El Concello de los 90 años homenajea a su quinta.

ACTOS 90 ANIVERSARIO CONCELLO CESURES /

El Concello de Pontecesures celebró ayer el día central del programa cultural por sus 90 años de historia. Lo hizo en un acto cargado de simbolismo que tuvo lugar a mediodía en la Casa Consistorial, a donde se invitó a los vecinos que, al igual que este término municipal, nacieron en el año 1925.
La administración local rindió tributo, igualmente, a una representación de los concejales que fueron pasando por las diferentes Corporaciones municipales en este casi siglo al completo de historia, desde la independencia del vecino Ayuntamiento de Valga.
La cita programada en el Concello fue la central, pero no la única que se fijó para la jornada dominical.
Desde una hora antes del mediodía, la zona de A Prazuela y sus alrededores acogieron una concentración de vehículos clásicos, gracias a la participación del Clube Galego de Automóviles Antigos, lo que permitió a los asistentes retroceder hasta la mítica Feria de 1925 en Cesures, la primera de coches de ocasión organizada en todo el ámbito estatal.
Como complemento a esta actividad, este fin de semana se pudo contemplar también una exposición que hizo repaso, justamente, a la historia de la cita del motor en la localidad.
A mayores, hasta el día 19 todavía se podrá revisar otra muestra, que incluye fotografías históricas de Pontecesures y que ha quedado instalada en la propia Casa Consistorial.

Diario de Arousa

Pontecesures brinda por sus 90 años.

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El Concello celebra su independencia de Valga con un homenaje a sus vecinos más veteranos

A María Luísa nunca le gustó el agua. Solo con pronunciar la palabra, en su rostro se compone un gesto de desagrado. «Bebo unha pouca ao día, para tomar as pastillas», dice mientras sostiene en alto la copa de champán con la que, unos minutos antes, brindaba por los noventa años del Concello de Pontecesures. Ella puede presumir, y lo hace, de tener más edad que el municipio: en el mes de abril sopló las 94 velas. Pero como asegura que está «moi ben de aquí» -cuando habla se señala la cabeza- y que se acuerda «de todo», a ella le pedimos que nos cuente cómo era Pontecesures en aquellos tiempos en los que empezaba a andar sola. Su descripción nos remite a aquella villa bulliciosa de la que tanto se ha hablado estos días en la localidad. «Había máis comercio e dous cines, a un chamábanlle pequerrecho. E tamén había un baile, o do Norte. Pasaban bandexas con empanadas e, de postre, natillas ou biscoito».

La concejala de Cultura de la localidad, Maite Tocino (BNG) quiere aprovechar el caudal de recuerdos de, quienes como María Luisa, son la «historia viva» de Pontecesures. Para fijar la memoria colectiva del pueblo tiene el nuevo gobierno muchas ideas, pero hay que darles tiempo para que cuajen. Quedémonos, de momento, con los actos que ayer se celebraron en el consistorio. Unos actos a los que asistieron los vecinos nacidos antes de 1925 o durante el año de la independencia. «Os nosos veteranos», los llamaba la alcaldesa nacionalista Cecilia Tarela. Ella fue la encargada de recordar como «o 9 de outubro de 1925, un grupo de homes principais decidiron independizar Pontecesures de Valga». Lo decidieron, señaló la alcaldesa, «por motivos económicos», hartos de aportar mucho a las arcas de un Ayuntamiento que no les devolvía lo suficiente. Quiso rendir un homenaje especial Tarela a Asunción Calvo, una mujer que formó parte de la primera corporación cesureña, demostrando ser «moi moderna para o seu tempo».

Claro que Pontecesures era, entonces, una cápsula de modernidad a las orillas del Ulla. Era así, reconoció la alcaldesa, gracias a hombres como Eugenio Escuredo, Ramón Diéguez, Carlos Maside, Víctor García… Y gracias, también, a mujeres como Oria Moreno. Todos ellos llevaron «o nome desta vila por todo o mundo» alumbrando proyectos como el de la Cerámica Celta, «a primeira universidade de artes plásticas que houbo en Galicia». O a las ferias del automóvil de ocasión. «A primeira celebrouse no ano 1925 e trouxo a esta vila a máis de dez mil persoas, unha cantidade imposible de imaxinar mesmo nestes tempos».

Agradecimientos
Para recordar aquellas ferias, el Club gallego de automóviles antiguos acudió ayer a la localidad con un buen puñado de las joyas sobre ruedas que poseen sus socios. Para esa entidad tuvo la alcaldesa palabras de agradecimiento, igual que para el colectivo Mirándolle os dentes, que ha hecho «un gran traballo para fixar todo o patrimonio das feiras disperso por casas e entidades».

Pero el Concello tuvo, sobre todo, un agradecimiento enorme para todos los vecinos que, con su trabajo anónimo o con su presencia en la corporación, «contribuíron a que Pontecesures sexa o que hoxe é». A todos ellos, a los veteranos y a los munícipes, se les entregó ayer una insignia. Una joya sencilla que muchos acariciaban, al finalizar el acto, como si se tratase de un auténtico tesoro.

La Voz de Galicia

La villa presume de historia y de feria de automóviles.

RUTA GUIADA CALLES CESURES /

Bajo la lluvia y en dos grupos, debido a una demanda que superó el medio centenar de participantes. Así se celebró ayer el ??Roteiro Histórico-Cultural? con el que arrancó el grueso del programa que este fin de semana celebra los 90 años del Concello de Pontecesures, tras su independencia de Valga en 1925.
El primer grupo partía de la biblioteca, el antiguo Consistorio, sobre las 16:30 horas, para dejar paso a un segundo turno hacia las seis. A través de una visita guiada, los participantes fueron descubriendo los principales enclaves históricos y culturales de la localidad y pudieron ahondar en su famosa feria de automóviles.
A ella se dedicó otro de los grandes atractivos de este sábado, con la inauguración de una exposición dedicada al histórico evento del motor, el primero de vehículos de ocasión que hubo en toda España y cuya aparición, al igual que su ayuntamiento anfitrión, dista solo una década de la centuria. La muestra puede visitarse en el local de HC-Sport, frente a la iglesia.
Hoy a las 11 horas, a Prazuela será el escenario de una concentración de coches clásicos ??para retroceder ata as Feiras do Automóvil de 1925?. A mediodía, el salón de Plenos acogerá un homenaje a las diferentes Corporaciones y a los vecinos que, al igual que Pontecesures, nacieron en aquel año.

Diario de Arousa

Pontecesures recuerda su constitución como ayuntamiento, hace ya noventa años.

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El mal tiempo desluce algunas de las actividades previstas, pero el programa sigue adelante a pesar de todo – Hoy se rinde homenaje a cuantos integraron la Corporación.

Pontecesures no está teniendo suerte con el tiempo, ya que las lluvias han deslucido algunas de las actividades diseñadas para celebrar el noventa aniversario de su constitución como Ayuntamiento. A pesar de todo el programa elaborado por el gobierno local, con el lema “Un futuro lleno de historias”, sigue su curso.

Prueba de ello es que hoy se rinde homenaje a todos aquellos que formaron parte de las diferentes Corporaciones municipales a lo largo de su historia; los mismos que hace unas semanas ya se reunieron en A Plazuela para sacarse una foto de familia, con participación de medio centenar de concejales en activo y otros que lo fueron alguna vez.

Pero hoy no solo se los homenajea a ellos, sino que también se quiere destacar públicamente a todos los vecinos que nacieron en 1925, como este Concello, e incluso en ejercicios anteriores, todo ello a partir de las doce del mediodía en el salón de plenos de la casa consistorial pontecesureña.

La alcaldesa nacionalista Cecilia Tarela va a presidir esta celebración, en la que hoy se incluye también el pasacalles del grupo local Xarandeira y el recuerdo a la primera feria del automóvil, celebrada, precisamente, hace noventa años.

Va a ser el Club Galego de Automóbiles Antigos el encargado de hacer que los asistentes a esta conmemoración retrocedan en el tiempo, y lo harán mostrando algunos automóviles que se conservan en perfecto estado a pesar de tener casi un siglo de vida.

La cita, en este caso, es en el lugar de A Plazuela y sus alrededores, anunciándose el comienzo de la actividad para las once de la mañana.

Estos actos dan continuidad a los desplegados ayer, como la inauguración de la exposición “90 anos da nosa feira do automóbil”, con la que se repasa dicho evento, o la titulada “Ollada do pasado ao presente”, una muestra fotográfica con tintes nostálgicos. La primera de ellas también puede verse hoy, mientras que la segunda va a permanecer expuesta hasta el día 19.

A pesar de la lluvia, que mermó la afluencia de público, ayer también se desarrolló una ruta de carácter histórico y cultural.

Faro de Vigo

La Pontecesures de las maravillas.

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Desde el primer consistorio, Richar Rivera (en el centro) trazó un paseo por la historia local.

Otero Acevedo, espiritista y pionero de la neurocirugía, fue uno de los personajes que revivieron con el roteiro histórico organizado por el Concello.

La biblioteca de Pontecesures está instalada en un edificio pequeño pero revestido, aún, de la dignidad que supone haber sido la sede del primer consistorio cesureño. Se antoja su ubicación un tanto extraña, allá arriba, al otro lado de la N-550 que divide la villa en dos. Claro que el viejo consistorio cobra sentido cuando Richar Rivera, el guía del roteiro histórico organizado con motivo de los 90 años del nacimiento del municipio, recuerda que la carretera general no llegó hasta mediados del siglo pasado. Cuando lo hizo, le cambió la cara al pueblo. Lo dividió, lo rompió, y quién sabe si allanó el camino para que buena parte de su patrimonio acabase engullido por ese concepto difuso que es la modernidad.

Desde las puertas de la biblioteca señala Rivera al horizonte. Ha encontrado un ángulo, una imagen, en la que se condensa la esencia de Pontecesures. En ella está presente el Ulla, el río que dio sentido desde sus orígenes a la localidad. «Este lugar apareceu na historia polo río. Era o paso entre a ría e as terras do interior», narra. El paso de los romanos aún se puede leer en la zona del puerto. La historia medieval, en la iglesia de San Xulián, atribuída a Xelmírez.

Y todo lo que vino después. Rivera vuelve a señalar al horizonte. Apunta ahora a las torres de la iglesia, tras las que se levantan, como una «catedral da modernidade», la fábrica de Finsa. El diálogo entre tradición y modernidad fue especialmente activo en la Pontecesures del siglo diecinueve y de comienzos del veinte. «O Ulla, nesa etapa, volveu a ser clave, pero desta volta polo que ocorre río abaixo», narra Rivera.

Quizás en el río haya que buscar la razón del desembarco en Pontecesures de un industrial vigués, Eugenio Escuredo, que montó en Valga una fábrica de ladrillos sobre la que se levantó, como un feliz añadido, la Cerámica Artística, reconvertida después en la Cerámica Celta que sostendría Ramón Diéguez. Gracias a aquel experimento que intentaba mezclar industria y arte, no era extraño ver pasear por Pontecesures a personajes como Valle Inclán o Castelao, alternando con Carlos Maside, o con el recordado don Víctor, el médico.

Al calor de las sobremesas en Casa Castaño, aquel grupo de hombres alumbraron certámenes excepcionales, como la primera feria del automóvil de ocasión de España. «Pontecesures deu unha ampla nómina de personaxes extraordinarios», relata Richar Rivera. Como Manuel Otero Acevedo, que murió en Pontecesures en 1920. Masón, aficionado a la fotografía, al espiritismo y a la tuna -presidió la compostelana en 1888- fue el primer neurocirujano de España. «E moita xente de Pontecesures non sabe da importancia que tivo».

El fantasma de aquel hombre sabio y fascinante, amigo de Valle Inclán y de Baroja, paseó ayer bajo la lluvia con los participantes en el roteiro histórico con el que el Concello celebró sus noventa años de vida. Acevedo siguió a los visitantes por una ruta con parada en diecisiete lugares cargados de significado, invocando a su paso a los espíritus de una historia que Pontecesures no quiere olvidar.

La Voz de Galicia

Doble ración de historia cesureña.

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Una carrera de coches celebrada en Pontecesures con motivo de la primera feria del automóvil.

Noventa velas no se apagan tan fácilmente. Así que, a no ser que esta tarde caiga sobre Pontecesures el diluvio universal, o que el viento sople con la fuerza de un titán, el roteiro histórico cultural organizado por el Concello para celebrar los noventa años de su independencia de Valga seguirá adelante. Así lo señalaba ayer la concejala de Cultura de la localidad, Maite Tocino (BNG), que lleva días pendiente de Meteogalicia. A pesar de las dudas, la edila confiaba en que la lluvia no obligase a aplazar un acto que ha levantado una gran expectación entre los vecinos. «Nestes momentos temos 64 persoas apuntadas», señalaba. Una cantidad que ha llevado al ayuntamiento a reorganizar horarios para dividir en dos grupos a tanto público. Así que, esta tarde, habrá dos viajes al pasado. El primero saldrá a las 16.30 horas del viejo ayuntamiento, ahora convertido en biblioteca. El segundo arrancará en el mismo lugar, pero a las 18.30 horas.

Al frente de ambas expediciones al pasado estará el guía profesional Richar Rivera, un experto en diseñar rutas monográficas al que el Concello cesureño ha encargado cartografiar los aspectos más interesantes de su historia. Esta ha estado siempre muy ligada al río y a las riquezas materiales y culturales que han traído sus aguas. La historia antigua que se insinúa en la zona del río, el mundo medieval que asoma en la iglesia de San Xulián y la efervescencia de los siglos diecinueve y veinte serán algunos de los aspectos que se aborden en el recorrido por Cesures. Un viaje en el que personajes dramáticos en algunos casos, pintorescos en otros, inimitables siempre, irán saliendo al paso de los expedicionarios mientras se sacuden las sombras del olvido.

La feria del automóvil de ocasión, un evento pionero en toda España
Los noventa años de la independencia de Pontecesures coinciden, también, con los noventa años de la celebración de la primera feria del automóvil de ocasión celebrada en España. El evento, audaz y moderno, no se celebró ni en Madrid ni en Barcelona, si no en una pequeña villa situada en las márgenes del Ulla. Contaba Borobó que el certamen surgió de la fertil iniciativa de un empresario vigués afincando en aquellos tiempos en Pontecesures, Eugenio Escuredo, y de su propio padre, que un día, volviendo de la Pascua de Padrón, se toparon con dos coches que tenían el cartel de «se vende». Igual que Padrón tenía su feria de caballos, razonaron los dos, bien podía tener Pontecesures su feria de automóviles.

Dice Borobó que aquella misma noche la idea fue comunicada al grupo de hombres principales de la localidad, que se pusieron manos a la obra. Trabajaron mucho y muy en serio: hasta viajaron a Alemania para ver cómo eran ese tipo de certámenes. El resultado se vio en 1925, el día de San Pedro y los dos siguientes. La feria fue uno de los acontecimientos del año en toda Galicia, tuvo eco en periódicos de toda España y atrajo hasta la localidad, según apuntan algunas fuentes, a más de 10.000 personas.

Es evidente que un evento de esas dimensiones, y los que vinieron después, bien merecen un homenaje. Para rendírselo, el Concello de Pontecesures ha organizado, en colaboración con la asociación Mirándolle os dentes, una exposición que abrirá sus puertas esta tarde y que se podrá visitar hasta el día 11 en los locales de HC-Sport. La feria del automóvil también ha sido el eje sobre el que se ha construido otro de los actos organizados por el Concello: una muestra de «xoias do automóbil». Gracias a la colaboración del Clube galego de automóbiles antigos, en Pontecesures se reunirán vehículos «celosamente gardados polos seus socios para conmemorar os 90 anos dun evento que foi o primeiro de España». Los coches se instalarán, a partir de las once de la mañana, en el entorno de A Plazuela.

A mediodía la actividad se trasladará al Concello, donde se rendirá homenaje a los vecinos que, «ao igual que Pontecesures, foron nados no ano 1925 e anteriores e aos que, ao longo destes anos, formaron parte das corporacións».

La Voz de Galicia