Una de las viviendas asaltadas en la zona del Ullán.
La banda de albaneses relacionada con el robo en viviendas habitadas que fue desarticulada esta semana en Santiago de Compostela en el marco de la Operación Huracán asaltó a comienzos de esta semana tres casas en los municipios de Pontecesures y Valga. Fue en la tarde noche del lunes cuando los tres malhechores que integraban este grupo organizado se desplazaron a la zona del Ullán para dar rienda suelta a su actividad criminal, que comenzó con el robo a una casa situada en el lugar de Couto, en el lugar de Carreiras (Pontecesures). Este primer botín no debió satisfacerles porque continuaron después por la pista del canal de regadío. Se detuvieron en el número 44, inmueble propiedad del constructor Juan Caamaño.
En esos momentos se encontraba vacío y aprovecharon para romper un cristal trasero con una piedra de grandes dimensiones. Después de revolverlo todo y dejar la casa patas arriba se hicieron con un alijo de joyas un reloj de oro, pulseras y sortijas. Su última parada fue en otra vivienda de esta mismo vial ubicada en A Tarroeira, justo en el límite entre Pontecesures y Valga. Fueron dos los individuos que participaron directamente en el asalto a estos inmuebles, mientras un tercer delincuente les esperaba en un coche para colaborar después en la huida.
Al día siguiente, martes, cambiaron de zona. Se desplazaron al municipio pontevedrés de Salcedo, donde se sospecha que esta banda pudo ser autora de hasta cuatro robos en un lapso de apenas doce horas. Fue al regreso de estos atracos, en la noche del 15 de noviembre, cuando la Guardia Civil de A Coruña y Pontevedra desplegaron la operación que acabó con los tres albaneses arrestados. Las fuerzas de seguridad ya les seguían la pista desde hacía días, justo desde que agentes del Instituto Armado detectaron estacionado en una calle de Compostela un vehículo de alta gama que había sido robado a principios de noviembre en la localidad de Villafranca del Bierzo (León). Sometido el coche a vigilancia, la Guardia Civil logró identificar a las tres personas que lo utilizaban, así como su lugar de residencia un piso en la calle República de El Salvador y las zonas de ocio que frecuentaban.
Modus operandi. Gracias a estos seguimientos fue como se averiguó el modus operandi que utilizaba la banda de albaneses, que prácticamente a diario se desplazaba a distintas poblaciones de Galicia para cometer los robos. Lo hacían a bordo de otro vehículo que poseían y que, como medida de seguridad, estacionaban a unos dos kilómetros de distancia de su domicilio. Tras seleccionar una determinada zona o localidad, dos de los delincuentes ejecutaban el robo mientras el tercero, conductor del coche, se alejaba varios kilómetros del lugar esperando a que sus cómplices le avisaran una vez finalizado. Para acceder a los domicilios forzaban las ventanas de la planta baja y, una vez en el interior, recorrían todas las estancias buscando joyas y dinero en efectivo. El botín obtenido era introducido en calcetines que ocultaban en un zulo situado en una zona boscosa próxima a la ciudad de Santiago.
La investigación que permitió desarticular esta banda estuvo comandada por el Equipo contra el Crimen Organizado de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Galicia y la Unidad de Policía Judicial de A Coruña. La operación desarrollada el martes y el miércoles en Santiago y que acabó con los tres albaneses arrestados la dirigió el titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Santiago, José Antonio Vázquez Taín.
DIARIO DE AROUSA, 19/11/11