La Irmandade dos Fillos e Amigos de Padrón elige a los homenajeados de Pascuilla.

La Irmandade dos Fillos e Amigos de Padrón homenajeará el 23 de abril, Domingo de Pascuilla, a las siguientes personas y entidades: Fernando Beteta Garmendía, empresario de Aerosar; Antonio Blanco Mata, hostelero jubilado (bar Iria); María Teresa Leal Landeira, peluquera; José González López, padronés afincado en Madrid; Luis García Valcárcel, secretario de la Irmandade dos Fillos e Amigos da Estrada; Eneida León Varela, entrenadora personal y promotora en Padrón de la gala de lucha contra el cáncer; Carlos Pardal Castro, de Talleres Pardal de Extramundi; Casa Grobas, fundada en 1930 y Vermutería de Galicia, Vermú St Petroni.

Todos ellos resultaron elegidos por unanimidad por la junta directiva de la Irmandade, que considera que tienen «los méritos suficientes» para ser homenajeados en el acto del Domingo de Pascuilla.

Ese día, las personas distinguidas este año y otros comparten unos actos a los que también asiste la corporación local.

Así, el punto de reunión es delante de los juzgados para ir después al Paseo del Espolón a realizar una ofrenda floral ante el busto de Cela y la estatua de Rosalía. De ahí al Concello antes de acabar en un restaurante del concello para compartir una comida de confraternidad y entregar las distinciones.

Este acto protocolario de la Irmandade cierra el programa más institucional de las fiestas de Pascua de Padrón.

La Voz de Galicia

Investigan a un cesureño de 61 años por un incendio forestal.

La lluvia caída ayer en las Rías Baixas ha alejado el fantasma de los incendios, al menos a corto plazo, pero la semana negra que vivió la semana pasada Arousa y otros puntos de Galicia sigue muy presente en la retina de los gallegos. El fuego ha dado una tregua pero las fuerzas de seguridad del Estado no dejan de investigar el origen de unos incendios que se llevaron por delante miles de hectáreas de monte.
Fruto de estas investigaciones, la Guardia Civil ha identificado a un vecino de Pontecesures de 61 años como supuesto autor de un delito de incendio forestal en el lugar de Grobas, en el mismo municipio, en el que se calcinaron aproximadamente tres hectáreas de monte arbolado el pasado fin de semana.Las pesquisas policiales determinaron que el incendio se inició «por aplicación directa de la llama mediante el uso de un mechero justo en el margen derecho de la calzada que da acceso al lugar», según consta en el comunicado emitido por la Guardia Civil.Esta misma investigación concluyó que la persona identificada como supuesta autora pudo haber actuado con la finalidad de eliminar la maleza que dificulta el acceso a sus fincas, y el fuego se habría propagado después debido al fuerte viento y a la sequedad del monte.

Las investigaciones fueron efectuadas, conjuntamente, por efectivos del Seprona de la Guardia Civil de Vilagarcía y el grupo de investigación de incendios forestales de la jefatura provincial de la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Comunidad Autónoma de Galicia (UPA).El investigado tendrá que responder ante el Juzgado de instrucción número 2 de Vilagarcía en calidad de investigado por un delito de incendio forestal.

La Voz de Galicia

Investigan a un vecino de Pontecesures por un incendio forestal en su municipio.

La Guardia Civil investiga a un vecino de Pontecesures como supuesto autor de un delito de incendio forestal en este municipio. Las investigaciones llevadas a cabo conjuntamente por efectivos del Seprona de la Guardia Civil de Vilagarcía en estrecha colaboración el grupo de investigación de incendios forestales de la jefatura provincial de la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Comunidad Autónoma de Galicia (UPA) permitieron la identificación y localización del presunto responsable de un incendio forestal ocurrido el pasado fin de semana en el lugar de Grobas. En el incendio se calcinaron tres hectáreas de monte arbolado.

Las pesquisas determinaron que el fuego se inició por la aplicación directa de la llama mediante el uso de un mechero, justo en el margen derecho de la calzada que da acceso al lugar. Se concluyó, igualmente, que la persona identificada como supuesto autor lo pudo haber hecho con la única finalidad de eliminar la maleza que dificultaba el acceso a sus fincas.

La Guardia Civil notificó a esta persona, de 61 años, su situación procesal de investigado como presunto autor de un delito de incendio forestal, con la obligación de comparecer ante el Juzgado de Instrucción número dos de Vilagarcía de Arousa cuando sea citado.

Faro de Vigo

El fuego devora el Baixo Ulla.

caxe

A las siete de la tarde, el sonido de los hidroaviones y los helicópteros seguía llenando el aire en Coaxe (Catoira). Sentados en el muro de piedra de una casa de turismo rural, los vecinos no perdían de vista a un equipo de brigadistas asturianos que, cargados de ceniza y humo, se reponían tras una dura batalla contra el fuego en el alto del monte, que no está muy lejos. «Esperemos que estos rapaces cobren ben. Co que eles sufren, co que eles pasan», reflexionaba una de las vecinas, con los ojos clavados en el sudoroso grupo y en la ambulancia en la que uno de los agentes se reponía de un golpe de calor. Sus compañeros, sedientos, recibían con alivio las botellas de agua que les ofrecían. Acababan de salir del infierno de Coaxe. El fuego se había declarado a las 15.22 horas, según los datos de Medio Rural. Enseguida empezaron a oírse sirenas, las primeras las de Protección Civil de Catoira. Luego, el ir y venir constante de ocho helicópteros, cuatro hidroaviones y cuatro motobombas.

En la parte baja del monte, donde había comenzado el fuego, este no tardó en controlarse, conjurando el peligro de que las llamas alcanzasen las casas de Coaxe. Por eso, a las siete de la tarde, los vecinos del lugar mostraban alivio. «Acabaron de queimar o Barbanza e agora viñeron para aquí», comentaba un hombre, sacho en mano, en medio del monte calcinado. Efectivos de la policía rastreaban, allí al lado, el terreno, intentado descubrir alguna pista de por qué había ardido. No hallaron nada.

A pesar de que el frente de Coaxe estaba bajo control, los hidroaviones y los helicópteros no paraban de ir y venir. «Deben de estar regando», razonaban los vecinos de Coaxe. Pero se equivocaban. El fuego, que había corrido monte arriba, había llegado a las ocho y media a las puertas de la aldea de Cerneidas, en el vecino municipio de Valga. Para entonces había consumido ya más de veinte hectáreas.

«O lume aínda non está cerca das casas, pero estamos tomando medidas de precaución e intentando fixar unha estratexia», señalaba el jefe del servicio de Protección Civil de Valga, José Manuel Otero. Los vecinos de mayor edad, explicaba, fueron trasladados para evitar problemas en caso de que el fuego no se dejase controlar. Para los responsables de emergencias de Valga, la tarde tampoco había sido fácil: se había declarado un incendio en Grobas, Pontecesures. Aunque se controló con cierta celeridad, la preocupación de los vecinos y del propio alcalde era evidente.

Varios focos de menor tamaño llenaron de humo la comarca
El incendio que ayer por la tarde se declaraba en Catoira fue, con diferencia, el más importante de los registrados en la zona sur de la ría de Arousa. Pero no el único. Los servicios de Emergencias de O Grove tuvieron que sofocar un fuego registrado en las inmediaciones de la Carretera do Conde. Como está siendo habitual en estos últimos días, los agentes mecos no solo actuaron en casa. Fueron requeridos desde Ribadumia, donde también se declaró un incendio en la zona de Lois.

Para sofocarlo colaboraron, además de los grovenses, los voluntarios de Protección Civil de Ribadumia, brigadas forestales y los agentes de los Bombeiros do Salnés, ya que el humo alcanzaba algunas viviendas. Un tercer foco de relevancia se registró en Padrenda (Meaño). Allí las llamas rondaron las casas, pero sin llegar a alcanzarlas gracias a la colaboración de voluntarios, bomberos y de los propios vecinos.

Brigadas asturianas en Catoira.

Y es que, estos días, los profesionales que viven de apagar fuegos no dan abasto. Los brigadistas que ayer tarde trabajaron en Coaxe se retiraron del lugar en dos helicópteros del ministerio. Habían llegado desde Asturias para apagar un incendio que acabó devorando Valga.

La Voz de Galicia

El fuego obligó a desalojar a decenas de vecinos en Valga y Pontecesures hace diez años.

Los mismos gestos de desesperación, las mismas miradas empañadas por el humo, la misma sensación de impotencia. Los vecinos de Castroagudín reviven estos días la pesadilla de hace diez años, cuando la pequeña aldea se vio asediada por la salvaje oleada de incendios. Pero entonces las llamas fueron mucho más voraces, más destructivas. Su efecto devastador llegaba, tal día como hoy, a numerosos lugares de Pontecesures, Valga y Padrón.

En el Consistorio

El entonces alcalde de Pontecesures, el nacionalista Álvarez Angueira, reconocía su desesperación. «Estamos rodeados de lume», señalaba. Tanto es así, que los vecinos de Grobas y Fenteira fueron desalojados de sus viviendas y pasaron la noche en la casa consistorial. En la vecina Valga, también fueron decenas las casas que se quedaron vacías mientras sus propietarios buscaban cobijo con familiares o amigos. Afrontaban la noche con el corazón encogido por la proximidad de las llamas a sus viviendas, a sus negocios, a sus vidas.