La mejoría experimentada en el tiempo ayuda a los ´valeiros´ a pescar casi 200 lampreas.

Ahora sí. Animada por la mejoría experimentada en el tiempo, la lamprea hace acto de presencia en gran cantidad. Tanto es así que la flota acudió ayer al río Ulla para, entre los márgenes de Padrón y Pontecesures, sobre todo a la altura de las factorías de Finsa y Nestlé -que se sitúan en una y otra orilla- levantar las nasa que los pescadores habían largado el día anterior. Al subir a bordo los aparejos comprobaron que la jornada había sido altamente positiva, ya que entre todos los barcos -una docena- consiguieron reunir cerca de doscientos ejemplares

Es, sin duda, una muy buena noticia para un sector que hasta ahora había sufrido, y mucho, las consecuencias de los temporales, que condicionaron tanto la pesca de lamprea como las capturas de la escurridiza anguila.

Pero ayer se comprobó, como queda dicho, que las cosas parecen empezar a cambiar. La lamprea necesita el agua dulce de los cauces fluviales para orientarse mejor desde el Atlántico y remontarlos, en busca de los lugares adecuados en la parte alta del río para poder desovar.

Pero después de tantas semanas de lluvias el caudal del Ulla era excesivo y las corrientes, ciertamente peligrosas. Los valeiros -que es como se conoce a los pescadores de lamprea-, la flota tenía enormes dificultades para trabajar, y cuando lo hacía veía cómo sus aparejos se enredaban continuamente, lo cual provocaba pérdidas importantes y aumentaba tanto la carga de trabajo como el riesgo de accidente.

Pero el río ya no baja ahora tan lleno, ni con tanta virulencia, y eso mejora las condiciones laborales y la seguridad de los pescadores, al tiempo que facilita la pesca del preciado pez.

Superado el problema derivado de las adversidades meteorológicas hay otro que se antoja más complejo, el de la crisis. Esto se nota en los restaurantes -principales clientes de los valeiros-, pues al reducirse la demanda de lamprea han reducido también de forma considerable sus pedidos de este cartilaginoso y suculento manjar. Por este motivo, las ventas en la presente campaña han disminuido significativamente, a pesar de que el precio es mucho menor que en campañas anteriores.

De ahí que los pescadores de lamprea animen al consumidor a acercarse al muelle de Pontecesures para adquirir directamente tan preciado producto. Una vez allí, desde el paseo fluvial o los pantalanes, podrán observar de cerca, casi como si estuvieran dentro de una embarcación, el trabajo que realizan los valeiros tanto para largar como para levantar sus aparejos. Y cuando las jornadas de pesca son tan satisfactorias como la de ayer el espectador también puede adquirir las piezas de lamprea que desee, con precios que, dependiendo del tamaño de la misma, van desde los 15 o 20 euros hasta los 40 o 50. Son cifras, hay que insistir, más asequibles que otros años y bajas para un producto tan selecto como éste.

Faro de Vigo

Premio a toda una vida entre fogones.

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Entrega de los galardones en el Salón de Plenos del Consistorio de Valga. A la derecha, María Fernández con un ramo de flores.

La valguesa María Fernández Otero vio reconocida el sábado su trayectoria profesional de más de medio siglo. Toda una vida entre fogones, 69 años desde que  a los 13, siendo aún una niña, se inició en el mundo laboral en la cesureña Casa Castaño. Fue para ella una gran escuela en la que ??aprendín moito? antes de convertirse en autónoma y fundar su propio restaurante, Casa José, en el que continúa siendo la que manda. A sus 82 años todavía sigue ??dirixindo?, dice entre risas, para que especialidades como las croquetas de marisco, la lamprea o la anguila sigan siendo reclamo para personas llegadas desde distintos rincones de Galicia y de España. ??Ven xente de moitos sitios, de Madrid ou da Coruña, e saen todos contentos?. Y ese es su mejor premio.
María Fernández repasa algunas de las claves para que un plato sea exquisito. Lo fundamental, comenta, es tener ??moita paciencia. Hai que estar enriba da comida, para que non se pase. Para que a cousa saia ben hai que andar moito arredor da cociña?. Su sabiduría y experiencia le han valido para que la Federación de Autónomos de Galicia y la Agrupación Provincial de Autónomos de Pontevedra le hayan concedido su diploma de honor y medalla de oro en reconocimiento a su trayectoria profesional en el sector de la gastronomía. La Cofradía Gastronómica Luso Galaica también la ha galardonado con la medalla de oro al mérito gastronómico, otorgándole además el Prato de Ouro a su restaurante, Casa José. Idéntico premio recogió el alcalde valgués, José María Bello Maneiro, por las fiestas gastronómicas de la anguila y la caña (la primera declarada de Interés Turístico de Galicia) que organiza el Ayuntamiento y la promoción turística que conllevan. Pero Bello Maneiro quiso que todo el protagonismo recayera ??na señora María?. ??Para o Concello é unha honra que unha veciña nosa sexa recoñecida polo seu traballo de moitos anos?, comentó el regidor.
Al acto celebrado en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial valguesa asistió también Francisco Javier Pérez Bello, pesidente de la Federación de Autónomos de Galicia (Feaga), que se refirió a María Fernández como ??un exemplo? de dedicación a una profesión. Por eso, ??nos sumamos a esta homenaxe? y anunció que el próximo 29 de marzo nombrarán a la propietaria de Casa José ??autónoma de honra? durante una gala para conmemorar el Día do Autónomo de la provincia de Pontevedra. ??? unha honra entregar premios a persoas con tantos anos de adicación, que ao longo da súa vida tiveron que superar tantas crises, singularmente esta última que está sendo tan dura e tan longa?, indicó Pérez, que tras la entrega de premios tenía previsto degustar algunos de los manjares de Casa José. ??Polas referencias que teño, estou seguro que será unha comida marabillosa?, pronosticaba.

Diario de Arousa

El mal tiempo retrasa en Herbón la plantación de los pimientos.

Lamprea y pimientos de Herbón. Las campañas de ambos productos tan valorados están marcadas por los continuos temporales de lluvia y viento. Por una parte, dificultan la pesca artesanal de lamprea en las pesqueiras del río Ulla y, en tierra, retrasan las primeras plantaciones de pimientos a cubierto.

«Vén o tempo de empezar a plantar e estamos todos a mirar para o ceo, a ver que pasa». Quien habla así es Domingos Martínez, de Pementos Evangelina, de Herbón, en el municipio de Padrón, uno de tantos productores que está a la espera de que el tiempo «compoña» para plantar los primeros pimientos de la temporada, en los invernaderos.

«¿Que vas plantar así?», dice este vecino de Herbón. «Non se poden abrir os invernadoiros; hai humidade e fai frío, non vale a pena plantar nada», dice.

De hecho, a día de hoy no hay prácticamente ni una sola plantación hecha. «Se chove, abres o invernadoiro, ventilas e non pasa nada pero con este aire arríscaste a que che leve todo», explica Domingos. Según cuenta, aún hay productores que, como él, tienen invernaderos sin cubrir pese a ir para mediados de febrero, cuando normalmente todo el mundo empezaba a plantar. Habrá retraso pese que, en su caso, las plantas de los viveros «teñen falta de sacar e de poñer na terra» porque «xa están perdendo» de desarrollar.

A mayores, en Herbón preocupa el retraso de alrededor de un mes de los viveros de plantas para las fincas al aire libre, que aún están sin hacer. «Estamos un día e outro sen facer nada e despois vén todo o traballo xunto enriba», asegura este vecino de la parroquia de Padrón.

La Voz de Galicia

Descienden los barcos en la campaña de la lamprea al no resultar rentable la faena.

El número de embarcaciones de pesca de lamprea en el río Ulla descendió entre finales de la semana pasada y comienzos de esta a solo cuatro, lo que viene motivado por los pésimos resultados de este inicio de campaña, que está siendo “con moita diferencia” la peor de estos últimos años, confirma el valeiro Ramón Barreiro. El excesivo caudal del río y las pocas capturas han desmoronado a los pescadores, que “non ganamos nin para cubrir os gastos” del seguro (unos 500 euros mensuales) ni de combustible, que pueden llegar a rondar los 200 euros.

MUY POCA DEMANDA

A estos factores hay que añadir la poca demanda de lampreas, no tanto por parte de los restaurantes sino de particulares. “A crise e a costa de xaneiro nótase” a la hora de colocar el producto en el mercado. “Apenas hai pedidos”, ratifica Barreiro, uno de los pocos valeiros cesureños que optaron por trabajar en los últimos días.

Ayer recogieron las nasas después de dos días sumergidas en el Ulla y, entre las cuatro embarcaciones,  sumaron alrededor de las quince piezas. Pero antes “levavamos tres días sen coller practicamente nada”, incide.

Tras la jornada semanal de descanso, los valeiros volverán a arriar esta tarde los aparejos aunque sin demasiadas esperanzas de que la campaña mejore a corto plazo, ya que “para mañá (por hoy) prevese a chegada doutra fronte” que descargará más lluvias en toda la comunidad, lo que impedirá que mejoren las condiciones del río Ulla.

Diario de Arousa

El caudal del río Ulla dificulta la pesca de lampreas en Herbón.

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El elevado caudal que presenta el río Ulla a su paso por Herbón, en el municipio de Padrón, dificulta la pesca tradicional de la lamprea en las primeras pesqueiras de este tramo fluvial, las de Areas, hasta el punto de que los pescadores apenas pudieron trabajar por la gran cantidad de agua que lleva el cauce. «¿Quen se mete ahí?», pregunta uno de ellos, Severino López, en alusión a como está el río.

Desde la apertura de la veda el pasado 1 de enero, apenas han echado las redes unos días y apenas han capturado unas pocas piezas, las primeras veces en los huecos a los que se llega a pie y hasta el viernes, únicamente, una vez con la barca.

En esta campaña son siete los pescadores autorizados: cinco se suben a la embarcación de madera y dos ayudan desde la orilla. Cuenta Severino López que si la barca estuviera en buenas condiciones aún se atreverían a cruzar el Ulla para echar las redes en todos los huecos pero al no ser así, «a metade do río vai quedar sen traballar». «Hai que facer unha barca nova porque esta ten 18 anos pero vexo difícil que se faga», asegura este vecino de Herbón. Hasta el viernes, por ejemplo, solo echaron cuatro redes en los huecos del río en la orilla de Herbón y tres en los de Cortiñas. Estaban a la espera de que bajara un poco el caudal para echar otras tres del lado de Herbón. «Teñen que quedar as paredes das pesqueiras libres de auga para poder traballar ben», explica Severino que, con 48 años, lleva pescando lampreas desde «rapaz».

Este vecino de Herbón cuenta que las riadas de las últimas semanas debieron venir, por lo menos, en octubre «para limpar o río e meter lamprea», porque, al hacerlo ahora, el pez «sube máis tarde». Por la cantidad de agua que lleva el Ulla, este pescador tiene claro que «ten que haber moita lamprea» pero el río «non nos deixa traballar para collela» y de ahí el desánimo que se palpa en este y otros vecinos autorizados.

«A choiva que veu agora debía vir no mes de outubro para limpar o río e meter lamprea»

La Voz de Galicia

La lamprea sigue de capa caída.

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El gran caudal daña los aparejos y obliga a repararlos ??in situ? para poder devolverlos al río

El de 2014 se confirma con uno de los peores inicios de la campaña de pesca de la lamprea en el Ulla de los últimos años. Las condiciones del río, con mucho caudal y el agua muy turbia, dificultan enormemente el trabajo de los valeiros y, además, las capturas están siendo testimoniales durante esta semana, la única en todo lo que va de mes en la que las embarcaciones (un total de ocho, ayer) están saliendo a faenar de forma regular, aunque sea a costa de arriesgarse a romper los aparejos o a sufrir un accidente. ??Estando así o río xa non deberían permitir que se traballe?, comenta uno de los pescadores cesureños. ??Non sei como non hai máis accidentes?, reflexiona.
El excesivo caudal y la fuerte corriente del Ulla a consecuencia de las lluvias de las últimas semanas hace que los valeiros tengan que redoblar esfuerzos para conseguir sacar las nasas del agua y revisarlas. Algunos aparejos sufren daños y roturas, otros se enredan en el fondo e izarlos se hace más que complicado. Pero en muy pocos aparecen capturas: alguna trucha o escalo que son devueltos al río, pero lampreas muy pocas. Ayer, una vez más, la mayoría de barcos se fueron de vacío y solo una minoría pescaron una o dos piezas. ??Non paga a pena tanto traballo para coller unha ou dúas lampreas?, se resignaba un valeiro a bordo de su embarcación en la tarde de ayer. Otros consideran ??unha lotaría? conseguir pescar, por poco que sea, con estas condiciones en el río. ??Como non cambie o tempo imos seguir así?, auguran. Y a corto plazo no se vislumbran cambios, ya que las previsiones son de lluvias intensas en lo que resta de semana y también para los primeros días de la siguiente. Según las predicciones de MeteoGalicia será hacia finales de la próxima semana cuando el anticiclón irá ganando terreno y las lluvias tenderán a disminuir. ??Con que veñan dous ou tres días bos, sen chuvia, o río xa se pon ben?, algo que los valeiros esperan como agua de mayo para que la campaña empiece a remontar.
Hay que tener en cuenta que el inicio de la temporada de pesca se retrasó más de una semana debido a los sucesivos temporales y, desde entonces, tan solo en un par de jornadas las capturas rondaron la veintena sumando todos los barcos.

Diario de Arousa