Casal do Eirigo rememoró la cruenta batalla contra los franceses ocurrida el 27 de abril de 1809.
David contra Goliat, campesinos contra profesionales soldados franceses, aperos de labranza contra sables y fusiles… Eso es lo que cuenta la historia de aquella batalla por la independencia librada hace 206 años en Valga. Cierto es que los lugareños no consiguieron una victoria, pero ver a las tropas napoleónicas en retirada fue como una victoria para aquellos hombres, mujeres y niños que defendieron su pueblo, su dignidad y su libertad, casi como si se tratar de las gentes que siguieron a William Wallace, aquel héroe que participó en la primera guerra de independencia de Escocia.
El entorno de la Capela da Saúde, en Casal do Eirigo (Vaga), volvió a cubrirse ayer por el humo de los mosquetones, se dejó aturdir por el estruendoso ruido de los cañones y vio su hierba teñida de sangre, otra vez. Aunque en esta ocasión lo sucedido en poco se parecía a los dramáticos acontecimientos vividos en abril de 1809, cuando los lugareños tuvieron que armarse de valor y coraje para hacer frente a las tropas napoleónicas.
Lo que vivió ayer Casal do Eirigo fue la recreación festiva y cultural de dicha batalla por la independencia, para lo cual cientos de personas se vistieron de soldados o portaron las ropas que se empleaban hace más de dos siglos, escenificando así una gran obra teatral en campo abierto que sirve de homenaje a los caídos y, sobre todo, ayuda a mantener viva la historia de todo un pueblo, de Galicia y de España.
El ejército gallego y los campesinos de Valga, provistos de rudimentarias armas y aperos de labranza se habían enfrentado cuerpo a cuerpo con aquellos profesionales soldados franceses -cerca de un millar- que se vieron rodeados por los lugareños, cuya participación supuso una ayuda vital para los batallones de la Victoria, Lobeira y Tiradores do Miño.
Aquella era una lucha desigual, pero los valgueses supieron resistir gracias a su empeño; el mismo que pusieron para llevar a cabo una nueva dramatización de la batalla y convertirla en una fiesta que gana enteros cada año que pasa.
De ello pueden dar fe los ciudadanos de diferentes puntos de Galicia que ayer se desplazaron a esta localidad bañada por el Ulla para presenciar el desfile de las tropas participantes, el izado de sus banderas, el homenaje a los caídos y la citada recreación de la batalla, junto con la puesta en escena de la obra de teatro titulada «Amor en tempos de guerra».
Las actuaciones musicales y una concurrida cena campestre completaron los actos del día en esta cita cultural que contó con el apoyo de colectivos como Alarmas de Pontecaldelas, Amigos da Troula, Xenerais do Ulla, Amigos do Cabalo, Cabaleiros do Acibal, Quercus Folk, A Bugalleira y la asociación de padres de alumnos del colegio de Baño.
El colectivo cultural Heroes de Casal do Eirigo, en colaboración con el Concello y la escuela de teatro, piensa ya en la próxima edición de este acontecimiento, en cierto modo muy parecido a un evento tan consolidado como la Romaría Vikinga de Catoira u otros que tratan de abrirse camino, como el Desembarco Pirata de O Grove.
Faro de Vigo