Tan solo dos embarcaciones probaron suerte ayer en Pontecesures.
La lamprea se ha mostrado esquiva en un inicio aciago de la campaña de pesca en el río Ulla. Se cumplieron así los pronósticos poco halagüeños de los valeiros, que volvieron de vacío al puerto de Pontecesures tras haber levantado las nasas butrón que habían lanzado ayer. Las condiciones meteorológicas no son las más propicias, ante el mal tiempo reinante durante el inicio de la semana y la presencia de viento del sur, ya que la dama del Ulla es más proclive al anticiclón y los vientos de norte.
De hecho, Roberto Barreiro, de Cesures, explica que hoy solo fueron dos los valeiros que habían decidido iniciar la pesca de esta especie y que mañana volverán a probar suerte a la espera de que “cambie o tempo”, ya que el río, “a priori”, sí presenta unas buenas condiciones.
Se cumplen así los peores presagios, que siguen la misma línea que unas últimas campañas pobres en cuanto a la pesca de la lamprea, “xa levamos uns anos que nada”, añade Barreiro, que confía en que la suerte cambie durante la jornada de mañana y que el buen tiempo haga presencia para que el ansiado, prehistórico y escurridizo pescado, que hace las delicias de los comensales, caiga en las redes de los valeiros cesureños.
Los valeiros procedieron hoy al precintado de las nasas.
El temporal que azotó hoy a Arousa hizo muy complejo que ningún valeiro se aventurase a faenar esta mañana en la zona de Pontecesures, considerada la idónea para la obtención de este cotizado pescado, en el día en que oficialmente se ha inaugurado la temporada de la pesca de lamprea. Los valeiros iniciaron la comprobación de las nasas butrón que van a utilizar en la campaña, pero el mal tiempo hizo que el sector haya optado por esperar y no largar sus aparejos a la espera de que las condiciones mejoren durante el día de mañana.
Hay que recordar que además de ponerse en marcha la campaña de pesca de lamprea para los valeiros también ha comenzado su captura en las pesqueiras. Las primeras en ponerse en marcha fueron las de Areas (Herbón), que tendrán de margen hasta el 23 de marzo. En el caso del tramo comprendido desde la de As Vellas (Herbón) hasta A Trapa (Herbón), ambas incluídas, la campaña será del 29 de enero al 20 de abril y entre las pequeiras de A Caseta y Furado (Carcacía) hasta la de Lampreeiro, será del 5 de febrero al 4 de mayo.
Comenzó este jueves y se prolongará durante 15 días hábiles
Se distribuyen por los ayuntamientos de Padrón y Teo
Pesqueiras para la captura de lampreas en el río Ulla.
La Vicepresidencia Segunda e Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda abrirá desde este jueves, 14 de diciembre, y durante 15 días hábiles, el plazo de presentación de solicitudes para poder capturar lamprea en las pesqueiras del Ulla la próxima temporada.
Así, dentro de las pesqueiras tradicionales en este curso fluvial existen en la actualidade 28 que aún están operativas. Y, según la normativa, el período hábil de pesca de ejemplares en 2024 abarcará las de Areas (Herbón, Padrón), del 1 de enero al 23 de marzo, y el tramo comprendido entre la pesqueira As Vellas (Herbón) y la de A Trapa (también en Herbón), ambas incluidas, del 29 de enero al 20 de abril. En cuanto al trecho entre la de A Caseta y Furado (Carcacía) hasta la de Lampreeiro, ya en el lugar de As Pesqueiras (en la localidad de Reis), todas incluidas, se prolongará del 5 de febrero al 4 de mayo.
Las redes únicamente podrán estar colocadas desde las 20.00 horas hasta las 08.00 horas, quedando prohibido levantarlas entre las 08.00 del sábado a las 20.00 del lunes.
Ángel Doce fue marino; luego, de vuelta en tierra, puso en marcha un negocio de elaboración y venta de esos dulces bocados que ahora siguen preparando sus nietos en negocios como la Churrería Sandra
Recostada junto al Ulla, Pontecesures es tierra de lamprea… Y de churros. El dulce se ha convertido en insignia de esta localidad gracias a Ángel Doce, un marino que, en los años treinta del siglo pasado, decidió un día quedarse en tierra y ganarse la vida haciendo y vendiendo churros. De su tiempo en el mar le quedó un apodo, Capitán Pirata, un nombre por el que lo siguen recordando aún algunos de sus viejos clientes. Nos lo cuenta Lauro Jamardo, uno de ellos, que regenta junto a su mujer, Sandra, una churrería que lleva el nombre de ella. «Moitas veces, sobre todo cando vamos a zonas do interior, aínda hai vellos que recordan ao meu avó». Lo reconocen en las fotos en blanco y negro que decoran la moderna churrería móvil de Lauro, que se ha convertido en una suerte de homenaje sobre ruedas a la tradición de su familia.
Y es que Ángel Doce, el hombre que se subía a la bicicleta para repartir sus churros, o que se colgaba una bandeja al cuello para poder llegar hasta el último cliente, fue el primero de una auténtica saga de churreros y churreras que hacen honor al buen nombre heredado, tanto en Pontecesures como en cualquier lugar del territorio gallego. «Ademáis, houbo moita xente que traballou coa familia, aprendeu, e logo acabou montándose pola súa conta», cuenta Lauro.
Él tuvo una vida paralela a la de su abuelo: pasó algunos años embarcado, pero cuando nació su primer hijo decidió que eso de cruzar los océanos se había acabado. Su camino en tierra lo tenía claro: había crecido rodeado por el mundo de los churros y las ferias, conocía todos los secretos del oficio y lo más importante, le gustaba. Así que, junto a su mujer, puso en marcha la Churrería Sandra, que desde hace unos treinta años recorre ferias, está presente en eventos de todo tipo y no duda en poner sabor a todas esas celebraciones familiares que aspiran a crear recuerdos. Y es que algo tiene el sabor del churro que logra devolver a quien lo toma a su infancia. «Dínolo moita xente cando proba os churros con chocolate; porque o chocolate tamén o facemos coma se facía antes, ao baño María. Para nós, que nos digan iso é un orgullo moi grande», dice Lauro.
Hay quien afirma que la dificultad de un plato es directamente proporcional a la simpleza de la receta. Y debe de ser cierto. Porque aunque en la Churrería Sandra consideren que elaborar este producto «é a cousa máis sinxela que hai», lo cierto es que es preciso que tener mucha mano para conseguir un buen producto final: crujiente y esponjoso y dulce, con ese toque de azúcar que lo envuelve. La lista de ingredientes para conseguir esa maravilla es corta: agua hirviendo, harina y sal. «Que pasa? Que para que saia ben hai que usar un bo produto», explica Lauro. Considera fundamental utilizar un agua de gran calidad, porque «o churro, coma o pan, collen moito o sabor da auga». Además de escoger bien el líquido, es necesario acertar con el tiempo de amasado. «É moi importante. Non podes nin pasarte, nin quedar corto», explica Lauro. Con la masa lista, llega otro momento crucial: la fritura. Debe realizarse esta con aceite de girasol, «o de oliva non vale para o tipo de churros que se fan aquí». En la Churrería Sandra utilizan «un bo aceite de xirasol alto oleico», que debe estar a la temperatura justa antes de comenzar a freír. «Sandra e máis eu levamos tanto tempo nesto que xa non precisamos nin medila», señala.
En esta churrería, cada cucurucho de dulces se sirve con una sonrisa. Tienen una gran variedad de productos a disposición de sus clientes: churros de chocolate, rellenos de crema pastelera, crocantis, churros de chocolate blanco… En ocasiones sacan partido a la ductilidad de la masa y en San Valentín, por ejemplo, hacen dulces con forma de corazón. Hablando de parejas perfectas: no hay nada que acompañe a los churros mejor que el chocolate a la taza, y en la churrería Sandra lo saben. Por eso elaboran esa bebida caliente y suculenta con esmero, a la vieja usanza, huyendo de fórmulas que acortan tiempos y roban magia. «Hai chocolatadas que nos leva tres horas preparar», dicen desde detrás del mostrador, donde consideran que ese es un tiempo bien invertido. Bombones, rosquillas y otros dulces tradicionales completan la oferta de este negocio. Pero no se dejen engañar, porque además de guardianes de los sabores de nuestra infancia, Lauro y Sandra son también dos personas sin miedo a innovar, a experimentar, a abrir nuevos caminos. Lo hicieron hace unos años, cuando intentaron introducir la porra en su lista de productos a la venta. No funcionó: ese producto, hermano mayor de los churros, no tiene demasiado predicamento en Galicia. Lo que sí ha tenido éxito entre el público han sido los «bocachurros», unos bocaditos rellenos que elaboran por encargo.
Con esa cartera de productos, no es de extrañar que a la Churrería Sandra la llamen hasta de Valencia, para dar sabor a las Fallas. «Non podemos ir, co difícil que está atopar xente para traballar… Non podemos atender a todo», dice Lauro.
La delicadeza de los bocachurros
El bocachurro fue un invento de Sandra. Se trata de «un bocado de churro salado hecho con masa de churro y relleno de crema de diferentes sabores, de mermelada de pimientos de Padrón, de pimientos del piquillo…». También los hay con rellenos dulces, desde la típica crema pastelera, al dulce de leche, al chocolate… Se elaboran por encargo para fiestas y celebraciones.
El restaurante de Teo que triunfa solo con pulpo a la gallega y croca a la parrilla
Juan José Raíces y Sandra Von Herwig dejaron sus trabajos en la televisión y la enseñanza para apostar por la hostelería
Tenían el enclave perfecto y una casa con una historia familiar detrás que querían revitalizar, y se lanzaron a poner en marcha un restaurante. «Queríamos algo diferente a los clásicos restaurantes con largas cartas. No es un restaurante al uso. La idea era copiar el modelo de los furanchos, donde el trato fuera familiar y con precios para todos», explica Juan José Raíces Souto. Así nació La casa de Florinda. «En ella nací y crecí. El nombre era el de mi abuela. Le dije a mis padres que quería recuperarla. La casa estaba llena de trastos. Nosotros vivimos al lado y siempre que la veía pensaba en hacer algo con ella. La preparamos y primero abrimos como cafetería en diciembre, y como restaurante, en mayo», detalla. La diferencia de este local con otros es la carta. Solo tiene dos platos. «No hay que pensar mucho a la hora de pedir. Pulpo a la gallega y croca a la parrilla, con ensalada y patatas. En temporada, también habrá lamprea». La croca se termina en la mesa, «así no nos riñen por el punto de la carne y cada uno la come a su punto. Eso es algo que me gusta también a mi cuando voy a comer», señala. Esa sencillez de su carta y la tranquilidad del entorno están convirtiendo al comedor de Reis, en Teo, en la novedad del verano. «No podemos quejarnos. Gracias al boca a boca y a los amigos que tenemos por nuestros trabajos, estamos en marcha y contentos». Juan José trabajaba en la televisión y hace tiempo que buscaba una alternativa «para rebajar el estrés». Y lo mismo pensaba su pareja, Sandra Von Herwig, que dejó su trabajo en la enseñanza para dedicarse al restaurante. Juan José, que también era arbitro de fútbol, agradece el apoyo recibido de «los muchos amigos y conocidos que tengo de ambos círculos, y también a los de Sandra, porque nos apoyaron desde el primer momento y suelen venir por aquí». La decisión, subraya, «fue meditada, pero cuando dimos el paso teníamos claro que tenía que ser al cien por cien». Juan reconoce que, cuando se planteó poner en marcha el negocio, «la idea es que fuera como un furancho, pero se nos fue de las manos», ironiza. Pese a todo, insiste, «la satisfacción es total». Una de las características que define a La casa de Florinda de Reis, y en la que se ve especialmente la mano de Juan José, es la obsesión que él mismo confiesa por la limpieza: «Los clientes ven la cocina. Está todo abierto, los comedores son salones abiertos, y a los camareros —tenemos siete empleados— les digo que es fundamental que se vea todo extremadamente limpio». Juan procura «mantener el contacto con los clientes, que vean la cercanía. Me paso por las mesas y pregunto, pero sin pasarme. Hay que mantener el respeto, pero transmitiendo cercanía». Por ahora, resalta, «satisfacción total».
Con 2.612 votantes potenciais, o concello cesureño é o que posúe o menor electorado dos once que forman Arousa
12 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Comentar · 0
Chegou á alcaldía cunha moción de censura, e agora, varridos os seus compañeiros de coalición en Pontecesures, Juan Manuel Vidal Seage aspira á súa primeira reelección para o Partido Popular.
—Que é máis importante para chegar a alcalde, ser coñecido ou ser popular?https://sopalk.com/r/p.html?f=twccuqk&e=1333182323312
—(Risas) Unha cousa debe ir aparellada á outra, penso
—No tema dos churros, é tradicional ou gústalle innovar?
—A tradición está moi ben, pero tamén se debe innovar un pouco. Hai un que é con queixo e marmelada de pemento que está moi bo. O chocolate non é a miña cousa.
—E coláronselle moitos churros como alcalde?
—Espero que foran os menos posibles.
—Como vai o do Fierabrás?
—¿O bálsamo? Non sabería que contarche.
—Sigamos coa comida, xa que logo. Vaia susto lle deu aquela lamprea…
—Foi unha encerrona, un axuste de contas. Aquela lamprea era un demo .
—Gústalle a lamprea?
—Absolutamente. Teño verdadeira paixón pola lamprea.
—Pois se cadra, non é un bo símil para un político, porque é un bicho que vive como parasito doutros animais…
—Somos vellos coñecidos (risas). Espero que non haxa moitos políticos que vivan de parasitos.
—Como leva o das redes sociais?
—Gústanme, quizais de máis, pero gústame trasladar o que fago á opinión pública. Por exemplo, gústame andar en moto, e non me importa que a xente o saiba
—No baile, ¿mellor agarrado ou só?
—Hai momentos para bailar só, pero sempre se desfruta máis cun agarrado.
—E para gobernar, que é mellor, só ou en parella?
—Aí teño bailado de todas as maneiras. Se cadra é mais vistoso xuntos que en solitario.
—É máis de película ou de series?
—As series non me gustan. Non me gusta que me fagan esperar moito para coñecer o desenlace.
—Gardou algunha máscara?
—Teño algunha no faiado, daquelas que fixemos co logo de Pontecesures. Axuda a lembrar o que pasamos.
—Aínda sae de noite ou os anos xa van pesando?
—So, saio. Non son un fiestero, pero son animal nocturno. Ás doce da noite é cando estou máis activo. Mando correos ás dúas ou ás tres da mañá. As nove da mañá é unha hora moi complicada para min
—E hai marcha en Cesures, ou vai a cousa con Nova York, como cantaba Mecano?
—Pois hai un revulsivo da vida nocturna. Hai xente que está a preguntar por antigas discotecas para volver a abrir. Iso gústame. Teño fillos que xa andan por aí e oxalá non teñan que coller o coche para saír de festa.
—Na música, por onde van os tiros?
—Son de rock sinfónico e de compositores. Sempre teño a mesma música no coche, xa mo di a miña nai.
—Contábame o das motos. Cal é o seu piloto preferido?
—Giacomo Agostini.
—Cal foi a súa primeira moto?
—Unha BMW Augusta. E estou pensando que se cadra debería ser tamén a última.
—Que foi o primeiro que levou ao despacho de alcalde?
—Un ambientador. Aínda o teño. Un Concello debe ulir ben.