Fina, 50 años siendo churrera: «Me levantaba a las cinco de la mañana y no volvía hasta las diez de la noche. Ahora quiero que mis nietos me paguen un viaje a Punta Cana».

Después de toda una vida en su puesto de churros, Fina cuelga el delantal. Ahora continuará con el legado su nieto Ibai, que ha conseguido transformar el negocio de su abuela. «Sentí un orgullo inmenso cuando mi nieto me dijo que quería seguir con la churrería», confiesa

Fina tiene 67 años y hace pocos días que ya está jubilada. Durante 50 años ha recorrido mercados, ferias y romerías con su puesto de churros. Una vida ambulante que puso en marcha su bisabuelo en 1842. Ahora, su nieto Ibai se convierte oficialmente en la quinta generación al frente del negocio, ya que hace un año lo transformó y abrió las puertas del local que lleva la esencia de su abuela y de su tatarabuelo: La Quinta.

A pesar de haber iniciado su jubilación, a Fina todavía «le pica» seguir vigilando que vaya todo bien y poder echar una mano. «Es que son tantos años seguidos que se me hace raro», confiesa. Pero está tan contenta que no deja de sonreír y recuerda el momento en el que su nieto le dio la noticia de que Churrería Fina no moriría. «Para mí fue una sorpresa muy grande. Sí que es verdad que venía conmigo a la feria a trabajar y a hacer las masas, pero yo nunca me imaginé que iba a poner el local que puso», explica. Y además en un sitio fijo en plena capital gallega. «Trabajábamos por toda la zona de Vigo, Redondela, Tui, Porriño… Íbamos hasta a la feria de Arteixo. Que mi nieto trajese la churrería para Santiago, que es la capital, fue un orgullo inmenso», afirma.

Su vida no fue fácil, porque tuvo un trabajo muy sacrificado en el que no podía hacer planes ni preocuparse por la hora. «Es una vida muy dura. Te tiene que gustar muchísimo todo el mundo de la feria. A mí me gustaba mi trabajo. Yo hacía una masa para los churros y decía: ‘Bueno, pues tengo un gimnasio’ y cuando los freía pensaba: ‘Pues también tengo sauna e hidratación para la piel’. Iba haciendo del trabajo una alegría para llevarlo mejor», indica.

Madrugones y viajes en coche que incluían montar y desmontar un puesto para que su clientela pudiese disfrutar de unos churros recién hechos. «Me levantaba todos los días a las cinco de la mañana y a las seis salía de casa, pero no volvía hasta las diez de la noche. Los días de invierno llovía y te mojabas. Nos quedábamos con la mojadura, pero teníamos que ir, porque siempre había alguien que quería unos churros», detalla. Su agenda también se veía modificada por el trabajo. «Fíjate, cuando mis hijos se casaron, hicimos la boda en un día festivo por no perder el sábado y el domingo de atender a nuestra clientela. Amoldamos nuestra vida al negocio», confiesa.

«No me imaginaba mis churros con Kinder»

En cuanto Ibai abrió el local, ella acudió sin dudar para aportar la experiencia que ha recolectado durante tantos años en su puesto. «En la cocina estuve enseñando y dando consejos. Mi nieto me llamó y me pidió que le echara una mano porque quería tenerme ahí para contribuir con mi experiencia», cuenta. Aun así, no se imaginaba que sus famosos churros podrían convertirse en piruletas y corazones o estar bañados en salsa de Kinder o rellenos de dulce de leche. «Por supuesto que no lo imaginaba. Y eso lo hizo mi nieto y por eso digo que para mí es muy importante que él le pusiera tanta pasión a esto, porque nosotros hacíamos lo básico siempre, churros y poco más. Como mucho con un poquito de chocolate», puntualiza.

¿Y cuál es el secreto de unos buenos churros? «Creo que la clave es que te guste hacerlos, porque día a día mejoras la receta aunque ya la sepas. Y hablar con el cliente todos los días porque vas aprendiendo todavía más. Después siempre hay algún secreto que no se puede contar. Pero bueno, el resumen es tener ganas, hacer un buen amasado y tener un buen aceite y una buena harina. De ahí te sale un buen churro», admite.

Mientras Fina no le quita el ojo a su nieto con su sonrisa intacta, Ibai explica los inicios del proyecto. «Hace dos años falleció mi abuelo y decidí ir a echarle una mano porque estaba un poco sola. Además a mi abuela ya le costaba ir a las ferias porque son duras y que duran todo el día. Ten en cuenta que sales de casa a las seis de la mañana, coges el coche y no vuelves hasta que dan las diez de la noche. Yo también estaba pasando por un momento de mi vida un poco de transición y venía de otros trabajos. Sobre la marcha se me fue ocurriendo una idea que ya mi padre pensó en su día y que el resto de la familia tenía ahí un poco en un vaivén. Al final los astros se alinearon, por así decirlo, y abrimos el local», cuenta.

Porque Ibai, a pesar de ser gallego, se marchó de Galicia cuando era pequeño. «En Madrid estuve estudiando, pero en Marruecos pasé toda mi infancia. En cuanto me deshice de la empresa que tenía allí, justo pasó lo de mi abuelo y acabé volviendo para aquí. Mientras le ayudaba ya tenía la intención de ver por dónde podíamos tirar y por dónde podíamos reconstruir el negocio», afirma. Escoger el nombre tampoco fue sencillo porque tenía que reflejar que continuaba el legado. «Todos los churreros que tú te encuentres por la provincia y alrededores suelen ser familia de mi abuela. Tuvimos la idea de ponerle Churrería Fina para continuar, pero decidimos buscar un nombre un poco más simbólico, que leyéndolo con un pequeño matiz que tienes la gente lo entendiese», cuenta.

«Mi abuela es exigente»

Y así nació La Quinta. «El tema de la empresa fue algo que me encantó desde siempre. Antes de esto tuve una empresa propia y nos dedicábamos al mundo de la construcción, que también me atrae mucho. En mi casa el negocio ambulante siempre se vio como algo muy duro, en el que a la mínima si tenías la opción de estudiar, estudiabas. Pero al final en mi caso acabó tirando también la tradición familiar. Me daba pena que se quedara sin continuidad después de tantas generaciones y de tantos años de trabajo. Finalmente encontramos la manera de darle una vuelta y de reconvertirlo, por decirlo de alguna manera», confiesa. Además tuvo claro desde el principio que se lo tomaría en serio. «No queríamos que fuese solamente una marca, de montar el local y olvidarnos, sino que detrás de la marca, seguir trabajándola y poner el mismo empeño que se ponía en el puesto de la churrería desde siempre», afirma.

Ibai es igual de perfeccionista que su abuela. «Mi abuela aquí no lo es, pero en su negocio lo fue mucho», confiesa. «Aquí, porque él es el dueño, pero en el mío sí», le replica ella. Pero a todo se le saca el lado positivo. «Yo pienso que serlo es algo bueno. Aunque mucha gente siempre te suelta el comentario de que los churros solo son harina, agua y sal, es algo mucho más complejo de lo que se piensa. Al ser algo artesano, requiere que seas siempre perfecto y constante. Nosotros aquí lo que intentamos es que tú vengas un día, te comas un churro, y al cabo de tres meses vuelvas y te comas otra vez el mismo churro sin ninguna variante. Eso es muy difícil de conseguir», explica él.

Además de querer todo perfecto, a la familia también les caracteriza el don de gentes. «Estar de cara al público siempre nos gustó mucho, así que ya estamos acostumbrados. Si ibas a la feria tenías que ser bueno con la clientela, no te quedaba otra. Entonces, esa parte fue lo que menos costó. Y como en la familia siempre hubo la costumbre de que los fines de semana se trabajaba, no cambia nada de que aquí también se haga», detalla Ibai.

Su primo Borja —que también es nieto de Fina— aporta su granito de arena en los fogones. «Mi primo Borja está de cocinero. Estuvo desde el principio aquí conmigo echándome una mano. Fue aprendiendo poco a poco y ya se quedó. Como sigue estudiando en la universidad, compagina los estudios con esto para sacarse un extra», indica. «Ver lo jóvenes que son y que tengan esas ganas de trabajar y de luchar es lo que me llena, porque pienso que todo lo que hemos hecho con nuestro negocio tuvo su fruto y no se quedó ahí. Ahora continúa», indica Fina.

¿Y ahora qué hará con tanto tiempo libre? «Me gusta viajar, lo que pasa es que por mi trabajo no podía. Ni tampoco podía tener esos fines de semana para descansar. Los domingos trabajaba siempre en la parte sur de Galicia, aunque nos movíamos por otras zonas para fiestas y romerías. El otro día fui al mercado a Padrón y me di cuenta de que llevaba 40 y pico años sin ir de paseo. Ya no me acordaba de lo que era aquello», confiesa. Por su parte, le deja caer a sus nietos —que son tres en total— que deberían pagarle un viaje. «A ver, yo creo que entre todos no es tanto… Le toca poner poquito a cada uno, ¡eh!», exclama Fina «¿Tú qué prefieres, playa o montaña?», le pregunto. «¡Playa, playa!», responde efusivamente. «¿Punta Cana?», le propongo. «¡Por ejemplo!», contesta mirando a su nieto. «Algo se hará. Hay que agradecer también todo el esfuerzo», afirma Ibai. Lo que no cabe duda es que a esta abuela se le cae la baba.

La Voz de Galicia

Celtas Cortos, París de Noia, Olympus y Fillas de Cassandra animarán la Pascua en Padrón.

El cartel de la Pascua fue presentado ayer por el alcalde, Anxo Arca (derecha); la concejala de Turismo, Chus Campos; y el autor de la ilustración, Alfonso Blanco.

El cartel de la Pascua fue presentado ayer por el alcalde, Anxo Arca (derecha); la concejala de Turismo, Chus Campos; y el autor de la ilustración, Alfonso Blanco.

Abel Caballero será el pregonero de una cita que rinde homenaje al profesor Ramón Casasnovas

Música de diversidad de estilos, feria caballar y de maquinaria, artes escénicas y deporte convivirán en las Festas de Pascua de Padrón, que se celebrarán desde el próximo día 23 hasta el 7 de abril. Para poner la banda sonora de esta edición destacan Celtas Cortos y Fillas de Cassandra, así como las orquestas París de Noia y Olympus.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, será el encargado de leer el pregón el día 30. Esa jornada actuarán las orquestas La Misión y Unión y Fuerza. El día 31 será el turno de Fillas de Cassandra, además de las orquestas Capitol y MiramarParís de Noia y América toman el testigo el día 1; mientras que el día 2 será el turno de Los Satélites. Con la Pascuilla llegarán las actuaciones de Los Player’s y New York (día 5). Al día siguiente será el turno de Celtas Cortos y Olympus. Del colofón musical se encargarán el día 7 las orquestas Atenas y Marbella.

El alcalde de Padrón, Anxo Arca, y la concejala Chus Campos desvelaron ayer el cartel de las Fiestas de Pascua, que serán un homenaje a Ramón Casasnovas, maestro en el municipio durante cuatro décadas y una persona que durante muchos años se involucró en los festejos. «A contribución de Ramón Tomás Vázquez Casasnovas á vida de Padrón foi incalculable», resaltó el regidor, añadiendo que «deixou unha pegada indeleble. A súa xenerosidade, humildade, o seu espírito altruísta foro, e sempre serán, un exemplo a seguir». La figura de Casasnovas destaca en el cartel promocional, diseñado por el artista padronés Alfonso Blanco. «Casasnovas foi profesor meu de Matemáticas, de Naturais e de Debuxo no colexio Rosalía de Castro. No cartel quixen facelo partícipe de toda a festa, e aparece como un transeúnte máis que visita o pobo, rodeado de personaxes que marcaron a miña infancia e a miña vida na Pascua», apuntó el artista. En la ilustración también aparece la gigante, «que sempre a levaba o meu amigo Tanis, falecido hai dous anos, e os cabaliños de Evilasio, de Michel, que nos deixou hai poucos días», añadió Alfonso Blanco, agradecido al Concello de Padrón por ser parte de la Pascua 2024.

El Raid Cabalar del próximo día 23 marcará el inicio del programa festivo de este año, que también incluye los campeonatos gallegos de ajedrez, los torneos de fútbol base y de tenis Concello de Padrón, la sexta edición del torneo CD Sar Extramundi y la velada de boxeo, el viernes 29. La Carreira Pedestre de Pascua (sábado 30) y el Torneo de Chave completan la oferta deportiva. 

La Feira Caballar e da Maquinaria Agrícola e Industrial (31 de marzo) se mantienen como atractivos de la Pascua de Padrón. También tendrán su papel importante los grupos folclóricos. Este año actuarán San Pedro de Carcacía, Rosalía de Castro, A Foliada do Montiño, Arreixeira y O Pedrón. También habrá gigantes y cabezudos, además de las actuaciones de la Banda Municipal de Música de Padrón y de las de Santiago y Rianxo en los días de la Pascua dedicados a Santiago y Rianxo. El Festival de Bandas Capital do Sar contará con la participación de la banda local y con las de Touro y Caldas el 7 de abril.

En el apartado musical también habrá espacio para la música disco con las actuaciones de DJ Espiño (30 de marzo, antes del pregón) y con los espectáculos de los pinchadiscos programados por Openair los días 5 y 7 de abril. A ello se le sumará la ópera electrónica Papagena (martes 26). «É unha programación diversa, con espectáculos para público de todas as idades, libre de violencia e na que apostamos pola música galega», explicó la concejala de Turismo e Festexos, Chus Campos, que resaltó que en esta edición mudará la ubicación de algunos de los escenarios de las orquestas «para achegar as festas a toda a veciñanza».

La Voz de Galicia

Orígenes cesureños a mucha honra.

Por segundo año consecutivo, personas que crecieron y pasaron parte de su vida en Pontecesures desafiaron la distancia para volvera a juntarse el pasado 10 de febrero

Un momento de la cita organizada por Elena Vilán y Margarita de la Lama. JOSÉ ALBERTO SOLLA BARREIRO
Un momento de la cita organizada por Elena Vilán y Margarita de la Lama.

El paso del tiempo es inapelable, pero eso no impide que las vivencias, los recuerdos y las experiencias perduren. De ello pueden dar fe las personas que el 10 de febrero se animaron a revivir el pasado, en clave nostálgica y emotiva, en una nueva edición del Encuentro de Amigos de Pontecesures. Fue esta una iniciativa organizada por Margarita de la Lama y Elena Vilán, dos amigas que se criaron y crecieron en la villa cesureña y que, aunque la vida les acabó llevando a echar raíces en otros lugares, nunca renunciaron a estos lazos con el municipio de la comarca de Umia.

Tanto Vilán como De la Lama coinciden al valorar de forma positiva esta cita, en la que no faltaron un sinfín de anécdotas, historias de niñez y juventud e, incluso, canciones. «Fue un día muy especial», explica Elena Vilán, que incide en que en este particular reencuentro no solo tomaron parte personas que aún viven en Pontecesures, sino también gente que acudió expresamente para compartir y disfrutar de unas horas muy especiales. «Pasamos un día de convivencia que resultó genial», señalan las organizadoras de esta cita tan especial.

El punto de encuentro fue en A Prazuela, poco antes de mediodía. Allí, poco a poco, empezaron a llegar participantes, que, a continuación, disfrutaron de un aperitivo en el Telebar. Posteriormente, llegó uno de los grandes momentos: la comida en el Restaurante Carabela, donde el trato y el servicio fueron «de diez». Los y las asistentes disfrutaron de un menú compuesto por cocido, caldo gallego y sopa.

De postre, productos típicos del Entroido: filloas, orejas y leche frita. Y, por encima de todo, una prolongada y emocionante sobremesa, en la que se relataron vivencias, se compartieron anécdotas de infancia y de juventud y, en definitiva, las risas y el buen humor se extendieron hasta bien entrada la tarde.

Historias familiares

Elena Vilán y Margarita De la Lama provienen de familias muy conocidas en Pontecesures. Elena es hija de Julio Vilán, quien fue en su día el máximo responsable de Correos y Telégrafos. Por su parte, el padre de Margarita, el doctor Adolfo De la Lama, ejerció de médico en Pontecesures durante muchos años. Ambas mujeres, además, fueron catequistas. Por tanto, aunque ya vivan a orillas del río Ulla, sus nombres todavía son más que conocidos entre los vecinos y vecinas de la villa. La distancia (Elena reside actualmente en Pontevedra y Margarita en la capital de España, Madrid) no resultó un impedimento para organizar esta cita, que dio continuidad a la celebrada por primera vez en 2023. En aquel entonces se volvieron a encontrar antiguas amistades después de 50 años sin verse.

Un momento de la cita organizada por Elena Vilán y Margarita de la Lama. JOSÉ ALBERTO SOLLA BARREIRO

No son de extrañar los grandes momentos de emoción que se vivieron entonces y que, como no podía ser de otro modo, también se repitieron hace menos de dos semanas en A Prazuela. En vista del éxito, las dos impulsoras de este encuentro confirman que habrá una próxima vez. «Estamos ya pensando en hacer una nueva edición en verano», explica Elena Vilán, si bien todavía es demasiado pronto para hablar de fechas concretas.

Desde la infancia

«Todos y todas nos conocemos desde que éramos pequeños, de la época en la que íbamos a la Escuela Unitaria de doña Amalia, antes de pasar al Grupo Escolar», rememoran las organizadoras. Su convocatoria hizo que retornasen, al menos por unos días, a Pontecesures personas que actualmente viven en diferentes lugares de España, como Madrid u Oviedo. Todo sea por volver a afianzar esos lazos que se ataron a tan temprana edad y que perduran, de una forma o de otra, con el paso del tiempo.

Un momento de la cita organizada por Elena Vilán y Margarita de la Lama. JOSÉ ALBERTO SOLLA BARREIRO

Las personas participantes contaron, además, con una visita de excepción, como fue la presencia de la alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino. «Estuvo con nosotros antes de la comida y la verdad es que estamos muy agradecidas de que viniese a saludarnos, fue todo un detalle por su parte», aseguraron Elena y Margarita, que también destacan la expectación que causó el encuentro en las redes sociales.

                      Diferentes instantes de la cita, organizada por Elena Vilán y Margarita De la Lama, que contó con una gran asistencia y por la que también se pasó la alcaldesa cesureña, Maite Tocino.

Este grupo de amigos y amigas cuya amistad puede más que el paso del tiempo ya cuenta los días para volver a reunirse.

Diario de Pontevedra

Un paraíso del brunch, en A Ponte con poco más de un centenar de vecinos.

A Ponte do Peregrino abre todos los días de 8 a 13.30 horas, excepto los martes, día en el que cierran por descanso del personal. Al frente de este negocio de Padrón reconvertido en un paraíso del brunch están Noelia (en la foto, a la izquierda) y Zaira (a la derecha), dos amigas que decidieron en el 2022 emprender juntas en un espacio al pie del Camino portugués que antes era un viejo almacén.

A Ponte do Peregrino abre todos los días de 8 a 13.30 horas, excepto los martes, día en el que cierran por descanso del personal. Al frente de este negocio de Padrón reconvertido en un paraíso del brunch están Noelia (en la foto, a la izquierda) y Zaira (a la derecha), dos amigas que decidieron en el 2022 emprender juntas en un espacio al pie del Camino portugués que antes era un viejo almacén. 

Las dos amigas emprendedoras que abrieron en A Ponte un área de descanso para peregrinos, se reinventan para encarar su primer invierno de actividad con una apetitosa propuesta

Tortitas, gofres, cruasanes, tostadas francesas, once tipos de tostadas, bagels, bowls, chocolates, cafés… Zaira Lois y Noelia González amanecen rodeadas de un festín que alegra cualquier mañana gris. Estas dos amigas de la infancia han elevado el nivel de los desayunos en una pequeña aldea de poco más de un centenar de habitantes, A Ponte, en la parroquia padronesa de Iria Flavia

De hecho, ya no solo van vecinos del entorno hasta allí a darse un homenaje de buena mañana, también tienen clientes de Santiago y otros concellos próximos. «Esta aceptación nos lleva cada día a querer formarnos más y ampliar nuestra carta de desayunos», explican las treintañeras. Las dos emprendedoras padronesas aseguran que «amamos nuestro trabajo y estamos dispuestas a mejorar día a día». Y, para muestra, su último invento: la jaula de brunch.

Se trata de un servicio especial que ofrecen bajo reserva previa en torno a una vistosa jaula dorada en la que no faltan propuestas dulces y saladas. Incluye, para abrir boca, un bowl de yogur con frutos secos, un bollito salado, cruasán de mantequilla, macaron, fruta variada y un gofre o tortitas a elegir —con o sin chocolate—. Para beber, zumo de naranja acompañado de un café, colacao o infusión. Y, para rematar, un plato salado: bagel de semillas de amapola con tomate, queso brie, jamón serrano y rúcula; o bien tostada de aguacate, tomate y huevo. ¿El precio? 25 euros por persona. «Con todo esto conseguimos seguir trabajando mucho y no tener que cerrar en la temporada baja como el año pasado, al trabajar solo con peregrinos. Estamos muy contentas y seguimos esforzándonos para ofrecer lo mejor», añaden Zaira y Noelia.

La Voz de Galicia

La causa de la muerte de Pepe Domingo Castaño, leyenda de la radio y el periodismo deportivo.

Pepe Domingo Castaño, fallecido este domingo en Madrid a los 80 años, ha sido una de las voces radiofónicas más conocidas en España. La causa de su muerte ha sido explicada por sus compañeros de la Cope, que dedica su programación al gran periodista fallecido. Pepe Domingo sufrió un infarto hace diez años y tuvo que acudir a urgencias después de sentir molestias en el pecho cuando se encontraba cenando en un restaurante madrileño.

Pero la causa de su muerte no ha tenido que ver con su corazón. Fue ingresado tras sentir molestias en la garganta pero todo se complicó con una infección intestinal que derivó en una septicemia. Después, un fallo multiorgánico se lo llevaba a las dos de la madrugada, rodeado de su mujer y sus seres queridos en el hospital de La Zarzuela.PUBLICIDAD

Pepe Domingo nació en Drono-Lestrone (A Coruña) el 8 de octubre de 1942, aunque se trasladó a Padrón siendo niño y allí vivió su infancia y parte de su juventud.Te recomendamos

Fue novicio dominico en un seminario asturiano y cursó estudios de Magisterio.

Su primer trabajo fue como contable. Después, a través de un anuncio de prensa, entró a trabajar en Radio Galicia, en Santiago de Compostela, en la que permaneció dos años, hasta que en 1966 se trasladó a Madrid.

Sus primeros años en la capital fueron duros, pasando por problemas económicos hasta encontrar el trabajo deseado en cualquier emisora madrileña.

Trabajó vendiendo libros y grabando versiones en audio para la ONCE. Colaboró durante un tiempo en Radio Juventud y La Voz de Madrid, pero tuvo su gran oportunidad en Radio Centro, donde permaneció cinco años y donde se formó como profesional presentando un programa musical titulado «Disco parada».

En 1973 fue llamado por la Cadena SER, emisora en la que presentó «Viva la radio», «Sintonía sobre ruedas» y durante cinco años «El Gran Musical», junto a Joaquín Luqui, programa con el que alcanzó gran popularidad y recibió en 1975 su primer Ondas.

Ha trabajado también en televisión. Comenzó en espacios en TVE como «Biblioteca joven», «A todo ritmo», «Voces a 45», «La casa del reloj» y más tarde fue contratado como presentador de «300 millones», donde fue cesado en 1982 y presentó una querella contra Televisión Española, que ganó en los tribunales.

Pepe Domingo volvió de nuevo a la SER, donde realizó diversos magazines, entre ellos «Madrid, ahora mismo», al que le siguió «Aquí, la SER», y en los noventa dirigió y presentó el programa local «Hoy por hoy Madrid».

Desde 1988 colaboró en «Carrusel Deportivo», presentado desde 1992 por Paco González, en el que se encargó de realizar las cuñas publicitarias en directo, y hasta comienzos de 2006 en el programa deportivo nocturno «El larguero», de José Ramón de la Morena.

Castaño se convirtió en uno de los animadores con más arranque de la radio española.

En septiembre de 1995, y tras trece años alejado de la televisión, volvió como presentador del concurso «Número Uno», en Telecinco.

Después de que en 2010 la SER apartara a Paco González de la dirección del espacio «Carrusel Deportivo», que acabó con la salida del periodista a la cadena COPE, Pepe Domingo Castaño le siguió a mediados de julio tras el Mundial de Fútbol y desde entonces realizó las funciones de presentador-animador del espacio de fin de semana «Tiempo de juego».

Grabó algunos discos que obtuvieron éxito en países hispanoamericanos, llegando a conseguir en México un disco de oro en 1979, donde tuvieron gran aceptación sus temas «Motivos», «Neniña» y «Terciopelo y fuego», aunque en España pasaron inadvertidos, a excepción del tema «Viste pantalón vaquero».

En 2009 colaboró en la serie documental «En el Camino de Santiago», de National Geographic.

También ha publicado varios libros, el de poesía «Andadura» (1978) y «Carrusel, diario de un año» (2006).

Logró el Premio de la Popularidad del diario «Pueblo» (1971); cuatro premios Ondas (1975, el Especial 1996 por «Carrusel Deportivo», 2002 y 2005); la Antena de Oro de 1989 en su apartado de locución y otra en 2010 por su trayectoria; «El Micrófono de Oro» de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España (2005), Premio Diego Bernal 2011 de la Asociación de Periodistas de Galicia.

También el Premio de las Artes y las Ciencias Aplicadas al Deporte de los Premios Nacionales del Deporte de 2011; el I Premio Joaquín Prat de Radio, que le concedió la Academia Española de la Radio en 2014; los ¡Bravo! de Radio 2016 y de 2018 de la Conferencia Episcopal; Premio de la Gala 2019 de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid; o el Premio Nacional de Periodismo Deportivo Manuel Alcántara 2019.

Otros reconocimientos que recibió fueron el Premio Guaca y Puro de Oro de Venezuela, «Silvestre del Año» de la popular carrera San Silvestre madrileña, «Matancero de honor» de Guijuelo, «La Vieira de Plata», «Caballero del capítulo de la Orden Serenísima del Albariño» de Cambados (Pontevedra); Orden de Honra «Tenedor de Oro», Premio Canción Motivo, Premio de la Cámara de Comercio y Premio Inocente del jurado como personaje conocido más solidario.

Era «hijo adoptivo» de Padrón y en 2015 recibió la Medalla Castelao, que le otorgó la Xunta de Galicia.

Estaba casado en segundas nupcias con la ex modelo María Teresa Vega, con la que tuvo dos hijos.  Anteriormente fue marido de la presentadora de televisión María Luisa Seco, fallecida en 1988 a causa de un cáncer de huesos.

El Economista

Sísifo en Cesures.

Durante los años de infancia en Santiago, mi cuento favorito era «Xoán Po’reás». Una leyenda que mi madre había escuchado por primera vez en los labios de Dina. Esta chica de Sorribas cuidaba de los pequeños en la casa de los abuelos de Padrón. Cuando llovía a las orillas del Sar, un tropel de chiquillos se arremolinaba en su escalera interior para oírle contar aquel relato inmemorial.

También mi padre cayó embrujado por la historia, que le había narrado mi madre cuando todavía eran novios. Publicada inicialmente por «Borobó» en castellano en 1954 y reeditada en gallego en 1992, la leyenda fantástica del burlador de diablos fue llevada a escena nueve años. Ocurrió que una pedagoga con inquietudes de Pontecesures quiso que sus pequeños alumnos representasen una obra teatral del escritor y periodista Raimundo García Domínguez, hijo predilecto de la villa.

Como mi padre había fallecido el 28 de agosto de 2003 y su dramaturgia estaba dirigida a un público adulto, le propuse a la filóloga y maestra Iolanda Rodríguez Aldrei, adaptar su cuento «Xoán Po’reás» para loas tablas y así lo hizo. Finalmente, la representación se celebró en elo Centro Sociocultural cesureño hacia el verano de 2014. Actores tan noveles como precoces reprodujeron con talento en dieciséis escenas los sabrosos diálogos del zapatero remendón con los demonios que deseaban conducirlo al Averno. El mostrador, la higuera del Pico Sacro, el cielo, el infierno y el purgatorio decoraron esta primicia teatral de una historia milenaria.

Tirando de sentido el humor, «Borobó» había situado la patria chica de «Xoán Po’reás» en San Xián de Requeixo (la parroquia cesureña donde él mismo vio la luz y escribió esta pieza literaria). Su trama evocaba a «Federico», una obra de Próspero Merimée basada en un cuento napolitano de finales de la Edad Media, «extraña mezcla de la mitología griega con las creencias del cristianismo», según aclaraba en la primera edición del cuento.

Como en otras suposiciones, mi padre no iba descaminado. Al leer los detalles del mito de Sisifo, he descubierto los orígenes ancestrales de «Xoán Po’reás» en esta leyenda helena. Casi todos sabemos que el astuto rey fundador del Corinto fue condenado por Zeus a subir eternamente una piedra pesada ladera arriba de una montaña, que luego caería desde la cima hasta el valle en bucle continuo. Sin embaro, resulta menos conocido que la causa de castigo tan terrible fue que el rey de los dioses acabó hartó de Sísifo, quien engaño con sucesivas artimañas a Tánatos, Ares y Hades para no ser conducido al inframundo.

Pues bien, el zapatero prodigioso de Requeixo hizo algo parecido con los diablos Marelo, Perello y Mefistófeles, a los que supo embaucar con sus trucos satisfactoriamente. Pues Satán nunca pudo arrastrarle a sus dominios infernales, mientras Zeus sí los consiguió con Sísifo. Transcurridos veinte años desde el fallecimiento de «Borobó», una vez contrastado el paralelismo de su personaje pontevedrés con el monarca griego, sigo prefiriendo el desenlace feliz que le otorgó al artesano cesureño.

Por Raimundo García Paz.

Diario de Pontevedra