El PP alerta de graves deficiencias en el colegio Pontecesures y culpa al Concello.

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Una cinta impide el paso a la segunda planta del colegio.

Sostiene que la iluminación existente impide utilizar con normalidad el gimnasio -Una cinta de obra impide el acceso a la segunda planta

Juan Manuel Vidal Seage, portavoz del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Pontecesures, responsabiliza al gobierno tripartito de las «graves deficiencias» en el Colegio Público Integrado (CPI) de la localidad.

Arremete contra el ejecutivo que forman BNG, Terra Galega y PSOE porque tras las últimas elecciones cambiaron las responsabilidades en el área de Educación, que pasaron de las manos de Roque Araújo a las de Concepción Gómez, «pero aún así persisten los viejos problemas», tales como una «deficiente iluminación» que hace «impracticable» el gimnasio de este centro educativo.

«El año pasado las luminarias convencionales fueron sustituidas por otras de tipo LED, que tan malos resultados dieron en instalaciones como el campo de fútbol o el pabellón», y transcurrido el tiempo «son los niños los que sufren las consecuencias», denuncia Vidal Seage, quien además advierte de que pronto, con el horario de invierno, «ya no se podrán impartir clases en el gimnasio».

Pero no es el único problema al que se refiere, ni mucho menos. Habla también de las escaleras de acceso a la segunda planta del colegio, las que usan los alumnos de ESO, y explica que «hay colocada una cinta plástica de señalización de obras, sin que se sepa durante cuánto tiempo van a estar inutilizadas».

Y el conservador termina diciendo que es pesimista. No cree que estos problemas vayan a solventarse pronto, ya que considera que el ejecutivo mantendrá la actitud del mandato anterior, en el sentido de ser poco receptivo a las demandas de los grupos opositores.

Faro de Vigo

¿Qué hacer después del cole en Valga?

Sintonizar la vida familiar y la profesional. Ese es el objetivo por el que muchos ayuntamientos han decidido poner en marcha programas de actividades infantiles por las tardes. No es esa una medida que se adopte solo en los grandes municipios: el Concello de Valga tiene abierto el plazo de inscripción en las «actividades de conciliación» que lleva organizando desde hace años. Según explica el alcalde en un escrito dirigido a los padres de alumnos, los colegios de Cordeio y Baño permanecerán abiertos en horario de tarde -de 16.30 a 18.30 el primerio, de 15.30 a 17.30 el segundo- para atender a los chavales que se apunten. En ambos centros, los rapaces «disporán de monitores que os acompañarán en tarefas de apoio escolar, tamén noutras como inglés, mecanografía, informática, xogos populares, seguridade viaria ou prevención de riscos». El servicio, dice el ayuntamiento, es completamente gratuito.

La alternativa de Ferreirós
Que el gobierno local hable de «tarefas de apoio escolar» es algo que no gusta al grupo municipal del PSOE. Su portavoz, María Ferreirós, entiende que este programa ni está impartido por personal especializado, ni tiene ese componente de refuerzo destacado por el Concello. Sin desdeñar la importancia de una iniciativa que facilita la conciliación, los socialistas consideran que se podría variar el modelo y hacerlo más eficaz utilizando la red de casas de cultura que existen en Valga. En la localidad, sentenció, hay muchos vecinos con titulaciones específicas que podrían hacerse cargo de las clases.

Del teatro al tenis, del judo a la música
Además de las actividades que se desarrollarán en los colegios en horario de tarde, el Concello de Valga va a poner en marcha, también, otros programas pensados para los chavales. Entre otras alternativas, el Ayuntamiento brinda la posibilidad de practicar varios deportes de forma gratuita (patinaje, judo, balonmano, fútbol), otros previo pago de matrícula (tenis), así como disciplinas más vinculadas al arte, como teatro y la escuela de música.

La Voz de Galicia

La Diputación apoya la rehabilitación de la casa de los capellanes de Iria.

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El presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, comprometió ayer el apoyo de este organismo para la rehabilitación de la antigua casa de los capellanes de Iria-Flavia, en Padrón. Así, conforme al protocolo de intenciones firmado en su día con el Concello padronés, la Diputación aportará el 25 % del coste del proyecto de restauración del inmueble, es decir, 132.069 euros de un total de 528.276 euros.

Valentín González comprometió el apoyo tras la primera entrevista que mantuvo con el alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angueira, quien le explicó las características del proyecto de rehabilitación, cuyo 75 % restante del presupuesto financiará el Ministerio de Fomento a través del llamado 1,5 % Cultural.

Además de la ayuda para la antigua casa de los capellanes, Antonio Fernández llevó a Coruña otra demanda para Padrón, en concreto, la posibilidad de dotar de hierba artificial el campo de fútbol de Carcacía. El Ayuntamiento ya encargó un proyecto que se desarrollaría en varias fases y que el nuevo gobierno de la Diputación se comprometió «a estudar».

Sobre la rehabilitación del inmueble de Iria, situado en el atrio de la antigua colegiata, el alcalde destacó la importancia que tiene esta obra para el concello. La propuesta de actuación para el inmueble pretende la conservación y puesta en valor de lo construido y la recuperación de los elementos perdidos debido al actual estado de abandono y ruina.

Así, en la planta baja del edificio se ubicará el museo de Arte Sacro, que acogerá los fondos de los que dispone el Arzobispado, titular del inmueble, así como una zona de recibidor-control de visitantes, ascensor, aseos adaptados, despacho y sala de reuniones. El piso superior quedará configurado por un único recinto de exposición, que ocupará toda la planta del edificio y que se dedicará a la historia de Padrón, así como a acoger exposiciones de carácter temporal, conferencias o eventos.

El inmueble será rehabilitado también en el exterior, donde se conservarán sus tres entradas originales. También está prevista la pavimentación peatonal del acceso exterior y la plantación de árboles autóctonas.

528.000 euros

Rehabilitación

Es el coste de arreglar el inmueble para el Museo de Arte Sacro y de Historia de Padrón.

La Voz de Galicia

Tres décadas botando sin parar.

El Río Ulla cumplió ayer treinta años y sigue en plena forma.

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Una de las primeras formaciones del club cesureño, allá por los años ochenta.

Sucedió el 1 de septiembre de 1985. Aquel día, un grupo de chavales de Cesures, acompañados de los padroneses Chavi y Kochinke, daban los primeros botes como jugadores de un equipo de baloncesto. Tres décadas después, el balón sigue botando allí. Y lo hace con fuerza.

Los primeros pasos de aquellos precursores (Chavi, Fernanda Cuenca -que era la entrenadora-, José Ramón -delegado-, Miguel Metralleto, José Prieto, Javier Bus, Manolo -delegado-, Javier Fuxan, José Luis Miguéns, Fran Melón, Pedro -preparador físico-, Roberto Chochis, Luismi, Jorge Carroseiro, Miguel Kochinche Kolli y Ángel Yelis) fueron lo suficientemente fuertes como para que el club siga en pie. Y en buen momento. Fruqui, otro apoyo fundamental durante muchos años, apuntaba ayer que en la temporada que está a punto de empezar el número de equipos podría alcanzar de nuevo la decena. La campaña de captación en los colegios, que comenzarán en breve, ayudará a completar la nómina.

Aquellos inicios están perfectamente relatados en el blog del club (clubbaloncestorioulla.blogspot.com). Se cuenta ahí que fueron dos profesores del colegio Infesta (don Manolo y don José Ramón) quienes insertaron el virus de la canasta entre sus alumnos. No era fácil por la competencia del fútbol, pero la rivalidad con otros colegios en las competiciones escolares ayudaba a que los chavales intentaran mejorar en los entrenamientos. Ya se sabe que los niños tiran de los padres y fue el Anpa del colegio quien programó el baloncesto entre sus actividades extraescolares.

El otro elemento clave que explica la aparición del equipo de baloncesto en Cesures es la muerte del club de Padrón. Allí jugaban varios chavales cesureños, que se vieron de repente compuestos y sin equipo. Así que Manolo Amenedo y José Ramón Martínez se decidieron a crear un conjunto juvenil. No tenían título de monitor por lo que llamaron a Fernanda Cuenca, que era quien se encargaba de los entrenamientos en la actividad del Anpa.

Los primeros años fueron duros y tuvieron sus anécdotas. Los partidos se jugaban en una pista peculiar, con techo pero sin muros laterales, y tanto los equipos que allí llegaban para batirse con los locales como los árbitros utilizaban como vestuarios las aulas y los baños del colegio.

Con camisetas de futbito
El otro problema a solventar fue el de la equipación. «Foi grazas á colaboración desinteresada do Bar Muelle polo que o equipo tiña uniformes para xogar», recuerdan en el blog del club. Claro que los uniformes eran de futbito, circunstancia que no impidió que «ese equipo xogara e competira durante toda aquela temporada coa maior das ilusións do mundo mundial», recuerdan. Aquellos equipajes tuvieron su reciclaje. También lo explican en el blog: « Na segunda tempada, xa con chándales aportados pola empresa Extrugasa, non chegaran a tempo para a primeira xornada da liga as equipacións de xogo doadas por Librería Sar, e houbo que botar man da equipación do Bar Muelle de novo, co conseguinte vacile por parte do público cambadés, o ver chegar ó equipo estreando chándales, pero aínda cas equipacións de futbito».

El club tiene previsto organizar toda una serie de actos para celebrar este treinta aniversario aunque, admite Fruqui, será difícil superar lo sucedido hace diez años, cuando en los festejos del vigésimo cumpleaños se pudo homenajear a todos los precursores de aquella idea de Manolo y José Ramón que se ha transformado en toda una referencia del baloncesto comarcal.

La Voz de Galicia

Barcia quiere ser el rincón más bonito de Valga.

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Los vecinos del municipio del Baixo Ulla acicalan sus aldeas para un concurso de belleza fuera de lo común.

Adornar, acicalar, arreglar, embellecer. Se le puede llamar de diversas formas a esta actividad. Esto es lo que llevan haciendo cada año, por estas fechas, los valgueses en diferentes aldeas. Y ya llevan unos cuantos. Tantos, que el certamen Embellecer Valga ya se podría considerar una tradición de la localidad.

«Embellecer Valga»
Los vecinos eligen un rincón de su pueblo para ponerlo bonito, elaboran un diseño de lo que quieren hacer y lo presentan en el Concello. Este, tras revisar los proyectos de las obras, entrega a cada grupo participante los materiales necesarios para llevarlos a cabo. Es decir, los gastos determinados los asume el Gobierno local. En esto consiste Embellecer Valga, evento que cada año cosecha un gran éxito, tanto de participación como en número de visitantes que acuden a ver el resultado final.

La aldea más bonita
En el lugar de Barcia, una quincena de personas aunaron esfuerzos para que un espacio de su aldea luzca todavía más bello que en la edición pasada, cuando consiguieron el primer premio del certamen, tras haberlo logrado también en el año 1997. Durante más de un mes han estado trabajando en el acondicionamiento del lugar. Pero estos días, las tareas se han intensificado. Y es que todo tiene que estar listo para hoy, día en el que el jurado recorre todos los lugares participantes y elige al rincón más bonito del municipio.

Hora de trabajar
A pesar de que quien lleva la voz cantante y quien toma las decisiones en Barcia es Mari Carmen, cada componente del grupo es una pieza esencial para sacar adelante el trabajo. De la mano de obra artesanal se encargan las mujeres, mientras que los hombres se dedican a la parte más técnica y a las construcciones. Cada uno hace lo que mejor se le da. En esta edición, han continuado con el arreglo de la zona. Crearon la casa de Mickey Mouse y un muro de piedra, añadieron un tobogán a la casa árbol y más macetas. Este año, a los pantalones y a las botas rellenos de tierra que realizan la función de las típicas macetas, se les unen unas jardineras con forma de pelota de fútbol, que adornan las ventanas de la casa. Viendo todo esto, no cabe duda de que en este pueblo no les falta originalidad. Además, todos los vecinos de la villa ganan en este concurso. Y es que Valga es cada vez más hermosa.

La Voz de Galicia

Olimpiada galaica a orillas del río Ulla.

Por décimo año, las aldeas de Valga se enfrentaron con soga, balón, zancos e incluso vaquillas en la playa fluvial de Vilarello en la Festa da Xuventude.

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Las chicas dieron un verdadero recital en una disputadísima final de Tugasorra bajo un sol de justicia.

Cuando las mentes pensantes se proponen movilizar a la mocedad suelen salir a relucir redes sociales, trebellos tecnológicos de última generación, orquestadas, botellones, conciertos de espinilla fácil y otras lindezas por el estilo. Por eso, que en Valga triunfe por todo lo alto desde hace diez años una Festa da Xuventude basada en los deportes más o menos populares, aderezados por una buena capea de vaquillas, se antoja milagroso. Y sin embargo, así es. Ayer, la celebración con la que los valgueses reciben el verano congregó en la playa fluvial de Vilarello, bajo un sol de justicia, a un público que se contaba por centenares de personas y fue creciendo a medida que el sol daba un respiro. Hasta un ruedo permanente se ha instalado allí, a orillas del Ulla, convenciendo al veterano alcalde José María Bello Maneiro de la conveniencia de construir unas señoras gradas de granito. Se trataba de asistir a las finales de las seis especialidades con las que las aldeas del municipio arousano se miden entre ellas por el disputado título de campeón absoluto del concello, tanto en categoría masculina como en división femenina. Bueno, por eso y por los 200 euros con los que la organización premia a los equipos ganadores en cada una de las modalidades: Turrasoga, Carreira de Zancos, Brilé, Mundialito de Fútbol, Xiraei y una mítica disciplina bautizada como Body Sponxa.

Algún que otro memorioso pero despistado individuo se paseaba por el corredor exterior del ruedo preguntando al personal la hora a la que comenzaría el campeonato de lanzamiento de legoña. «Iso aquí non é, home», le respondieron en un par de ocasiones. Cierto. En realidad, aquel viril deporte formaba parte de la Festa das Letras Galegas alternativa que el BNG convocaba hace años en el Campo Vello de Baño.

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Lanzar el sacho a 35 metros

La verdad es que resulta una pena que una práctica espectacular como pocas se pierda en el olvido. Un chaval de Rois fue capaz, en aquellas jornadas de Baño, de enviar el sacho a 35 metros de distancia. Todo un campeón mundial en la especialidad. Ahí queda la idea, por si alguien la recoge. La idea, no la legoña.

En todo caso, las pruebas incluidas en la Olimpiada das Aldeas tienen gancho y poderío. Son, eso sí, competiciones colectivas. Ver a cuatro rubicundos mozos turrando de la soga a treinta y tantos grados le hacía sudar a uno hasta el forro de los pantalones. En categoría masculina, la final no tuvo color. La tropa de Igrexa batió a la de Casal de Eirigo estilo Tyson. Con dos tirones y sin dar tiempo al respetable a acomodarse en la grada.

En la modalidad femenina la cosa estuvo bastante más disputada. Se acabaron imponiendo las chavalas de O Sixto pese a que sus contrincantes plantaron cara.

¿Quién se acuerda del brilé?

Pero, qué quieren que les diga. Ante el brilé, que se quite lo demás. Incluso ese Mundialito de tres contra tres que, cuando son hombres quienes se visten de corto, inevitablemente acaba en discusión sobre el arbitraje, es capaz de superar el glamur de aquel juego a pelotazos que concluye cuando todos tus rivales pasan a la retaguardia. ¿Quién, de entre los discípulos de la vieja EGB, no se ha encontrado con un profesor de gimnasia dispuesto a cambiar la clásica pachanga futbolera por las dulces mieles del brilé? En chicas ganó Campaña, que además fue la aldea campeona femenina absoluta. En cuanto a ellos, el preciado título fue a parar este año a Vilarello, que por algo jugaba en casa.

Sandokán sobre el becerro

Tras espectáculo propio, el lucimiento de raíces ajenas. La olimpiada culminó con una capea precedida por el paseíllo de una tonadillera barbuda enjaulada y llevada a hombros por un heterogéneo grupo de costaleros. Es fácil imaginar a quién iba dedicado el corrillo. Pero las ágiles chanzas del speaker se tornaron puro asombro en cuanto el primer becerro de la tarde saltó a la arena. «Carallo coa vaquilla». Le salió del alma. Buen tamaño, cabreo salmantino y cuernos afilados. Los recortadores, profesionales, recordaron por momentos aquel brinco televisivo de Sandokán junto al tigre. Y Luisiño, aunque se hizo de rogar, fue el primer diestro del país en atreverse a dar unos capotazos. ¿Cómo no volver el año que viene?

CR?NICA festa da xuventude en la playa fluvial de vilarello

El paseíllo de una tonadillera barbuda y enjaulada dio paso a la capea.

La Voz de Galicia