Descontento entre los valeiros por los cambios en la normativa.

VALEIROS /

Los valeiros con base el Pontecesures tienen previsto iniciar la campaña de la lamprea en los primeros días del mes de enero, aunque para ello deben superar una serie de ??dificultades que nos están poñendo por parte da Administración?.
El presidente de la agrupación, Ramón Barreiro, manifestó ayer que los cambios que se han introducido en la normativa ??están a afectarnos bastante?, motivo por el que convocó al sector para mantener una reunión y abordar este asunto con la finalidad de fijar una postura común.
Otro de los inconvenientes que han detectado tiene que ver con la pesca de la anguila. En este recurso tienen todavía más problemas, puesto que a los meramente burocráticos se le añade ahora la denegación de permisos. ??Hai barcos que tiñan permiso para ir á anguila e agora xa non llo dan? y se puso como ejemplo él mismo tras señalar que tiene una embarcación con tres tripulantes y que solo dan permiso para que pesque uno, lo que no le parece justo.

Plazo abierto
Por otra parte, el Boletín Oficial de la Provincia publicó ayer la orden que fija el periodo y las condiciones par presentar las solicitudes para la pesca de la lamprea en aguas del río Tea. La campaña se prolongará desde el 19 de enero hasta el 30 de abril y la actividad tendrá que desarrollarse en días alternos, pescando los lunes, miércoles y viernes desde las estacadas y los martes, jueves y sábados desde las pares, prohibiéndose el domingo.

Diario de Arousa

Incertidumbre en el Ulla ante la próxima campaña de la lamprea.

El colectivo de pescadores profesionales de Pontecesures, los valeiros, están ultimando la construcción del nuevo punto de venta autorizado para poder comercializar durante la campaña de 2015 las capturas de lamprea del Ulla, requisito impuesto por la nueva normativa que entró en vigor en abril pasado y que prohibe la venta directa a particulares. Sin embargo, desde el colectivo aseguran que todos son dudas este año. Desde el inicio de la campaña hasta cómo se van a gestionar las ventas y cómo se van a tramitar las transacciones y el papeleo. Además, otra cuestión a tener en cuenta es cómo se van a controlar, por ejemplo, las capturas que se realizan en las pesqueiras tradicionales del Ulla y dónde facturarán quienes las trabajen, un sector, por otra parte, no profesional.

Y es que hasta ahora, en estas pesqueiras tradicionales las ventas eran eminentemente de carácter privado, contribuyendo muchas veces los emolumentos a engrosar durante los tres meses que dura la campaña la economía sumergida de las familias.

El Correo Gallego

El gallo que canta en Pontecesures.

Si hubiese cuajado la primera propuesta, Carolina Otero sería hoy una mujer mucho más conocida en Galicia, pero los cuatro socios que sacaron adelante el proyecto de abrir una sala de fiestas en Pontecesures, hace 35 años, se percataron, por los comentarios escuchados, que llamarle La Bella Otero podría dar lugar a equívocos, polémicas y controversias, y descartaron la idea de su exalcalde José Piñeiro Ares.

Tampoco su ubicación fue la que habían estudiado inicialmente, porque de haberse decidido por la primera, estaría a un paso de la casa Museo de Rosalía de Castro, en Padrón, pero no llegaron a un acuerdo con el dueño del terreno. Ni la segunda, porque el solar elegido se encontraba en terrenos de Pontecesures y Valga, con el consiguiente riesgo que supondría de verse en la obligación a cumplir dos ordenanzas que podrían ser contrapuestas.

«No voy a sacar mi chaqueta para dársela al vecino», le dijo el secretario de uno de los concellos a los hermanos Manuel y Jaime Besada y a sus cuñados José Villanueva y Juan Sousa, los promotores de la iniciativa.

Apertura. Se decidieron por Pontecesures, y en diciembre de 1978 cortaron los pinos de la finca que habían adquirido. Contrataron a un capataz jubilado, la obra comenzó en enero de 1979, trabajaron de la mañana a la noche, empresas especializadas se encargaron de la decoración, la instalación eléctrica, el sonido y los interiores, y lograron que octubre abriese sus puertas.

Era una época de expansión marcada por la inauguración de La Condesa, en Caldas de Reis, Dafnis y Cloe (Poio), Saturday (Vilaboa), Canelas (Portonovo) y Brais (actualmente La Luna), en San Vicente de Cerponzóns.

Con la forma del cajón de una guitarra, 2.000 metros cuadrados de superficie, cuatro barras y dos niveles, la sala de fiestas Chanteclair hacía su irrupción en el panorama de la diversión galaica. Se consumían barriles de vino tinto, callos y pulpo mientras actuaban las orquestas. Era el reflejo de una idiosincrasia que iba a experimentar una rápida transformación.

La respuesta superó las mejores expectativas de sus propietarios, Una flota de 23 autobuses recorría buena parte de las provincias de Pontevedra y A Coruña trasportando a los clientes y evitándoles el trance de conducir por unas sinuosas y empinadas carreteras a quienes tenían un coche, que en aquella época eran los menos, y no pocas veces tuvieron que pagar un taxi y acompañar a alguna chica que se despistó en los baños y darle explicaciones a sus padres.

Además de evitar el riesgo que supondría conducir después de una noche de marcha y algunas copas en el cuerpo, el transporte colectivo también permitió a no pocos aprender algo de geografía y darles la oportunidad de prolongar las relaciones nacidas entre baile y baile.

El trato a los clientes fue un pilar fundamental, junto con la originalidad de sus campañas publicitarias, para lograr que todos los fines de semana pasasen por la sala en torno a 4.000 personas. Un reclamo inédito hasta entonces, y que no ofreció ninguna otra, fueron los sorteos de viajes en helicóptero, desde la explanada situada delante de la discoteca hasta Santiago, o el de coches.

Los camareros se limitaban a recoger vasos y botellas porque les resultaba imposible desplazarse por la sala con las consumiciones sobre las bandejas. Más de 40 personas tenían empleo durante los fines de semana en Chanteclaire, que llegó a contar con una parada de taxis propia, y cuyo tirón fue aprovechado para abrir bares en sus cercanías.

Pero la propuesta que refleja el carácter familiar que quisieron darle fueron los sorteos de viajes que se celebraban todos los fines de semana y que los agraciados compartían con algunos de los dueños de Chanteclair, que también tenían que hacer de tutores, porque alguno de ellos era menor de edad. La fortuna permitió a 648 clientes conocer Tenerife, Mallorca, O Algarve, la Costa Brava o Benidorm, destinos que parecían entonces lejanos y exóticos.

En 1992, la sala fue dotada del último modelo de rayo láser, poco después de que hubiera sido presentado en la Expo de Sevilla. Alcanzaba una altura de seis kilómetros y podría verse a 20 kilómetros de distancia.

Chanteclair también fue el escenario de acontecimientos inéditos en una discoteca, entre ellos el Enterro da Lamprea, para el que fueron contratadas 200 lloronas de Cangas y Marín, demostrando que era posible compaginar la diversión con la promoción de un producto de la localidad y una seña de identidad cultural.

Los Pecos. Albano, Tequila, Rocío Dúrcal, Manolo Escobar, Enrique y Ana, Los Marismeños o Los Pecos cantaron en Pontecesures, y por la sala de fiestas también se dejaron Camilo José Cela y los expresidentes de la Xunta Manuel Fraga y Gerardo Fernández Albor.

Cuando Fidel Castro visitó Galicia, una cuña publicitaria recordaba en la radio que Fraga ya sabía qué era Chanteclaire, cuyas puertas estaban abiertas por si quería invitar al comandante a un cubalibre en Pontecesures.

Cerradas las grandes salas de fiestas, y tras un breve paréntesis, uno de los socios fundadores, Manuel Besada, y Josecho Villanueva, hijo de otro de los pioneros, José, se pusieron al frente para que la fiesta continúe con la fórmula de siempre: grandes orquestas y sesiones de discoteca. El viernes, día 5, comenzará una nueva etapa, con El Combo Dominicano, la orquesta Jerusalén y los DJ Marcos Magán y Alex Sas como protagonistas.

Diario de Arousa

Los comerciantes convocan su cuarta feria de oportunidades.

MercaCesures /

Imagen de archivo de una edición anterior de la feria.

La Asociación Cesureña de Comercio (ACC) celebrará este sábado la cuarta edición de su feriad de oportunidades Merca Cesures en la que se ofrecerán todo tipo de productos con importantes descuentos. Es la cuarta feria que celebra en poco más de un año, pero su éxito siempre ha sido tal que la organización ha decidido repetir.
El evento se desarrollará de 9 a 20:30 horas en la calle Sagasta donde, cerca de una veintena de comerciantes locales ocuparán las carpas habilitados para la ocasión. Además, como en las anteriores ediciones habrá un rastrillo donde los vecinos podrán ofrecer artículos que se podrán intercambiar o comprar.
Los empresarios, por su parte, ofrecerán desde ropa y complementos hasta artículos de deporte, calzado, etc. Con importantes descuentos. También habrá una zona de exposición y los más pequeños también tendrán su momento.
La asociación de comerciantes ofrecerá gratuitamente hinchables a partir de las 16 horas en la calle San Lois, junto al monumento al coche antiguo. Y no faltarán a la cita las churreras.

Primeras experiencias
Las ediciones de la feria siempre han obtenido buenos resultados de público y de ventas, debido a la variedad ofrecida. De hecho, la última tuvo lugar el pasado mes de marzo con un total de 28 puestos de venta.
La Asociación Cesureña de Comercio la puso en marcha con el objetivo de dinamizar la economía local, animando a sus propios convecinos y a los de otras localidades limítrofes a conocer los productos que ofrece el comercio de proximidad y su forma de trabajar con un trato más directo y personalizado.
La primera experiencia la tuvieron con la Festa da Lamprea en abril de 2013 y les satisfizo hasta el punto de que en octubre ya estaban celebrando un segundo mercado. Además, procuraron añadirle nuevos alicientes como el rastrillo vecinal, así como las actividades infantiles para atraer a las familias.

Diario de Arousa

Acaban con la venta directa de la lamprea que debe ir a subasta.

La Xunta quiere ponder fin al descontrol en su comercialización y a la competencia desleal.

La venta directa de la lamprea tiene los días contados. La nueva regulación hecha pública por la Xunta el pasado mes de abril da al traste con el principal canal de comercialización que hasta la fecha venían realizando los Baleiros cesureños (la medida se extiende también a las captura del Tea y del Miño), obligándoles a partir de ahora a subastar los ejemplares en lonjas o mercados especializados.

Así lo refrendaba el secretario xeral do Mar, Juan Maneiro, en respuesta a una pregunta formulada a este respecto en la Comisión 8ª del Parlamento. Maneiro recalcó que la medida pretende no sólo equiparar esta actividad profesional en todos sus aspectos con otras pesqueras del mismo sector, sino también acabar con el “descontrol na súa comercialización e a falta de trazabilidade”.

El Correo Gallego