La Audiencia fija para el día 15 el juicio contra el alcalde de Pontecesures por el «caso del gasóleo».

La Audiencia de Pontevedra mantiene señalado para el próximo día 15 de abril un juicio contra el alcalde de Pontecesures, el nacionalista Manuel Luis Álvarez Angueira, a quien el grupo del PP en este municipio y la Agrupación Cidadá de Pontecesures (ACP) denunciaron por presunta malversación de fondos.

Se le responsabilizaba por los elevados consumos de gasóleo de un vehículo municipal y que supuestamente se habría utilizado para usos particulares o, en cualquier caso, fines distintos a los propios de la Administración municipal.

Habían aparecido varios repostajes al día en el mismo vehículo o consumos tan altos que para justificarlos o explicarlos habría que realizar varios cientos de kilómetros diarios, cuando no parecía el caso de aquel viejo vehículo municipal destinado al departamento de Obras.

De ahí que también figure como acusado el trabajador que entonces figuraba como encargado de Obras, Xurxo Gerpe.

Juicio con jurado popular

El juicio será con jurado popular y en él el fiscal inicialmente solicita el sobreseimiento del caso contra el alcalde al entender que no se puede atribuir a los imputados «la utilización del combustible del vehículo de motor Nissan Patrol para su uso particular o en todo caso para un uso no privado, pero ajeno a la función pública, a cuya satisfacción estaba destinado este vehículo de motor municipal», explica en su escrito el fiscal Alejandro Pazos.

Archivos y reaperturas

El juzgado de Caldas de Reis decidió archivar por tres veces la denuncia presentada en su día por los ya citados grupos políticos pero la Audiencia Provincial ordenó en otras tantas ocasiones al órgano de instrucción que investigase el caso hasta que finalmente se decretó la apertura del juicio oral que ahora se celebrará en Pontevedra.

Faro de Vigo

Un perro adiestrado halla medio kilo de hachís en un coche y la Guardia Civil arresta a sus dos ocupantes.

Agentes de la Guardia Civil procedieron a la detención de dos vecinos de Pontecesures, M.D.L., de 30 años de edad, y A.L.V. de 31, como suspuestos autores de un delito contra la salud pública al encontrarles cincuenta bellotas de hachís, que pesaban unos quinientos gramos.
La detención se produjo durnte un dispositivo de prevención realizado en la vía pública a cargo del Grupo Rural de Seguridad (GRS), en la AG-42, en dirección a Vilagarcía de Arousa y en el término municipal de Vilanova.
Los guardias interceptaron un Seat León y procedieron al registro por el Servicio Cinológico de la Guardia Civil, siendo localizada por un perro adiestrado en detectar sustencias estupefacientes, una bolsa de plástico con 50 bellotas de hachís que arrojaron un peso superior a los 500 gramos. La droga estaba oculta en el compartimento del motor, justo en el hueco del paso de la rueda delantera izquierda, según indican los agentes en su informe.
Por este motivo, los agentes procedieron a la detención del conductor del vehículo y a su acompañante, que fueron conducidos a las dependencias oficiales del puesto principal de Cambados, donde el equipo de la policía judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la instrucción de las diligencias.
Los dos jóvenes detenidos carecen de antecedentes policiales y, junto a al droga incautada, pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 2 de Vilagarcía.
El control de la Guardia Civil practicado en la jornada del martes llamó la atención de numerosos vecinos debido al gran número de efectivos que formaban parte del operativo. También se produjo un control similar en Pontecesures el mismo día.

Diario de Arousa

Detenidos dos pontecesureños por delito contra la salud pública.

Los vecinos de Pontecesures que responden a las iniciales M.D.L., de 30 años, y A.L.V., de 31, ambos con antecedentes policiales, fueron detenidos por la Guardia Civil, acusados de un delito contra la seguridad pública.

Fueron interceptados el martes en un turismo -a la altura de Vilanova- en cuyo interior se encontraron 50 «bellotas» de hachís, con un peso de más de 500 gramos.

La droga, encontrada gracias a un perro detector de estupefacientes, estaba oculta en un compartimento del motor del vehículo. Tanto el conductor del mismo como su acompañante fueron detenidos y trasladados al cuartel de la Guardia Civil de Cambados, antes de ser entregados al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la localidad.

Faro de Vigo

Un perro de la Guardia Civil encuentra 50 bellotas de hachís en un coche.

Fueron detenidos sus ocupantes, dos vecinos de Pontecesures que llevaban la droga escondida en el vehículo.

La Guardia Civil detuvo en la tarde del martes a dos vecinos de Pontecesures que fueron sorprendidos en un vehículo con cincuenta bellotas de hachís ?pequeños envoltorios en los que se empaqueta la droga?, por lo que fueron detenidos acusados de un delito contra la salud pública.

Los cesureños fueron arrestados a raíz de un operativo de prevención en la vía pública realizado por el Grupo Rural de Seguridad de la Guardia Civil de Pontevedra. Fue en la AG-42 en el término municipal de Vilanova, carretera por la que circulaban los detenidos, que iban en un turismo marca Seat León en dirección hacia Vilagarcía.

Los agentes pararon el coche y uno de los perros adiestrados para la localización de sustancias estupefacientes encontró escondidas en una bolsa de plástico las cincuenta bellotas de hachís, con un peso de más de 500 gramos. La droga estaba oculta en el compartimento del motor; en concreto, en el hueco de pase de la rueda delantera izquierda.

Los agentes detuvieron a los dos ocupantes del coche, que resultaron ser M.D.L., de 30 años, y A.L.V., de 31, los dos vecinos de Pontecesures y sin antecedentes policiales. La droga fue incautada y los detenidos fueron puestos a disposición del juzgado número 2 de Vilagarcía.

Comienzan en el juzgado padronés las declaraciones por la denuncia contra Castaño.

mcastaño

La denuncia del fiscal se centra en las sociedades creadas para pagar gastos de la Fundación Camilo José y recuperar el IVA que a la entidad no le correspondía por ley.

La instrucción de la causa abierta en el Juzgado número 2 de Padrón a raíz de la denuncia presentada por la Fiscalía de Santiago en junio del 2012 contra Marina Castaño y Tomás Cavanna por supuestas irregularidades en la gestión económica de la Fundación Camilo José, con sede en Iria-Flavia, entra en la fase de declaraciones de peritos, imputados y testigos.

La primera comparecencia se celebra esta mañana y es la de la técnico de Hacienda encargada de realizar un informe sobre las sociedades creadas en torno a la fundación padronesa y sobre las que Fiscalía puso la lupa, en base a la documentación que le trasladó Lola Ramos, una vecina de Iria que llevaba años alertando de supuestas irregularidades en la entidad cultural.

La técnico Mercedes Seisdedos Rivas está citada hoy para aclarar aspectos de dicho informe, a petición de la defensa de Marina Castaño, que está imputada en la causa junto con el ex gerente de la entidad y la persona que constaba como trabajador de la misma, aunque, supuestamente, ejercía su actividad profesional en el ámbito particular de la vivienda de Castaño.

La denuncia del fiscal, por un presunto delito de malversación de caudales públicos y con base para investigar la posible comisión de otros por estafa, apropiación indebida o fraude fiscal, se centra en las sociedades creadas para pagar gastos de la fundación, como las obras de rehabilitación de dos casas, y recuperar el IVA que a la entidad no le correspondía por ley. También se centra en la contratación de personal.

La Voz de Galicia

Comienza 7 años después el juicio del accidente pirotécnico en Padrón.

ccarmen

La detonación también provocó daños en la fachada del convento del Carmen.

Casi siete años después del accidente pirotécnico ocurrido en las fiestas de Pascuilla de Padrón, el 29 de marzo de 2008, en el que resultó herido de gravedad en un pie un joven de Rois y leve su compañera, hoy se celebra el juicio en el Juzgado de lo Penal número dos de Santiago, tras la instrucción del procedimiento en el Juzgado número uno de la capital del Sar.
Ese año, como cada sábado de Pascuilla, el Concello organizó la tirada de fuegos de luces y artificios que, por primera vez, se lanzaron desde el atrio del convento del Carmen. La detonación defectuosa de uno de los artefactos montados parece ser la causa del accidente, dejando herido en un pie a un joven de Rois y a su compañera, que estaban entre las personas que veían los fuegos desde el propio atrio, además de provocar daños en el edificio del convento.
La Fiscalía y las acusaciones particulares coinciden en las imputaciones, un total de siete. Cuatro son de personas vinculadas a las dos empresas pirotécnicas que participaron en la tirada de los fuegos de artificio: uno es el responsable de la firma de Coristanco a la que se los contrató el Concello a través de un intermediario, que también está acusado; un empleado de esta firma y el responsable de la de Teo que suministró el material.
Los otros tres acusados son la entonces concejala de Fiestas; el jefe de la Policía Local y el responsable de Protección Civil. Para todos ellos, Fiscalía y acusación particular piden la misma pena de tres años de prisión por dos presuntos delitos de lesiones imprudentes, además de inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, junto con las costas del juicio.
En cuanto a la responsabilidad civil, Fiscalía y acusaciones particulares no coinciden en la cuantía de las indemnizaciones. El ministerio público solicita 260.000 euros para el joven de Rois herido y 1.950 euros para la compañera con lesiones. Por su parte, la defensa del joven, pide 500.000 euros de indemnización para su cliente y 1.950 para su compañera mientras que el abogado de esta pide lo mismo para el joven y 9.500 euros para ella. Para la Fiscalía, los responsables de las dos pirotecnias y el trabajador de una de ellas colocaron el material «a sabiendas de que los elementos que iban a emplear, en concreto, un cilindro de aluminio utilizado como cañón para la proyección de bombas, estaba debilitado por su uso excesivo», por lo que «no conservaba las propiedades físicas óptimas para soportar la presión ejercida por la carga».

LA Voz de Galicia