La capea de Vilarello hace olvidar la eliminación de España en el Mundial.

El partido de fútbol España-Rusia había obligado a retrasar la tradicional capea de Valga. Y la eliminación del combinado nacional desanimó después a muchos. Aún así la playa fluvial volvió a vibrar con la suelta de vaquillas, que no era más que el colofón a una «Festa da Xuventude» que el sábado había desarrollado su primera fase con las «Olimpiadas da Aldea», que tuvieron al equipo masculino de Vilarello y al femenino de Forno como campeones absolutos, tal y como había sucedido el año anterior.

El coso taurino habilitado a orillas del Ulla volvió a ser escenario de una fiesta cargada de emociones y risas que poco a poco hicieron superar el mal trago a los más futboleros, sobre todo cuando se improvisó un partido con las propias vaquillas. Algunos se llevaron el susto de turno, pues las reses se emplearon a gusto dando cuenta de los menos experimentados «toreros» que saltaron al ruedo.

Más suerte tuvieron -y mayor lucimiento ofrecieron- los recortadores profesionales, encargados de la parte más llamativa de la faena junto con el entrenador de caballos Santi Serra.

El que fuera ganador del concurso televisivo «Tú sí que vales» fue en Valga el encargado, junto a cuatro equinos de raza árabe y dos perros, de un espectáculo calificado por el numeroso público como «impresionante» basado en la «doma pacífica», que consiste en «crear un vínculo físico y psíquico con los animales».

Todo transcurrió con normalidad en una tarde de fiesta un tanto desapacible que se convirtió en decepcionante con el resultado obtenido por La Roja en el Mundial de Rusia en la cual la capea no se vio afectada por la nueva ley de espectáculos de Galicia que limita el acceso de menores a los eventos de carácter taurino, ya que no entra en vigor hasta hoy.

En cualquier caso el Concello de Valga, como organizador del evento, ya había recomendado en días previos a los padres que evitaran la presencia de niños en el tendido.

Al igual que había advertido la Administración local de que Emilio Colmenero, el director de lidia, tenía en regla todos los permisos necesarios para hacer realidad esta nueva edición de la suelta de vaquillas, esta vez llamadas «Rodadora» y «Ojalada», pertenecientes a la ganadería Toros de Brazuelas, en Valladolid.

Faro de Vigo

Un legado fotográfico del que puede sentirse muy orgulloso.

Nació en la parroquia valguesa de Campaña hace solo 56 años y se ha ido para siempre. Anxo Abalo García falleció el viernes y fue enterrado el sábado el cementerio de su iglesia, ese que tantas veces visitó y fotografió. Y es que Anxo hacía eso, inmortalizar lugares, momentos, vivencias e incluso sensaciones. Fueron décadas de trabajo con la cámara al cuello recorriendo todos y cada uno de los rincones de su querida Valga natal, pero también los de Catoira, Pontecesures y otros muchos de O Salnés y Caldas.

Pero sobre todo era conocido en el Bajo Ulla, donde estaba presente en cada acontecimiento significativo y en celebraciones con historia, como la fiesta de la caña y la anguila, la exaltación de la lamprea o el Belén Artesanal de Valga, al lado de su casa.

Trabajó para diferentes medios de comunicación, colaboró con FARO DE VIGO, ayudó a sus amigos siempre que pudo y, sobre todo, sacó fotos, muchas fotos.

En sus estudios o proyectos fotográficos acudió a bodas y bautizos, plasmó paisajes como pocos pueden lograrlo y, en definitiva, hizo lo que le más le gustaba y lo que mejor sabía hacer.

Siempre con una sonrisa, salvo en los momentos difíciles que le tocó vivir, Anxo Abalo se convirtió en uno de los personajes más relevantes del Ullán; ese territorio que ahora lo llora y en el que su legado debe perdurar para siempre a modo de gran exposición fotográfica.

Faro de Vigo

Casaldeirigo vence a los franceses.

La localidad valguesa conmemora el 209 aniversario de la Guerra de la Independencia

Las Alarmas de Valga permanecieron en guardia toda la tarde para volver a vencer a las tropas invasoras francesas en la escenificación de la Batalla de Casaldeirigo que volvió a concitar a un gran público en una atronadora representación en la que no faltó el batallón de fusiles, ni los cañones móviles ni las tradicionales bayonetas. Antes del campo de batalla, los asistentes han podido disfrutar de los numerosos puestos de artesanía, marroquinería y numerosos objetos de regalo, sin olvidar la cita gastronómica que se ofreció en los aledaños de la Capela da Saúde.

Casaldeirigo es como el Fuentevejuna de Valga como símbolo de la unión de un pueblo contra los invasores franceses. La localidad rememoró en la tarde de ayer la victoria en la batalla de la Guerra de la Independencia que se libró en el lugar hace 209 años y que enfrentó a los vecinos de la zona con el ejército de Napoleón.

Los vecinos se reunieron de nuevo en los alrededores de la Capela da Saúde donde unos 200 figurantes revivieron la cruenta y desigual batalla en la que las «Alarmas» locales demostraron su osadía y valor para, con armas improvisadas y rudimentarias, muchas de ellas simples aperos agrícolas, hacer frente a las preparadas y profesionales tropas francesas.

Las Alarmas de Valga no estuvieron esta vez solas en la batalla, sino que se vieron acompañadas por otras de diversas zonas de Galicia, así las procedentes de Pontecaldelas, Pontesampaio o San Antoniño de Mos, que quisieron contribuir en una representación a la que no faltó tampoco el grupo de entroido «Os da Troula», la asociación Casco Vello de Vigo y la asociación Cabalar y Cultural de Valga, bajo la organización del Ayuntamiento y de la asociación «Héroes de Casaldeirigo».

Las actividades dieron comienzo a las cinco de la tarde con el desfile de las tropas hacia las inmediaciones de la Capela da Saúde, donde tuvo lugar la recepción de todas las fuerzas participantes, y a la que acudió el alcalde de la localidad José María Bello Maneiro, quien tuvo ocasión de pasar revista a las tropas ante el izado de las banderas y del homenaje a los caídos.

La actuación de Cantos de Taberna y de las pandereteiras «Virxe da Saúde» así como de la degustación gratuita de rosquillas precedieron a la otra gran representación de la jornada, la de la obra teatral «A memoria da terra», con la que Iria Esperón Abril se proclamó ganadora del premio de teatro «A Guerra da Independencia de Valga».

A las ocho de la tarde comenzó la actuación musical estelar de la jornada, a cargo del cuarteto de voces y guitarra «De Vacas» que interpretó un entretenido repertorio con versiones llenas de retranca, entre ellas el «Amodiño», su particular versión del celebrado «Despacito» con el que consiguieron un enorme éxito en todos los conciertos a los que acudieron en el último año.

Tras este concierto, el turno correspondió a «Troula Animación» con el espectáculo «Personaxes de lume», también muy aplaudido por el público asistente a la fiesta.

Gracias al buen tiempo reinante durante toda la tarde, frente a las previsiones de los meteorólogos, que anunciaban lluvias, los numerosos asistentes a la celebración de la Batalla de Casaldeirigo, se llevaron a cabo todas las actividades previstas, incluso los obradoiros destinados a los más pequeños de la familia, que también tuvieron ocasión de saltar en los hinchables y otras atracciones especialmente dirigidas a ellos.

Al entrar la noche, los organizadores tenían previsto una de las actividades novedosas de la presente edición, el llamado «Asalto a Capela», en el que no se reparó en gastos para que la exhibición de fuegos de lucería y artificio resultaran un verdadero éxito.

Los asistentes también pudieron disfrutar de una cena campestre en el campo de Casaldeirigo, que estuvo amenizada por las actuaciones de Caché y Nueva Era, por lo que era posible disfrutar de una velada casi sin igual en esta parroquia valguesa.

Los organizadores consiguieron completar el cupo en la cena oficial, pues fue necesario inscribirse con carácter previo en las oficinas del Ayuntamiento o a través del propio colectivo Héroes de Casaldeirigo. Tras el ágape, se sortearon diversos regalos entre los asistentes.

Se trata de una de las citas imprescindibles en la comarca del Ullán que desde hace casi veinte años suma más adeptos gracias a la apuesta que cada año hace la organización para completar el programa de una fiesta de época que atrae a numerosas personas de toda Galicia.

La representación de la batalla ha sido especialmente vistosa, pues los participantes escenifican con especial detalle la cruenta batalla que en 1808 libraron los vecinos de Valga contra las tropas napoleónicas frente a la Capela da Saúde.

Faro de Vigo

Reclaman al Concello de Valga que detalle las ayudas concedidas a la capea de Vilarello.

La Plataforma Galicia Mellor sen Touradas ha solicitado al Concello de Valga que haga públicos los montantes ??reales? de la subvención para la realización de capeas en la fiesta.

Festa da Xuventude. Capea de Vaquillas en la playa fluvial de Vilarello (Valga)

La Plataforma Galicia Mellor sen Touradas ha solicitado al Concello de Valga que haga públicos los montantes ??reales? de la subvención para la realización de capeas en la fiesta de la playa fluvial de Vilarello. Los abolicionistas reclaman además a la Xunta que ??no autorice un nuevo evento taurino? en la villa, como deducen pasará en la próxima Festa da Xuventude que se celebra cada año.

Desde la plataforma acusan al gobierno local de que ??jamás han realizado un ejercicio de transparencia? sobre su aportación a este evento y aseguró que ??los animales sí son sacrificados después del espectáculo? y acusan a los promotores y a la propia administración local de ??lucrarse del sufrimiento animal como forma de espectáculo?.
Sus miembros recordaron que están recogiendo firmas en ??Change.org? contra este y otros eventos taurinos en la comarca (señalan uno en Moraña) y explicaron que ya llevan más de 54.000 rúbricas.

Carcacía le dio la vuelta a la tortilla.

La grúa y la maña de los vecinos hizo posible que el plato quedase perfecto.

Los amantes de la tortilla de patata se dividen entre los que ven en la cebolla el toque mágico y aquellos que la detestan. Este debate no se da en Carcacía (Padrón) porque aquí la pregunta que todo el mundo se hace es si aún es posible elaborar con sabor y maña una tortilla de patata cada vez más grande.

Los vecinos demostraron que las habilidades gastronómicas que se exigen en Carcacía no tienen nada que ver con el manejo del pelador de patatas para cortar 1.600 kilos de tubérculo ni con el punto perfecto para batir ocho mil huevos, sino más bien con la sinergia de los cocineros con el resto de pinches y con quien maneja la grúa para que la siempre peligrosa vuelta de la tortilla de patata no resulte un fiasco.

Carcacía celebró durante años esta fiesta, pero hace dos colgaron el mandil. Por este motivo, la recuperación ayer de esta cita festiva tenía mucho valor añadido. Si la jornada estuviese patrocinada por alguna firma dermatológica, llegado el mediodía el toque de diana obligaría a retirarse, ya que el cielo despejado y las elevadas temperaturas provocaron comparaciones con la Festa do Pemento, que se celebra a principios de agosto.

El termómetro también marcó el proceso de elaboración de la tortilla para que tuviese la consistencia necesaria para el volteo. Para minimizar riesgos, la parte alta de este plato tuvo que protegerse con papel de cocina. Con los amarres bien revisados, la estructura sobre la que cuajó la base de la tortilla giró con suavidad y sin apenas pérdidas, lo que provocó el primer aplauso de la concurrencia. Varias vueltas después, la tortilla gigante ya estaba lista, por lo que la siguiente tarea de las personas encargadas de la comida fue hacer la queimada. Y en ese momento, comenzó la fiesta de verdad.

La Voz de Galicia