El diplomático ruso que se coló en el baile de la Bella Otero.

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La película de una danza de la más famosa de las cortesanas es una de las sorpresas que guardan las instalaciones museísticas estrenadas en marzo.

Dura apenas unos segundos, pero es tiempo más que suficiente. A pesar de todos los años que han pasado por la vieja película, la lozanía de la Bella Otero y la energía embriagadora de su baile llegan desde la pantalla como un soplo de alegría vital. Mientras ella arquea su cuerpo, un hombre con sombrero de copa asoma al fondo. Es un diplomático ruso que se coló en la fiesta de la más famosa de las cortesanas de la Belle Epoque. ?l no sabía que aquel baile estaba siendo filmado: hacía apenas unos años que el cine había nacido, y el prohombre ignoraba que el ojo de vidrio que estaba frente a la bailarina iba a inmortalizarlo con los brazos en alto, como si tocase unas castañuelas. Aquello casi provoca «un incidente internacional».

La historia, envuelta en ese halo de leyenda que rodea todo lo relacionado con Carolina Otero, nos la cuenta Santi, uno de los responsables del Museo da Historia Local de Valga. «Contan que foi ela mesma a que contratou aos cámaras dos Lumiere para que a gravasen bailando», explica. Aquel capricho de la bella y descarada cortesana es una de las sorpresas que deparan las instalaciones museísticas construidas a un tiro de piedra de la que, se supone, fue la casa en la que nació la bailarina. Claro que ella presumía, en sus noches en la Ciudad de la Luz, de sus raíces andaluzas. Para desmentirlo, en una de las vitrinas está expuesta la partida de nacimiento de una mujer que «fixo que polo menos sete homes se suicidaran por ela».

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A seguir creciendo

Revistas, fotos, un traje diseñado por una costurera valguesa al gusto de la dama, libros, cromos y vitolas del cambio de siglo permiten reconstruir la importancia histórica de una mujer que marcó una época. La exposición seguirá creciendo, poco a poco. También quieren los responsables del museo ampliar la sección dedicada a Ferro Couselo, ahora reducida a una colección de libros. «Esta é unha figura coa que temos moito que traballar para darlle o xusto recoñecemento que merece», explican.

El paseo por estas instalaciones arranca en una sala en la que el suelo es muy especial: una vista aérea de la localidad. «? sorprendente. Os nenos, que están acostumados a utilizar as ferramentas de Internet, manéxanse moi ben, enseguida saben onde están. Aos maiores cústalles máis ubicarse, e cando o fan empezan a buscar as carreteras, as súas casas…». Y es que, de momento, la mayoría de los que han pasado por las instalaciones museísticas son vecinos de la localidad y alumnos de los colegios del entorno.

Una vez colocados sobre el territorio, comienza la exploración del pasado. Valga es una localidad rica en yacimientos arqueológicos que permiten viajar a la Edad del Bronce a través de la piedra grabada de petroglifos como el de A Serpe; convertirse en castrexo gracias a los restos de los 17 castros y túmulos documentados en la localidad y de los que algunos vestigios se guardan en el museo; o espiar el día a día de la Galicia romana a través de las ánforas y los molinos hallados en el Mercado dos Mouros. Eirexa Vella, un yacimiento que arranca en la época de la romanización y acaba en la Edad Media, también ha nutrido al museo de curiosas piezas. Entre ellas un collar de cuentas, datado en el siglo IV después de Cristo, cuyo diseño es tan actual que parece un anacronismo en la vitrina en la que está colocado.

Una de las joyas del museo es un capitel «do taller de Setecoros», una pieza cedida por el Museo de Pontevedra que fue tallado en el sigloo VI antes de Cristo en mármol de O Incio. «Na igrexa de Setecoros hai varios deste mesmo estilo. O que non se sabe é se saíron dun taller que estaba fisicamente alí, ou se era un taller itinerante». La Guerra de la Independencia y la batalla de Casal de Eirigo, y el nacimiento de la industria en Valga reabren al visitante las puertas para volver al presente.

La Voz de Galicia

El Concello de Valga celebra el éxito de la ruta de tapas de anguila en la que participaron 16 bares.

El fin de semana ha dejado un excelente sabor de boca en Valga. En 16 establecimientos de la localidad se han servido otras tantas tapas de anguila, cocinadas con el esmero de quienes saben tratar a esta especie. Los bocados, afirma quien los probó, eran deliciosos. Ahora, un jurado y la votación popular decidirá cuál de las recetas merece convertirse en ganadora de esta edición de Tapa a Anguía, el hermano pequeño de la fiesta que este fin de semana se celebra en el parque Irmáns Dios Mosquera.

El concurso de tapas nació el año pasado para intentar revitalizar una celebración en la que pescado y caña se dan la mano. En esta ocasión, todo a salido a pedir de b oca. De hecho, en el Concello no descartan ampliar los días de duración del concurso, ya que probar las 16 tapas en solo dos jornadas era una misión harto difícil para quienes se empeñasen en cumplirla al cien por cien.

Mari Carmen Castiñeiras, la concejala responsable de este evento, mostraba ayer su satisfacción por lo bien que había salido el concurso. Los locales agotaron las raciones previstas y «en todos eles se vía ambiente», algo que siempre viene bien a los negocios de hostelería.

A partir de ahora, comenza la cuenta atrás para la fiesta gastronómica por excelencia de Valga. El jueves se celebrará la primera cata de las cañas que se han presentado a concurso. El viernes, en el parque en el que se desarrollarán los actos, abrirá sus puertas una feria pirata y se celebrará la cata final de aguardiente. Por la noche, las asociaciones locales abrirán sus puestos y, a las 22.30 horas, arrancará el Cañarock, con Sleepwalker, Black Soul Motard y Músculo.

El sábado es el día grande. Una concentración motera, una demostración de destilado de caña, el pregón, la degustación de anguila y de cócteles que parten del aguardiente, una fiesta infantil, la actuación de Quercus Folk, la recreación de la batalla de Casal de Eirigo, los juegos populares, la queimada, la verbena y el concierto de Roi Casal llenan la densa agenda de esa jornada. Y el domingo aún habrá más. Entre otras cosas, demostraciones de tiro con arco, conciertos y exhibiciones de perros y de cetrería.

La Voz de Galicia

La anguila y la caña del país dan para mucho en Valga.

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Durante el último fin de semana de agosto, conciertos y exhibiciones redondearán la 25 edición de estas celebraciones.

En Valga se han tomado a pecho que la Festa da Anguía y la Mostra da Caña do País hayan sido declaradas de interés turístico de Galicia. El año pasado, el Concello hizo un esfuerzo para intentar dar un nuevo aliento a estas convocatorias, que parecían haber decaído. Y de aquel esfuerzo nació la edición de este año, la número 25, que llega llena de sorpresas y, sobre todo, muy crecida.

Empecemos por el principio. Vayámonos, pues, a este fin de semana, cuando en 16 establecimientos de Valga se desplegará el «Tapa a Anguía», un concurso de tapas elaboradas a partir de este producto.

Demos ahora un salto en el tiempo. Serán solo unos días, porque ya el jueves habrá actividades enmarcadas en la gran cita gastronómica del sábado. El jueves, en el Concello, se hará una primera criba de las cañas que se han presentado a concurso. El viernes, a las cinco de la tarde, se inaugurará la feria pirata que estará funcionando todo el fin de semana en el parque Irmáns Dios Mosquera. Después, a las ocho, tendrá lugar la cata final. Y a las nueve, cada asociación del municipio abrirá los puestos con los que animan, también ellos, el cotarro festivo. A las diez y media llega el Caña Rock, esta vez con los grupos locales Sleepwalker, Black Soul Motard y Músculo.

Al día siguiente habrá demostración de destilado, se leerá el pregón -será cosa de Touriñán-, y se entregarán los premios y distinciones de la edición número 25 de la fiesta. La música de la banda municipal abrirá boca para la degustación de anguila, de cócteles de caña, y para la comida campestre. Por la tarde habrá fiesta infantil -con toboganes de agua y discoteca móvil incluida-, concentración de motos clásicas, y sonarán la música de Quercus Folk y las armas de la batalla de Casal de Eirigo. Juegos populares y más música conducirán hasta la una de la madrugada, cuando Roi Casal tomará el escenario.

El domingo habrá una serie de exhibiciones: de caballos y carrozas, de tiro y caza con arco, de agility y cetrería. La música la pondrá a media mañana la banda y por la noche se celebrará el festival Anguiando Jazz (22 horas), con la Big Band de Valga y Hot Seven.

La música se multiplica con el Caña Rock, Roi Casal y el Anguiando Jazz.

La Voz de Galicia

Más de 2.000 kilos de mejillón en Pontecesures.

En Pontecesures están de fiesta. Ayer por la noche hubo música para romper el hielo. Y hoy y mañana, la parranda está servida a cuenta de San Roque de Porto. La organización de estas celebraciones, que cada año reúnen en este rincón cesureño a gentes llegadas de toda la comarca, confía en que el buen tiempo aguante lo suficiente como para poder vivir en paz esta cita.

Para hoy, el programa es completo. A las nueve de la mañana, las bombas de palenque harán su cometido y recordarán a todo el mundo que es día de fiesta. Ya por la tarde, actuará el grupo Algueirada y a las diez de la noche se celebrará la edición número 25 de la «Gran Mexillonada». Más de 2.000 kilos de mejillón -2.200, en concreto- y 575 litros de vino Barrantes «do bo», cerveza y pan, correrán gratis entre los asistentes. «Con estas cousas a xente sempre se anima», aseguraban ayer los responsables de un evento que nació hace ya un cuarto de siglo y que goza, así lo aseguran quienes lo han vivido, de una excelente salud. Después de alimentar los estómagos hambrientos, las orquestas Pontevedra y Marbella pondrán el broche sonoro a la jornada de fiesta en Porto.

Mañana, la actividad volverá a ser intensa, con bombas, alboradas, misa solemne cantada por la Coral Polifónica de Pontecesures, y «a continuación, gran poxa de ramos». El concierto de la banda de música y las orquestas Gran Parada y Charleston cerrarán las fiestas. Hasta el año que viene, cuando San Roque volverá cargado de humor, música y mejillones.

La voz de Galicia

Valga desgrana el trigo recolectado en julio con una fiesta intergeneracional.

La recuperación del patrimonio cultural del municipio continúa el miércoles en Cordeiro.

El Ayuntamiento de Valga organiza un nuevo encuentro intergeneracional. Esta vez para que los vecinos de mayor edad se reúnan con los niños y conviertan en una fiesta la «malla» del trigo, es decir, el proceso por el que se separa el gano de la paja.

El cereal fue recolectado el mes pasado también mediante una fiesta intergeneracional, y ahora es momento de dar un paso más en el proceso, antes de que llegue el de la molienda y la elaboración del pan con el producto cultivado.

Esta es la forma que tiene el Concello de recordar viejas tradiciones y recuperar el patrimonio cultural del municipio en colaboración con las asociaciones A Eira, Axentiva, Asdivalu, Valga Bule y Mulleres Rurais Albor.

También participan el CEIP Plurilingüe Baño y el Colegio Xesús Ferro Couselo, en el que se celebra este encuentro festivo y cultural el miércoles que viene, desde las once de la mañana.

Faro de Vigo.