«Es falso que consumir cannabis pueda curar».

Sobre el uso del cannabis hay mucha leyenda urbana que puede resultar muy peligrosa. Poner fin a la desinformación que existe sobre este asunto y aclarar las consecuencias, tanto positivas como negativas que tiene, es el objetivo del libro que acaba de publicar Manuel Isorna Folgar, técnico de prevención de conductas adictivas en el Concello de Catoira y profesor en la facultad de Ciencias de la Educación del campus de Ourense. El manual, titulado Cannabis: efectos, riscos, e beneficios terapéuticos, desgrana claves muy interesantes en sus 256 páginas, dirigidas a todos los públicos. «La idea de escribir este libro surgió por el desconocimiento que percibo entre los alumnos, pero también entre la población en general, en relación al cannabis», asegura el experto. «Llevamos una década en la que se habla de la parte terapéutica del consumo del cannabis, pero se desconocen los riesgos a todos los niveles, tanto físicos como psíquicos, que puede haber. También puede haber consecuencias a nivel social, ya que el inicio del consumo a niveles tempranos puede provocar bajo rendimiento escolar», advierte Isorna. Su idea -lleva décadas investigando sobre conductas adictivas- era reunir toda la información en un manual accesible tanto para jóvenes como para adultos, que ahora ha editado el servicio de publicaciones de la Universidad de Vigo. «Los profesionales estamos sorprendidos de cómo se han ido extendiendo los mitos y creencias alrededor de los beneficios del cannabis, convirtiéndose eso en el baluarte para que muchos colectivos pidan una legalización del consumo». Sobre este aspecto el docente lo tiene claro. «El uso terapéutico debe ser legalizado, si existen beneficios para la salud, pero de eso a creer que uno puede cultivar las plantas en su casa y consumir el cannabis cuando le apetezca, hay mucha distancia, porque eso sería una automedicación; si el cannabis es una droga debe ser dispensada en farmacias y bajo prescripción médica. Cualquier otra fórmula generaría problemas de adicción y de otros muchos tipos».

Para que quede claro, el experto asegura que sí están probados los efectos beneficiosos para la salud de fumar esta sustancia. «Los componentes de la planta, unidos con otros principios activos, se están recetando a personas que sufren esclerosis múltiple o que están en tratamiento de quimioterapia, para paliar ciertos síntomas», aclara, advirtiendo que, lejos de lo que algunos sostienen, «es falso que el consumo de cannabis pueda curar alguna enfermedad».

Lo más preocupante es, en su opinión, que cada vez los jóvenes se inician a edades más tempranas en el consumo. Actualmente ya se detecta a los 14 años. «Ese es el gran problema social, porque a esas edades el sistema nervioso está todavía en plena fase de desarrollo, y los individuos que fuman cannabis desde esas edades, cuando son adultos tienen más problemas para gestionar conflictos y tomar decisiones, y eso les repercute en su vida diaria». Constata que en los últimos tiempos se ha incrementado en un 10 % este hábito y cree necesario poner en marcha medidas para atajar el problema.

Por un lado, considera necesario reducir la demanda, formando a los jóvenes. «La gente no percibe el daño que causa. Muchos creen que consumir tabaco es peor que consumir cannabis, y de hecho se ha reducido el consumo de tabaco; pero fumar cannabis también es peligroso y casi iguala al daño provocado por el tabaco, aunque no exista esa percepción de riesgo», dice.

Formación y sensibilización, abrir debates públicos, y llegar a los centros educativos y a los padres son acciones a desarrollar, pero también asegura que es urgente recortar la oferta. «A golpe de clic se pueden comprar semillas, que están modificadas genéticamente, de forma que el cannabis de hoy en día es mucho más potente que el de hace años porque la concentración de droga se ha multiplicado». Además, el docente alerta de la permisividad de muchos padres. «La gente cree que sabe de drogas, pero no es así. Sabemos que hay progenitores que prefieren que sus hijos fumen cannabis a tabaco, y hay que terminar con este círculo vicioso». Con este manual, Isorna ha puesto su granito de arena para aportar luz y buscar soluciones.

La Voz de Galicia

A Casa de Rosalía, en Padrón, reabre cun perfil museolóxico renovado.

Corenta e cinco anos despois da súa apertura ao público, a Casa-Museo de Rosalía de Castro, no lugar de A Matanza, no concello coruñés de Padrón, viviu onte outra inauguración tras rematar unha profunda reforma tanto estrutural como nos seus contidos, e na súa presentación. Deste xeito, o visitante que entre no edificio atopará un perfil museolóxico adaptado aos tempos de hoxe e ás novas lecturas sobre a escritora, ademais das novas pezas que se incorporaron recentemente. Todo co obxectivo de ofrecerlle unha perspectiva que lle permita comprender a importancia de Rosalía como figura central da cultura galega, achegando a información esencial para entender a súa obra, a do seu marido e a dos seus fillos.

A estrea coincidiu co 132.º aniversario do pasamento da escritora e tamén co día que abriu a casa, un 15 de xullo, pero de 1972. O encontro comezou cunha visita guiada, da man do director do novo proxecto de musealización, Pepe Barro, que explicou pormenorizadamente os cambios que se produciron no inmoble -cunhas obras de acondicionamento que se iniciaron en decembro do 2012- e a nova musealización, que rematou estes días coa reforma do sobrado da casa.

Xa na horta, Anxo Angueira, presidente da Fundación Rosalía de Castro, eloxiou a importancia da xornada ao dicir que onte foi «un día histórico» para a Fundación Rosalía de Castro, coa reinauguración da «casa que nos une», asegurou. O acto serviu tamén para presentar un libro de poesía escolar que recolle os textos premiados e finalistas do concurso que a institución organiza, xunto con El Corte Inglés, de modo que os galardoados recitaron os versos elixidos.

Da dimensión internacional que adquiriu a figura de Rosalía deu conta a presenza de Catherine Davies, profesora da Universidade de Londres e unha das máis importantes investigadoras actuais sobre a obra da autora. A fundación padronesa tamén aproveitou para facerlle entrega da distinción Rosa de Galicia a Casilda Agrasar, filla de Camilo Agrasar, a persoa que, segundo afirmou Anxo Angueira, «velou toda a vida pola Casa de Rosalía».

O festexo reuniu a numerosas autoridades culturais, coma o conselleiro Román Rodríguez; o presidente da Real Academia Galega, Víctor Freixanes; a vicepresidenta da Deputación da Coruña, Goretti Sanmartín; a concelleira de cultura de Padrón, Lorena Couso; e distintos académicos e escritores, xunto con patronos da fundación e unha abondosa concorrencia de veciños da comarca e cidadáns que acudiron de todas partes de Galicia. A grande identificación da sociedade galega coa escritora

Anxo Angueira afirmou que «hai unha implicación da sociedade galega con Rosalía de Castro. Temos do noso lado o pobo e as súas institucións», dixo, e entre elas mencionou a Real Academia Galega. Tamén a Deputación da Coruña e, en concreto, a súa vicepresidenta Goretti Sanmartín, a quen o presidente da fundación rosaliana lle deu as grazas porque, coas súas xestións «foi posible, en tempos moi difíciles, afrontar o financiamento dunha renovación total do discurso expositivo», segundo apuntou. Ademais, Angueira lembrou que a deputación deixoulle en depósito á Casa da Matanza unha colección extraordinaria de pezas pictóricas, mobiliario pertencente á familia e o guecho de pelo de Rosalía. Tamén engadiu ao Concello de Padrón e á Xunta, de modo que lembrou que, grazas ás achegas do Goberno galego, xunto con fondos europeos, se actuou sobre o inmoble, que estaba en malas condicións.

Neste senso, Román Rodríguez avanzou que a Xunta firmará un convenio coa fundación para aportar 120.000 euros entre este ano e o 2018 para mellorar os anexos da casa e convertela nun centro cultural que acolla actividades en torno á figura da autora de Follas novas pero tamén sobre a cultura galega. O conselleiro destacou a importancia para o país do legado literario, ético e emocional de Rosalía. A celebración rematou co actuación de Amancio Prada, un dos pioneiros en musicalizar os versos de Rosalía, co que a fundación, anotou Angueira, cumpriu «o soño» de telo e de escoitalo na casa.

La Voz de Galicia

La Fundación Cela reabrirá el Museo Ferrocarrilero en dos salas de su sede.

a Fundación Pública Gallega Camilo José Cela de Padrón reorganizará y renovará su proyecto museográfico, al tiempo que reabrirá el Museo Ferrocarrilero John Trulock en instalaciones de la misma, en Iria-Flavia. Para esto último, la entidad acondicionará dos salas del museo Camilo José Cela dedicadas actualmente al libro Viaje a la Alcarria. Los trabajos de redefinición y mejora durarán cerca de seis meses, tiempo durante el que el museo dedicado al autor padronés estará cerrado al público, hasta finales de este año.

La reapertura del Museo Ferrocarrilero en dependencias de la fundación está vinculada al acuerdo firmado el año pasado entre la entidad y el hijo del escritor, Camilo José Cela Conde, para la ejecución de la sentencia judicial por los derechos de la herencia legítima del mismo, por la que se le entrega la casa número ocho de Iria (donde actualmente está el museo, cerrado) y un total de 20 obras. En ese acuerdo, la entrega del material se aplazaba por un plazo de diez años, pudiendo Cela Conde solicitar su recuperación en cualquier momento.

Recientemente, el hijo de Cela solicitó a la Xunta la entrega inmediata de los bienes que le corresponden por ley y desde la Xunta, que gestiona la fundación pública, explican que procedió a cumplir con lo acordado. La entrega de las veinte obras de arte no afectan, según explican desde la Consellería de Cultura, a la colección ni a ningún aspecto clave del proyecto museístico en lo tocante al legado intelectual, literario y humano de Camilo José Cela.

Por otra parte, la fundación padronesa acaba de negociar un nuevo convenio con la Fundación de Ferrocarriles Españoles para la integración de la mayor parte de los fondos ferroviarios que se encuentran en el Museo John Trulock dentro del propio museo Camilo José Cela.

La entidad aprovechará, además, para remodelar y mejorar el recorrido museográfico, adaptándolo a nuevos públicos, permitiendo la visita libre y fomentando el uso de las nuevas tecnologías, para un nuevo acercamiento a la figura del autor.

La Voz de Galicia

Nuevo paso para investigar la memoria histórica en Valga.

28 de abril ? entre las 10.00 y las 20.00 horas ? Auditorio de Cordeiro (Valga) ? Las Xuventudes Socialistas de Valga organizan, un año más, su mercadillo de libros, que tendrá lugar en el Auditorio de Cordeiro. La fecha escogida para el evento en el que pondrán a la venta alrededor de doscientos tomos de temáticas de lo más variopintas será el primer viernes después del Día do Libro.

El dinero recaudado por las ventas irá destinado a la investigación de la memoria histórica de Valga.

No es la única actividad realizada por los más jóvenes del PSOE local. El auditorio acogió también la recogida de juguetes que realizaron en Navidad a favor de la fundación Andrea, y las jornadas feministas que ya llevan celebrando dos años. En esta ocasión, serán los libros.

La Voz de Galicia

«Piezas de esta cerámica se vendieron en Latinoamérica».

El médico Manuel Rial López publica un segundo libro en el que da a conocer sus nuevas indagaciones sobre este arte.

«No puedes tener esto oculto. Tienes que darlo a conocer, Galicia no te lo perdonaría». Sin esta frase, en boca de Luciano García Alén, es probable que ayer no hubiese tenido lugar la presentación del libro «Cerámica de Pontecesures. Un ejercicio para el alma», de Manuel Rial López. El encuentro en el que ambos médicos repasaron la que, por aquel entonces, era la «discreta colección» del autor impulsó un trabajo que cuenta, ahora, con una importante ampliación. Tras la publicación de un primer tomo en el año 2003 sobre la Cerámica Celta de Pontecesures, el acceso a nueva información llevó a Rial López a escribir un nuevo libro.

Entre las novedades más importantes sobre una cerámica sobre la que comenzó a indagar a finales de los años setenta se encuentra el muestrario de 35 páginas que llevaba un viajante y que le permitió conocer el número de piezas que se llegaron a fabricar entre los años que transcurrieron entre la apertura (1925) y el cierre (1973) del taller sobre el que tanto lleva investigando.

La segunda novedad vino de la mano de la revista Céltiga, editada en Buenos Aires; y el Heraldo Gallego, en Montevideo. Gracias a ellos puede decir que la Cerámica Celta de Pontecesures (previamente Cerámica Artística Gallega) se vendió en Latinoamérica. Otras indagaciones le llevan a señalar que eran los gallegos emigrados los que se hacían con estas piezas. Una internacionalización que sirve como prueba de su repercusión.

Dividido por capítulos en los que se tratan temas como la historia de Pontecesures o de los creadores de este tipo de cerámica, Rial López hace especial hincapié en los artistas que colaboraron en la elaboración de las piezas. Castelao, José María Acuña y Francisco Asorey fueron algunos de ellos.

A la belleza de las piezas, hay que sumarle «el espíritu gallego del que están impregnadas» y la denuncia que hacían de las precariedades de la época en la que fueron elaboradas. Detrás de un viudo con sus dos niños y sus ovejas a cuestas puede adivinarse una reivindicación de la importancia del papel de la mujer, mientras que la chica a la que se le rompe el cántaro habla de los problemas que le podía general tal pérdida en el momento en el que fue dibujada. «Las figuras hay que interpretarlas. Verlas con los ojos del alma», señala Rial López, que ve como todo el trabajo de campo realizado cobra vida.

La Voz de Galicia

Los romanos se preocuparían.

Un año más, FARO DE VIGO quiso acompañar a los titulares de las pesqueiras del Ulla para contar a los lectores cómo se desarrolla ese trabajo, siempre desde las ocho de la tarde hasta las ocho de la mañana del día siguiente. De este modo se ha comprobado que la escasez de lamprea sigue siendo preocupante, como lo es para los valeiros, es decir, los pescadores que faenan desde embarcación a la altura de Pontecesures. Sin éxito en las capturas, al menos el trabajo en los sillares de piedra que ya empleaban los romanos permite disfrutar de espacios naturales casi paradisíacos y supone algo así como un viaje en el tiempo.

Si a estas alturas los romanos siguieran pescando lamprea en el Ulla seguro que estarían igual de preocupados que los actuales concesionarios de sus zonas de pesca, las pesqueiras; tradicionales construcciones de piedra situadas en el cauce fluvial que se convierten en trampas casi infalibles para el primitivo y cartilaginoso pez.

El problema es que este año la lamprea no aparece por ninguna parte, como bien saben también los pescadores que faenan a la altura de Pontecesures.

Unos y otros hablan de un año nefasto, y son muchos los que dicen no recordar una escasez de producto tan notoria como en esta ocasión.

FARO DE VIGO tuvo esta semana la oportunidad de participar en las jornadas nocturnas de trabajo en las pesqueiras situadas en Herbón, junto a profesionales de esta actividad como Antonio Caldelas Vidal.

Las capturas fueron inexistentes, pero una vez más quedó claro lo hábiles e ingeniosos que eran los romanos al explotar estas trampas de piedra y al escoger el lugar para colocarlas.

Y es que al menos en caso de ausencia de capturas, como así ha sido, es posible disfrutar en todo su esplendor del Sistema Fluvial Ulla-Deza, un espacio natural protegido que ofrece privilegiadas vistas y un contacto directo con la naturaleza.

De esto sabe mucho el escritor Miguel Piñeiro, autor del libro titulado «Lampreas e Pesqueiras», publicado por Editorial Galaxia.

En esta publicación explica como las lampreas intentan superar la fuerza de la corriente en los pasillos de la pesqueira donde se colocan las nasas, cayendo así dentro de las redes mientras la fuerza del agua les impide salir.

Piñeiro aclara, y es un consejo que pueden seguir todos aquellos que quieran disfrutar del paisaje y ver de cerca el trabajo en las pesqueiras, que éstas se dividen en cuatro tramos o grupos, situados en Herbón, Carcacía-Lapido, Barcala-Sinde y en Reis. Las de Herbón, entre ellas la de Antonio Caldelas, se conocen como Areas y Traxeito, la primera con seis pescos y cinco pasillos y la segunda con nueve pescos y ocho pasillos».

Añade el escritor que «la explotación de esta construcción está repartida por grupos de muros denominados Cabildo, Cuarteles, Xanza, Mitra y Cortiñas».

Setecientos metros, río arriba, «están las segundas pesqueiras, llamadas As Bellas, con la subdenominación de Bellas y Ribeiro, que miden 91 metros».

Piñeiro hace constar que «a 519 metros está la tercera construcción, el particular y único Canal de Herbón, que llega a los 120 metros de longitud entre los dos muros y alberga cuatro puestos de pesca en la orilla norte y tres en la sur, sumando cinco pasillos».

La pesqueira de O Canal ·está compuesta por unos muros en forma de vértice -una V- orientado hacia la corriente para desviar el agua a las orillas donde están las trampas, pero los muros no cercenan la corriente totalmente, sino que están separados por una vena central de dos metros que permite el remonte de las especies migradoras».

Incluso apunta en su libro que «las más semejantes, en formato, a esta pesqueira del Ulla, son una serie de construcciones galaico-portuguesas que unen sus muros en el centro del río», por lo que «la pesqueira de O Canal puede considerarse una construcción mixta o híbrida y se puede decir que única en Galicia».

Más arriba «están las pesqueiras Prateado, en la actualidad muy deterioradas y con un gran boquete central; y la de Herbón, llamada A Trapa, que tiene seis pescos y cinco pasillos a un lado y cuatro pescos con tres pasillos al otro».

El segundo grupo de pesqueiras es el de Carcacía, «con la subdenominación de Carcacía-Lapido en la orilla norte y Carcacía, en la sur. Tiene ocho construcciones; las primeras son Furado y A Caseta, ambas con tres pescos y dos pasillos cada una».

Miguel Piñeiro aclara que «en todas las pesqueiras, los propietarios montan unas casetas donde pasan la noche para efectuar labores de vigilancia», como es el caso de Antonio Caldelas.

«Suelen ser construcciones rústicas de madera y plásticos, salvo la de esta pesqueira que está excavada en la roca».

Junto a las pesqueiras de Carcacía están las de Muxena, Aguadalta, Nova, Loureiriña, Loureira, A Forrica y Carballo.

En la tercera serie de pesqueiras están las de Sinde, Barcala, mientras que en la cuarta se localizan las de Reis, llamadas Bustelo y Lampreeiro.

Las primeras en abrir la temporada son las pesqueiras de As Areas y Bellas, donde el sistema de levantado de copos «es muy vistoso, pues los propietarios utilizan una primitiva, arcaica, rústica y nada convencional barcaza.

En cualquier caso, Piñeiro advierte de que «el Ulla ha cambiado con el paso de los años y a algunos de estos pasillos no les llega el agua, por lo que no se pueden armar».

Faro de Vigo