Hondo pesar por el fallecimiento del padre José Isorna una de las personas más queridas de Santiago.

La iglesia de San Francisco acogerá mañana, a las cinco de la tarde, el funeral, y posteriormente será enterrado en su parroquia natal, en Cordeiro, en el municipio pontevedrés de Valga.

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El padre José Isorna falleció esta tarde, pasadas las tres y media, en el hospital Gil Casares de Santiago, en donde estaba ingresado desde hacía unos días. Aunque estaba previsto que hoy recibiera el alta, dada su mejoría de las últimas jornadas, por la mañana empeoró repentinamente y falleció a primera hora de la tarde.

El provincial de los Franciscanos, José Antonio Castiñeiras, lamentó el fallecimiento de quien fue una de las personas más queridas de Santiago, ??siempre con una sonrisa en la boca y con el espíritu franciscano siempre presente?. La iglesia de San Francisco acogerá mañana, a las cinco de la tarde, el funeral, y posteriormente será enterrado en su parroquia natal, en Cordeiro, Ayuntamiento de Valga.

PERSOA BOA E ENTRA?ABLE

Moita xente de Santiago e de toda Galicia coñecía ao Pai Isorna. O franciscano prodigábase en actos relixiosos e sociais sempre para axudar. Era moi requirido por persoas, organizacións e institucións porque todos sabían que nunca había un non por resposta e porque, desde a súa gran capacidade intelectual, encaraba as tarefas que fosen con espírito amigable, comunitario, afectuoso e positivo. Nunca se enfadaba, buscaba solucións ante os problemas, eludía o conflito e regalaba sorrisos a esgalla. Entrañable e boa persoa, frecuentaba os ambientes periodísticos e ten colaborado moito coa prensa.

Traballador, humilde e xeneroso, tal como preconizaba o santo fundador da súa Orde franciscana. Era precisamente a faceta humana a que máis brillaba no Pai Isorna. Proverbial a súa facilidade para chegar aos corazóns da xente de todas as idades, tamén e especialmente dos nenos, e sorprendente a súa predisposición ao entusiasmo e o optimismo. Todo envolto no seu indiscutible encanto persoal. A súa presenza era de seu un agasallo. Foise un bo home, unha boísima persoa, despois dunha longa vida produtiva cun norte sempre moi evidente: a súa vocación de axuda aos demais.

El Correo Gallego

Fallece en Santiago el franciscano José Isorna a los 94 años de edad.

Llevaba unos días internado en el Hospital Gil Casares.

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José Isorna Ferreirós, el fraile franciscano que se hizo muy popular en Galicia por oficiar las misas dominicales televisadas en la TVG, falleció a primera hora de la tarde de ayer en Santiago a los 94 años de edad. Hombre muy querido por su simpatía y por su proximidad a la gente, el padre Isorna llevaba unos días internado en el Hospital Gil Casares, donde ingresó procedente del convento de Noia.

José Isorna, nacido en Valga en mayo de 1921, fue delegado diocesano de Medios de Comunicación y desempeñó diversas responsabilidades en la orden franciscana, tanto en Santiago como en Pontevedra, Ourense o Madrid. También fue miembro correspondiente de la Real Academia Galega. Una de sus últimas apariciones públicas tuvo lugar a finales del 2010, con motivo de la presentación de un libro sobre Sebastián de Aparicio. En una entrevista de Nacho Mirás publicada en La Voz en esas fechas, el padre Isorna afirmaba que, teniendo salud, no le apetecía retirarse y descansar. «Gracias a Dios, salud siempre tuve mucha, y también trabajé mucho, mucho, mucho. Ahora ya me canso, no de cabeza, sino de la lumbalgia, ya no puedo andar con la prisa de antes», relataba. Desde esa época había permanecido apartado de la vida pública, si bien en mayo del 2012 recibió un cariñoso homenaje de los periodistas gallegos.

José Isorna deja numerosas obras publicadas de temática franciscana y religiosa en general, y también sobre diversas personalidades de la cultura gallega. Considerado sacerdote galleguista, había tratado a la familia de Castelao, a Otero Pedrayo, Cuevillas, Álvaro Cunqueiro o Risco. Y, sobre todo, el padre Irsona deja una inmensidad de personas que admiraban su carácter afable, su humanidad, su humildad, y que se enorgullecían de su amistad. Esta tarde, a las cinco, tendrá lugar en la iglesia conventual de San Francisco el funeral y posteriormente recibirá sepultura en la parroquia de Cordeiro, en Valga, de donde era natural.

La Voz de Galicia

Reclaman más vigilancia en Padrón ante los robos en bares .

Varios locales hosteleros sufrieron asaltos este año y alguno de ellos por partida doble.

Una cafetería-bar de la villa de Padrón, situada en la Travesía de la Feria, detrás del campo de fútbol, fue asaltada en la madrugada del miércoles, al menos por segunda vez en los últimos meses. Esta vez, el ladrón o los ladrones entraron por una ventana pequeña de la parte trasera del local, según explicó ayer el titular del negocio, que no precisó a cuánto ascendía la cantidad de dinero robada del interior de la máquina tragaperras y de la registradora.

La primera sufrió bastantes daños, de acuerdo con el titular del bar, para quien «en Padrón a vixilancia policial é moi escasa», aseguró. De acuerdo con su relato, el martes por la tarde, cuanto estaba en el local con unos clientes, se escucharon ruidos de golpes en los cristales pero, cuando fueron a mirar la parte trasera del local, ya no había nadie, pero si los cristales de la ventana rotos.

Avisó a la Policía Local y le pidió que hicieran vigilancia en la zona porque creía que se iba a producir un robo, «como así foi», según contó ayer este hostelero, para quien «fai falla máis vixilancia en Padrón». Presentó denuncia en la Guardia Civil.

Sobre la vigilancia, la Policía Local explicó ayer que «é a mesma de sempre, con servizo as 24 horas do día». Esta cafetería- bar no fue la única de la zona asaltada en los últimos meses ya que en otra de la misma calle entraron tras romper una luna de cristal. En la madrugada del lunes entraron, además, en otro establecimiento próximo a la iglesia y, en la noche del domingo de Pascua, en otro situado a pie de la vía N-550, que ya había sufrido un robo a principios de año.

Alguno de los hosteleros habla directamente de «oleada de robos» y otro cree que «da que pensar que en un pueblo tan pequeño haya tantos robos en tan poco tiempo y ni un solo detenido». Este hostelero lo tiene claro: «tiene que ser alguien de la zona que conoce los locales y las rutinas». Todos los afectados coinciden en pedir mayor vigilancia policial, tanto de la Policía Local como de la Guardia Civil.

La Voz de Galicia

Setecoros recurre a sus emigrantes para restaurar su retablo barroco.

Durante tres meses y medio, los andamios y las restauradoras presidirán la iglesia de Setecoros.

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Hace unos años, Setecoros (Valga) estaba lejos de todo. Pero entonces llegó Paulino Sánchez, el nuevo cura, que fue capaz de ver todo lo bello que se escondía bajo una densa capa de abandono. Armado con una voluntad de hierro, Don Paulino sedujo a los vecinos del lugar para limpiar el entorno de la iglesia, para plantar un olivar que pronto dará frutos y para abordar la recuperación del patrimonio parroquial, que es mucho y muy valioso. Hace unos meses, un restaurador curaba de parte de sus heridas a los dos capiteles tardorromanos que quedan en el interior de la iglesia y que, en silencio, dan testimonio de que Setecoros fue, en algún momento, un lugar muy importante. Ayer, otras dos restauradoras empezaron a trabajar en el templo. En sus manos está el retablo, una joya del barroco de una calidad que «sorprende encontrar en una iglesia de una zona rural como esta», según cuentan las expertas.

Carlota López y Begoña Freire estaban ayer subidas a los andamios que presidirán la iglesia durante, al menos, tres meses y medio. Han decidido apostar por el proyecto de Don Paulino pese a que este aún no ha logrado reunir los 33.500 euros que costará la operación. «Tenemos ya una parte importante del dinero, porque el Arzobispado y la Diputación colaboran, pero aún nos queda otra parte por conseguir», explica el cura. Ya está trabajando en ello, dice. De una carpeta extrae un díptico que será remitido a las empresas de Valga y a los vecinos de la parroquia. Muchos de esos documentos cruzarán además fronteras hasta llegar a manos de quienes han emigrado, pero que en la distancia mantienen vivos los vínculos con su tierra natal.

El mensaje que transporta el díptico es sencillo, claro, directo. En él se recuerda a todo el mundo que el retablo de San Salvador de Setecoros es una joya barroca, datada en el siglo XVIII, y aquejada por todos los achaques de la edad. Presenta problemas estructurales que «ocasionan fendas e deformacións», ha perdido «volúmenes e elementos decorativos», ha sufrido un «grave ataque por insectos xilófagos», y varias capas de pintura aplicadas a lo largo del tiempo cubren la policromía original. «Dos danos expostos, o máis perigoso é o abandono e o esquecemento. Evitalo depende de ti», dice a renglón seguido el escrito. «Precisamos da túa aportación para recuperar esta obra emblemática», concluye el documento, que está en fase de pruebas de imprenta.

Una pieza «muy especial»

El esfuerzo merece la pena, dice Don Paulino. «Esto es también una cuestión de egoísmo bien entendido, porque yo también tengo ganas de disfrutar del retablo en todo su esplendor». A través de los andamios de obra se perciben las magníficas tallas de una pieza que «algunos historiadores que han colaborado con nosotros han calificado como un canto a la vida», cuenta el sacerdote. Carlota López, a su lado, asiente. «La verdad es que es una pieza muy especial. Es barroco, pero un barroco muy poco habitual. Por ejemplo, las imágenes de los pájaros comiendo fruta que aparecen aquí solo están registradas en un par de casos más en Galicia, y lo mismo se puede decir de las imágenes de las sirenas», que asoman tanto en la parte baja del retablo como en la más alta. «El conjunto tiene una serie de originalidades que lo hacen casi exclusivo», dice Don Paulino, dándose licencia para presumir (un poco).

«La imagen del conjunto va a cambiar por completo», advierte Carlota López. Y es que el grueso del trabajo de restauración va a consistir en retirar las capas de pintura que, a lo largo de los años, se han ido aplicando a las piezas y que, en general, parecen no tener mucho que ver con los colores originales. «Por ejemplo, todos los dorados que se ven ahora son relativamente modernos. Y ni siquiera son dorados de verdad, son purpurinas», señala la restauradora.

Pero antes de ponerse a retirar amorosamente todas las capas superpuestas, el equipo de restauradores de la empresa Artegal tendrá que desmontar todo el retablo, pieza a pieza, para arreglar las huellas que la humedad, las termitas e algunas intervenciones más o menos afortunadas, han dejado en este conjunto patrimonial. «En general, se ve que la comunidad se preocupó siempre de mantenerlo en buenas condiciones, pero algunos de los tratamientos, aunque se hicieron con la mejor de las intenciones, no fueron afortunados», explican las restauradoras.

Las dejamos trabajando. Iniciando un viaje en el que estarán acompañadas en todo momento por los vecinos de la parroquia. «El retablo para ellos es muy importante, sobre todo para la gente de más edad», señalaba Don Paulino. Así que todos están ilusionados con el proyecto que acaba de arrancar. De hecho, «ya estamos pensando en que, en cuanto acabemos con esto, habrá que abordar la recuperación de la nave de la iglesia», avanza el cura párroco.

Renovación en el cementerio

Pero vayamos poco a poco, porque Setecoros tiene por delante meses de mucha actividad. Mientras en el interior de la iglesia Artegal convierte el altar «en una mesa de trabajo, parecida a la mesa de un carpintero», en el exterior del templo se acometerá otro proyecto encaminado a mejorar el cementerio. El suelo está lleno de desniveles que hay que allanar y los cierres del recinto necesitan un buen lavado de cara. «Esta obra la pagan los propios beneficiarios», explica Don Paulino. Y sonríe. Porque el pequeño milagro de Setecoros es posible, dice, «porque la gente está tomando conciencia de que tiene poder para cambiar cosas».

La Voz de Galicia

La iglesia padronesa de Iria descubre otro retablo restaurado.

Es uno de los más relevantes del templo y fue rehabilitado por Cultura, que aportó 37.000 euros.

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La iglesia de Iria-Flavia, en Padrón, luce restaurado el retablo de San Ildefonso, en la capilla del Obispo de Quito, que fue bendecido el sábado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en un acto en el que también estuvo el cura-párroco, Roberto Martínez, además de Antonio Fernández y Lorena Couso, alcalde y concejala de Cultura de Padrón, respectivamente, y feligreses.

La restauración del retablo fue financiada con 37.000 euros por la Consellería de Cultura, con el objeto de poner en valor una de las piezas más relevantes de esta iglesia, por la que pasa el Camino Portugués a Santiago y que está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC). Así, la intervención estuvo dirigida a resolver las patologías que presentaba el retablo barroco, que representa en su escena principal la imposición de la casulla a San Ildefonso.

Entre los trabajos realizados en el retablo, se limpiaron las piezas del mismo, se eliminaron elementos ajenos y se aplicaron tratamientos de desinsectación curativo-preventiva. También se fijó la policromía de la pieza.

A mayores, la propia parroquia corrió con la restauración del facistol (atril grande de la iglesia) y con la iluminación del templo, todo ello por importe de 6.500 euros, según informó el párroco Roberto Martínez. La inversión total ascendió, por tanto, a 43.500 euros.

El sacerdote ya ha empezado a buscar financiación para restaurar el retablo de San Martín, por el que se accede a la sacristía, que «se encuentra muy deteriorado y del que se han desprendido algunas piezas, según cuenta Roberto Martínez. El presupuesto de restauración ronda los 27.000 euros y el cura-párroco confía en que la obra pueda estar hecha a finales de año.

La parroquia ya sufragó en el año 2014 la restauración del retablo de la capilla y la imagen de la Virgen de Belén, con un coste de unos 40.000 euros, realizada por personal cualificado y bajo la supervisión de la Dirección Xeral de Patrimonio.

La Voz de Galicia