los más importantes patronos de la comarca, como siempre arropados por alcalde, José María Bello Maneiro, y esta vez también por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía.

Quintá se mostró entonces tan activo como lo fue siempre. Y se dejó ver como es, un hombre extrovertido, campechano y sencillo, al que le gusta hablar de historia y recordar cómo levantó su imperio, capaz de exportar a medio mundo el 60% de su producción para dar servicio a sectores como el naval, ferroviario, industrial, aeronáutico, arquitectura o construcción.


Un referente en Galicia

A base de esfuerzo, Andrés Quintá se convirtió en uno de los empresarios más importantes de Galicia, situando a su empresa estandarte, Extrugasa, entre las más significativas del mundo dentro de su sector, el de extrusionados de aluminio.

A través de dicha firma y del Grupo Quintá, el afamado empresario también se convirtió en un importante benefactor, colaborador habitual del Concello de Valga en todo tipo de iniciativas socioculturales, al igual que patrocinador de clubes de fútbol y baloncesto, entre otras disciplinas deportivas.

En las fiestas populares y con la cultura

Es un hombre que disfruta asistiendo a fiestas como la de la empanda de maíz, en la parroquia valguesa de Cordeiro, y a la exaltación anual de la anguila y la «caña do país», también en Valga.

El artífice del imperio Quintá es, en definitiva, un hombre del pueblo que participa activamente del día a día de su localidad y de la comarca.

Un hombre que presume de haber disfrutado siendo joven «de la buena música de las verbenas, reuniones y comidas familiares y con amigos«, de ahí que no dude en respaldar este tipo de acontecimientos que, como la Mostra da Caña do País, «nos dan un respiro y ayuda necesaria para continuar luchando y trabajando».

Quintá en la fiesta de su 80 cumpleaños, el pasado verano.


Un hombre concienciado

«Las fiestas gastronómicas son un importante difusor de los productos ecológicos que deberían marcar la base de una alimentación sana», explicaba Andrés Quintá en una entrevista concedida a FARO el pasado verano.

Y abundaba en ello diciendo que es «una de las asignaturas pendientes de este siglo, en las que el sobrepeso y la obesidad infantil son verdaderas epidemias causadas por una alimentación precaria a base de alimentos ultra-procesados».


Promotor turístico del Concello

Se pronunciaba así con tanta firmeza como la que emplea cuando promociona turística y empresarialmente al Concello de Valga.

Una postura que, en buena lógica, mantiene al referirse a su buque insignia, Extrugasa; empresa en la que «siempre nos hemos preocupado por luchar a diario e invertir los beneficios de nuestra facturación en investigación y desarrollo de nuevos productos demandados por el mercado».


Quintá, al lado del alcalde, en la pasada comida de Navidad.


Ese es Andrés Quintá, un hombre que tanto habla de la siembra del trigo en una parcela de Valga, para enseñar a los niños cómo se cultivaba el campo antaño, como de las exportaciones de aluminio realizadas por su empresa a medio centenar de países.


«Esfuerzo, modestia y aprendizaje»

Y es que «Extrugasa surgió del esfuerzo de personas emprendedoras con visión de innovación que supimos adaptarnos a la transformación de la industria y arquitectura», enfatiza el empresario siempre que tiene oportunidad.

Lo tiene claro, como claro tiene el secreto de su éxito: «Modestia, aprendizaje y esfuerzo». Esas son las «guías fundamentales para lograr el éxito « de las que suele hablar para referirse a la filosofía de su empresa, asentada en un espacio de 400.000 metros cuadrados, con 112.000 construidos, en el que se generan 750 empleos directos y se facturan más de cien millones de euros al año.

Pero Andrés Quintá no solo piensa en su pueblo y su empresa. También se implica al máximo en el desarrollo de su comarca y de toda Galicia. Prueba de ello es que, como presidente de la asociación empresarial del Ulla-Umia, en el almuerzo de trabajo desarrollado en febrero ya expuso al presidente de la Xunta que es fundamental «lograr una mayor internacionalización de nuestra actividad empresarial y prestigiar la marca Galicia y la marca España», lo cual se logra, a su juicio, «a base de la cultura del trabajo y de la calidad de nuestros productos, planificando el futuro de nuestra sociedad a partir de la educación y la formación«.

Formación

Defendía así el papel del binomio Universidad-Empresa, convencido de que «deben ir de la mano para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas».

Esto lo llevaba a reivindicar más inversión en I+D+i, tratando de «convertir nuestras facultades de Ingeniería en auténticos laboratorios tecnológicos que eviten la llamada fuga de cerebros hacia la emigración».

Andrés Quintá incluso animaba entonces a los demás empresarios a «asistir a ferias internacionales, muestras tecnológicas, simposios formativos y centros expositivos de interés mundial «. Es decir, a «salir, ver mundo y conocer lo que hacen otros para inspirarnos en ellos y superarlos».


Reclamaciones ante Feijóo

En aquella ocasión Quintá también reclamó a Feijóo medidas de apoyo a los emprendedores y la concesión de premios a la exportación. Además de quejarse de las «enormes cargas fiscales y burocráticas que asfixian a empresarios y trabajadores».

Por todas estas razones, y muchas más, Andrés Quintá es un empresario de éxito cuyo estado de salud preocupa a muchos ciudadanos.

Por el momento, lo que sostienen en la propia empresa y en el Concello de Valga es que está estable, dentro de la gravedad de la situa

El empresario Andrés Quintá, hospitalizado en la UCI del Clínico de Santiago.

Dio positivo por coronavirus.

Andrés Quintá Cortiñas está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. El afamado empresario, cabeza visible de Extrugasa y el Grupo Quintá, dio positivo por coronavirus COVID_19, por lo que permanece entubado en la citada unidad médica en estado grave.

La preocupación es máxima en el Concello de Valga, donde está plenamente asentado, como hijo adoptivo, y donde montó su imperio.

Pero también en localidades vecinas como Padrón, donde nació, y en otros muchos municipios de las comarcas de Caldas, Barbanza, O Sar, Santiago y O Salnés, a las que está estrechamente ligado profesionalmente y a las que pertenecen muchos de los más de setecientos trabajadores de su industria.

La noticia sobre la hospitalización del laureado empresario se extendió rápidamente en las últimas horas, sobre todo porque la plantilla de Extrugasa está al tanto de ello y no deja de interesarse por su estado de salud, al igual que hacen desde el Concello de Valga.

Hay que tener presente que Andrés Quintá es un hombre muy popular que además tiene una importante presencia mediática en la actividad cultural, social y económica del Bajo Ulla y de toda Galicia.

Una de sus últimas apariciones públicas, el mes pasado

Sin ir más lejos, a principios del mes pasado participó en el almuerzo oficial que organiza cada año el Concello de Valga para reunir a empresarios y políticos; un encuentro de confraternidad que contó con la presencia de algunos de los más importantes patronos de la comarca, como siempre arropados por alcalde, José María Bello Maneiro, y esta vez también por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía.

Quintá se mostró entonces tan activo como lo fue siempre. Y se dejó ver como es, un hombre extrovertido, campechano y sencillo, al que le gusta hablar de historia y recordar cómo levantó su imperio, capaz de exportar a medio mundo el 60% de su producción para dar servicio a sectores como el naval, ferroviario, industrial, aeronáutico, arquitectura o construcción.


Un referente en Galicia

A base de esfuerzo, Andrés Quintá se convirtió en uno de los empresarios más importantes de Galicia, situando a su empresa estandarte, Extrugasa, entre las más significativas del mundo dentro de su sector, el de extrusionados de aluminio.

A través de dicha firma y del Grupo Quintá, el afamado empresario también se convirtió en un importante benefactor, colaborador habitual del Concello de Valga en todo tipo de iniciativas socioculturales, al igual que patrocinador de clubes de fútbol y baloncesto, entre otras disciplinas deportivas.

En las fiestas populares y con la cultura

Es un hombre que disfruta asistiendo a fiestas como la de la empanda de maíz, en la parroquia valguesa de Cordeiro, y a la exaltación anual de la anguila y la «caña do país», también en Valga.

El artífice del imperio Quintá es, en definitiva, un hombre del pueblo que participa activamente del día a día de su localidad y de la comarca.

Un hombre que presume de haber disfrutado siendo joven «de la buena música de las verbenas, reuniones y comidas familiares y con amigos«, de ahí que no dude en respaldar este tipo de acontecimientos que, como la Mostra da Caña do País, «nos dan un respiro y ayuda necesaria para continuar luchando y trabajando».

Quintá en la fiesta de su 80 cumpleaños, el pasado verano.


Un hombre concienciado

«Las fiestas gastronómicas son un importante difusor de los productos ecológicos que deberían marcar la base de una alimentación sana», explicaba Andrés Quintá en una entrevista concedida a FARO el pasado verano.

Y abundaba en ello diciendo que es «una de las asignaturas pendientes de este siglo, en las que el sobrepeso y la obesidad infantil son verdaderas epidemias causadas por una alimentación precaria a base de alimentos ultra-procesados».


Promotor turístico del Concello

Se pronunciaba así con tanta firmeza como la que emplea cuando promociona turística y empresarialmente al Concello de Valga.

Una postura que, en buena lógica, mantiene al referirse a su buque insignia, Extrugasa; empresa en la que «siempre nos hemos preocupado por luchar a diario e invertir los beneficios de nuestra facturación en investigación y desarrollo de nuevos productos demandados por el mercado».

Quintá, al lado del alcalde, en la pasada comida de Navidad.


Ese es Andrés Quintá, un hombre que tanto habla de la siembra del trigo en una parcela de Valga, para enseñar a los niños cómo se cultivaba el campo antaño, como de las exportaciones de aluminio realizadas por su empresa a medio centenar de países.


«Esfuerzo, modestia y aprendizaje»

Y es que «Extrugasa surgió del esfuerzo de personas emprendedoras con visión de innovación que supimos adaptarnos a la transformación de la industria y arquitectura», enfatiza el empresario siempre que tiene oportunidad.

Lo tiene claro, como claro tiene el secreto de su éxito: «Modestia, aprendizaje y esfuerzo». Esas son las «guías fundamentales para lograr el éxito» de las que suele hablar para referirse a la filosofía de su empresa, asentada en un espacio de 400.000 metros cuadrados, con 112.000 construidos, en el que se generan 750 empleos directos y se facturan más de cien millones de euros al año.

Pero Andrés Quintá no solo piensa en su pueblo y su empresa. También se implica al máximo en el desarrollo de su comarca y de toda Galicia.

Prueba de ello es que, como presidente de la asociación empresarial del Ulla-Umia, en el almuerzo de trabajo desarrollado en febrero ya expuso al presidente de la Xunta que es fundamental «lograr una mayor internacionalización de nuestra actividad empresarial y prestigiar la marca Galicia y la marca España», lo cual se logra, a su juicio, «a base de la cultura del trabajo y de la calidad de nuestros productos, planificando el futuro de nuestra sociedad a partir de la educación y la formación».

Formación

Defendía así el papel del binomio Universidad-Empresa, convencido de que «deben ir de la mano para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas».

Esto lo llevaba a reivindicar más inversión en I+D+i, tratando de «convertir nuestras facultades de Ingeniería en auténticos laboratorios tecnológicos que eviten la llamada fuga de cerebros hacia la emigración».

Andrés Quintá incluso animaba entonces a los demás empresarios a «asistir a ferias internacionales, muestras tecnológicas, simposios formativos y centros expositivos de interés mundial». Es decir, a «salir, ver mundo y conocer lo que hacen otros para inspirarnos en ellos y superarlos».


Reclamaciones ante Feijóo

En aquella ocasión Quintá también reclamó a Feijóo medidas de apoyo a los emprendedores y la concesión de premios a la exportación. Además de quejarse de las «enormes cargas fiscales y burocráticas que asfixian a empresarios y trabajadores».

Por todas estas razones, y muchas más, Andrés Quintá es un empresario de éxito cuyo estado de salud preocupa a muchos ciudadanos.

Por el momento, lo que sostienen en la propia empresa y en el Concello de Valga es que está estable, dentro de la gravedad de la situación.

Faro de Vigo