Casaldeirigo vence a los franceses.

La localidad valguesa conmemora el 209 aniversario de la Guerra de la Independencia

Las Alarmas de Valga permanecieron en guardia toda la tarde para volver a vencer a las tropas invasoras francesas en la escenificación de la Batalla de Casaldeirigo que volvió a concitar a un gran público en una atronadora representación en la que no faltó el batallón de fusiles, ni los cañones móviles ni las tradicionales bayonetas. Antes del campo de batalla, los asistentes han podido disfrutar de los numerosos puestos de artesanía, marroquinería y numerosos objetos de regalo, sin olvidar la cita gastronómica que se ofreció en los aledaños de la Capela da Saúde.

Casaldeirigo es como el Fuentevejuna de Valga como símbolo de la unión de un pueblo contra los invasores franceses. La localidad rememoró en la tarde de ayer la victoria en la batalla de la Guerra de la Independencia que se libró en el lugar hace 209 años y que enfrentó a los vecinos de la zona con el ejército de Napoleón.

Los vecinos se reunieron de nuevo en los alrededores de la Capela da Saúde donde unos 200 figurantes revivieron la cruenta y desigual batalla en la que las «Alarmas» locales demostraron su osadía y valor para, con armas improvisadas y rudimentarias, muchas de ellas simples aperos agrícolas, hacer frente a las preparadas y profesionales tropas francesas.

Las Alarmas de Valga no estuvieron esta vez solas en la batalla, sino que se vieron acompañadas por otras de diversas zonas de Galicia, así las procedentes de Pontecaldelas, Pontesampaio o San Antoniño de Mos, que quisieron contribuir en una representación a la que no faltó tampoco el grupo de entroido «Os da Troula», la asociación Casco Vello de Vigo y la asociación Cabalar y Cultural de Valga, bajo la organización del Ayuntamiento y de la asociación «Héroes de Casaldeirigo».

Las actividades dieron comienzo a las cinco de la tarde con el desfile de las tropas hacia las inmediaciones de la Capela da Saúde, donde tuvo lugar la recepción de todas las fuerzas participantes, y a la que acudió el alcalde de la localidad José María Bello Maneiro, quien tuvo ocasión de pasar revista a las tropas ante el izado de las banderas y del homenaje a los caídos.

La actuación de Cantos de Taberna y de las pandereteiras «Virxe da Saúde» así como de la degustación gratuita de rosquillas precedieron a la otra gran representación de la jornada, la de la obra teatral «A memoria da terra», con la que Iria Esperón Abril se proclamó ganadora del premio de teatro «A Guerra da Independencia de Valga».

A las ocho de la tarde comenzó la actuación musical estelar de la jornada, a cargo del cuarteto de voces y guitarra «De Vacas» que interpretó un entretenido repertorio con versiones llenas de retranca, entre ellas el «Amodiño», su particular versión del celebrado «Despacito» con el que consiguieron un enorme éxito en todos los conciertos a los que acudieron en el último año.

Tras este concierto, el turno correspondió a «Troula Animación» con el espectáculo «Personaxes de lume», también muy aplaudido por el público asistente a la fiesta.

Gracias al buen tiempo reinante durante toda la tarde, frente a las previsiones de los meteorólogos, que anunciaban lluvias, los numerosos asistentes a la celebración de la Batalla de Casaldeirigo, se llevaron a cabo todas las actividades previstas, incluso los obradoiros destinados a los más pequeños de la familia, que también tuvieron ocasión de saltar en los hinchables y otras atracciones especialmente dirigidas a ellos.

Al entrar la noche, los organizadores tenían previsto una de las actividades novedosas de la presente edición, el llamado «Asalto a Capela», en el que no se reparó en gastos para que la exhibición de fuegos de lucería y artificio resultaran un verdadero éxito.

Los asistentes también pudieron disfrutar de una cena campestre en el campo de Casaldeirigo, que estuvo amenizada por las actuaciones de Caché y Nueva Era, por lo que era posible disfrutar de una velada casi sin igual en esta parroquia valguesa.

Los organizadores consiguieron completar el cupo en la cena oficial, pues fue necesario inscribirse con carácter previo en las oficinas del Ayuntamiento o a través del propio colectivo Héroes de Casaldeirigo. Tras el ágape, se sortearon diversos regalos entre los asistentes.

Se trata de una de las citas imprescindibles en la comarca del Ullán que desde hace casi veinte años suma más adeptos gracias a la apuesta que cada año hace la organización para completar el programa de una fiesta de época que atrae a numerosas personas de toda Galicia.

La representación de la batalla ha sido especialmente vistosa, pues los participantes escenifican con especial detalle la cruenta batalla que en 1808 libraron los vecinos de Valga contra las tropas napoleónicas frente a la Capela da Saúde.

Faro de Vigo

Reclaman al Concello de Valga que detalle las ayudas concedidas a la capea de Vilarello.

La Plataforma Galicia Mellor sen Touradas ha solicitado al Concello de Valga que haga públicos los montantes ??reales? de la subvención para la realización de capeas en la fiesta.

Festa da Xuventude. Capea de Vaquillas en la playa fluvial de Vilarello (Valga)

La Plataforma Galicia Mellor sen Touradas ha solicitado al Concello de Valga que haga públicos los montantes ??reales? de la subvención para la realización de capeas en la fiesta de la playa fluvial de Vilarello. Los abolicionistas reclaman además a la Xunta que ??no autorice un nuevo evento taurino? en la villa, como deducen pasará en la próxima Festa da Xuventude que se celebra cada año.

Desde la plataforma acusan al gobierno local de que ??jamás han realizado un ejercicio de transparencia? sobre su aportación a este evento y aseguró que ??los animales sí son sacrificados después del espectáculo? y acusan a los promotores y a la propia administración local de ??lucrarse del sufrimiento animal como forma de espectáculo?.
Sus miembros recordaron que están recogiendo firmas en ??Change.org? contra este y otros eventos taurinos en la comarca (señalan uno en Moraña) y explicaron que ya llevan más de 54.000 rúbricas.

Carcacía le dio la vuelta a la tortilla.

La grúa y la maña de los vecinos hizo posible que el plato quedase perfecto.

Los amantes de la tortilla de patata se dividen entre los que ven en la cebolla el toque mágico y aquellos que la detestan. Este debate no se da en Carcacía (Padrón) porque aquí la pregunta que todo el mundo se hace es si aún es posible elaborar con sabor y maña una tortilla de patata cada vez más grande.

Los vecinos demostraron que las habilidades gastronómicas que se exigen en Carcacía no tienen nada que ver con el manejo del pelador de patatas para cortar 1.600 kilos de tubérculo ni con el punto perfecto para batir ocho mil huevos, sino más bien con la sinergia de los cocineros con el resto de pinches y con quien maneja la grúa para que la siempre peligrosa vuelta de la tortilla de patata no resulte un fiasco.

Carcacía celebró durante años esta fiesta, pero hace dos colgaron el mandil. Por este motivo, la recuperación ayer de esta cita festiva tenía mucho valor añadido. Si la jornada estuviese patrocinada por alguna firma dermatológica, llegado el mediodía el toque de diana obligaría a retirarse, ya que el cielo despejado y las elevadas temperaturas provocaron comparaciones con la Festa do Pemento, que se celebra a principios de agosto.

El termómetro también marcó el proceso de elaboración de la tortilla para que tuviese la consistencia necesaria para el volteo. Para minimizar riesgos, la parte alta de este plato tuvo que protegerse con papel de cocina. Con los amarres bien revisados, la estructura sobre la que cuajó la base de la tortilla giró con suavidad y sin apenas pérdidas, lo que provocó el primer aplauso de la concurrencia. Varias vueltas después, la tortilla gigante ya estaba lista, por lo que la siguiente tarea de las personas encargadas de la comida fue hacer la queimada. Y en ese momento, comenzó la fiesta de verdad.

La Voz de Galicia

Una niña valguesa de once años anuncia la recreación de la batalla de Casaldeirigo.

El cartel de Irene Sanmarco que anuncia la fiesta.

El cartel de Irene Sanmarco que anuncia la fiesta.
Irene Sanmarco Miguéns, nacida hace once años en el lugar de Baño, es la ganadora del concurso de dibujo convocado por el Concello de Valga para anunciar la fiesta con la que se recrea la batalla de Casaldeirigo, que tendrá lugar el día 26 y con la que se recuerda la lucha por la independencia librada por los lugareños frente a las tropas napoleónicas.

«Un pobo unido xamais será vencido» es el lema de este dibujo en el que se observa a una mujer como representante de los vecinos que lucharon contra los franceses.

Faro de Vigo

Los detractores de las capeas vuelven a la carga contra la fiesta de Valga.

Como en años anteriores, y a medida que se acercan las fechas señaladas, la Asociación Animalista Libera y la plataforma Galicia Mellor Sen Touradas intensifican las acciones de protesta y presión para evitar que el Concello de Valga organice su capea; una fiesta taurina con vaquillas que suele reunir a numeroso público año tras año.
Explican los denunciantes que disponen de más de 54.000 firmas con las que hacer frente «a las decisiones del gobierno local» en el sentido de «autorizar, amparar e incluso promover entre sus vecinos espectáculos de maltrato animal, donde bóvidos de corta edad son sometidos a una ridiculización y estrés constante, y finalmente sacrificados».
Al tiempo que reclaman al ejecutivo «que haga públicas las ayudas económicas y técnicas que prestan para torturar animales como actividad festiva», los animalistas anuncian que recurrirán nuevamente al Parlamento «para que prohíba las capeas, tentaderos y novilladas en Galicia, toda vez que son decenas de miles las rúbricas que avalan la propuesta, que ya tuvo un primer registro en 2017 con el apoyo explícito de En Marea, PSdeG-PSOE y BNG, sin que se haya debatido en la cámara hasta el momento».
Los detractores de estas capeas argumentan que «no existe ninguna justificación sobre aspectos tradicionales o en el terreno festivo que justifique el maltrato animal como propuesta de ocio», tratando así de frenar la convocatoria de la «Festa da Xuventude» de Valga y la adaptación del recinto de la playa fluvial de Vilarello a modo de coso taurino.

Faro de Vigo

Niegan la prórroga para capturar lamprea y se cierra la campaña «cuando más pescado entraba».

Los valeiros despiden con sensación agridulce una temporada en la que estuvieron semanas de brazos cruzados debido a las riadas

Los valeiros, el colectivo de pescadores que largan sus nasas butrón desde sus embarcaciones a la altura de Pontecesures para capturar la afamada lamprea del Ulla, se quedaron con la miel en los labios tras constatar que tenían que colgar las botas cuando mejor les iban las cosas.

Después de una mala campaña, primero a causa del bajo caudal en el río y más tarde porque resultaba excesivo y peligroso, se lamentan al pensar que pescaron mucho menos de lo previsto y que el plazo se les agotó precisamente «cuando más pescaba estaba entrando».

Fue el sábado cuando se puso punto final a esta campaña, ya que los valeiros solicitaron sin éxito que la Consellería de Medio Ambiente les concediera un aplazamiento.

Reclamaban al menos quince días más para aprovechar el buen momento actual de la lamprea, pero en la Administración no accedieron a esa demanda y estos pescadores tuvieron que empezar a dedicarse a otros recursos, ya desde el lunes.

De ahí que el balance que realizan arroje una sensación agridulce. «Estuvimos prácticamente un mes y medio sin trabajar debido a las intensas corrientes que impedían que largáramos los aparejos -manifiestan-; y además durante buena parte de la campaña -que empezaba en enero- la lamprea brilló por su ausencia, puesto que no había empezado a remontar los ríos».

Como queda dicho, en la recta final de la temporada, prácticamente desde que se celebró la fiesta de exaltación del pez cartilaginoso en Pontecesures, éste empezó a abundar. Tanto que en los días previos al cierre de la actividad «estuvimos pescando una media de quince lampreas diarias por embarcación, incluso con jornadas en las que se alcanzaban las cuarenta», explican los propios valeiros.

Y ahora que ha mejorado el tiempo, que el Ulla ya no parece tan peligroso como hace un par de semanas y que la lamprea abunda es cuando a los valeiros solo les queda lamentarse porque la que para algunos ha sido «una campaña regular, tirando a buena» pudo haber sido «fantástica para todos» si se habilitaran esos quince días más de trabajo.

Faro de Vigo