El PSOE de Valga explora el contencioso para intentar seguir la causa de las comisiones.

El PSOE de Valga emitió ayer un comunicado tras el carpetazo definitivo que la Audiencia Provincial ha dictado contra la denuncia socialista que planteaba la posible irregularidad de las comisiones de coordinación del gobierno local. 

Lejos de aceptar la dimisión que pidió este fin de semana el ejecutivo conservador contra la candidata socialista, María Ferreirós, el PSOE quiso subrayar que sus tesis fueron resueltas “por vía penal”, pero cabe todavía recurso por la contenciosa-administrativa. De hecho, señalan, “os únicos argumentos esgrimidos pola Audiencia son precisamente estes, consideran que este asunto non se pode xulgar nun proceso penal, pero si, e insiste en varios parágrafos, por vía contenciosa-administrativa”. El auto, añaden, si bien rechaza las pretensiones socialistas por la vía penal, “en ningún momento recoñece que as Comisións de Coordinación sexan legais”.

El PSOE insiste en que estas reuniones de coordinación “non están recollidas por lei”, “e menos cando só se reúnen os membros do PP, sen presenza de funcionario público para dar fe, sen secretario e sen interventor”. Reiteran lo ya criticado en anteriores ocasiones: Que en 28 años, estas comisiones habrían supuesto un gasto para el Concello de “aproximadamente 500.000 euros en pagar a concelleiros do PP por acudir a reunións de cinco minutos”, que “eran totalmente prescindibles”, por cuanto entienden que para las mismas funciones ya existen las regladas juntas de gobierno local. Por estas  “tamén cobraron os concelleiro do PP”. “Sorprende que despois de tres anos, e seis meses paralizado, se retome e resolva nunha semana e precisamente en plena precampaña”. “A preocupación de Bello Maneiro por manter o goberno local e do señor Rueda por manter a Deputación de Pontevedra esperemos non afectara ao proceso”, concluyen desde el PSOE.

Diario de Arousa

Pontecesures y Rianxo recuerdan a la pareja gallega muerta en los atentados en Sri Lanka.

La repatriación de los cuerpos de Alberto Chaves y María González «se prolongará días».

Pontecesures y Rianxo recuerdan este martes a los dos jóvenes gallegos fallecidos en los atentados de Sri Lanka a través de distintos actos y muestras de solidaridad que se suman a los crespones negros y banderas a media asta del edificio consistorial.

Pontecesures, localidad pontevedresa donde residía María González Vicente, de 32 años, ha decretado tres días de luto oficial. Además han convocado una concentración a las 20.30 horas en la plazuela, a la que el alcalde, Juan Manuel Vidal, ha invitado a todos los vecinos.

El municipio de Rianxo, de donde era originario Alberto Chaves, de 31 años, guardaba este mediodía ante el ayuntamiento un minuto de silencio en repulsa por lo ocurrido y como muestra de acompañamiento y solidaridad. El alcalde de la localidad, Adolfo Muiños, explicaba esta mañana para FARO la sensación de «rabia» y de «solidaridad absoluta» con la familia de los fallecidos en los ataques terroristas

El Parlamento de Galicia también guardó este mediodía un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los atentados perpetrados el pasado fin de semana en Sri Lanka. El presidente del Parlamento, Miguel Santalices, expresó ayer sus condolencias a las familias y amigos de los fallecidos, al tiempo que se mostró convencido de que «jamás el terrorismo logrará doblegar a las sociedades y a las personas de bien».

Santalices remitió también un mensaje de condolencia a los alcaldes de Pontecesures y de Rianxo, ayuntamientos de los que eran oriundas las víctimas gallegas.

Las visitas a la vivienda familiar del joven que trabajaba en India para una filial del grupo Profand, en la aldea de Rial, se sucedían esta mañana en un ambiente de consternación palpable entre los vecinos del lugar de la parroquia de Leiro, al que conocían bastante bien pues visitaba a su familia con asiduidad. «Rial está deshecha», apuntaba uno de los vecinos, «yo lo quería como si fuese un hijo». «Era un chaval educado, agradable, buen chico. Saludaba a todo el mundo», explica el propietario del bar O Portugués. 

Atentados en Sri Lanka: la repatriación «se prolongará días»


La repatriación de los cuerpos de Alberto Chaves y Mariá González «se prolongará días», según informaron fuentes diplomáticas. Las autoridades españolas desplazadas a Sri Lanka están tratando por ahora de recopilar toda la documentación necesaria para que se pueda proceder con la repatriación de los cadáveres de los dos jóvenes naturales de Galicia.

Sin embargo, ese proceso para obtener los certificados oficiales por parte de las autoridades judiciales de Sri Lanka aún «se prolongará días», advirtieron fuentes diplomáticas españolas, que pidieron el anonimato. Cuando concluya todo el proceso burocrático, serán las agencias de seguros y las funerarias las que tomen el relevo, añadieron.

La joven pareja gallega, que estaba de vacaciones en Sri Lanka, falleció en la cadena de atentados perpetrados el Domingo de Resurrección en tres iglesias y tres hoteles de lujo del país asiático. Su muerte se suma a la de al menos catorce turistas españoles muertos en ataques terroristas perpetrados en los últimos veinticinco años mientras pasaban sus vacaciones fuera de España.

Además de los que se encontraban de vacaciones, al menos otros veinte españoles -cooperantes, misioneros o empresarios que residían en el extranjero- han fallecido en ataques terroristas fuera de España, el último el gallego Ignacio Echeverría, afincado en la capital británica asesinado en el atentado del londinense Puente de Westminster el 3 de junio de 2017.

Atentados en Sri Lanka: más de 300 muertos

Este martes, las autoridades de Sri Lanka elevaron a más de 300 el número de fallecidos por la sangrienta serie de atentados del Domingo de Resurrección, que atribuyen a un grupo islamista local y que ocasionaron además 500 heridos.

Los ataques comenzaron de forma simultánea con potentes explosiones en tres hoteles de lujo en Colombo -los jóvenes gallegos se hospedaban en uno de ellos- y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y una tercera en la oriental ciudad de Batticaloa.

Las explosiones continuaron horas después con una séptima detonación en un pequeño hotel situado a una decena de kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial en Dematagoda, también en Colombo. Cuarenta sospechosos han sido detenidos por estos ataques, que aún no han sido reivindicados.

Faro de Vigo