Aunque con formato distinto, la Festa da Anguía e da Caña de Valga demostró que sigue teniendo tirón con más de 200 empanadas vendidas en las panaderías y con bares que agotaron sus reservas de pinchos ya a mediodía. No hubo degustación oficial, pero aún así anguila y aguardiente fueron los protagonistas.
Con el humorístico pregón de Pepo Suevos como traca inicial, Valga celebró ayer la XXVI Festa da Anguía e Mostra da Caña do País, con formato renovado pero con la misma aceptación. La venta de empanadas y una ruta de tapas sustituyeron a la degustación oficial y lo hicieron con éxito. Más de 200 empanadas de anguila despachadas en una sola jornada y bares que agotaron sus pinchos dan buena muestra de ello. Los trece locales participantes en la ruta de tapas, que continúa hoy, mostraron las posibilidades culinarias del alargado pez. A la marinera, a la provenzal, campestre, en salpicón… Tres establecimientos se quedaron sin reservas ya a mediodía y el Concello, que adquirió 400 kilos de producto para abastecer a la fiesta, tuvo que proveerlos con más cantidad.
La tarde fue de lo más ajetreada en el parque Irmáns Dios Mosquera. Los niños contaron con un parque infantil, toboganes, hinchables y fiesta de la espuma para que el ánimo no decayera, mientras que los mayores contaron con dos maestros destiladores de excepción para conocer más de cerca cómo se elabora el aguardiente. Se entregaron los premios del concurso de caña y del certamen «Embelecer Valga». En el primero, Antonio García Carballeira fue el triunfador en la modalidad de licor blanco, seguido de José Ramón Calvo, que también se llevó el segundo premio de caña de hierbas. Hizo doblete José Manuel Rodríguez Cerneira, que ganó en dos modalidades, la de hierbas y tostada. En esta última, el segundo premio recayó en Ana Martínez Blanco.
La aldea de Barcia, por su parte, fue la vencedora de «Embelecer Valga», tras acometer nuevos trabajos de acondicionamiento y regeneración en el parque del lugar y en sus inmediaciones, dotándolas de una pasarela que une una casita en un árbol con un mirador. Canles y Vilar fueron segundo y tercero respectivamente.
Con la entrada de la noche, amenizada por las orquestas Panorama y Costa Oeste, el aguardiente fue cobrando más protagonismo. Hubo una degustación de cócteles elaborados con caña de la zona combinada con zumos y frutas y, ya de madrugada, la queimada con su tradicional conjuro terminó de caldear el ambiente.
Faro de Vigo