Falleció en Londres la cesureña María Esther Mosquera Barreiro.

A los 84 años de edad, falleció el día 14 de los corrientes en la capital del Reino Unido esta cesureña que estaba casada con José Ramón Rodríguez Ferro de A Devesa. La finada era hermana de Maruja Mosquera que vive en el lugar de Infesta.

El velatorio será instalado en el Tanatorio Iria Flavia de Padrón mañana viernes 27 de noviembre y podrá ser visitado a partir de las 11 horas.

El funeral «corpore insepulto» tendrá lugar también este viernes, a las 17 horas, en la Iglesia Parroquial de Pontecesures.. Los restos mortales recibirán sepultura luego en el Cementerio Parroquial de Santa Cristina de Campaña.

Descanse en paz.

El arzobispo bendice la imagen del beato Francisco Jesús Carlés.

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Residió y predicó la Palabra en Siria, de ahí que ayer se recordara el conflicto que vive el país -Murió en 1936 y fue beatificado en 2007

Los fieles se congregaron ayer en la iglesia parroquial de San Xulián de Pontecesures, a la que hace días llegó la imagen del beato Francisco Jesús Carlés González, cuyas reliquias fueron presentadas en este mismo templo hace cuatro años.

La razón de este encuentro no era otra que asistir a la ceremonia religiosa oficiada por el arzobispo de Santiago en la que se procedió a la bendición de dicha imagen.

Como explicó el párroco, Arturo Lores, los actos litúrgicos de ayer eran también una buena oportunidad para «rezar» por cuantos atraviesan dificultades y sufren a causa del conflicto que se vive en Siria, ya que el mártir pontecesureño nacido en 1894, fallecido en 1936 y beatificado en 2007 vivió allí. Estudió árabe y perfeccionó sus conocimientos de italiano y francés en el Convento de Alepo, antes y después de ejercer como coadjutor parroquial en Knaye, también en Siria.

Fray Francisco Jesús Carlés González ingresó como postulante en el Colegio Franciscano de Santiago de Compostela siendo un niño. A los quince años de edad se fue a Chipiona (Cádiz), donde inició el noviciado. Una vez terminada la carrera sacerdotal, en 1917, fue ordenado presbítero en Córdoba, siendo su primer destino el Convento de Fuente Obejuna. Regresó casi dos décadas después, en 1935, tras su periplo por Jerusalén, Belén y Siria. Fue ajusticiado al año siguiente junto a otros religiosos por negarse a blasfemar.

Ayer se recordó todo esto en la iglesia pontecesureña, donde los feligreses rezaron por este mártir y beato del que, como queda dicho, ahora se muestran tanto las reliquias como una fotografía y su figura, ya bendecida.

Faro de Vigo

El mártir cesureño que vivió en Siria estrena figura en la iglesia con la bendición del arzobispo.

ARZOBISPO SANTIAGO CESURES BENDICE /

El momento de la bendición de la figura, ayer, en el templo parroquial.

La iglesia parroquial de Pontecesures recibió ayer la visita del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, para proceder a la bendición de la figura que el templo estrena dedicada a Francisco Jesús Carlés González, mártir y beato nacido en la localidad en 1894.
La iglesia contó con una nutrida afluencia de fieles que quisieron asistir al acto religioso. El párroco de la localidad, Arturo Lores Santamaría, explicaba esta semana que la decisión de dedicar una figura al beato se tomó coincidiendo con las tristes noticias sobre el pueblo sirio, un país donde el religioso cesureño llegó a residir, aprendiendo varios idiomas, tras custodiar lugares santos en Jerusalén. En su estancia en Alepo estudió lenguas árabes y también dominaba el francés y el italiano. Posteriormente regresó a Jerusalén, Chipiona y, por último, Fuente Obejuna, donde fue asesinado durante la Guerra Civil, lo que le valió el reconocimiento de la Iglesia como mártir.

Devoción
La parroquia contaba hasta ahora con un cuadro del beato y una reliquia, pero ninguna figura que lo representase.
La presentación de las reliquias, años atrás, contó también con la presencia del arzobispo. El beato cuenta con una gran devoción, lo que ayer quedó patente en la respuesta y afluencia de vecinos . En los oficios hubo oraciones para con los que más sufren en el conflicto internacional abierto.

Diario de Arousa

Pontecesures pide la protección del beato Francisco Carlés ante los conflictos armados.

La iglesia de San Xulián estrena imagen del mártir local, que vivió en la ciudad siria de Alepo y fue asesinado en la Guerra Civil.

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El sacristán de la parroquia de San Xulián junto a la imagen del beato Francisco Jesús Carlés.

La iglesia parroquial San Xulián de Pontecesures celebra este sábado a las 18 horas la bendición de la imagen del beato originario de este municipio, Francisco Jesús Carlés González, en un acto religioso que estará presidido por el arzobispo de Santiago. De esta forma, los feligreses de esta parroquia podrán solicitar la protección del santo ante los conflictos armados que preocupan en la actualidad, ya que el beato fue un monje franciscano que vivió en la ciudad siria de Alepo, que fue asesinado durante la Guerra Civil española

El párroco de San Xulián, Arturo Lores Santamaría, recordó que este templo ya atesora las reliquias del beato desde noviembre de 2011 y también hay un cuadro con su retrato, pero hasta ahora no había una imagen del religioso franciscano natural de Pontecesures, que fue beatificado en Roma en el año 2007.

Los acontecimientos político-sociales que se están viviendo en los últimos tiempos, con la guerra de Siria y los atentados terroristas, han llevado al párroco de San Xulián a decidir encargar una imagen de Francisco Jesús Carlés González, que ya está en la iglesia, pero que será bendecida y presentada a todos los feligreses en los actos litúrgicos del próximo sábado por la tarde.

«La idea de encargar la imagen del beato Francisco Jesús Carlés viene a raíz de la situación que estamos viviendo. Este religioso franciscano nacido en Pontecesures en 1894, fue ordenado sacerdote en 1917 y posteriormente estuvo viviendo en la ciudad siria de Alepo, donde aprendió el idioma árabe y perfeccionó el italiano y el francés. Posteriormente volvió a España y en la localidad de Fuenteovejuna murió asesinado durante la Guerra Civil», recordó el párroco de San Xulián.

Como miembro del Colegio de Misiones para Tierra Santa y Marruecos, el franciscano natural de Pontecesures estuvo en Jerusalén, donde como misionero tuvo entre sus funciones la de custodiar lugares santos como Belén o el sepulcro de Jesucristo. En Siria vivió de la caridad y estudió lenguas árabes que, según sus historiadores, dominaba casi a la perfección. Ya en España, Francisco Carlés, a la edad de 42 años, formaba parte de la fraternidad de Fuenteovejuna junto a otros seis religiosos que a finales de 1936 fueron ajusticiados por unos milicianos, al negarse a blasfemar.

Desde entonces la iglesia los consideró mártires y en 2007 fueron beatificados.

Faro de Vigo

Falleció Elvira Pereiro Fabar, viuda de Tarela.

A los 95 años de edad falleció en el día de hoy esta vecina de Infesta-Pontecesures madre de José Manuel, Concha y Luis Tarela Pereiro.
El velatorio está instalado en la sala 3 del Tanatorio Iria Flavia de Padrón. Mañana 4 de noviembre, a las 12 del mediodía, temdrá lugar el funeral «Corpore Insepulto» en la Iglesia Parroquial de Pontecesures. Seguidamente, sus restos mortales recibirán sepultura en el Cementerio Municipal de Condide.
Descanse en paz.

Las iglesias de Valga se convierten en salas de concierto.

Los solistas salen de la escuela de música para llevar su arte allí donde haya público.

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El programa «Música nas igrexas» arrancó el pasado domingo en Santa María de Xanza con un dúo de fagot.

En Valga, la música parece formar parte del paisaje. Cada tarde, decenas de chavales acuden a Cordeiro, al auditorio, y bajan las escaleras hasta la planta donde está la escuela en la que varias generaciones de rapaces han descubierto el placer que entra por los oídos. Muchos abandonan el instrumento al que han dedicado horas y esfuerzo en cuanto reciben la llamada de otras vidas. No habrán perdido el tiempo: siempre sabrán reconocer una buena composición, siempre podrán animar sus horas, y las de los suyos, tocando una pieza. Pero también hay los que apostarán por la música. Los que se dedicarán a su estudio, los que tocarán a todas horas.

La culpa de todo esto es de Manuel Villar Touceda, el director de la escuela. Sus alumnos hablan maravillas de él. Puede que sea, simplemente, porque desborda pasión por la música, y por descubrir talentos. El que también es director de la banda municipal dedica tiempo a sus estudiantes. Los ayuda a formarse y a crecer como artistas. Pero, enamorado como está de la música, Touceda está empeñado, también, en romper, a base de notas y acordes, esos muros imaginarios en los que, en ocasiones, nos empeñamos en encerrar a las bellas artes.
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Fue así como nació, hace tres años, el programa Música nas igrexas. Un domingo al mes -el segundo, para más señas-, los solistas de la escuela de música se desplazan a alguno de los templos de Valga llevando consigo su instrumentos. Aprovechando la misa, interpretan varias piezas que acompañan y enriquecen los actos litúrgicos. Y después, una vez rematados los oficios, brindan al público un concierto de media hora.

El programa se desarrolla a la par que el curso en la escuela de música. Así que este año acaba de estrenarse. Fue, concretamente, el domingo, en la iglesia de Santa María de Xanza. El párroco, como es menester en estos casos, presentó a las dos jóvenes que iban a actuar: Antía Villar y Sara Barros. Las integrantes de un dúo de fagot tuvieron tres intervenciones a lo largo de la misa, y luego deleitaron a los asistentes con un concierto trenzado a base de piezas de Loubet, Mozart y Händel. «Sempre buscamos música acorde co acto e co entorno no que estamos», explica Manuel Villar.

Nos cuenta el director de la escuela de música y de la banda municipal que el programa ha ido creciendo con el tiempo. La gente que acude a la iglesia suele aprovechar la ocasión y se queda al concierto de después. «Esa era a nosa intención. Aproveitar para achegar o noso traballo a un público que por unhas ou outras razóns non chegan ao auditorio». Así, los vecinos más ancianos, o las familias «que van cos nenos á catequese», descubren el brillo de los jóvenes artistas que crecen en Valga, y al mismo tiempo tienen ocasión de asomarse al apasionante mundo de la música clásica.

Parece que la iniciativa gusta a todo el mundo. Hasta a los párrocos, que se deshacen en elogios con los visitantes y que anuncian en sus homilías las próximas actuaciones. Estas, por cierto, serán en las iglesias de Santa Comba de Cordeiro y de San Miguel, dos templos que, como casi todas las iglesias, tienen una acústica magnífica. Allí aparecerán, en los próximos meses, los solistas de la escuela de música dispuestos a conquistar a su público donde quiera que esté.

Entre concierto y concierto, los alumnos se aplicarán en las lecciones de música que se imparten en la escuela del auditorio. La suya es una afición exigente, que reclama atención y más atención, práctica y más práctica. También exige escuchar, escuchar sin pausa, lo que otras bandas y otros músicos interpretan. Y para eso, en el auditorio de Valga también hay solución.

La Voz de Galicia