«Cada vez hai máis gaiteiros».

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De visita en el obradoiro de instrumentos tradicionais «o xaneiro».

En Valga, Luis Miguel Sanmarco se ha construido una vida a base de madera y música

En algún lugar del taller de Luis Miguel Sanmarco tiene que haber un lápiz de carpintero. Uno de esos lápices gruesos y rojos que los viejos artesanos de la madera utilizaban tanto para hacer marcas en las piezas en las que trabajaban, como para hacer anotaciones en pedazos de papel. A primera vista no vemos ese útil por ningún lado. Pero nos lo imaginamos. Porque en el Obradoiro de instrumentos tradicionais de O Xaneiro (Valga) te esperas un instrumento así. Este lugar es uno de esos sitios que permiten revivir aquel pasado, no tan lejano, en el que el mundo giraba menos rápido, menos desquiciado.

Luis, enfundado en una bata de trabajo azul, es un hombre de treinta y tantos años que se declara afortunado. A fin de cuentas, dice, el suyo es un oficio «idílico», y él, una de esas personas a las que se le dibuja una sonrisa en la cara cuando se acerca la hora de ponerse manos a la obra. «Con isto non te fas rico, pero compénsalo cada mañá, cando te levantas e vés con alegría para o taller, sabendo que vas chegar, tocar a madeira, os materiais todos…».

Conste que el camino que lo trajo hasta aquí, que lo convirtió en timonel del barco de O Xaneiro, estuvo lleno de reviravoltas. Luis nació con la música en el alma. A los seis años empezó a tocar la gaita y después, en la escuela de música de Valga, el clarinete. Estudió Bachillerato y, cuando lo remató, le llegó la hora de decidir qué quería ser de mayor. Entonces -aún no sabe muy bien el porqué- hizo electricidad. Con el tiempo descubriría que aquella rama de FP que inició sin especial alegría no le iba a servir más que «para aforrarlle uns cartiños á familia e aos amigos».

Con el título bajo el brazo y sin trabajo, Luis volvió a pensar qué quería ser de mayor. Y esta vez se dejó guiar por su instinto de gaiteiro -además de facedor de gaitas, toca en el grupo folk Alvariza- y puso rumbo a la Escola de Artes e Oficios de Vigo. Allí aprendió con Carlos Corral, un maestro cuyo taller rivaliza -en el buen sentido del término- con el de la familia Seivane. Luis, como es lógico, entronca con la tradición de Corral. «Din que as de Seivane son gaitas femia e as de Corral, macho, porque teñen máis corpo, máis potencia».

En cualquier caso, destaca Luis, cada gaita es un mundo porque cada gaiteiro es único. «Nisto non hai un cánon. Todo depende. Cada músico ten un instrumento perfecto diferente», sentencia el artesano. Cuando un cliente llega por la puerta -y de eso hay que dar gracias al boca a boca, que es el que alimenta el taller- Luis no tiene prisa.

No es bueno tenerla. Luis escucha, escucha y vuelve a escuchar, hasta que tiene claro qué es lo que quiere el gaiteiro que tiene delante. Hay quien quiere un instrumento sencillo, hay quien lo quiere rotundo, hay quien lo pide con más adornos y quien lo ha soñado desnudo.

El proceso
«? unha das cousas que máis me gusta. Darlle voltas e máis voltas ata que atopas a forma de facer o que che piden». Luis, como artesano que es, también pone sus condiciones. En su taller ni se tiñen las maderas, ni se anilla con plástico. «Non me gusta», dice encogiéndose de hombros. Y no hacen falta más explicaciones.

En el taller, una colección de piezas de madera perfectamente apiladas espera que llegue la hora de la metamorfosis. Hay madera de boj, de bubinga o de granadillo. «Os mellores instrumentos de corda son os de granadillo, así que unha gaita deste material é lo más de lo más», cuenta el maestro artesano. Relata que, como la madera es un material vivo, entre proceso y proceso «hai que deixala repousar».

Así que si usted quiere un instrumento con la firma de O Xaneiro, ármese de paciencia: la espera media es de seis meses. Algunos clientes, incluso los que saben que estas cosas llevan su tiempo, se impacientan. «Ese é o maior estrés que teño, cando me apuran», dice Luis con una carcajada. Esa calma la trae trabajar por encargo, informando a los clientes de que las prisas no caben en este taller de Valga. Porque las cosas hay que hacerlas despacio, poniendo el corazón y la cabeza, para lograr que cada pieza «sone un pouco mellor que a anterior. So con conseguir iso, xa son feliz».

Por eso, se niega a seguir el consejo de sus amigos de «aumentar a producción. Pero o meu non é facer gaitas en serie», señala Luis. ¿Pero hay mercado para tanto? La respuesta es rotunda. «¡Pero se cada vez hai máis gaiteiros, cada vez hai máis xente nova!», exclama. No solo hay más gente que toca, si no que cada vez hay más gente que lo hace bien porque «nestes momentos, hai moi bos mestres de gaita, moi preparados». Así que este instrumento, incono de Galicia, parece tener aseguradas mil primaveras más. Mil primaveras en las que seguirá sonando, vivaz para alegrar las fiestas, solemne y grave en la hora de los entierros.

Cada pieza lleva su tiempo: la espera media es de unos seis meses de trabajo.

La Voz de Galicia

La fiesta esta tarde en Valga.

17 horas

Fiesta infantil y concentración de motos.

18 horas

Querqus Folk y recreación de la batalla de Casal de Eirigo.

22.30 horas

Actuación de Ledicia.

24 horas

Queimada popular y espectáculo Lume.

01 horas

Concierto de Roi Casal, que llega a Valga con su trabajo «Donos do noso destino», en el que el arpa céltica y la zanfoña juegan un papel destacado. Con este trabajo, el de Catoira ha conseguido varios premios.

Valga traza un ambicioso plan para presumir de caña y anguila.

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Preparación de tapas de anguila en el bar O Belén, de Valga.

El Concello de Valga hace historia al celebrar las bodas de plata de la «Festa da Anguía e Mostra da Caña do País». Ante tal conmemoración se ha diseñado un ambicioso programa de actividades lúdicas y culturales dirigido a todos los públicos en el que se incluyen tanto paseos a caballo como exhibiciones de cetrería, música y, por supuesto, los habituales concursos y degustaciones de los dos productos motivo de orgullo en esta localidad ribereña.

Todo empezó el pasado fin de semana con la ruta-concurso de tapas de anguilas en una veintena de establecimientos del municipio, además de organizarse actividades como la visita del jurado a los sitios participantes en el concurso «El lugar más hermoso».

Pero lo fuerte empieza el jueves y el viernes, con el concurso en el que se eligen los mejores destilados en las categorías blanca, hierbas y tostada.

También el viernes se inaugura la «Feria Pirata», en el Parque Irmáns Dios Mosquera; se celebra el «Cañarock», con actuación de los grupos locales «Sleepewalker», «Black Soul Motard» y «Músculo»; y las entidades del municipio muestran los trabajos realizados a lo largo del año y ofrecen diversos productos a los ciudadanos, con la «caña do país» como protagonista.

Ya para el sábado se anuncia una concentración motera y una demostración de destilado, de tal forma que los «cañeiros» mas veteranos o representativos del municipio, Fermín y Tucho, enseñan como se elabora «la mejor caña de Galicia».

Esta jornada -que arranca a las 10 horas- se completa con la actuación del grupo foclórico Algueirada, la lectura del pregón a cargo del actor Xosé Antonio Touriñán y la entrega de premios de los diferentes concursos llevados a cabo.

El sábado es, en realidad, la jornada central de esta celebración, de ahí que también se incluya la degustación de anguila -tanto frita como en empanada- y de cócteles de caña, además de actuar la Banda de Música Municipal de Valga y celebrarse la recepción oficial de autoridades y el almuerzo.

Se incluye una comida campestre que por 22 euros ofrece un menú a base de empanada mixta, pulpo á feira, carne ó caldeiro, postre y café con gotas, reservándose para la tarde el entretenimiento infantil, con «Festa da Auga», discoteca móvil y talleres.

Esa misma jornada las motos clásicas recorrerán el territorio de la Asociación de Cazadores San Huberto, «portando el santo en un sidecar» y dando paso a la actuación de «Quercus Folk», una recreación de la batalla de Casal de Eirigo -contra los franceses- y un buen número de juegos populares.

Una verbena con la orquesta «Ledicia», queimada popular gratuita y concierto de Roi Casal completan esta esperada jornada en el Parque Irmáns Dios Mosquera.

El domingo será el turno de un paseo a caballo y en carrozas desde A Medela, tiro y caza con arco, misa y exhibiciones de perro en circuito agility y de cetrería, además de un concierto jazz a las 22 horas.

Faro de Vigo

El Concello de Valga celebra el éxito de la ruta de tapas de anguila en la que participaron 16 bares.

El fin de semana ha dejado un excelente sabor de boca en Valga. En 16 establecimientos de la localidad se han servido otras tantas tapas de anguila, cocinadas con el esmero de quienes saben tratar a esta especie. Los bocados, afirma quien los probó, eran deliciosos. Ahora, un jurado y la votación popular decidirá cuál de las recetas merece convertirse en ganadora de esta edición de Tapa a Anguía, el hermano pequeño de la fiesta que este fin de semana se celebra en el parque Irmáns Dios Mosquera.

El concurso de tapas nació el año pasado para intentar revitalizar una celebración en la que pescado y caña se dan la mano. En esta ocasión, todo a salido a pedir de b oca. De hecho, en el Concello no descartan ampliar los días de duración del concurso, ya que probar las 16 tapas en solo dos jornadas era una misión harto difícil para quienes se empeñasen en cumplirla al cien por cien.

Mari Carmen Castiñeiras, la concejala responsable de este evento, mostraba ayer su satisfacción por lo bien que había salido el concurso. Los locales agotaron las raciones previstas y «en todos eles se vía ambiente», algo que siempre viene bien a los negocios de hostelería.

A partir de ahora, comenza la cuenta atrás para la fiesta gastronómica por excelencia de Valga. El jueves se celebrará la primera cata de las cañas que se han presentado a concurso. El viernes, en el parque en el que se desarrollarán los actos, abrirá sus puertas una feria pirata y se celebrará la cata final de aguardiente. Por la noche, las asociaciones locales abrirán sus puestos y, a las 22.30 horas, arrancará el Cañarock, con Sleepwalker, Black Soul Motard y Músculo.

El sábado es el día grande. Una concentración motera, una demostración de destilado de caña, el pregón, la degustación de anguila y de cócteles que parten del aguardiente, una fiesta infantil, la actuación de Quercus Folk, la recreación de la batalla de Casal de Eirigo, los juegos populares, la queimada, la verbena y el concierto de Roi Casal llenan la densa agenda de esa jornada. Y el domingo aún habrá más. Entre otras cosas, demostraciones de tiro con arco, conciertos y exhibiciones de perros y de cetrería.

La Voz de Galicia

La anguila y la caña del país dan para mucho en Valga.

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Durante el último fin de semana de agosto, conciertos y exhibiciones redondearán la 25 edición de estas celebraciones.

En Valga se han tomado a pecho que la Festa da Anguía y la Mostra da Caña do País hayan sido declaradas de interés turístico de Galicia. El año pasado, el Concello hizo un esfuerzo para intentar dar un nuevo aliento a estas convocatorias, que parecían haber decaído. Y de aquel esfuerzo nació la edición de este año, la número 25, que llega llena de sorpresas y, sobre todo, muy crecida.

Empecemos por el principio. Vayámonos, pues, a este fin de semana, cuando en 16 establecimientos de Valga se desplegará el «Tapa a Anguía», un concurso de tapas elaboradas a partir de este producto.

Demos ahora un salto en el tiempo. Serán solo unos días, porque ya el jueves habrá actividades enmarcadas en la gran cita gastronómica del sábado. El jueves, en el Concello, se hará una primera criba de las cañas que se han presentado a concurso. El viernes, a las cinco de la tarde, se inaugurará la feria pirata que estará funcionando todo el fin de semana en el parque Irmáns Dios Mosquera. Después, a las ocho, tendrá lugar la cata final. Y a las nueve, cada asociación del municipio abrirá los puestos con los que animan, también ellos, el cotarro festivo. A las diez y media llega el Caña Rock, esta vez con los grupos locales Sleepwalker, Black Soul Motard y Músculo.

Al día siguiente habrá demostración de destilado, se leerá el pregón -será cosa de Touriñán-, y se entregarán los premios y distinciones de la edición número 25 de la fiesta. La música de la banda municipal abrirá boca para la degustación de anguila, de cócteles de caña, y para la comida campestre. Por la tarde habrá fiesta infantil -con toboganes de agua y discoteca móvil incluida-, concentración de motos clásicas, y sonarán la música de Quercus Folk y las armas de la batalla de Casal de Eirigo. Juegos populares y más música conducirán hasta la una de la madrugada, cuando Roi Casal tomará el escenario.

El domingo habrá una serie de exhibiciones: de caballos y carrozas, de tiro y caza con arco, de agility y cetrería. La música la pondrá a media mañana la banda y por la noche se celebrará el festival Anguiando Jazz (22 horas), con la Big Band de Valga y Hot Seven.

La música se multiplica con el Caña Rock, Roi Casal y el Anguiando Jazz.

La Voz de Galicia

Incruenta batalla para expulsar a los franceses.

RECREACION BATALLA CASALDEIRIGO VALGA /

El pueblo de Valga volvió a salir vencedor en la recreación de la Batalla de Casal do Eirigo, una lucha en la que los vecinos se enfrentaron a un pertrechado ejército napoleónico con las únicas armas que pudieron improvisar con sus aperos de labranza y el escudo de su osadía y valor en la defensa de sus tierras.
Más de doscientos combatientes se enfrentaron a pleno sol en una batalla desigual en la que los cañones y la artillería de los franceses contrastaba con el ruido de sables y los gritos de los lugareños que supieron sobreponerse a la superioridad de un ejército profesional.
Los vítores posteriores a la cruenta batalla, con decenas de cadáveres sobre la hierba, dieron paso a una jornada de confraternidad en la que vencedores y vencidos en la ficción rivalizaron en diversión y camaradería.
Los actos comenzaron antes de la batalla con una recepción oficial por parte de las autoridades locales a todas las fuerzas participantes, a las que se le pasó revista.
Tampoco faltaron los actos solemnes como el izado de banderas, la jura de las banderas por parte de los contendientes o el homenaje a los caídos que, tanto en la batalla real como en la recreación de ayer, se contaban por cientos.
El buen tiempo contribuyó al ambiente festivo, que contó con las actuaciones musicales del grupo A Bugalleira y Quercus Folk, que animaron la jornada junto al grupo Caché y la música disco, que se pinchó después de la cena campestre, en la que se realizaron diferentes sorteos.

Diario de Arousa