Anxo Arca reivindica en la ofrenda el papel de cuna jacobea para la villa padronesa.

El alcalde de PadrónAnxo Arca, renovó ayer los votos al Apóstol en la tradicional ceremonia de la Traslación, en la que se conmemora la llegada del cuerpo de Santiago desde Palestina a la antigua ciudad de Iria Flavia. «Pídolle que sexamos máis solidarios e loitemos xuntos polo respecto a todas as persoas; que poidamos poñerlle fin á violencia machista; que atopemos as fórmulas para apoiar os colectivos máis desfavorecidos; que contemos todos coas mesmas oportunidades independentemente da nosa orixe e condición; que coidemos dos nosos maiores», señaló Arca, quien destacó el papel de Padrón como cuna jacobea.

El acto religioso fue presidido, en la iglesia de Santiago, por el arzobispo emérito, Julián Barrio, con presencia del párroco, Roberto Martínez, mientras que la Banda de Música de la localidad puso la melodía a la ceremonia. Durante la jornada de ayer, vecinos y visitantes pudieron acceder a la cámara en la que se encuentra el pedrón romano en el que se ató la barca en la que se transportó el cuerpo del Apóstol. Anxo Arca aprovechó para destacar el impulso del Camino en la capital del Sar, con 20.000 pedronías repartidas durante el 2023.

La Voz de Galicia

Villa Petroni clama por recuperar la capilla del viejo cementerio padronés.

La cultural explica que la reforma de la Iglesia de Santiago de 1859 incluía un trastero y antesacristía anexo que no se ejecutaron

En su lugar se derribó un pequeño templo aledaño y en 1994 levantaron un inmueble adosado declarado ilegal, pero con las acciones prescritas

A la izquierda, desaparecida capilla del antiguo cementerio y a la derecha, la sede de la Escola de Música

A la izquierda, desaparecida capilla del antiguo cementerio y a la derecha, la sede de la Escola de Música.

La Asociación Cultural Villa Petroni de Padrón acaba de levantar la voz sobre lo que sus responsables consideran “un auténtico monumento al feísmo urbanístico que bien se pudiera haber construido en otro lugar”. Se trata de la actual sede de la Escola de Música de Padrón que, aseguran, fue levantada tras derribar la capilla del antiguo cementerio de la villa. Y se hizo pese al dictamen de la Comisión del Patrimonio Histórico de la Ciudad y Camino de Santiago que, en 1994, denegaba la autorización de obras. Como nadie recurrió a tiempo, el expediente prescribió, y, a juicio de la cultural, la única forma “de revertir este despropósito es derribar el edificio y reedificarlo en otro lugar”.

Esa es la razón por la que Patrimonio confirma que “al darse las circunstancias de prescripción de la infracción que constituirían dichos hechos, no se puede incoar actualmente un expediente en la orden sancionadora que constituye el supuesto normal de imposición o exigencia de la obligación de restitución”. La única posibilidad pasaría, según Rey, por “averiguar a donde llevó las piedras de la capilla la empresa que la demolió, y reconstruirla”, algo para la que además debe de haber una complicidad gubernativa.

Los hechos se remontan a la reforma del padronés templo de Santiago, junto al río Sar y al expediente de 15 de junio de 1859, donde puede leerse que “en el esquinal norte y pared que ha de dividir el presbiterio y sacristía del cuerpo de la Iglesia, se dejarán buenas adarajas o dentellones colocados con arte, para que cuando haya recursos pueda unirse al Templo, corriendo con el río, un edificio que sirva de antesacristía, trastero y casa de Fábrica, sin impedir comunicación del vecindario al río y el servicio de las huertas particulares al atrio. Por cuenta del empresario”.

Sin embargo, la proyectada antesacristía del año 1859 no se llegó a realizar… y la capilla ha desaparecido. “En su lugar, se construyó un edificio adosado a la iglesia en el año 1994”, que es donde se encuentra la citada escuela, y aseguran que en el entorno aún se pueden ver las adarajas de sillería… y una espadaña.

El Correo Gallego

Lanzan un SOS al Gobierno para que frene el deterioro del puente entre Padrón y Cesures.

Apatrigal reclama a Transportes una inspección y la reparación de los tajamares y grandes grietas que ponen en riesgo la histórica construcción sobre el Ulla, por la que pasa la N-550.

Puente romano sobre el río Ulla que une las localidades de Padrón y Pontecesures / mar de santiago

Puente romano sobre el río Ulla que une las localidades de Padrón y Pontecesures.

La Asociación Galega para a Defensa do Patrimonio Cultural de Galicia (Apatrigal) se ha hecho eco del revuelo existente en la redes sociales por el deterioro que se evidencia en el puente romano que une las localidades de Padrón y Pontecesures. La entidad ha remitido una carta al director general de Carreteras, Juan Pedro Fernández Palomino, en la que, tras describir la situación en la que se encuentra esta histórica construcción, sobre el río Ulla y que soporta el tráfico de la N-550, pide al Ministerio de Transportes que realice una inspección y proceda a la reparación del puente.

En el escrito, el presidente de Apatrigal, Carlos Henrique Fernández Coto, explica al representante de Carreteras que se dirigen a este organismo porque el puente de Cesures está construido sobre el río Ulla (coordenadas 42.725540, -8.654910) y pertenece a la carretera Nacional 550 que une las ciudades de A Coruña y Tui, que representa el eje atlántico de comunicación, una vía estructural de Galicia.

Por ello y ante la alerta surgida en las redes sociales, “hemos recabado datos y nos hemos personado en el lugar, pudiendo comprobar el lamentable estado de la citada infraestructura, tanto en el ámbito de la seguridad como la del patrimonio cultural”, aseguran en la nota.

“Gran parte de sus tajamares están en un estado lamentable, con pérdida de sillares de granito, grietas de considerable dimensión y desagregación estructural”, describen, e incluyen en su carta unas fotografías en las que también pueden observarse con meridiana claridad el deterioro de la calzada, “con grandes grietas que coinciden con los tajamares, por lo que suponemos que es una patología derivada del asentamiento de la plataforma del puente en los puntos críticos que están perdiendo la necesaria estabilidad para mantener la infraestructura”.

Posteriormente hacen un repaso por la historia para explicar que esta infraestructura fue el puente más largo de Europa durante muchos años, “con una longitud de 2.500 metros, que transcurría sobre brañas, por medio de unos sistemas de circulación del agua similares al de un acueducto. Actualmente sólo se pueden apreciar pequeños tramos de esa obra de ingeniería, en lugares puntuales, y el puente en sí tiene un largo de 160 metros”.

Añaden que forma parte de la historia de Galicia, y aunque no está catalogado como “puente histórico” por la Xunta, “está en la memoria de varias generaciones de gallegos que han pasado por él muchas veces, además de las vivencias de los padroneses y cesureños que han desarrollado sus vidas alrededor del río. Se habla incluso de que ese lugar era el puerto de Iria Flavia desde donde partían las naves romanas con las ostras de Iria Flavia (así conocidas en Roma) y el oro del Sil”.

Relatan, además, que ya en el siglo II, “el emperador Trajano ordenó construir el Pons Cessuris (Puente de transeúntes) en Iria Flavia, por donde pasaba la calzada romana XX Per loca marítima. En el puerto estaba el Pedrón, donde amarraban los barcos, hoy bajo el altar mayor de la iglesia parroquial de Santiago en Padrón”.

Finalmente, y sobre su estado actual, Apatrigal dice que “nuestros arquitectos e ingenieros hablan de falta de mantenimiento durante un gran período de tiempo, y que de haberse llevado a cabo las labores de conservación y mantenimiento que requiere una infraestructura como ésta, el puente no estaría tan deteriorado, y ni siquiera requeriría una reparación urgente”.

Por todo ello, piden una inspección urgente por parte de los técnicos del Ministerio de Transportes y que se proyecte una intervención inmediata, “para devolverle el esplendor que merece y garantizar la seguridad de los miles de vehículos que lo atraviesan diariamente”.

El Correo Gallego

Fallece el empresario José Sierra Fernández, fundador de Urovesa.

José Sierra Fernández, en una entrevista para La Voz en el 2018, poco después de asumir la presidencia de la Cámara de Comercio de Santiago

José Sierra Fernández, en una entrevista para La Voz en el 2018, poco después de asumir la presidencia de la Cámara de Comercio de Santiago.

Convirtió la empresa de vehículos especiales de uso militar y civil que creó en 1981 en Santiago en un referente internacional en su sector

José Sierra Fernández, uno de los empresarios más destacados de Santiago en las últimas cuatro décadas, falleció este lunes a los 82 años tras una larga enfermedad. Sierra fue el fundador y presidente de Urovesa, la empresa que desde su sede histórica del polígono del Tambre, que aún conserva, y desde el 2014 en su nueva factoría de Valga, fabrica vehículos especiales de uso militar y civil que son referencia en todo el mundo.

El sueño empresarial de este vivariense formado en ingeniería en Vigo se forjó durante sus primeros años de ejercicio profesional en empresas de automoción, hasta que en 1981 fundó Uro Vehículos Especiales S.A. (Urovesa), con solo diez trabajadores y con la que pronto empezaría a cosechar éxitos, como sus camiones 4×4 TTUro, especializados en la lucha contra el fuego y otras funciones en entornos forestales. En 1984, su empresa obtuvo el primer contrato del Ministerio de Defensa español y desde entonces la empresa es proveedora oficial del Ejército, ganando numerosos contratos y haciéndose con su propio espacio entre los grandes del sector. Además, José Sierra amplió fronteras y Urovesa obtuvo contratos militares en numerosos países, sobre todo con sus potentes todoterrenos adaptados a los usos más variados, desde los sanitarios a los de transporte de tropas. Sus principales mercados internacionales están en Oriente Medio, el Sudeste de Asia y Latinoamérica.

En familia

La filosofía de empresa de Sierra se sustentó en una evolución continua basada en un potente departamento de I+D+i y en la adaptación a las necesidades de sus clientes. Fruto de esa evolución es el constante incremento de la producción y la progresión tecnológica de sus vehículos, entre los que marcó un hito, en 1998, el de Alta Movilidad Táctica (Vamtac), el que sustenta en mayor medida, en sus diferentes versiones y configuraciones, la cartera de pedidos de la factoría y que utilizan las Fuerzas Armadas españolas y de una treintena de países. En cuanto a vehículos civiles, fabrica camiones industriales de uso contraincendios, de servicios urbanos o de emergencias, entre otras funciones.

Otro de los fundamentos de la filosofía de Sierra Fernández como industrial fue el de la empresa familiar, ya que sus hijos Justo, Cecilia y Cristina Sierra Rey se vincularon pronto a Urovesa. Justo trabajó codo con codo con su padre al frente de la compañía, hasta que en el 2016, entonces vicepresidente, tomó el relevo de su padre como CEO y presidente de la empresa, al tiempo que Cecilia —actualmente también presidenta del Consello Social da Universidade de Santiago— asumía los cargos de consejera y vicepresidenta, y Cristina los de consejera y secretaria. José Sierra era desde entonces presidente de honor de Urovesa, y tal vez porque disponía de más tiempo para otros asuntos que no fuesen los de su empresa y su familia, emprendió nuevas tareas al servicio de la comunidad, en especial la presidencia de la Cámara de Comercio de Santiago, que asumió en el 2018 al frente de un nuevo plenario de la institución que abogaba por fortalecer y ampliar la base industrial de la ciudad.

A lo largo de su trayectoria, José Sierra Fernández recibió numerosos premios y distinciones, como, en el 2016, el de Excelencia Empresarial que otorga el Club Financiero de Santiago y, el pasado 13 de julio, el de Empresario Gallego del Año, en el marco de la jornada O Encontro 2023, organizada en A Toxa por el Centro de Estudios Superiores Universitarios de Galicia (Cesuga). Este galardón ya no lo pudo recoger personalmente, y lo hicieron sus hijos Justo y Cecilia.

Los restos mortales de José Sierra Fernández serán velados este martes, de 19.00 a 22.00 horas, en el tanatorio de la Funeraria Apóstol. El jueves, a las 19.00, tendrá lugar el funeral en la iglesia conventual de San Francisco. El sepelio será este miércoles, en la intimidad familiar.

La Voz de Galicia

La Biblioteca de Pontecesures cataloga el fondo bibliográfico donado por Vicente Moure. Del trabajo se encargó Mª Teresa Gil.

Las publicaciones ya están al alcance de los lectores. DP

La responsable de la Biblioteca Municipal de Pontecesures culminó el trabajo de catalogación del Fondo Manuel Vicente Moure, compuesto por 1.107 referencias bibliográficas. Se trata de una labor acometida por la responsable de este servicio, María Teresa Gil, que subraya que «estes libros nunca poderán ser obxecto de expurgo».about:blank

De los 1.107 libros, 250 fueron editados antes del año 1900, y uno de ellos data de 1700 y se titula Du celibat volontaire ou la vie sans engagement. Hay otros que fueron impresos en 1717 y 1785, dos de 1786, y tres de 1787.PUBLICIDADElija la seguridad informática más premiadaVer másOferta Bitdefender a partir de 19,99 € por año.Inspired by

Todos ellos están expuestos para que las personas interesadas en consultarlos puedan hacerlo en las instalaciones de la Biblioteca, después de medio siglo de itinerancia por otras instalaciones, como la antigua Casa Consistorial, el Colexio Público Infantil y la actual Casa do Concello, en cuyo semisótano estuvieron almacenados durante un tiempo.

El Fondo Manuel Vicente Moure se formó a raíz de una donación realizada por este vecino, nacido el 17 de noviembre de 1860, que emigró a Argentina. Allí hizo fortuna y destinó una parte de ella a mejorar las condiciones de vida de su pueblo natal.

Con 15 años cruzó por primera vez el Atlántico con destino a Argentina, donde no tardó en poner de manifiesto sus dotes como empresario. En Coronda, una pequeña localidad situada en la provincia de Santa Fe, se hizo con varias explotaciones que se extendían a lo largo y ancho de miles de hectáreas.

El éxito le permitió regresar por primera vez a su pueblo natal en 1905, y también comprobar que había retrocedido en la historia. Pontecesures pertenecía entonces al municipio de Valga.

Tras su vuelta a Coronda, realizó varios envíos de dinero para financiar la restauración de la iglesia de San Xulián, que dotó de dos campanas fabricadas en el taller de la familia Ocampo, de Arcos de la Condesa (Caldas de Reis).

También financió la reparación y ampliación de la escuela y la dotación de una biblioteca, además de promover la construcción de la Escuela Graduada San Xulián. La Corporación Municipal y varias asociaciones aprobaron nombrarlo Hijo Predilecto.

Diario de Pontevedra

El encuentro anual de Fillos e Amigos pondrá el broche a la fiesta de la Pascua de Padrón.

La Irmandade reconoce en esta edición la labor del superior del convento de Herbón, el padre Francisco Honrubia Bonnin

La Irmandade reconoce en esta edición la labor del superior del convento de Herbón, el padre Francisco Honrubia Bonnin.

La Irmandade dos Fillos e Amigos de Padrón celebrará este Domingo de Pascuilla, 16 de abril, su Xuntanza Anual, en la que entregará sus insignias de oro y placas conmemorativas a un grupo de vecinos que destacan por su compromiso con la citada villa.

Como broche a las grandes fiestas de Pascua, el encuentro comenzará con un pasacalles a cargo de la Banda de Música de Padrón y de las agrupaciones folclóricas y bandas de gaitas, al que seguirá, a las 11.00 horas, una misa en la iglesia parroquial en memoria de los fallecidos. Tras la tradicional foto de familia, a las 12.00 horas, tendrá lugar en la Praza dos Fillos e Amigos de Padrón el encuentro con la Corporación municipal.

El Correo Gallego